MANERAS DE VIVIR

 

Octava temporada, capítulo 174

 

Fecha de emisión: 11 de febrero del 2019

 

APARTAMENTO DE HUGO Y ÓSCAR / COCINA / MAÑANA

 

Hugo, Óscar y Andrea desayunan sentados a la mesa. Andrea tiene una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

 

Hugo: Entonces, ¿es definitivo? ¿Te quedas?

 

Andrea: Eso parece.

 

Hugo: Es la mejor decisión.

 

Andrea: La verdad es que, tras mi conversación con Carlos del otro día, no podía hacer otra cosa.

 

Hugo: Tampoco te ilusiones demasiado.

 

Óscar: No seas aguafiestas, anda.

 

Andrea: Además, me conformaría con volver a ser su amiga.

 

Hugo: ¿Seguro?

 

Andrea: Sí. Seguro.

 

Hugo: No quiero que luego te lleves una decepción.

 

Óscar: No le hagas ni caso, Andrea. En la vida hay que luchar, y tú, Hugo, deberías saberlo mejor que nadie.

 

Hugo: Sí. Y me alegro de que te hayas quedado, de verdad, y lo sabes. Pero no quiero que lo pases mal.

 

Andrea: (Sonríe) Lo sé, pero no te preocupes, todo va a salir bien. Ahora lo sé.

 

Hugo: Espero que tengas razón.

 

Hugo y Óscar se miran, preocupados, mientras Andrea no borra la sonrisa de su cara.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena “Lo Malo”, de Aitana y Ana Guerra.

 

Tras la barra, Jaime lee una revista cuando la puerta del local se abre y Vero entra, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

 

Vero: ¡Buenos días!

 

Jaime: (Atónito) ¿Qué haces tú aquí?

 

Vero se sienta en una de las butacas.

 

Vero: Ya ves. Aquí estoy de nuevo.

 

Jaime: Este local tiene derecho de admisión.

 

Vero: ¿Y?

 

Jaime: Que no eres bienvenida.

 

Vero: (Divertida) Ya. ¿Me pones un café?

 

Jaime: ¿Acaso no me has oído?

 

Vero: ¿Me lo vas a poner o no?

 

Jaime: Se te han debido fundir unas cuantas neuronas, ¿no?

 

La joven deja escapar una irónica carcajada.

 

Vero: Muy gracioso.

 

Vero se levanta.

 

Vero: Me voy a sentar en uno de los sofás. Me pones el café cuando quieras. No tengo prisa.

 

La joven se dirige hacia un sofá, ante la atónita mirada de Jaime.

 

Jaime: No me lo puedo creer.

 

En ese momento, Claudia sale del almacén, y no tarda en ver a la chica.

 

Claudia: ¿Qué coño hace esa aquí?

 

Jaime mira a su socia, sin saber qué decir.

CALLES DE GIJÓN / MAÑANA

 

Lucas camina rápidamente por las calles de la ciudad cuando, al girar una esquina, se choca con Óscar, que le mira, divertido.

 

Óscar: ¡Cuidado!

 

Lucas: ¡Mierda! Perdona.

 

Óscar: ¿Dónde vas tan deprisa?

 

Lucas: Hoy es mi primer día en el trabajo, y no quiero llegar tarde. Quiero causar buena impresión.

 

Óscar: (Sorprendido) ¿Ya llegas tarde en tu primer día?

Lucas: No, no. Entro en una hora.

 

Óscar: (Extrañado) Creo que no estoy entendiendo nada.

 

Lucas: Soy un dramático, ¿verdad?

 

Los dos jóvenes se ríen, divertidos.

 

Óscar: ¿Tan nervioso estás?

 

Lucas: Histérico.

 

Vuelven a reírse, divertidos.

 

Óscar: Me alegro muchísimo de verte tan ilusionado, Lucas. De verdad.

 

Lucas: Y es gracias a ti.

 

Óscar: No exageres. No es para tanto.

 

Lucas: Sí, sí que lo es.

 

Ambos guardan silencio durante unos segundos.

 

Óscar: Bueno, anda, vete, que no quiero entretenerte.

 

Lucas: Sí, será lo mejor. ¿Puedo llamarte luego para contarte cómo me ha ido?

 

Óscar: Claro.

 

Lucas: Vale, pues luego hablamos. Hasta luego.

 

Óscar: Chao.

 

Lucas se aleja de allí, ante la sonriente mirada de su exnovio.

 

CAFETERÍA “CANTÁBRICO” / TERRAZA / MAÑANA

 

Andrea y Carlos se toman un café sentados en una de las mesas, con vistas al mar. La joven tiene una enorme sonrisa dibujada en su rostro, mientras Carlos parece algo incómodo.

 

Andrea: Te agradezco muchísimo el esfuerzo que estás haciendo, Carlos. De verdad.

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Carlos: No tienes por qué agradecérmelo.

 

Andrea: Sí. Es obvio que no estás del todo cómodo, y es normal, así que… te lo agradezco.

 

Carlos: Ya…

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos. Carlos mira su móvil.

 

Andrea: ¿Tienes prisa?

 

Carlos: No, no. Tranquila.

 

Andrea: Carlos…

 

Carlos: (Interrumpiéndola) No te preocupes, de verdad.

 

De nuevo silencio. Finalmente, Andrea se levanta, esbozando una forzada sonrisa.

 

Andrea: Bueno, en realidad, yo sí que me tengo que ir.

 

Carlos: (Sorprendido) ¿En serio?

 

Andrea: Sí… sí, acabo de recordar que tengo que hacer unos recados.

 

Carlos: Pero…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) Nos vemos. Y muchas gracias. De verdad.

 

La joven se aleja de allí, ante la atónita mirada de su exnovio.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena “Barcelona”, de Ed Sheeran.

 

Vero continúa sentada en uno de los sofás, charlando animadamente con un desconocido. Claudia, que estaba limpiando unas mesas, se acerca a la barra, donde permanece Jaime. Ninguno de los dos quita el ojo a la chica.

 

Claudia: Tenemos que echarla de aquí.

 

Jaime: ¿Y cómo?

 

Claudia: Tenemos derecho de admisión.

 

Jaime: Sí, a eso ya he intentado recurrir yo.

 

Claudia: Entonces, tendremos que llamar a la policía.

 

Jaime: No podemos hacer eso.

 

Claudia: (Extrañada) ¿Por qué no? Estamos en nuestro derecho.

 

Jaime: ¿Te das cuenta del revuelo que se armaría?

 

Claudia: Te aseguro que no es eso lo que más me preocupa ahora mismo.

 

Jaime coge aire, intentando mantener la calma.

 

Jaime: No pienso llamar a la policía, Claudia.

 

Claudia: ¿Por qué la proteges tanto?

 

Jaime: No la protejo a ella. Protejo nuestro negocio.

 

Claudia: Tonterías.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Claudia: ¿Y tú qué propones?

 

Jaime: (Suspira) No lo sé.

 

De nuevo silencio.

 

Claudia: Me da igual cómo lo hagas, pero la quiero fuera de aquí, Jaime.

 

Jaime: Claudia…

 

Claudia: (Interrumpiéndole) Y pronto.

 

Claudia se aleja de allí para seguir recogiendo las mesas, ante la preocupada mirada del chico.

 

ESTUDIO DE ÓSCAR Y HUGO / SALÓN / TARDE

 

Sentados en el sofá, Óscar y Hugo se toman un café. Hugo apoya la cabeza en el hombro de su novio, que sonríe.

 

Óscar: ¿Sabes a quién me he encontrado esta mañana?

 

Hugo: ¿A quién?

Óscar: A Lucas. Hoy empezaba en su nuevo trabajo.

 

Hugo: ¿Y qué tal?

 

Óscar: Estaba nerviosísimo. Tendrías que haberle visto.

 

Hugo: Bueno, es normal. Volver al circuito siempre cuesta.

 

Óscar: Ya. Pero me ha gustado verle así.

 

Hugo: Ya.

 

Óscar: (Extrañado) ¿Qué pasa?

 

Hugo: Nada.

 

Óscar: (Divertido) ¿No estarás celoso?

 

Hugo: No, no es eso.

 

Óscar: ¿Entonces?

 

Tras unos segundos en silencio, el joven suspira.

 

Hugo: Me preocupa que todo esto pueda dar lugar a malos entendidos con Lucas.

 

Óscar: (Extrañado) ¿Qué malos entendidos?

 

Hugo: Él sigue enamorado de ti.

 

Óscar: No digas tonterías.

 

Hugo: ¿De verdad crees que son tonterías?

 

Óscar: Por supuesto que sí. Además, ya hemos tenido esta conversación.

 

Hugo: Y sigo pensando exactamente lo mismo.

 

Óscar: Hugo…

 

Hugo: (Interrumpiéndole) Me preocupa que pueda hacerse falsas ilusiones.

 

Óscar: No te preocupes. Eso no va a pasar.

 

Hugo: Ya.

 

Óscar: Anda, ven aquí.

 

Los dos jóvenes se besan.

 

PARQUE “RUISEÑORES” / TARDE

 

Sentada en uno de los bancos del parque, Andrea se fuma un cigarro, triste. Marta pasa por allí y, al ver a la joven, duda durante unos segundos, pero finalmente se acerca a ella.

 

Marta: Hola.

 

La joven fuerza una sonrisa.

 

Andrea: ¿Qué tal?

 

Marta: Creo que mejor que tú.

 

Andrea: Ya.

 

Tras unos segundos en silencio, Marta se sienta a su lado.

 

Marta: ¿Estás bien?

 

Andrea: ¿Qué más da?

 

Marta: Andrea…

 

Andrea: (Interrumpiéndola) No te esfuerces, Marta. No hace falta.

 

Marta: No supone ningún esfuerzo.

 

Andrea: (Irónica) Ya, claro.

 

Un tenso silencio surge entre ambos.

 

Marta: Yo… sé que hemos sido un poco injustos contigo.

 

Andrea: No. Simplemente habéis hecho lo que habéis sentido.

 

De nuevo silencio.

 

Marta: Lo siento.

 

Andrea: No tienes nada que sentir.

 

Marta: Por supuesto que sí. Todos tenemos algo que sentir.

 

Andrea: Incluida yo.

 

Marta: Incluida tú, sí.

 

Silencio.

 

Marta: Es por Carlos, ¿no?

 

Andrea: Es tan evidente.

 

Marta: (Divertida) Me temo que sí.

 

Andrea: Ya.

 

De nuevo silencio.

 

Andrea: No me va a perdonar nunca.

 

Marta: Lo está intentando.

 

Andrea: Lo sé, y se lo agradezco, pero… no quiero que se sienta obligado.

 

Marta: Y no se siente obligado. Sabes perfectamente cómo es Carlos, y si fuera así, no lo haría.

 

Andrea: Hay algo raro en todo esto.

 

Marta: (Extrañada) ¿A qué te refieres?

 

La joven coge aire antes de volver a hablar.

 

Andrea: Creo que siente una gran contradicción consigo mismo. Por una parte, quiere darme esa oportunidad, y por otra, no cree que me la merezca… y quizá tenga razón.

 

Marta: No digas tonterías.

 

Andrea: Es la verdad, Marta. Y lo sabes tan bien como yo.

 

Marta mira a la chica, sin saber qué decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena “Wolverines”, de Vega.

 

Jaime continúa tras la barra. Mira a Vero, que sigue sentada en uno de los sofás, mirando su móvil. Tras unos segundos en silencio, el joven se acerca a ella.

 

Jaime: Tienes que irte.

 

La joven le mira, divertida.

 

Vero: ¿Por qué?

 

Jaime: Ya te lo he dicho esta mañana. Aquí no eres bienvenida, y llevas todo el día.

 

Vero: Y me tienes deshidratada, por cierto.

 

Jaime coge aire, intentando mantener la calma.

 

Jaime: Márchate, Vero.

 

Vero: No pienso hacerlo.

 

Jaime: ¿Qué coño te aporta estar en un sitio en el que sabes que no eres bienvenida?

 

Vero: Joderos.

 

Jaime: (Irónico) Muy buena persona, sí.

 

Vero: Bueno, ¿me pones una caña, o qué?

 

Jaime: (Molesto) Vete a la mierda.

 

Jaime está a punto de marcharse a la barra, pero se detiene al escuchar a la joven.

 

Vero: ¿Sabes? Das pena.

 

Jaime: (Atónito) ¿Perdona?

 

Vero: Claudia te manipula como quiere.

 

Jaime: No sabes de lo que estás hablando.

 

Vero: ¿Quién quiere que me vaya, Jaime? ¿Ella o tú?

 

Jaime: Los dos.

 

Vero: No te lo crees ni tú.

 

Jaime: Vete a la mierda, Vero.

 

Jaime regresa hacia la barra, ante la divertida mirada de la joven.

 

ESTUDIO DE HUGO Y ÓSCAR / SALÓN / TARDE

 

El timbre suena insistentemente. Óscar camina hacia la puerta, extrañado, y, al abrirla, se encuentra con Lucas.

 

Óscar: ¡Lucas!

 

Lucas: Hola.

 

Óscar: ¿Qué pasa?

 

Lucas: ¿Estás solo?

 

Óscar: (Extrañado) Sí.

 

Lucas: Bueno, yo… solo venía a decirte que el primer día me ha ido muy bien.

 

Óscar: (Sonríe) Me alegro.

 

Lucas: Y todo gracias a ti.

 

Óscar: Ya te he dicho que yo no…

 

Lucas interrumpe al joven besándole apasionadamente, aunque Óscar, reaccionando con rapidez, se aparta.

 

Óscar: ¿Qué coño haces?

 

Lucas: Perdona. Yo pensé que…

 

Óscar: (Interrumpiéndole) Creo que lo mejor será que te vayas.

 

Lucas: Sí… sí, será lo mejor. Lo siento.

 

El joven se aleja rápidamente de allí mientras Óscar todavía parece incapaz de reaccionar.

 

APARTAMENTO DE IVÁN / SALÓN / TARDE

 

Iván sale de la cocina, con un par de botellines de cerveza entre sus manos. Se acerca a Carlos, sentado en el sofá, y tras darle uno de los botellines, se sienta a su lado.

 

Carlos: Gracias.

 

Iván: No creo que tarde mucho.

 

Carlos: Tranquilo.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Iván: Lo que no entiendo es por qué habéis quedado aquí.

 

Carlos: Me lo dijo ella, pero… si te molesto, me voy y…

 

Iván: (Interrumpiéndole) No, no, no te preocupes. Es solo que me sorprende, nada más.

 

Carlos: Ya.

 

De nuevo silencio.

 

Iván: Oye, sabes que, si necesitas hablar, puedes contar conmigo también, ¿verdad?

 

Carlos: Sí, pero…

 

Iván: (Interrumpiéndole) Es por Andrea, ¿no?

 

Carlos: Supongo que últimamente solo se trata de eso.

 

Iván: Es normal.

 

Silencio.

 

Iván: ¿Qué pasa?

 

Carlos: Estoy intentando darle una oportunidad, pero… no creo que pueda.

 

Iván: ¿Por qué?

 

Carlos hace otra pausa.

 

Carlos: Son demasiadas cosas, Iván… demasiado rencor.

 

Iván: No puedes forzarte a sentir algo que no sientes.

 

Carlos: Lo sé, pero… es que estoy muy confundido, Iván.

 

Iván: ¿Crees que sigues enamorado de ella?

 

Una nueva pausa.

 

Carlos: Sí. Pero desgraciadamente, eso no lo es todo.

 

Iván: Ya.

 

Silencio.

 

Iván: Eres tú el que tienes que valorarlo, Carlos.

 

Carlos: (Extrañado) ¿Valorar el qué?

 

Iván: Si te merece la pena todo esto. Forzarte, o… simplemente dejarte llevar.

 

Carlos: No es tan fácil.

 

Iván: Lo sé. Pero llega un momento en el que tienes que mirar por ti, ¿no crees?

 

Tras unos segundos en silencio, Carlos esboza una triste sonrisa.

 

Carlos: ¿Sabes? Eres más inteligente de lo que la gente cree.

 

Iván: Gracias… creo.

 

Los dos jóvenes se ríen, divertidos.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE

 

Suena “Pausa”, de Izal.

 

Claudia entra en el local. Mira a su alrededor y, aliviada, se acerca a la barra, donde Jaime seca unos vasos.

 

Claudia: Por fin se ha ido.

 

Jaime: Sí.

 

Claudia: ¿Cómo lo has conseguido?

 

Jaime: No he hecho nada. Simplemente, se ha cansado y se ha ido.

 

Claudia: (Sorprendida) ¿En serio?

 

Jaime: ¿No es lo que querías?

 

Claudia: No. Lo que quería era que la echarás tú.

 

Jaime: (Extrañado) ¿Qué más da?

 

Claudia: No te das cuenta, ¿verdad?

 

Jaime: ¿De qué?

 

Claudia: Al no haberla echado tú, volverá cuando le dé la gana.

 

Jaime: No digas tonterías.

 

Claudia: ¿Tonterías? Parece mentira que no la conozcas, Jaime.

 

Jaime: Claudia…

 

Claudia: (Interrumpiéndole) Esto es lo que quiere, Jaime. Que nos enfrentemos.

 

Jaime: Entonces no le demos el gusto.

 

Claudia: Me lo estás poniendo muy difícil.

 

Jaime: Estamos discutiendo porque tú quieres que discutamos.

 

Claudia deja escapar una irónica carcajada.

 

Claudia: Esto no va a ninguna parte, Jaime.

 

Jaime: (Extrañado) ¿El qué?

 

Claudia: Todo. Nunca debimos volver a ser socios.

 

Jaime: Venga, no seas dramática.

 

Claudia: (Atónita) ¿Dramática?

 

Jaime: Estas sacando un poco las cosas de quicio.

 

Claudia: Esto ya es lo que me faltaba por oír.

 

Jaime: Escucha…

 

Claudia: (Interrumpiéndole) No. Creo que ya he escuchado suficiente.

 

Jaime: La comunicación…

 

Claudia: (Interrumpiéndole) Voy al almacén.

 

Claudia se aleja de allí, ante la impotente mirada del chico.

 

ESTUDIO DE HUGO Y ÓSCAR / SALÓN / NOCHE

 

Sentado en el sofá, Óscar tiene la televisión puesta, aunque no parece hacerle mucho caso. Hugo llega a casa y sonríe al ver a su novio.

 

Hugo: Hola.

 

El joven fuera una sonrisa mientras Hugo se sienta a su lado.

 

Óscar: Hola.

 

Se dan un pico.

 

Óscar: ¿Qué tal el día?

 

Hugo: Bien, bien. La verdad es que tranquilo. ¿Y tú?

 

Óscar: No he salido de casa.

 

Hugo: (Preocupado) ¿Estás bien?

 

Óscar: (Extrañado) Sí, ¿por qué lo dices?

 

Hugo: Estás serio.

 

Óscar: Cansado, nada más.

 

Hugo: ¿Seguro?

 

Óscar: Sí. Tranquilo.

 

Hugo: Vale.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Óscar: Sabes que te quiero, ¿verdad?

 

Hugo: Claro que lo sé. Y yo a ti. Anda, ven.

 

Ambos se besan apasionadamente.

 

CONTINUARÁ…