MANERAS DE VIVIR

 

Séptima temporada, capítulo 134

 

Fecha de emisión: 19 de octubre del 2014

 

CENTRO PSIQUIÁTRICO “DOS ROSAS” / SALA DE VISITAS / MAÑANA

 

Jaime está en una de las sillas, mirando por la ventana, cuando la puerta se abre. Al girarse, ve a Claudia entrar en la sala. La joven, al ver a su ex marido, suspira.

 

Claudia: ¿Qué estás haciendo otra vez aquí?

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Jaime: Eres mi mujer, quería verte. Es lo normal, ¿no?

 

Claudia: Pero es que yo no quiero verte a ti, Jaime. Creía que había quedado ya bastante claro.

 

Jaime: Claudia…

 

Claudia: (Interrumpiéndole) No quiero volver a verte, Jaime, y espero que te haya quedado claro. Cuando salga de aquí, hablaremos. Hasta entonces, olvídate de mí.

 

Sin dar tiempo a reaccionar a su marido, la joven sale de allí, indignada, ante la atónita mirada del joven.

 

CASA DE HUGO E ISRA / PASILLO / MAÑANA

 

Hugo termina de bajar las escaleras y se encamina hacia la cocina, con cara de sueño y vistiendo tan solo unos calzoncillos. Cuando llega hasta allí, pega un bote y abre los ojos por completo, sorprendido.

 

Hugo: Pensaba que no iba a volver a verte.

 

El joven que había ya allí se gira. Isra lleva el pelo más largo de lo normal, y unas enormes ojeras rodean sus ojos. Fuerza una sonrisa.

 

Isra: Supongo que ya era hora de volver.

 

CASA DE HUGO E ISRA / SALÓN / MAÑANA

 

Hugo, ya vestido, se toma un café sentado en el sofá. Isra no tarda en aparecer por allí, con otra taza entre sus manos. Se sienta junto a su amigo.

 

Hugo: Es el segundo que te tomas.

 

Isra: (Sonríe) La verdad es que echaba de menos esta cafetera.

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos.

 

Hugo: ¿Qué haces aquí, Isra?

 

Isra: Bueno, vivo aquí. Porque… todavía vivo aquí, ¿no?

 

Hugo: Tu habitación sigue libre.

 

Isra: (Sonríe) Bien. Gracias.

 

Silencio de nuevo.

 

Hugo: ¿Me vas a decir qué ha pasado, o no?

 

El pelirrojo continúa en silencio unos segundos más, pensando. Sus ojos se llenan de lágrimas, aunque consigue controlarlas.

 

Isra: Aria falleció la semana pasada.

 

Hugo: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

Isra: Sobredosis.

 

Hugo: Joder…

 

Isra: Tenía que volver. Necesitaba estar con mis amigos.

 

Hugo le mira, sin saber muy bien qué decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena la canción “Soldier”, de Gavin DeGraw.

 

No hay demasiada gente en el local. Vero está tras la barra, leyendo una revista mientras se toma una caña, cuando Jaime entra por la puerta, con mala cara. No tarda en acercarse a la camarera.

 

Jaime: Buenas tardes.

 

Vero: (Sonríe) ¡Ey! ¿Qué tal? ¿Cómo ha ido?

 

Jaime: (Suspira) Como siempre.

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos.

 

Vero: Oye, si necesitas hablar, o cualquier cosa…

 

Jaime: (Interrumpiéndola) Gracias, pero la verdad es que lo que menos me apetece hacer ahora mismo es hablar.

 

Vero: Entiendo. Pero ya sabes dónde estoy.

 

Jaime se limita a responderle con una sonrisa.

 

APARTAMENTO DE LUCAS Y ÓSCAR / SALÓN / TARDE

 

Sentado en el sofá, Óscar está mirando algo en su portátil, cuando llaman al timbre. El joven, extrañado, deja el ordenador  a un lado y, tras levantarse, camina hacia la puerta. Se sorprende cuando, al otro lado, se encuentra con Andrea.

 

Óscar: ¡Andrea! ¿Qué haces aquí?

 

Andrea: ¿Estás solo?

 

Óscar: (Extrañado) Sí, ¿por qué?

 

Andrea: Tenemos que hablar.

 

Óscar: Claro. Pasa.

 

Andrea entra en el apartamento, y Óscar cierra la puerta.

 

Óscar: ¿Quieres tomar algo?

 

Andrea: No, tranquilo. Voy a ser muy breve.

 

Óscar: Está bien. Pues tú dirás.

 

Andrea: Tienes que dejar tranquilo a Hugo.

 

Óscar: (Sorprendido) ¿Disculpa?

 

Andrea: Sé que no lo estás haciendo a idea, pero… Hugo sigue enamorado de ti. Si no cortas toda relación con él, lo acabará pasando mal.

 

Óscar deja escapar una sonora carcajada.

 

Óscar: No digas tonterías. Hugo me tiene olvidadísimo.

 

Andrea: Puedes engañarte todo lo que quieras, pero sabes que no es verdad.

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos, hasta que la rubia suspira.

 

Andrea: Solo he venido a pedirte eso, que no le hagas daño… porque sé que a ti también te importa.

 

Andrea sale del apartamento, triste, ante la confundida mirada de su amigo.

 

PISO DE MARTA / SALÓN / NOCHE

 

Iván y Marta están sentados en el sofá, viendo una película abrazados mientras comen palomitas a oscuras, cuando ambos se asustan al escuchar el timbre.

 

Marta: ¡Joder!

 

Iván: ¿Quién coño es? ¿Esperas a alguien?

 

Marta: No, a nadie. No tengo ni idea de quién puede ser.

 

La joven, tras pausar la película y encender la luz, se levanta y camina hacia la puerta. Se sorprende todavía más cuando al otro lado se encuentra con Hugo.

 

Hugo: Buenas noches.

 

Marta: ¿Qué haces aquí? ¿Eres consciente de la hora que es?

 

Hugo: Sí, perdona, pero… la verdad es que llevo todo el día dando vueltas sobre si debía contártelo o no, pero finalmente me he decidido a hacerlo.

 

Marta: (Extrañada) ¿Contarme el qué?

 

Hugo hace una pausa y coge aire antes de volver a hablar.

 

Hugo: Isra ha vuelto. Está en casa.

 

Marta: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

La joven se gira y mira hacia el sofá, donde Iván continúa sentado, sin poderse creer lo que acaba de escuchar.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE

 

El local ya está cerrado. Jaime está sentado en uno de los sofás, tomándose un botellín de cerveza, mientras Vero le observa, preocupada, desde el otro lado de la barra. Tras pensarlo durante unos segundos, coge otro botellín de cerveza y, tras abrirlo, se acerca a su jefe.

 

Vero: ¿Necesitas compañía?

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Jaime: La verdad es que no me vendría nada mal.

 

Vero, forzando también una sonrisa, se sienta suspirando junto a su amigo y ambos guardan silencio durante unos segundos.

 

Vero: ¿Cómo vas?

 

Jaime: Pues la verdad es que no muy bien. Claudia está muy enfadada, y… la verdad es que no sé qué va a pasar cuando salga del centro.

 

Vero: Seguro que te perdona. ¿Cómo no va a hacerlo, con lo estupendo que eres?

 

Jaime deja escapar una irónica carcajada.

 

Jaime: Se agradece, pero no creo que vaya a ser así.

 

Silencio de nuevo.

 

Vero: Ya te lo dije el otro día, y te lo vuelvo a repetir. Una persona que te trata así, no te merece.

 

Jaime: Vero…

 

Vero: (Interrumpiéndole) Sí, ya sé que no la conozco, y si la escogiste, estoy segura de que es una excelentísima persona, pero… no te mereces todo por lo que te está haciendo pasar.

 

El joven la mira, sin saber qué decir.

 

CASA DE HUGO E ISRA/ DORMITORIO DE ISRA/ NOCHE

 

Isra está tumbado en la cama con los ojos, todavía rodeados de unas enormes ojeras, abiertos de par en par. La puerta del dormitorio se abre lentamente y Marta asoma la cabeza.

 

Marta: ¿Se puede?

 

Isra: Estoy intentando dormir.

 

Marta: Solo quiero saber cómo estás.

 

Isra: (Irónico) Perfectamente, ¿no lo ves?

 

Un tenso silencio surge entre los dos amigos.

 

Marta: Hugo me ha contado lo de Aria.

 

Isra: Ya.

 

Marta: Lo siento mucho, Isra. De verdad.

 

El pelirrojo deja escapar una sonora carcajada mientras se levanta de la cama.

 

Isra: ¿Qué lo sientes mucho? Estás de coña, ¿no? Todo lo que ha pasado ha sido por tu puta culpa.

 

Marta: (Sorprendida) ¿Cómo dices?

 

Isra: (Enfadado) Si no te hubieras empeñado en separarnos, Aria y yo ahora mismo seguiríamos juntos, Marta. No nos habríamos ido de Gijón, y nada de esto habría pasado.

 

Marta: Eso no es así. Yo solo…

 

Isra: (Interrumpiéndola) Ni se te ocurra decir que me estabas intentando ayudar.

 

La joven vuelve a hacer una pausa.

 

Marta: Isra…

 

Isra: (Interrumpiéndola) Márchate, Marta. Márchate y no vuelvas. No quiero volver a saber nada más de ti.

 

Marta: Soy tu mejor amiga.

 

Isra: No. Mi mejor amiga me hubiese apoyado.

 

De nuevo silencio.

 

Marta: Está bien, me voy. Ya hablaremos cuando estés más tranquilo.

 

Isra: Espera sentada, entonces.

 

Marta sale del dormitorio cerrando la puerta tras de sí, triste, mientras Isra se deja caer de nuevo sobre la cama, con los ojos llenos de lágrimas.

 

PLAYA DE GIJÓN / MAÑANA

 

Hugo y Óscar pasean por la orilla, dejando que el mar moje sus pies descalzos. Permanecen en silencio unos segundos.

 

Óscar: Echaba de menos estos paseos. A Lucas no le gusta demasiado la playa, odia que la arena se le pegue en todas partes.

 

Hugo deja escapar una sonora carcajada.

 

Hugo: Bueno, es lo que tiene la playa.

 

Silencio de nuevo, hasta que Óscar suspira.

 

Óscar: Oye mira, no sabía si contártelo, pero creo que tienes derecho a saberlo.

 

Hugo: (Extrañado) ¿El qué?

 

El joven coge aire antes de volver a hablar.

 

Óscar: Andrea vino ayer a verme.

 

Hugo: (Sorprendido) ¿Qué?

 

Óscar: Me dijo que tenía que alejarme de ti porque sigues enamorado de mí.

 

Hugo: (Suspira) No me lo puedo creer…

 

Óscar: ¿Es cierto, Hugo? ¿Sigues enamorado de mí?

 

Hugo: ¡Claro que no! Joder, ya sabes cómo es Andrea. A veces no dice más que tonterías.

 

Óscar guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente esboza una enorme sonrisa.

 

Óscar: Bueno, pues entonces por mi parte no hay ningún problema.

 

Hugo: (Molesto) Ya, pero por el mío sí. Esa se va a enterar.

 

PISO DE MARTA / COCINA / MAÑANA

 

Sentada en una de las butacas de la cocina, Marta se toma un café con muy mala cara, como si no hubiera dormido nada, cuando llaman al timbre. La joven, extrañada, coge su taza y camina hacia la puerta. Al abrirla, se encuentra con Iván.

 

Iván: Buenos días.

 

Marta: Hola.

 

La pareja se da un beso e Iván entra en el piso. Marta cierra la puerta, y los dos juntos caminan hacia la cocina.

 

Marta: ¿Quieres un café?

 

Iván: Claro.

 

El joven se sienta en una de las butacas. Su novia no tarda en prepararle el café y sentarse a su lado.

 

Iván: Bueno, cuéntame… ¿cómo fue anoche tu conversación con Isra?

 

Marta guarda silencio durante unos segundos. Finalmente, suspira.

 

Marta: Creo que tenías razón.

 

Iván: (Extrañado) ¿En qué?

 

Marta: En todo. Isra no quiere saber nada de mí, Iván. Yo…

 

Iván le interrumpe, cogiendo la mano de su novia.

 

Iván: No te preocupes, Marta. Sé que era tu mejor amigo y querías ayudarle, pero si no se deja… tú no puedes hacer nada.

 

Marta mira al joven, sin saber qué decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena la canción “What I’ve done” de Linkin Park.

 

Tras la barra, Jaime está preparando lo que parece un cóctel, mientras Vero lee una revista, completamente desocupada, puesto que todos los clientes que hay en las mesas ya están atendidos.

 

Jaime: Vero, ¿puedes pasarme el azúcar? Creo que le falta un poco.

 

Vero: (Sonríe) Claro.

 

La joven no tarda en alcanzárselo, y se queda a su lado.

 

Vero: ¿Cómo vas?

 

Jaime: Bien. La verdad es que el curso de coctelería que hice este verano no me ha podido ayudar más.

 

Vero: ¿Puedo probarlo?

 

Jaime: Un segundo.

 

Jaime echa una cucharada de azúcar al líquido azul, y le tiende la copa a su empleada.

 

Jaime: A ver qué te parece.

 

La camarera coge la copa y da un pequeño trago. Esboza una enorme sonrisa y acaricia el brazo de su jefe.

 

Vero: Delicioso. Dulce, como su creador.

 

El joven deja escapar una sonora carcajada mientras Vero se aleja de allí, contoneando sensualmente su cadera.

 

CASA DE HUGO E ISRA / SALÓN / TARDE

 

Carlos y Hugo están sentados en el sofá, tomándose cada uno un botellín de cerveza. Los dos parecen preocupados.

 

Hugo: ¿Cómo le has visto?

 

Carlos: La verdad es que no muy bien.

 

Hugo: (Suspira) Estoy preocupado. Creo que está enganchado a las drogas.

 

Carlos: Eso parece, sí.

 

Hugo: Y encima con la muerte de Aria… el problema solo va a ir a más.

 

Carlos: Tú pasaste por eso. Puedes ayudarle.

 

Hugo: Sí, pero mi relación con Isra… quiero decir, por supuesto que voy a ayudarle, pero más podrá hacerlo alguien que fuera más cercano a él. Ya sabes que nosotros hemos pasado por nuestros baches y nuestra relación no está en su mejor momento. Contaba con Marta, pero vino a verle anoche y a él poco le faltó para echarla a patadas.

 

Carlos: (Sorprendido) ¿En serio?

 

Hugo: Como te lo digo.

 

Carlos: Joder…

 

Los dos jóvenes se quedan en silencio.

 

Hugo: No sé qué vamos a hacer, pero tenemos que ayudarle.

 

PISO DE MARTA / DORMITORIO DE MARTA / TARDE

 

Tumbada en su cama, Marta abre lentamente los ojos. Ve a Iván sentado a su lado, leyendo un libro. Frota sus ojos.

 

Marta: ¿Cuánto rato llevo durmiendo?

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Iván: Unas tres horas, aunque para no haber pegado ojo en toda la noche, tampoco es mucho.

 

La chica se reincorpora.

 

Marta: ¿Y Esperanza?

 

Iván: Tu hermana la ha bajado al parque. No creo que tarden mucho en subir, porque han bajado hace ya un rato.

 

Marta: Bien.

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos, hasta que Marta suspira.

 

Marta: Oye Iván, sobre lo que te conté esta mañana…

 

Iván: (Interrumpiéndola) No te preocupes. Creo que ha llegado el momento de que mires por ti misma y vale, sí, Isra necesita ayuda… pero seguro que encuentra otra persona que se la proporcione, no tienes por qué ser tú.

 

Marta: Voy a ayudarle, Iván.

 

Iván: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

Marta: Es mi mejor amigo. No puedo dejarle tirado.

 

Iván se levanta de la cama, indignado.

 

Iván: Es tu mejor amigo cuando le interesa serlo, Marta.

 

Marta: Iván…

 

Iván: (Interrumpiéndola) ¿Qué coño te pasa? ¿Es que acaso estás ciega?

 

Marta: No me hables así. Por favor.

 

El joven hace grandes esfuerzos para no perder la paciencia.

 

Iván: No, ni así ni de ninguna otra manera… buenas tardes, Marta.

 

Iván sale del dormitorio dando un fuerte portazo mientras su novia se vuelve a dejar caer sobre la cama, suspirando.

 

APARTAMENTO DE CARLOS Y ANDREA / SALÓN / NOCHE

 

Andrea camina hacia la puerta, ya en pijama, mientras el timbre suena insistentemente. Cuando la abre, se encuentra con Hugo.

 

Andrea: Joder, ¿a qué viene tanta insistencia?

 

Hugo: (Enfadado) ¿Tú quién te crees que eres para ir a hablar con Óscar?

 

Andrea: (Suspira) Sabía que vendrías por eso.

 

Hugo: No me has contestado.

 

Andrea: Me considero tu mejor amiga, Hugo, y no quiero que te hagan daño.

 

Hugo guarda silencio durante unos segundos, intentando mantener la calma.

 

Hugo: Deja de meterte en mi vida, Andrea. Ya te lo dije una vez, y te lo vuelvo a repetir. No lo hagas de nuevo.

 

Sin dar tiempo a que la joven responda, el chico se aleja de allí, ante la atónita mirada de su amiga.

 

CONTINUARÁ…