MANERAS DE VIVIR

Los primeros rayos de sol se cuelan por la ventana del dormitorio de Isra. Sobre la cama, este está completamente desnudo, abrazando a Edu, de igual manera, y tan solo cubiertos por una fina sábana. Los dos duermen, hasta que el ruido de la puerta al abrirse les despierta.

OLGA: (Estupefacta) ¡Oh, Dios mío!

Olga, algo consternada por lo que ha visto, cierra la puerta, y va hacia la cocina, con las manos tapándose la cama, mientras Edu e Isra se levantan rápidamente, y comienzan a vestirse.

ISRA: (Preocupado) ¡Joder, date prisa! Verás que sermón me cae…

EDU: (Con mala cara) Por favor… ¿te importaría no gritar tanto? Me duele muchísimo la cabeza.

ISRA: No me extraña… solo había que verte anoche.

EDU: (Poniéndose la camiseta) Bueno, yo marcho ya. Nos vemos en el instituto. (Da un pico a su novio) Hasta luego.

ISRA: Hasta luego… te quiero.

Edu sale del dormitorio, sin contestar a su novio, y se dirige hacia la puerta, intentando no toparse con la madre de este.

OLGA: (Por detrás del joven) Adiós Edu.

Edu pone cara de fastidio, y se gira, sonriendo falsamente.

EDU: Hasta luego.

Edu por fin logra salir del piso, con muy mala cara.

Carlos está tumbado en su cama, jugando con una pelota pequeña, mientras escucha la canción “My secret people”, de Dover, cuando alguien pica a la puerta de su dormitorio.

CARLOS: (Desganado) Adelante…

La puerta se abre, y entra Edu, totalmente mojado, y cerrando la puerta tras si.

CARLOS: (Extrañado) Joder, ¿qué te ha pasado?

EDU: Nada… es que está cayendo una ahí fuera impresionante…

CARLOS: (Levantándose de la cama) Anda, desnúdate, que te voy a dejar algo de ropa.

Edu empieza a quitarse la ropa, sin poner objeción alguna, y Carlos se dirige al armario. Coge ropa, y se gira hacia su amigo, al cual ya solo le quedan los calzoncillos.

CARLOS: ¿Sabes? Nunca me había fijado en lo bueno que estás…

EDU: (Acercándose al joven, pícaro) Ah, ¿no? (Carlos niega levemente, sonriente) ¿Y te gusta lo que ves?

CARLOS: (Poniendo cara de vicioso) Me encanta…

Los dos jóvenes empiezan a besarse apasionadamente, tumbándose sobre la cama. Edu quita la camiseta a su amigo, y se siguen besando, mientras Lorena observa todo desde un oscuro rincón de la habitación.

LORENA: Si no tomas medidas… lo acabarás perdiendo para siempre.

Lorena se despierta en su cama, sobresaltada y sudando. Mira hacia la ventana, viendo, a través de los agujeros de la persiana, el soleado día que hace para estar a finales de noviembre. Recuerda su sueño, y comienza a llorar, llevándose las manos a la cara.

CRÉDITOS: "MY PREROGATIVE" BRITNEY SPEARS
David Gallagher, Maggie Grace, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Emma Watson

Capítulo 9
Desesperados


Hugo y Marta se encuentran en la entrada del instituto, esperando a sus amigos. La chica está con la mirada perdida, mientras el joven la mira, preocupado.

HUGO: Marta, ¿te pasa algo? No has hablado en toda la mañana, y eso es muy raro en ti…

MARTA: (Seca) Sí… lo que pasa que no tengo nada que contar, y la verdad, hablar por hablar me parece una tontería de las gordas…

HUGO: (Molesto por la contestación de su amiga) Bueno, vale… solo pretendía ayudar.

MARTA: Pues nadie te ha pedido que lo hagas.

Hugo se queda callado, para no seguir enfadando más a su amiga, y la chica vuelve a sumergirse en sus cosas, hasta que llegan junto a ellos Edu e Isra. Este último lleva una sonrisa de oreja a oreja.

HUGO: Parece que alguien ha dormido bien esta noche…

ISRA: Bueno, la verdad es que…

El joven se ve interrumpido por un codazo que le propina su novio, para inmediatamente después darle un pico y acercarse a su oído.

EDU: (Susurrando) No creo que a nadie le interese nuestra vida sexual… (Alzando la voz) Bueno chicos, yo voy a secretaría, que tengo que recoger unos papeles. Te veo en clase, Isra. Hasta luego.

Edu se dirige al interior del instituto, a paso ligero, y justo cuando el entra, Laura llega hasta donde están Hugo, Marta e Isra, también muy sonriente.

MARTA: (Borde) Bueno, otra…

LAURA: (Extrañada) ¿Qué pasa?

HUGO: Nada, déjala… está de un borde hoy que no hay quien la aguante… por cierto, que bien habéis dormido todos esta noche, ¿no?

LAURA: (Tímidamente) Bueno… anoche… Carlos y yo nos besamos.

ISRA y HUGO: (Sorprendidos) ¿Qué?

MARTA: Tú estás tonta, tía.

LAURA: Oye Marta, si tienes un mal día, no la pagues conmigo, ¿quieres?

MARTA: No, joder, no se trata de que tenga o no tenga un mal día, se trata de que Carlos está enamoradísimo de Lorena… ¿no te das cuenta? Te está utilizando para darle celos.

LAURA: (Dolida) Mira, paso de hablar contigo cuando estás así… me voy para adentro.

Laura comienza a caminar hacia el interior del instituto.

ISRA: (Corriendo tras ella) ¡Laura, espera!

Isra le da alcance, y los dos juntos entran al instituto, dejando solos en el exterior a Hugo y a Marta.

HUGO: (Irónico) ¿Qué, me vas a seguir negando que te pasa algo?

Marta solo es capaz de responder a su amigo con una muy mala mirada.

Lorena se pasea por los desiertos pasillos de la universidad, con la carpeta en su regazo, y la mirada perdida. Jorge corre tras ella.

JORGE: ¡Lorena! (dándole alcance) Lorena, ¿te pasa algo conmigo? Llevas ignorándome toda la mañana.

LORENA: (Volviendo a la realidad) ¿Eh? No… no, que va, simplemente es que estoy cansada… no he dormido muy bien esta noche.

JORGE: (Preocupado) Vaya, ¿y eso? ¿Pesadillas?

LORENA: (Borde) No creo que te importe demasiado, la verdad.

JORGE: Bueno, si no me importara, no te preguntaría, ¿no?

LORENA: (Arrepentida) Sí… sí, tienes razón, perdóname… es que estoy agotada, me voy a ir a casa. Nos vemos mañana, ¿vale? (Jorge asiente, sonriendo comprensivamente) Chao.

Lorena sigue su camino, bajo la atenta mirada de preocupación de Jorge.

Isra arrastra a Laura hasta el baño masculino de los institutos, el cual, aparentemente, está vacío.

LAURA: Mira tío, como entre alguien, es que me muero de la vergüenza…

ISRA: No te preocupes, la gente no malgasta el recreo en venir al baño.

LAURA: (Seria) Es cierto, la gente es más normal que nosotros. (Isra ríe por el comentario de su amiga) Bueno, ¿me vas a contar el motivo por el que me has arrastrado hasta aquí? ¿O es que en el baño te ríes con más ganas, y por eso prefieres quedarte?

ISRA: (Sin dejar de sonreír) Buah tía, soy el hombre más feliz del mundo.

LAURA: (Apoyándose en el lavabo, de mala gana) Joder, no sabes como odio que haya que sacarte las cosas con sacacorchos…

ISRA: (Riendo) ¡Está noche Edu y yo nos hemos acostado!

LAURA: (Sin poder creerse lo que acaba de oír) ¿Qué?

ISRA: ¿Tanto te sorprende?

LAURA: (En un susurro que el joven alcanza a oír) Ni te lo imaginas…

ISRA: (Molesto por la reacción de su amiga) Pues no sé, tampoco es tan raro, ¿no? Somos novios, y los novios hacen esas cosas.

LAURA: (Intentando disimular) Sí, sí, tienes razón… no sé porque he dicho eso.

ISRA: (Sonríe de nuevo) Bueno, y cuéntame… ¿qué pasó ayer con Carlos?

LAURA: Vamos fuera, y os lo cuento a todos… ya sabes que no me gusta repetir la misma historia varias veces.

Isra se ríe, y los dos amigos salen del baño. Una vez se han ido, se abre la puerta de uno de los reservados, y del interior sale Hugo, con los ojos llorosos. Se mira en el espejo.

HUGO: (Dando un golpe en el lavabo) ¡Mierda!

Ya es por la tarde, y Edu está en la barra del Four, tomándose un refresco, él solo, cuando Lorena se acerca por detrás de él, sin que el joven se de cuenta.

LORENA: Vaya, contigo quería yo hablar.

Edu se gira, de mala gana.

EDU: (Molesto) ¿De qué? ¿De lo puto que soy, o me vas a acusar de enrollarme con tu novio a tus espaldas, como a Laura?

Lorena se sienta en la butaca que hay libre al lado del chico.

LORENA: Pues no exactamente, pero por hay andan los tiros… (Edu mira a la joven, extrañada, y ella se inclina hacia él, amenazante) Mira, no quiero que te acerques a Carlos… mantente alejado de él, ¿entiendes?

EDU: Ya… ¿y tú con que derecho me pides eso? Que yo sepa, ya le has dejado, ¿no?

LORENA: Sí, pero volveremos. Nos queremos, y eso es lo que importa… simplemente, necesitamos un tiempo.

EDU: (Levantándose de la butaca) Mira Lorena, espero que te quede claro… no me voy a alejar de Carlos. Es mi mejor amigo, y no voy a dejarle solo.

LORENA: ¿Solo tu mejor amigo?

EDU: ¿Qué insinúas?

LORENA: (Intentando provocarle) Vamos, Edu, reconócelo… reconoce que te mola.

EDU: Mira tía, tú estás loca… y me niego a seguir aquí hablando contigo.

Edu coge su abrigo, y se dirige hacia la puerta del bar.

LORENA: (Sin moverse) Recuerda… no te acerques a él… porque sino, a lo mejor Isra empieza a saber cosas que no debería… tú ya me entiendes.

Edu sale del lugar, fingiendo no haber oído las últimas palabras de la joven.

Marta está en el dormitorio de sus padres, buscando algo entre los cajones de la cama, cuando el teléfono, que empieza a sonar, hace que la joven se sobresalte. Recuperándose del susto, se dirige al salón, y lo coge.

MARTA: (Seca) ¿Si?

Hugo se encuentra en su dormitorio, con el teléfono en la oreja.

HUGO: (Llorando) Marta, necesito hablar contigo…

MARTA: Pues ahora me pillas un poco liada, la verdad.

HUGO: Por favor… sabes que no suelo llamar por mucho desahogo que necesite… pero esta vez no he podido evitarlo.

MARTA: (Sentándose en el sofá, y suspirando) A ver, cuéntame… pero no tengo mucho tiempo.

HUGO: Edu e Isra se han acostado.

MARTA: (Irónica) Vaya, no me lo puedo creer.

HUGO: Marta, por favor…

MARTA: ¿Qué pretendes que te diga, Hugo? Son novios, y eso es lo más normal del mundo.

HUGO: Pero…

MARTA: Mira, si eso ha pasado, ha sido por tu culpa. Empieza a asumir las consecuencias de lo que haces… y ahora, si me perdonas, estoy demasiado ocupada como para seguir escuchando chorradas. Adiós.

Marta cuelga, y Hugo se queda mirando extrañado el teléfono, mientras por sus mejillas siguen corriendo lágrimas, hasta que alguien pica en la puerta.

HUGO: (Levantándose de la cama) ¡Espera un momento!

El chico corre hacia su armario, el cual abre, y se mira en el espejo que hay en el interior. Se seca las lágrimas, y cierra el armario.

HUGO: ¡Ya!

La puerta se abre, y entra Edu al dormitorio, cerrando la puerta tras él.

EDU: Hola…

HUGO: (Dejándose caer sobre la cama) Ah, eres tú…

EDU: (Irónico) Me encanta ver la alegría que muestras al recibir mi visita…

HUGO: (Sin mirarle) No, es que no te esperaba… ¿Qué pasa?

EDU: (Extrañado) Nada, ¿por?

HUGO: No, porque entonces, si no pasa nada… ¿por qué has venido?

EDU: Bueno, no creo que sea tan raro hacer una visita a un buen amigo, ¿no?

HUGO: Primero… tú y yo nunca hemos sido buenos amigos… y segundo… seguro que tienes mejores cosas que hacer, como… follar con tu novio, por ejemplo.

EDU: ¿Cómo sabes eso?

HUGO: (Sin pensar) Bueno, si no quieres que la gente se enteré, deberías de decirle a tu novio que fuera un poco más discreto.

EDU: (Extrañado) ¿Te lo ha dicho él? Si vosotros no…

HUGO: Bueno, él no me lo ha dicho directamente… pero he oído comentarios. ¿Sabes, Edu? No pensé que fueras tan tonto como para no darte cuenta.

EDU: ¿A que te refieres?

HUGO: Pues que está bastante claro el motivo por el que Isra está contigo… sigue enamorado de mí, y lo único que pretende es darme celos… lástima que sus intentos estén siendo en vano.

EDU: ¿Pero que estás diciendo, tío? Sabía que eras egocéntrico, pero no tanto… mejor será que me vaya, adiós.

Edu sale de la habitación rápidamente, mientras Hugo se queda tumbado en la cama, arrepentido de lo que acaba de hacer.

Está anocheciendo. Carlos está agachado tras el mostrador del quiosco, buscando una revista. Cuando la encuentra, se levanta, viendo así a Laura frente a él, con una sonrisa.

CARLOS: (Sonriente) Hombre, que sorpresa, ¿qué haces aquí?

LAURA: Bueno, creo que hay algo de lo que tenemos que hablar, ¿no?

CARLOS: Sí… sí, tienes razón. Verás, yo…

LAURA: (Interrumpiendo al chico) Mira Carlos, yo te quiero. Vale, puede sonar a locura, pero es así. Lo único, es que tengo miedo de que sigas enamorado de Lorena, y lo de ayer lo hicieras por despecho… quiero estar contigo, pero quiero estar segura de que ya no sientes nada por ella.

CARLOS: (Mintiendo descaradamente) No… por ella no siento nada, creo que es evidente. Pero acabo de salir de una relación de dos años, y la verdad es que no me gustaría atarme de nuevo a otra… todavía no me siento preparado.

LAURA: (Sonríe, comprensiva) Ya, lo entiendo… yo te voy a esperar, Carlos. Podemos ir poco a poco, y ver lo que va pasando.

CARLOS: (Sonríe, de mala gana) Claro…

LAURA: Te quiero.

Carlos se inclina hacia la chica, y le da un tierno beso, sin darse cuenta de que Lorena está observando todo desde la esquina de la calle.

Ya es completamente de noche. Isra se dispone a acostarse, cuando pican a la puerta, y Olga asoma la cabeza.

OLGA: ¿Puedo?

ISRA: Claro, pasa… es tu casa… ¿te vas ya a trabajar?

OLGA: Sí, ahora me iré, pero antes quería hablar contigo.

ISRA: (Sentándose en la cama, y tapándose con las sábanas) Claro mamá… verás, si es por lo de esta mañana… (Olga se sienta en los pies de la cama de su hijo. Isra se da cuenta de que los ojos de la mujer no muestran enfado, sino tristeza) ¿estás bien?

OLGA: Sí, bueno, la verdad es que estoy un poco preocupada… y sí, es por lo de esta mañana…

ISRA: No tienes porque preocuparte, en serio… simplemente se vino a dormir…

OLGA: Isra, hijo, no soy tonta… estabais desnudos y abrazados… no sé, tú siempre has sido muy responsable… ¿te obligó Edu a hacerlo?

ISRA: (Sorprendido) ¿Cómo?

OLGA: ¿Te dijo que te dejaría si no te acostabas con él, o algo así?

ISRA: (Molesto) Oh, vamos, mamá… no, no me dijo nada de eso. Es más, fui yo el que insistí en que eso pasará.

OLGA: ¿Era la primera vez?

ISRA: Sí, mamá, era la primera vez… ¿me vas a dejar dormir, o vas a seguir con tu estúpido interrogatorio?

OLGA: Isra, solo me preocupo por ti… (Traga saliva antes de formular la pregunta) Tomaríais precauciones, ¿verdad?

ISRA: (Intentando no perder la paciencia) Oh, mamá, me niego a contestar a eso, en serio (se tumba en la cama, tapándose con las sábanas hasta el cuello) Y ahora, si no te importa, quiero dormir… tengo mucho sueño.

OLGA: (Levantándose, y dirigiéndose hacia la puerta) Claro, hijo, tú duerme tranquilo… buenas noches.

ISRA: Buenas noches.

Olga se queda mirando a su hijo desde la puerta, entristecida, durante varios segundos, para luego salir, apagando la luz, y cerrando la puerta tras ella.

Una nueva semana comienza. Edu sale del portal de su casa, con su mochila, cuando se topa de frente con Isra, que está allí esperándole.

EDU: (Seco) ¿Qué estás haciendo aquí?

ISRA: (Tímidamente) Bueno, como no hemos hablado en todo el fin de semana, pensé que sería buena idea venir a buscarte, e ir juntos al instituto.

EDU: Isra, ¿no te ha dado por pensar que si no te he cogido el teléfono en todo el fin de semana, es porque no quería hablar contigo?

ISRA: (Molesto) Sí… pero no entiendo porque.

Edu empieza a caminar bastante enfadado hacia el instituto, e Isra le sigue.

EDU: (Enfadado) ¿Qué por qué? Joder, Isra, para una cosa que te pido… ¡Una! No lo cumples. Ya me has demostrado lo mucho que puedo confiar en ti.

ISRA: (Extrañado) No sé de que me hablas…

EDU: Ya creo que lo sabes… ¡por supuesto que lo sabes!

ISRA: No, Edu… si te digo que no lo sé, es porque no lo sé, ¿vale?

EDU: ¿No? Bien, pues entonces, no entiendo porque la gente sabe que tú y yo nos hemos acostado.

ISRA: (Sonríe) ¿Es eso? Bueno, Laura es mi mejor amiga, y…

EDU: Ah, ¿qué Laura también lo sabe? (Irónico) ¡Perfecto!

ISRA: (Extrañado) ¿Quién más lo sabe?

EDU: (Deteniéndose) Hugo.

Edu continúa su camino, dejando a Isra totalmente perplejo.

Lorena está apoyada en las estanterías del cuarto de la limpieza de la universidad, mientras Jorge le besa el cuello apasionadamente, a pesar de que la joven parece estar en otro sitio, de lo cual el chico no tarda en darse cuenta.

JORGE: (Preocupado) Lorena, ¿estás bien?

LORENA: Sí… sí, pero la verdad es que ahora mismo no tengo muchas ganas de esto…

JORGE: Lorena, llevas toda la mañana súper distante… no sé, estoy preocupado.

LORENA: No, no te preocupes. Es simplemente que…

JORGE: (Interrumpiendo a la chica) Carlos, ¿no?

LORENA: (Sorprendida) ¿Cómo lo sabes?

JORGE: Bueno, ya nos vamos conociendo un poco…

LORENA: Mira, Jorge, yo lo siento, en serio, pero… creo que sigo estando enamorada de él.

JORGE: (Cogiendo a la joven de la cintura) Bueno, pero es normal que te confundas… han sido dos años de relación…

Jorge intenta besarla, pero ella se aparta.

LORENA: No, Jorge… antes pensaba que estaba confundida, pero ahora sé que ya no… lo siento.

Lorena sale del cuarto, dejando allí a Jorge, que, enfadado, da un puñetazo a la pared.

JORGE: ¡Mierda! (Frotándose la mano) Esto no va a quedar así… desde luego que no…

Laura y Hugo están en el pasillo del instituto, mirando unos apuntes que la chica acaba de sacar de la carpeta.

LAURA: La semana que viene empezamos los exámenes, y los llevo de puta pena…

HUGO: Bueno, tú no te estreses… que todavía estamos en la primera evaluación.

LAURA: Vale, pues cuando nos den las notas, vienes, y les dices eso a mis padres.

Hugo sonríe ante el comentario de su amiga, hasta que Isra se coloca frente a ellos, y al joven le cambia totalmente la cara.

ISRA: Hugo, tengo que hablar contigo.

HUGO: (Extrañado) ¿Conmigo? Vaya, eso si que es una novedad.

ISRA: (Enfadado) ¿Cómo te has enterado de lo de Edu y yo?

HUGO: (Ríe) Bueno, es fácil de deducir… sois novios, y los novios hacen esas cosas, ¿no?

ISRA: Eso no es lo mismo que le dijiste a Edu.

HUGO: ¡Ah, es eso! Bueno, yo a Edu simplemente le hice un comentario inocente, una pequeña broma… si la interpretó mal, no es mi problema.

ISRA: (Sin creerle del todo) ¿Y lo de los comentarios?

HUGO: Bueno, es evidente que comentarios se oyen, Isra. Sois novios, y sois dos tíos… y la gente es así, presume mucho de tolerancia, pero son los primeros en comentar las jugadas de los diferentes…

ISRA: Entonces, ¿no…?

HUGO: No, no me lo ha dicho nadie, ¿tranquilo?

ISRA: Si, bueno… supongo que si. (Sonríe de mala gana) Bueno, voy para clase. Luego nos vemos, hasta luego.

HUGO y LAURA: Chao.

Isra se marcha, y Laura mira a Hugo, interesada.

LAURA: Es curioso… yo nunca he oído esos comentarios de los que hablas.

HUGO: (Sonríe, misterioso) Bueno… hay que saber estar en el lugar y en el momento adecuado.

Hugo se dirige hacia el interior de su clase, bajo la sospechosa mirada de Laura.

Marta está dando vueltas por su habitación. En su rostro se refleja preocupación, hasta que parece que algo le viene a la cabeza, y sonríe. Se sienta frente al ordenador, el cual enciende. Una vez cargado, accede a una página del chat.

MARTA: (Voz en off mientras escribe) Soy chica, y ofrezco mi virginidad por doscientos euros. Interesados, abridme un privado.

Una vez termina de escribir, se recuesta sobre la silla, mientras varias lágrimas recorren sus mejillas.

CONTINUARÁ...