MANERAS DE VIVIR

 

Quinta temporada, capítulo 104

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ TARDE

 

El local está muy cambiado: del estilo modernista con los tonos rojos predominantes, ha pasado a ser una especie de taberna, con mucha madera y decoración de distintos grupos de rock por todas las paredes.

Andrea y Carlos miran a su alrededor sorprendidos por el cambio que ha sufrido el lugar donde han pasado tantos ratos, mientras Jaime y Claudia, tras la barra, observan expectantes a sus amigos.

 

Jaime: ¿Y bien? ¿Qué os parece?

 

Andrea: No me lo puedo creer.

 

Claudia: ¿Eso es bueno o es malo?

 

Carlos: Me encanta.

 

Claudia: ¿De verdad? ¿Andrea?

 

Andrea: Absolutamente. Molaba el rollo de antes, así tan modernista y tal, pero es que ahora… no sé, es tan acogedor, tan… no sé, me gusta muchísimo.

 

Jaime: Es muy importante para nosotros que os guste a todos vosotros.

 

Carlos: Les va a encantar. Hugo se va a volver loco.

 

Andrea: Sí. Aunque para rematarlo, espero que haya un stripper buenorro en la inauguración de esta noche.

 

Todos se ríen, divertidos.

 

PISO DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ SALÓN/ TARDE

 

Hugo, Isra, Óscar y Marta están sentados en el sofá, tomándose cada uno un botellín de cerveza.

 

Marta: ¿No estáis nerviosos por lo que habrán hecho en el Four? Hemos pasado tanto tiempo allí…

 

Hugo: Yo creo que nos gustará. Claudia y Jaime tienen buen gusto, ¿no?

 

Isra: Sí, eso sí…

 

Óscar: ¿Cuándo tenemos que ir para allí?

 

Hugo: En un par de horas.

 

Óscar: Entonces nos da tiempo de…

 

Hugo esboza una pícara sonrisa mientras coge a su novio de la mano y le levanta del sofá a la vez que lo hace él.

 

Hugo: Vamos.

 

Hugo y Óscar, sin soltarse la mano, salen de allí ante la indiferencia de su compañero de piso y la sorpresa de Marta.

 

Marta: ¿Van a…?

 

Isra: Sí hija, sí.

 

Marta: No me lo puedo creer…

 

Isra: Pues siéntete afortunada de que no se hayan puesto a follar aquí delante nuestro, porque más de una vez han estado a punto.

 

Marta mira a su amigo, sin poderse creer lo que le está contando.

 

CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi

 

KRISTEN BELL

 

CHACE CRAWFORD

 

RUPERT GRINT

 

VANESSA HUDGENS

 

JESSE MCCARTNEY

 

JESSE METCALFE

 

JARED PADALECKI

 

HAYDEN PANETTIERE

 

JESSICA STROUP

 

TOM WELLING

 

CAPÍTULO 104: “Four”

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Suena la canción “La cabecita loca” de Rulo y la contrabanda.

 

Claudia y Andrea permanecen tras la barra del bar, mientras Jaime y Carlos están sentados en uno de los sofás que hay en el fondo del local, tomándose unas cervezas.

 

Carlos: Creo que a partir de ahora, éste será nuestro nuevo sofá.

 

Jaime se ríe, divertido.

 

Jaime: Me alegro mucho de que os haya gustado tanto, de verdad.

 

Carlos: Habéis hecho un trabajo excelente, Jaime. Créeme.

 

Jaime esboza una agradecida sonrisa a su amigo, y los dos permanecen en silencio durante unos segundos.

 

Jaime: ¿Y cómo van las cosas con Andrea?

 

Carlos: Pues la verdad es que muy bien, sí. No puedo quejarme. Parece que poco a poco se va adaptando, y yo intento no agobiarla tanto.

 

Jaime: Me alegro el haberme equivocado. La verdad es que ahora se os ve genial juntos.

 

Carlos: Lo estamos.

 

Los dos amigos vuelven a quedarse callados un momento, que aprovechan para beber de sus cervezas.

 

Carlos: Y cuéntame, ¿cómo es la vida de casado? ¿Cambian mucho las cosas?

 

Jaime: ¿Por qué? ¿Estás pensando en pedírselo a Andrea?

 

Carlos: ¿Qué dices? ¡Igual me mata!

 

Jaime: No, igual no. Seguro.

 

Los dos amigos se ríen.

 

Jaime: Pero la vida de casado la verdad es que no cambia tanto. Claudia y yo estamos igual que siempre… aunque siempre es de agradecer que te den dinerito y encima te vayas de vacaciones.

 

Carlos: (Divertido) Eso no lo dudo.

 

Jaime: ¿Y tú sabes algo de Lorena?

 

La mirada de Carlos se ensombrece.

 

Carlos: Sinceramente, ni lo sé ni lo quiero saber. Sé que sigue en la cárcel, y punto. Lo único que espero es que no me llamen para testificar. Lorena llevaba mucho tiempo fuera de mi vida, y espero que las cosas sigan así.

 

Jaime mira a su amigo, sin saber muy bien qué decir, hasta que finalmente esboza una sonrisa.

 

Jaime: Bueno, pero ahora somos todos felices, ¿no? Eso es lo importante.

 

Carlos: (Sonríe) Por supuesto.

 

CALLES DE GIJÓN/ NOCHE

 

Isra y Marta caminan por las calles de la ciudad, los dos muy arreglados. La chica parece preocupada.

 

Marta: ¿Crees que hemos hecho bien no diciéndoles que nos íbamos?

 

Isra: Te aseguro que ahora mismo ellos no estarán pensando en nosotros.

 

Marta se ríe, divertida.

 

Marta: No sé cómo lo aguantas.

 

Isra: La verdad es que yo tampoco.

 

Los dos amigos continúan caminando durante unos segundos en silencio.

 

Isra: ¿Va a venir Jorge esta noche?

 

Marta: No. Sigue en Alemania.

 

Isra: (Sorprendido) ¿Todavía? ¿Cuándo piensa volver?

 

La chica se encoge de hombros.

 

Marta: No lo sé.

 

Isra: ¿Y estás tan tranquila?

 

Marta: ¿Qué quieres que haga?

 

Isra: Hombre, pues teniendo en cuenta lo que pasó la última vez que se llevo allí a Esperanza, no entiendo cómo te da tan igual.

 

Marta: Porque ahora no es lo mismo. No puede instalarse en Alemania de nuevo, el juez no se lo permitiría.

 

Isra: (Irónico) Claro, y como el juez es todopoderoso y lo sabe…

 

Marta coge aire, procurando no enfadarse.

 

Marta: Mira Isra, no te pido que lo entiendas, ¿vale? Yo confío en Jorge, y con eso me basta.

 

Isra: Vale, vale…

 

Los dos amigos continúan caminando en silencio.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Suena la canción “Mi cenicienta”, de Rulo y la contrabanda.

 

Andrea y Claudia continúan tras la barra, tomándose también unos botellines de cerveza. La primera mira su móvil.

 

Andrea: Isra y Marta están de camino.

 

Claudia: ¿Y Hugo y Óscar?

 

Andrea: Seguro que están follando. Están insaciables últimamente.

 

Claudia: ¡No jodas! ¿No van a venir?

 

Andrea: Mujer, venir vendrán… pero quién sabe cuándo.

 

Claudia: (Irónica) ¡Genial!

 

Andrea: No te rayes. Ya sabes como son.

 

Claudia: Ya…

 

Las dos amigas se quedan unos segundos en silencio, mirando a sus dos parejas, que continúan sentados en el sofá, charlando animadamente.

 

Claudia: (Suspira) Quién nos iba a decir hace tres años que íbamos a acabar así, ¿verdad?

 

Andrea: Sí… con lo puta que yo he sido.

 

Claudia se ríe, divertida.

 

Claudia: ¿Eres feliz?

 

Andrea: Claro que sí. Tengo que reconocer que lo de Carlos me dio mucho miedo al principio… de ahí esa crisis que tuve… pero ahora estamos genial, ¿sabes? ¡Ni siquiera siento la necesidad de acostarme con otras personas!

 

Claudia: Eso nunca está mal.

 

Ahora son las dos amigas las que se ríen.

 

Claudia: Me alegro mucho por ti, Andrea.

 

Andrea: Y yo por ti. Por ti, y por el resto. Por fin parece que las cosas nos empiezan a ir bien, ¿eh?

 

Claudia: Ya era hora.

 

Andrea: Sí.

 

Las dos amigas continúan mirando en silencio a Carlos y a Jaime, sonrientes.

 

CALLES DE GIJÓN/ NOCHE

 

Hugo y Óscar caminan rápidamente por las calles de la ciudad, bastante agobiados. Hugo parece enfadado.

 

Hugo: No me puedo creer que no nos hayan avisado.

 

Óscar: Si lo hubieran hecho también te habrías enfadado.

 

Hugo: Sí, pero habría agradecido el detalle.

 

Óscar: (Riendo) Pues yo puede que les hubiera matado.

 

Hugo también se ríe, divertido, y besa apasionadamente a su novio.

 

Hugo: Oye, ¿no crees que nos estaremos pasando?

 

Óscar: (Extrañado) ¿A qué te refieres?

 

Hugo: A lo mejor Isra tiene razón, y estamos un poco pesados… o un poco salidos, que también puede ser.

 

Óscar: Vamos Hugo, estamos empezando con esto… es normal que estemos así.

 

Hugo: Sí, pero él se siente incómodo.

 

Óscar: Pero es tu casa.

 

Hugo: (Extrañado) ¿Por qué dices eso?

 

Óscar: Bueno, porque en tu casa puedes hacer lo que te de la gana. Y si no le gusta, que se vaya, ¿no?

 

Hugo mira a su novio, sin saber qué decir.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Suena “Carrie”, de Europe.

 

Isra: (Sorprendido) ¡No me lo puedo creer!

 

Marta: ¡Está precioso!

 

Claudia, Jaime, Carlos y Andrea, ahora los cuatro sentados en el sofá, se giran hacia la puerta, donde ven a sus dos amigos mirando todo, sorprendidos.

 

Jaime: ¿Os gusta?

 

Marta: Es una pasada…

 

Claudia: Me alegro. ¿Qué queréis tomar?

 

Marta: Una cerveza.

 

Isra: Que sean dos.

 

Claudia: Muy bien.

 

Claudia hace el amago de levantarse, pero Jaime se le adelanta.

 

Jaime: Tranquila cielo, que ya voy yo.

 

Claudia: Como quieras.

 

Jaime va a la barra, mientras Isra y Marta se sientan junto a sus amigos.

 

Isra: Todo esto es una pasada, Claudia. De verdad.

 

Claudia: (Sonríe) Gracias.

 

Carlos: ¿Se sigue sin saber nada de Hugo y Óscar?

 

Isra: No.

 

Andrea: Seguro que siguen follando. Menudos guarrillos están hechos.

 

Carlos: ¡Andrea!

 

Andrea: (Extrañada) ¿Qué?

 

Isra: Si tiene razón…

 

Andrea: ¿Lo ves?

 

Jaime vuelve con los dos botellines de cerveza, que se los da a los recién llegados, y se sienta en el sofá.

 

Marta: ¿Cuándo hacéis la inauguración para el resto de la gente?

 

Claudia: Mañana.

 

Jaime: Podéis venir también. Lo de hoy ha sido simplemente para que fuerais los primeros que vierais como ha quedado.

 

Carlos: Pues de puta madre, ¿cómo iba a quedar?

 

Todos se ríen, divertidos.

 

Marta: A Lidia no le habréis avisado, ¿verdad?

 

Claudia: ¿Nos tomas por idiotas? ¡Claro que no!

 

APARTAMENTO DE LIDIA/ DORMITORIO DE LIDIA/ NOCHE

 

Lidia, muy arreglada, guarda unas fotografías en su bolso, para luego colgárselo en el hombro y mirarse en el espejo, con una cínica sonrisa dibujada en su rostro.

 

Lidia: Por fin llegó mi momento de gloria…

 

La joven apaga la luz, y sale de allí.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Suena la canción “Hijo de la luna” de Avalanch.

 

Isra y Marta se están tomando otros botellines de cerveza sentados en la barra, mientras Andrea y Carlos se besan apasionadamente sentados en el sofá. No hay ni rastro de Claudia y Jaime. En ese momento, Hugo y Óscar entran en el local, haciendo que Andrea y Carlos se separen.

 

Óscar: Buenas noches.

 

Andrea: Hombre, ya era hora.

 

Hugo mira a Isra, enfadado.

 

Hugo: Si alguien nos hubiera avisado, habríamos llegado antes.

 

Isra: (Molesto) Si no estuvierais todo el día follando como conejos, a lo mejor no necesitabais a nadie para que os avisara.

 

El rubio está a punto de responder a su amigo, pero Andrea, levantándose, no se lo permite.

 

Andrea: Bueno chicos, haya paz. Estamos aquí para apoyar a nuestros amigos en su nuevo proyecto. Dejemos las discusiones para otro momento… pero avisadme, que sabéis que me encantan.

 

Todos excepto Hugo e Isra se ríen, divertidos.

 

Andrea: Bueno chicos, ¿y qué os parece? ¿Os gusta cómo les ha quedado?

 

Óscar: Me encanta.

 

Hugo: Sí, es una pasada. Por cierto, ¿dónde están Claudia y Jaime?

 

La joven se encoge de hombros.

 

Andrea: No tengo ni idea.

 

Marta: Están en el almacén, pero ya llevan allí un buen rato…

 

Hugo: ¿Vamos a felicitarles?

 

Óscar: Sí, vamos.

 

La pareja camina hacia el almacén.

 

Andrea: (Susurrando) Creo que no deberían de entrar ahí…

 

BAR “FOUR”/ ALMACÉN/ NOCHE

 

Claudia y Jaime están sacando cajas de botellines de cerveza. Ambos están entusiasmados con la opinión de sus amigos sobre la nueva decoración del local.

 

Jaime: Ha ido todo genial, ¿no?

 

Claudia: Sí. Tengo que reconocer que estaba un poco asustada. Hemos pasado aquí tantos momentos, y ellos más… que no sabía cómo se tomarían el cambio.

 

Jaime: Pues se lo han tomado perfectamente.

 

Claudia: Sí. Les encanta.

 

El matrimonio vuelve a quedarse unos segundos en silencio.

 

Claudia: ¿Crees que podremos con todo esto, Jaime?

 

Jaime: (Extrañado) ¿A qué te refieres?

 

Claudia: No sé, un bar es un negocio muy difícil y duro… a lo mejor nos hemos precipitado.

 

Jaime: (Divertido) ¿Te estás acojonando?

 

Claudia: ¡No! Ya sabes que yo nunca me acojono.

 

Jaime se ríe, divertido.

 

Claudia: Es solo que…

 

Jaime se acerca a su esposa y, sin darle tiempo a terminar la frase, la besa.

 

Jaime: ¿Quieres que te tranquilice?

 

Claudia: (Sonríe) Me encantaría, pero creo que deberíamos de salir. He oído a Hugo y a Óscar hablar, ya han llegado.

 

Jaime: ¿Y qué? Han llegado tarde por esto mismo, ¿no?

 

Claudia se queda en silencio durante unos segundos, pensando, hasta que esboza una pícara sonrisa.

 

Claudia: Pues tienes razón.

 

Jaime se ríe, y vuelven a besarse, esta vez dando paso a la pasión.

 

Claudia: Te quiero.

 

Jaime: Y yo a ti.

 

Siguen besándose y poco a poco van quitándose la ropa, pero justo en ese momento la puerta se abre, lo que hace que se separen rápidamente.

 

Hugo: Luego nos dicen a nosotros… pero todavía no hemos probado en sitios públicos.

 

Óscar se ríe, divertido, mientras Jaime y Claudia miran a sus amigos con una avergonzada sonrisa.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Suena la canción “Serenade” de Dover.

 

Marta está sentada en el sofá, tomándose otro botellín de cerveza, cuando Isra sale del baño, tambaleándose. Se acerca a la joven y se sienta a su lado, suspirando.

 

Isra: Me ha subido un poquito a la cabeza…

 

Marta: (Irónica) ¿En serio?

 

Isra: Sí…

 

Su amiga se ríe, divertida.

 

Marta: Pues la verdad es que no sé cómo, si tampoco hemos bebido tanto…

 

Isra: Soy lo peor.

 

Marta se vuelve a reír, y después los dos amigos se quedan unos segundos en silencio.

 

Isra: ¿Estás enamorada de Jorge?

 

Marta: (Sorprendida) ¿Cómo dices?

 

Isra: Me has oído perfectamente, Marta… ¿estás enamorada de Jorge?

 

Marta se levanta, suspirando.

 

Marta: Creo que ya has bebido suficiente, Isra. ¿Por qué no te acompaño a casa?

 

Isra: ¿Por qué no me contestas?

 

Marta: Porque no estás diciendo más que chorradas, por eso no te contesto.

 

Isra: Chorradas, ¿eh? Siéntate.

 

La joven permanece unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente vuelve a sentarse junto al pelirrojo.

 

Marta: ¿Qué quieres ahora?

 

Isra: ¿Qué tiene él que no tenga…?

 

Isra se ve incapaz de terminar la frase, puesto que cae dormido sobre las piernas de su amiga, asustándola.

 

Marta: (Irónica) Estupendo…

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Suena la canción “Un canto a la soledad” de Ramses.

 

Ya han pasado un par de horas, y Marta continúa sentada en el sofá con Isra dormido en sus piernas. Óscar se acerca a ellos, divertido.

 

Óscar: ¿Cómo lo llevas?

 

Marta: (Suspira) ¿Tú qué crees?

 

Óscar se ríe, divertido.

 

Óscar: Menuda cogorza se ha pillado.

 

Marta: Pero es que no me explico cómo… ¡si tampoco hemos bebido tanto!

 

Óscar: Hay a gente que le afecta más la bebida…

 

Marta: ¿Pero tanto?

 

Óscar: No está bien.

 

Marta: Hombre, es normal que se sienta incómodo en casa si Hugo y tú estáis todo el día ahí dándolo todo como conejos.

 

Óscar: No es por eso.

 

Marta: (Extrañada) ¿A qué te refieres entonces?

 

Óscar, suspirando, se sienta junto a la joven.

 

Óscar: ¿De verdad no te has dado cuenta?

 

Marta: ¿Darme cuenta de qué?

 

Óscar: Vamos Marta… se ha pegado todo el verano al lado de tu cama en el hospital, sin separarse de tu lado.

 

Marta: Es mi amigo.

 

Óscar: Todos lo somos, y todos íbamos a verte prácticamente todos los días… pero no pasábamos allí las noches, despiertos, esperando a que abrieras los ojos. Eso solo lo hacía él.

 

Marta se queda unos segundos en silencio mirando a su amigo, sin saber qué decir, cuando la puerta se abre repentinamente. Todos los ahí reunidos miran hacia allí, viendo a Lidia, que tiene una cínica sonrisa dibujada en su cara.

 

Lidia: Buenas noches, chicos.

 

Claudia sale de detrás de la barra, sorprendida.

 

Claudia: ¿Qué estás haciendo tú aquí?

 

Lidia: Oh, sé que llego tarde, pero mi invitación se perdió.

 

Jaime: Es que tú no…

 

Lidia: (Interrumpiéndole) Pero no os preocupéis, lo importante es que estoy aquí por fin, ¿verdad?

 

Lidia se sienta en el sofá, entre Marta y Oscar, y pasa sus brazos por la nuca de los dos jóvenes.

 

Lidia: Por fin estamos todos juntos. ¿No es genial?

 

Todos la miran, incómodos.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Suena “El baile de los locos”, de Tako.

 

Lidia está sentada en uno de los sofás, aburrida, mientras Isra sigue durmiendo plácidamente en el regazo de Marta en otro. Óscar, Hugo, Andrea y Carlos charlan animadamente, mientras Claudia y Jaime se besan tras la barra. Lidia, harta, se levanta suspirando.

 

Lidia: Bueno, ya está bien. Esto es un coñazo de fiesta.

 

Claudia: (Molesta) Pues si no te gusta, ya sabes lo que tienes que hacer. Irte.

 

La joven deja escapar una sonora carcajada.

 

Lidia: Qué más quisieras… ya sabes que yo soy una mujer de recursos. Tengo algo para que nos entretengamos todos un rato.

 

Hugo: (Suspira) A saber qué cojones se le ha ocurrido a esta ahora.

 

Lidia saca unas fotografías de su bolso.

 

Lidia: Andrea, ¿te acuerdas de cuando nos encontramos en “Piramides” este verano?

 

Todos miran a Andrea, que se pone nerviosa, aunque intenta disimular.

 

Andrea: No recuerdo mucho de esa noche, la verdad.

 

Lidia esboza una cínica sonrisa, mientras da las fotografías a Óscar.

 

Lidia: No te preocupes… yo te voy a hacer recordar.

 

Óscar: (Sorprendido) ¡Joder!

 

Hugo: ¿Qué pasa?

 

El rubio coge las fotografías. Ve a Lidia y a Andrea besándose apasionadamente en la primera. Conforme las va pasando, cada vez más sorprendido, se va detallando la relación sexual que mantuvieron.

 

Hugo: ¿Qué cojones es esto?

 

Hugo tiende las fotos a su amiga.

 

Hugo: Andrea, dime que no es verdad. Dime que es un montaje o cualquier otra cosa, pero que son falsas.

 

Andrea coge las fotos, nerviosa. Carlos, a su lado, también las ve, y no lo puede creer.

 

Andrea: Yo…

 

Hugo: (Interrumpiéndola) No me lo puedo creer. Eres una puta falsa, Andrea. Después de todo lo que nos ha hecho a Óscar y a mí, ¿te faltó tiempo para meterle la lengua hasta la garganta?

 

Andrea: Hugo, estaba borracha. Ya me conoces…

 

Hugo: Vete a la mierda.

 

Hugo sale del local, enfadado.

 

Óscar: ¡Hugo, espera!

 

El joven sigue a su novio, preocupado. Carlos mira a Andrea, enfadado.

 

Andrea: Carlos…

 

Carlos: (Interrumpiéndola) No sé cómo lo haces, pero siempre que lo nuestro va bien, tienes que hacer algo para que vuelva a joderse.

 

Andrea: Tú no…

 

Carlos: Me voy.

 

Carlos también se marcha, enfadado, y Andrea rompe a llorar.

 

Lidia: Esto sí que ha sido divertido…

 

Todos la miran, enfadados, y es entonces cuando Isra se despierta y se levanta de repente.

 

Isra: ¿Qué ha pasado?

 

CALLES DE GIJÓN

 

Marta acompaña a Isra hasta casa, agarrándole bien para que no se caiga. Justo al cruzar la esquina, se encuentran con Iñigo y otros compañeros de la clase del pelirrojo. Iñigo esboza una cínica sonrisa.

 

Iñigo: Vaya, vaya, fijaros lo que tenemos aquí… el maricón con la estrella del porno. Maravilloso, ¿verdad?

 

Todos se ríen, divertidos, mientras Marta mira al chico con odio. Isra no se entera de nada.

 

Iñigo: ¿Y qué hacéis por aquí? ¿Vais a grabar con Almodóvar?

 

Marta: Vete a la mierda.

 

Isra: ¿Qué pasa?

 

La joven, arrastrando a Isra, intenta seguir adelante, pero Iñigo le corta el paso.

 

Iñigo: ¿Por qué no nos haces una demostración personal de lo que hacías en ese video a esos dos afortunados?

 

Marta: Qué más quisieran tus amiguitos…

 

Iñigo se acerca sugerente a la joven.

 

Iñigo: Si no es por mis amigos… es por mí.

 

La chica finge sorprenderse.

 

Marta: ¿Por ti? Pero si yo pensaba que a ti te iban los rabos…

 

Iñigo: No. Al que le van los rabos es a tu amiguito.

 

Marta, enfadada, coge la cabeza de Isra, que sigue sin enterarse de nada, y le da un apasionado beso, ante la sorpresa de todos.

 

Marta: Pues no… me parece que a él tampoco. Buenas noches.

 

Isra: (Sorprendido) ¿Qué…?

 

La joven se aleja de allí arrastrando a su amigo, bajo la sorprendida mirada de Iñigo y sus amigos.

 

CONTINUARÁ…