MANERAS DE VIVIR

 

Sexta temporada, capítulo 121

 

Fecha de emisión: 26 de julio del 2013

 

PARQUE “RUISEÑORES” / MAÑANA

 

Isra y Aria pasean por el parque, cogidos de la mano y charlando animadamente, cuando el pelirrojo ve a Esperanza jugando a la comba con una amiga. El joven, sonriendo, se acerca a ella.

 

Isra: ¡Hola, Esperanza!

 

Esperanza: ¡Tito Isra!

 

La niña le abraza, contenta.

 

Isra: ¿Dónde está tu mami?

 

Esperanza: Ahí.

 

Isra mira hacia donde le señala la pequeña, y ve a Marta sentada en un banco, leyendo una revista. El joven coge la mano de su acompañante.

 

Isra: Vamos. Voy a presentarte a mi mejor amiga.

 

Aria: (Nerviosa) No sé Isra, yo…

 

Isra: (Interrumpiéndola) Venga, es majísima, ya lo verás.

 

El chico la arrastra hacia Marta, mientras Esperanza se queda jugando con su amiga. La pareja no tarda en llegar hasta la joven.

 

Isra: Hola Marta.

 

Marta alza la mirada, sorprendida.

 

Marta: ¡Isra! ¿Qué haces aquí?

 

Isra: Estábamos dando un paseo y vi a Esperanza, así que pensé en acercarme para presentarte a Aria.

 

La joven fuerza una sonrisa mientras se levanta, y estrecha la mano a la acompañante de su amigo.

 

Marta: Encantada.

 

Aria: Igualmente.

 

Isra: Es una amiga… especial.

 

Marta: Sí. Me lo imaginaba.

 

Un tenso silencio surge entre los tres, hasta que ahora es Isra el que fuerza una sonrisa.

 

Isra: Bueno, nosotros… nos vamos. Te llamo un día de esta semana y hablamos, ¿vale?

 

Marta: Vale. Hasta luego.

 

Isra: Chao.

 

Aria: Adiós.

 

Isra y Aria se alejan de allí, ante la triste mirada de la joven.

 

Aria: Creo que no le he caído demasiado bien.

 

Isra: Tonterías. Lo que pasa es que a veces… es un poco rara. Pero ya verás como os lleváis genial.

 

La chica fuerza una sonrisa.

 

Aria: Sí. Seguro.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena “My God is the sun”, de Queens of the Stone Age.

 

Claudia y Jaime están tras la barra, charlando divertidos, cuando ven a Lidia entrar en el local y acercarse a ellos con una enorme sonrisa dibujada en su cara. La pareja se queda completamente seria.

 

Lidia: Buenos días, chicos.

 

Claudia: ¿Qué quieres?

 

Lidia: Un café con leche estará bien, gracias.

 

Jaime: No, aquí no te vas a tomar nada. Lo que quería preguntar Claudia es que a qué has venido.

 

Lidia: (Sorprendida) Vaya, no os recordaba tan directos.

 

Claudia: Lidia…

 

Lidia: Está bien, está bien. He venido porque me gustaría organizar una fiesta aquí mañana por la noche.

 

Jaime deja escapar una sonora carcajada.

 

Jaime: Ni de coña.

 

Lidia: Venga, chicos. Estoy dispuesta a pagaros lo que queráis.

 

Claudia: Hemos dicho que no, así que márchate.

 

Lidia: Y si os dijera que… ¿estoy dispuesta a pagar hasta diez mil euros?

 

Jaime: (Atónito) ¿Hablas en serio?

 

Lidia: Completamente.

 

Claudia y Jaime se miran, sin poderse creer lo que acaban de escuchar, mientras Lidia continúa con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

 

CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi

 

Kristen Bell, Chace Crawford, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Jared Padalecki, Hayden Panettiere, Shawn Pyfrom, Jessica Stroup

 

CAPÍTULO 121: Un ángel sin alas

 

PISO DE CARLOS Y ÓSCAR / COCINA / MAÑANA

 

Carlos está sentado en el sofá, tomándose un café mientras repasa unos apuntes, cuando Óscar sale de su dormitorio, en calzoncillos. Asustado al ver a su amigo, vuelve a meterse, pero asoma la cabeza por la puerta.

 

Óscar: Perdona. Pensaba que te habrías ido ya al examen.

 

Carlos se ríe, divertido.

 

Carlos: Lo tengo a las doce. Pero puedes pasearte por la casa en calzoncillos tranquilamente, no te preocupes. Yo también suelo hacerlo.

 

Óscar: ¿En serio? Es que a Hugo le molestaba que lo hiciera…

 

Carlos: Es normal, eres su ex y le pones. Pero siento decirte que no es mi caso, no eres mi tipo.

 

Ahora es Óscar el que se ríe, divertido, y vuelve a salir del dormitorio. Se sirve café de la cafetera que hay sobre la mesa de salón, y se sienta junto a su amigo.

 

Carlos: ¿Cómo has dormido?

 

Óscar: Bien. La verdad es que la cama es bastante cómoda.

 

Carlos: Me alegro.

 

Los dos se quedan unos segundos en silencio, hasta que Óscar suspira.

 

Óscar: Todo esto es un poco raro, ¿verdad?

 

Carlos: (Extrañado) ¿El qué? ¿Qué vivamos juntos?

 

Óscar: No, no que vivamos juntos, si no las circunstancias, la manera en la que se ha dado todo. Hace tan solo unos meses, era todo muy diferente.

 

Carlos: Dicen que todos los cambios son a mejor, ¿no?

 

Óscar: (Sonríe) Sí… supongo que sí.

 

Ambos vuelven a quedarse en silencio, cada uno sumergido en sus pensamientos.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ANDREA / DORMITORIO DE HUGO / MAÑANA

 

La habitación está completamente a oscuras. Hugo duerme plácidamente sobre su cama, en calzoncillos y completamente destapado. La puerta se abre repentinamente dando paso a Andrea que, corriendo y riendo, salta sobre la cama de su amigo, asustándole y haciendo que se incorpore repentinamente, enfadado.

 

Hugo: ¿Qué coño haces?

 

Andrea: ¡Por fin soy libre!

 

Hugo: ¿Sabes qué hora es?

 

Andrea: Sí. Las doce y media.

 

Hugo: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

El joven coge su móvil, que reposa sobre la mesilla, y se da cuenta de que su amiga tiene razón.

 

Hugo: ¡Joder! ¡Tengo que ir al banco!

 

Hugo se levanta de la cama y, tras subir la persiana y abrir la ventana, va hacia el armario y empieza a ponerse lo primero que pilla, ante la divertida mirada de su amiga.

 

Andrea: He pensado que podríamos salir a celebrar esta noche que he terminado hoy los exámenes.

 

Hugo: Pero si todavía no te han dado las notas.

 

Andrea: ¿Y qué? Hoy salimos a celebrar mi libertad, y cuando tenga las notas volvemos a celebrarlo… sean las que sean.

 

Hugo: (Suspira) La verdad es que no tengo muchas ganas, Andrea.

 

Andrea se levanta de la cama y se acerca a su amigo, cogiéndole de la cintura y apoyando la cabeza en el hombro del joven.

 

Andrea: Venga Hugo, tenemos que animarnos… no podemos estar toda la vida aquí lamiendo nuestras heridas.

 

Hugo: Pero…

 

La joven le interrumpe, separándose de él.

 

Andrea: Saldremos, y no hay más que hablar. Me voy, que he quedado con Claudia y Jaime en el “Four”… pásate luego si quieres, y concretamos. Hasta luego.

 

Andrea sale del dormitorio de su amigo sin darle tiempo a reaccionar, y este termina esbozando una divertida sonrisa.

 

BAR “FOUR” / BAÑOS FEMENINOS / TARDE

 

Marta entra en el baño, con una enorme mancha de café sobre su camiseta blanca. Se mira en el espejo, suspirando.

 

Marta: Joder, perfecto… encima es nueva… puto Jaime.

 

La joven saca un paquete de pañuelos de su bolsillo y, tras mojar uno bajo el grifo, empieza a frotarse la mancha.

 

Aria: (Off) … no… no, escúchame tú a mí… necesito la pasta, ¿entiendes?...

 

Marta, al oír a la joven en uno de los privados, deja de frotarse y escucha con atención.

 

Aria: (Off) No pues mira, hasta que no me pagues lo que me debes, no voy a pasarte nada más, lo siento mucho.

 

De pronto se hace el silencio y la puerta de uno de los privados se abre repentinamente, por lo que Marta empieza a frotarse la mancha de nuevo. Al verla, Aria esboza una forzada sonrisa.

 

Aria: Marta, ¿verdad?

 

Marta: Aha.

 

Aria: Estaba hablando con mi madre. Ya sabes cómo son, a veces se ponen un poco pesadas.

 

Marta: Vaya, espero que Esperanza nunca piense eso de mí.

 

Aria: ¡Uy, perdona! No había caído en que…

 

Marta la interrumpe, forzando también una sonrisa.

 

Marta: No te preocupes, no tiene importancia.

 

Las dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos, incómodas, hasta que Aria termina suspirando.

 

Aria: Bueno, pues… voy para afuera, que había quedado con Isra e igual me está ya esperando. Hasta luego.

 

Marta: Chao.

 

Aria sale del baño y Marta se apoya en el lavabo, suspirando y preocupada por la conversación que acaba de escuchar.

 

EDIFICIO “RTPA” / CAFETERÍA / TARDE

 

Lucas está sentado en una de las mesas, tomándose un café, cuando entra Óscar y, al ver al joven, se acerca a él esbozando una amplia sonrisa. Se sienta a su lado.

 

Óscar: Llevo un buen rato buscándote.

 

Lucas: (Sonríe) ¡Óscar! Ya pensaba que no iba a verte hoy…

 

Óscar: Ya. En cuanto he llegado esta tarde me han mandado a grabar a la playa, y no hemos terminado hasta ahora.

 

Lucas: Últimamente hay mucho trabajo…

 

Óscar: Y poca gente.

 

Lucas: Sí.

 

Los dos jóvenes se quedan en silencio durante unos segundos.

 

Lucas: ¿Cómo te está yendo en casa de tu amigo? ¿Estás bien allí?

 

Óscar: Sí, la verdad es que menuda diferencia. Ya no hay situaciones tensas, ni silencios incómodos.

 

Lucas: Has hecho lo mejor.

 

Óscar: Sí, eso creo.

 

El silencio vuelve a reinar entre ellos durante unos segundos.

 

Lucas: ¿Quieres que vayamos al cine esta noche?

 

Óscar: ¿Para ver qué película?

 

Lucas mira a su compañero, sin saber muy bien qué decir.

 

Lucas: Bueno, yo no…

 

Óscar le interrumpe, riéndose.

 

Óscar: No te preocupes. Iré sea la película que sea.

 

Lucas: (Divertido) Eres mala persona.

 

Ahora son ambos los que se ríen.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Claudia está tras la barra, tomándose un café en compañía de Andrea, que está sentada en una de las butacas del otro lado.

 

Claudia: ¿Y cómo llevas lo de vivir con Hugo?

 

Andrea: Genial. Es como cuando vivíamos los tres juntos… nos faltas tú.

 

Claudia: Tenéis a Isra.

 

Andrea: Que sigue odiando a Hugo.

 

Claudia: Hombre, es normal…

 

Andrea: No, no es normal. Es normal que le odie Óscar, pero no todos vosotros. De todos modos, no quiero volver a discutir sobre eso.

 

Claudia: Ni yo, te lo aseguro.

 

Andrea: Bien, en algo que estamos de acuerdo.

 

Las dos amigas se quedan unos segundos en silencio.

 

Claudia: No te vas a creer lo que nos ha pasado esta mañana.

 

Andrea: ¿El qué?

 

Claudia: Ha venido Lidia a pedirnos el local para hacer una fiesta mañana por la noche.

 

Andrea: (Atónita) ¡¿Qué?! Le habréis dicho que no, ¿verdad?

 

Claudia: Pues al principio lo teníamos muy claro, pero ahora…

 

Andrea: ¡No me jodas, Claudia!

 

Claudia: Nos ha dicho que nos paga lo que queramos. Y la verdad Andrea, necesitamos la pasta.

 

Su amiga se encoge de hombros.

 

Andrea: Bueno, vosotros veréis… pero ya sabéis cómo es Lidia. Si le dais la mano, os va a coger el brazo entero.

 

Claudia mira a la joven, sabiendo que tiene razón.

 

PISO DE MARTA / SALÓN / NOCHE

 

Marta e Isra están sentados en uno de los sofás, tomándose cada uno un botellín de cerveza. Permanecen en silencio, hasta que el pelirrojo suspira.

 

Isra: ¿Y cuándo vuelven tus padres del viaje?

 

Marta: En un par de semanas… pero ya sabes, siempre los terminan alargando.

 

El joven esboza una forzada sonrisa.

 

Isra: Ya.

 

Los dos amigos permanecen unos segundos en silencio.

 

Marta: Oye ¿y qué tal con Aria? ¿Cómo van las cosas?

 

Isra: Bien… bien, la verdad es que muy bien. Todavía nos estamos conociendo, pero tengo muchas esperanzas puestas en esto, sinceramente.

 

Marta: Pero todavía os queda mucho por descubrir el uno del otro, ¿no?

 

Isra: Sí, claro, prácticamente nos acabamos de conocer… pero eso es lo bonito, ¿no? Ir descubriéndolo poco a poco.

 

Ahora es Marta la que fuerza una sonrisa.

 

Marta: Claro.

 

El silencio vuelve a surgir entre ellos.

 

Marta: ¿Y no te da miedo descubrir algo que no te guste?

 

Isra: (Extrañado) ¿Qué quieres decir?

 

Marta: Bueno, no sé… todo el mundo tenemos secretos, ¿no? Quizás te parezca una tontería, pero… me preocupo por ti, solamente eso. No quiero que te hagan daño.

 

Isra: (Sonríe) Pues no sabes cómo te lo agradezco, de verdad. Pero no te preocupes. Soy mayorcito, sé cuidarme solo.

 

Su amiga le responde forzando de nuevo una sonrisa, incómoda.

 

DISCOTECA “PARADYSE” / INTERIOR / NOCHE

 

Suena la canción “Wolverine”, de Vega.

 

Andrea baila desenfrenadamente en medio de la pista, completamente bebida, mientras Hugo, divertido, la observa desde la barra. Apenas se da cuenta de que un chico se acerca a él hasta que lo tiene a escasos milímetros.

 

Alberto: ¿Te acuerdas de mí?

 

Hugo, al escuchar su voz, se gira, sorprendido.

 

Hugo: ¡Alberto!

 

Alberto se ríe, y los dos se funden en un abrazo.

 

Hugo: Joder, ¿qué tal estás? Hace muchísimo tiempo, ¿eh?

 

Alberto: Cinco años.

 

Hugo: (Suspira) Quién lo diría…

 

Alberto: Sí. Y la verdad es que todo me va muy bien, ¿eh? Tengo un buen trabajo, llevo tres años con mi chico… no puedo quejarme.

 

Hugo esboza una forzada sonrisa.

 

Hugo: Me alegro.

 

Alberto: ¿Y tú qué tal? ¿Qué ha sido de ti todos estos años?

 

El joven deja escapar una sonora carcajada.

 

Hugo: Todo muy tranquilo. Ni tengo trabajo, ni novio. Pero bueno, algún día llegará.

 

Alberto: (Sonríe) Por supuesto que sí. Te lo mereces.

 

Hugo le devuelve la sonrisa, y los dos jóvenes permanecen en silencio durante unos segundos.

 

Alberto: Bueno, yo… me voy. Mi novio me está esperando.

 

Hugo: Claro.

 

Alberto: Tío, ha sido un placer verte.

 

Hugo: Lo mismo digo.

 

Ambos vuelven a abrazarse.

 

Alberto: Nos vemos.

 

Hugo: Chao.

 

Cuando Alberto se aleja de allí, Andrea se acerca corriendo a su amigo.

 

Andrea: ¿Has ligado?

 

Hugo: (Divertido) ¡Qué va! ¿Qué dices? Es un… antiguo novio. Hacía mucho que no nos veíamos.

 

Andrea: ¿Y no te has lanzado?

 

Hugo: ¡Tiene novio!

 

Andrea: Oh, vamos, le has puesto los cuernos a tu novio, no me vengas ahora de puritano… no será bisexual, ¿no?

 

Hugo: Lo siento, pero no.

 

Andrea: ¡Mierda! Lo que daría yo porque me follara…

 

Hugo: (Divertido) ¡Andrea!

 

Los dos se ríen, divertidos. El chico mira hacia la pista y ve que Alberto no le quita los ojos de encima. Hugo solo se limita a dedicarle una sonrisa.

 

PISO DE CARLOS Y ÓSCAR / SALÓN / NOCHE

 

Óscar y Lucas están sentados en el sofá, charlando animadamente mientras se toman unos botellines de cerveza.

 

Lucas: Oye, ¿y no estaremos molestando a tu compañero de piso?

 

Óscar: No, tranquilo. Acaba de terminar los exámenes del cuatrimestre y ha salido con sus compañeros a celebrarlo.

 

Lucas: ¿Así que estamos solos?

 

Óscar: (Sonríe) Completamente solos.

 

Los dos jóvenes se miran en silencio unos segundos, sonriendo, hasta que finalmente estallan en carcajadas. Poco a poco se van quedando callados. Se miran fijamente a los ojos. Se acercan el uno al otro, despacio, hasta que sus labios se juntan y la ternura deja paso a la pasión.

 

Óscar: ¿Quieres que vayamos a mi dormitorio?

 

Lucas: ¿Estás seguro?

 

Óscar: Totalmente.

 

Lucas se ríe y ambos se levantan del sofá. Besándose y quitándose la ropa el uno al otro, van hacia el dormitorio de Óscar, donde se encierran.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Claudia está tras la barra, tomándose un café mientras lee una revista, cuando Lidia entra en el local con una enorme sonrisa. Se acerca a la camarera y se sienta en una de las butacas.

 

Lidia: Dime que ya tenéis una respuesta para lo de esta noche.

 

Claudia, suspirando, cierra la revista y mira la joven.

 

Claudia: Sí. Hemos decidido hacerlo. Te alquilamos el local.

 

Lidia: ¡Eso es fantástico! Muchísimas gracias, de verdad.

 

Claudia: Quiero dejar una cosa clara, Lidia. Esto no nos convierte en amigos. Necesitamos el dinero, y ya está. No hay nada más.

 

Lidia: Por supuesto. De momento.

 

Claudia: No, ni de momento ni nada. Es definitivo.

 

Lidia: Bueno, eso ya lo veremos.

 

La joven coge aire, intentando mantener la calma.

 

Claudia: ¿Y a cuánta gente tienes pensado invitar? Es para irnos haciendo una idea y reponer alguna bebida que pueda faltar.

 

Lidia: Pues vendrán Oscar, Hugo, Marta, Andrea, Carlos, y vosotros, por supuesto. Ahora les mandaré un mensaje. Y podrán traerse todos un acompañante si les apetece.

 

La rubia deja escapar una sonora carcajada.

 

Claudia: ¿Estás hablando en serio?

 

Lidia: (Extrañada) ¿Qué pasa?

 

Claudia: No van a venir, Lidia. Te odian todos, ¿es que no te das cuenta?

 

Lidia: Vendrán, ya lo verás. Estoy intentando arreglar las cosas, y lo voy a conseguir. Todos nos merecemos una segunda oportunidad, ¿no?

 

Claudia: Pero es que tú ya tuviste una segunda oportunidad. Y una tercera, y una cuarta.

 

Lidia permanece unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente esboza una forzada sonrisa mientras se levanta.

 

Lidia: Sé que vendrán, ya lo verás. Y será a partir de las nueve… nos vemos entonces. Chao.

 

La joven sale del local, ante la divertida mirada de la que una vez fue su amiga.

 

PISO DE CARLOS Y ÓSCAR / DORMITORIO DE ÓSCAR / MAÑANA

 

Óscar, tumbado completamente desnudo sobre su cama, empieza a despertarse poco a poco. Al mirar a su alrededor, ve a Lucas abrochándose la camisa frente al espejo, y esboza una amplia sonrisa.

 

Óscar: Buenos días.

 

Lucas fuerza una sonrisa a través de espejo.

 

Lucas: Perdona, no quería despertarte.

 

Óscar: Y no lo has hecho, tranquilo. ¿No te quedas a desayunar?

 

Lucas: No. La verdad es que tengo muchas cosas que hacer antes de ir a trabajar esta tarde.

 

Óscar, sin importarle su desnudez, se sienta en la cama.

 

Óscar: ¿Qué pasa, Lucas?

 

Lucas: Nada, ¿por qué?

 

Óscar: Porque a mí no me engañas. Sé que te preocupa algo.

 

El joven permanece unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Lucas: Lo de anoche no tendría que haber pasado.

 

Óscar: (Sorprendido) ¿Por qué? Pensaba que tenías tantas ganas como yo.

 

Lucas: Las tenía. Y las tengo. Pero… es demasiado pronto.

 

Óscar mira a su compañero, sin entender nada.

 

Óscar: ¿Cómo que demasiado pronto?

 

Lucas: (Suspira) Acabas de romper con tu novio, Óscar. Y yo no quiero forzarte a nada.

 

Óscar: No me has forzado.

 

Lucas: No, lo sé. Lo que quiero decir es que, si vuelve a pasar esto entre nosotros, sea porque sientes algo por mí. No solo porque te pongo, o porque estás cachondo. Quiero algo más.

 

El joven mira sorprendido a Lucas, sin poderse creer lo que acaba de escuchar.

 

Óscar: Pero…

 

Lucas: (Interrumpiéndole) De verdad, cuando estés preparado, estaré ahí. Pero mientras tanto, creo que será mejor que solo nos veamos en el trabajo. Lo siento.

 

Lucas sale del dormitorio de su compañero, ante la atónita mirada de éste.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ANDREA / COCINA / MAÑANA

 

Hugo está sentado en la encimera, pensativo y tomándose un café, cuando aparece Andrea, todavía en pijama. Cuando ve a su amigo, esboza una amplia sonrisa.

 

Andrea: ¡Buenos días!

 

El chico fuerza una sonrisa.

 

Hugo: Hola.

 

La joven se prepara también un café y mira a su amigo, sin borrar la sonrisa de su cara, ante la extrañeza de éste.

 

Hugo: ¿Qué pasa?

 

Andrea: ¿No vas a contarme nada del chico éste con el que te encontraste anoche?

 

Hugo: (Extrañado) ¿De Alberto?

 

Andrea: Aha.

 

Hugo se encoge de hombros.

 

Hugo: No sé qué quieres que te cuente, ya te lo dije anoche. Estuvimos juntos un tiempo y ya está. Fue hace muchos años, ni siquiera había empezado a salir con Edu todavía.

 

Andrea: ¿Y por qué no le llamas?

 

Hugo: (Extrañado) ¿Por qué debería hacerlo?

 

Andrea: Porque podríais quedar a tomar algo, y bueno… ver lo que surge, ¿no?

 

Hugo: Ya te dije que tiene novio.

 

Andrea: ¿Y qué? Vamos Hugo, eso no debería detenerte. Está buenísimo, y encima se te comía con los ojos… si no le llamas, vas a dejar escapar la oportunidad de echar todo un buen polvazo.

 

Hugo mira a su amiga, sin saber muy bien qué responder.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE

 

Suena la canción “Chariot”, de Gavin DeGraw.

 

Lidia está sentada en uno de los sofás, leyendo algo en su móvil y bebiéndose un botellín de cerveza, mientras Claudia y Jaime la miran, desde el otro lado de la barra.

 

Jaime: Pobre. ¿No te da pena?

 

Claudia: Pena ninguna. Ella misma se ha buscado el estar así de sola. Además, ya le dije que nadie querría venir a su fiesta y no me hizo ni caso, así que mientras nos pague, eso ya no es asunto mío.

 

Jaime: Mira que eres cruel a veces.

 

Claudia: No más que ella.

 

El matrimonio permanece unos segundos en silencio, hasta que Lidia, esbozando una forzada sonrisa, se levanta y se acerca a ellos.

 

Lidia: Bueno chicos, está claro que no va a venir nadie, así que creo que será mejor que me vaya y así ya podéis ir recogiéndolo todo.

 

Claudia: Te lo dije.

 

La joven ahora sonríe de verdad.

 

Lidia: Lo sé. Pero no voy a perder la esperanza de que consigáis perdonarme. No voy a tirar la toalla. Buenas noches.

 

Lidia sale del local, ante la atónita mirada de los dos camareros.

 

Claudia: Esta chica es tonta.

 

Jaime no puede evitar el dejar escapar una carcajada.

 

CONTINUARÁ…