MANERAS DE VIVIR


Quinta temporada, capítulo 102


BAR “FOUR”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Andrea, Carlos, Hugo, Óscar, Isra y Marta están sentados en el sofá de siempre, tomándose cada uno un refresco, mientras charlan animadamente.

 

Marta: Yo la verdad es que no lo termino de ver.

 

Hugo: ¿Por qué?

 

Andrea: A mí me parece una idea fantástica.

 

Carlos: ¿Pasar la Nochevieja en la playa? ¿En serio? ¡Moriremos congelados!

 

Óscar: Tampoco es para tanto. No está haciendo tanto frío.

 

Marta: ¿Qué no hace frío? ¿En serio?

 

Isra: Chicos, por favor… para una vez que nos juntamos casi todos, no me apetece que acabemos discutiendo.

 

Todos miran al pelirrojo, pensativos.

 

Hugo: Tiene razón.

 

Marta: Sí…

 

Andrea: ¿Y qué más da dónde pasemos la Nochevieja? Lo importante es que la pasemos todos juntos, ¿no?

 

Carlos: Exacto.

 

A Hugo parece que se le ocurre algo de repente.

 

Hugo: Oye, ¿y por qué no la hacemos en nuestra casa? Es grande, y luego, si nos apetece, nos podemos ir por ahí de fiesta.

 

Isra: ¡Es una idea fantástica!

 

Andrea: ¡Sí!

 

Carlos: Pues ya está, decidido.

 

Marta: Por fin nos hemos puesto de acuerdo…

 

Todos se ríen, divertidos, excepto Óscar, que mira a su novio con muy mala cara.

 

PISO DE JAIME Y CLAUDIA/ SALÓN/ NOCHE

 

Jaime: ¡Por fin en casa!

 

Claudia y Jaime entran en su piso, sonrientes, y encienden la luz. Dejan las maletas a un lado, y ambos caminan hacia el sofá, dónde se dejan caer.

 

Claudia: Estoy agotada.

 

Jaime: Y yo… el viaje ha sido eterno.

 

Se quedan unos segundos en silencio.

 

Jaime: ¿Has hablado ya con todos?

 

Claudia: Sí. Hemos quedado mañana por la tarde con ellos en el Four.

 

Jaime: ¿Cómo crees que se lo tomarán?

 

Claudia: Van a flipar…

 

CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi


KRISTEN BELL

 

CHACE CRAWFORD

 

RUPERT GRINT

 

VANESSA HUDGENS

 

JESSE MCCARTNEY

 

JESSE METCALFE

 

JARED PADALECKI

 

HAYDEN PANETTIERE

 

JESSICA STROUP

 

TOM WELLING

 

CAPÍTULO 102: Casados

 

CALLES DE GIJÓN/ NOCHE

 

Marta, arrastrando el carrito de Esperanza mientras esta duerme y acompañada de Isra, camina hacia su casa.

 

Marta: No tendrías que haberte molestado en acompañarme.

 

Isra: Me apetecía dar una vuelta.

 

Marta: Ya.

 

Los dos jóvenes caminan en silencio durante unos segundos.

 

Isra: ¿Y qué tal Jorge? ¿Ya te ha explicado dónde ha estado todas estas semanas?

 

Marta: Sí, ha estado en Alemania. Tenía que arreglar no sé qué asuntos en su antiguo trabajo.

 

Isra: Al menos podría haberte avisado antes de marcharse, ¿no?

 

Marta: Pues eso digo yo. Pero según él fue todo de repente, y no tuvo tiempo de avisar a nadie.

 

Isra: Eso es súper raro.

 

Marta: Lo sé… la verdad es que yo tampoco me lo termino de creer, pero no tengo manera de averiguar la verdad… ni manera ni derecho, realmente. Así que lo mejor es dejarlo estar.

 

Isra: (Suspira) Hombres…

 

Marta se ríe, divertida.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ SALÓN/ MAÑANA

 

Andrea está sentada en el sofá, esperando, hasta que Hugo sale de la cocina con un par de tazas de café en una bandeja, que deja sobre la mesita para después sentarse al lado de su amiga.

 

Hugo: Aquí tienes.

 

Andrea: (Sonríe) Gracias.

 

Ambos se preparan sus respectivos cafés a su gusto.

 

Andrea: ¿Entonces no vais a salir esta noche?

 

Hugo: No creo. Yo no tengo muchas ganas, y Óscar está empeñado en que prefiere quedarse conmigo antes que salir por ahí de fiesta.

 

Andrea: (Suspira) ¿No te agobia un poco tenerlo las veinticuatro horas encima?

 

Hugo: No es para tanto. Realmente si nos vemos tanto, es porque vamos a la misma clase… pero está respetando mucho el tiempo y el espacio que le pedí. Sé que esta noche se quedará y no hará ni mención de entrar en mi habitación.

 

Andrea: (Extrañada) ¿No vais a…?

 

Hugo: (Interrumpiéndola) He dicho que él no hará mención… no que yo no vaya a invitarle.

 

Andrea se ríe, divertida.

 

Hugo: ¿Y tú con Carlos qué tal? ¿Cómo te va?

 

La joven esboza una forzada sonrisa.

 

Andrea: Bien…

 

Hugo: No pareces demasiado convencida.

 

Andrea: No, sí… es perfecto.

 

Hugo: Andrea…

 

La joven se queda unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Andrea: Creo que… no lo sé. Me da miedo que, al estar viviendo juntos, me terminé agobiando.

 

Hugo: Pero eso no tiene por qué pasar. Si le quieres…

 

Andrea: Claro que le quiero, pero ya sabes cómo soy. Me voy a agobiar enseguida si sigo viviendo con él.

 

Hugo: (Preocupado) ¿Y qué vas a hacer?

 

Andrea: ¿Tú qué crees?

 

Hugo mira a su amiga, sin saber qué decir.

 

PISO DE JORGE/ COCINA/ MEDIODÍA

 

Jorge está preparando la comida mientras tiene a Esperanza sentada en una de las sillas, jugando con una muñeca. Empieza a sonar el timbre, y Jorge suspira, sacando la comida del fuego.

 

Jorge: Ahora vengo, cariño.

 

El joven camina hacia la puerta, y se sorprende al ver allí a Lidia.

 

Jorge: ¿Qué cojones haces tú aquí? ¿Tienes pensado volver a secuestrarme de nuevo?

 

Lidia: Oh, secuestrarte, secuestrarte… que exagerado eres.

 

Lidia esboza una cínica sonrisa.

 

Lidia: Realmente he venido a pedirte un favor.

 

Jorge: Adiós, Lidia.

 

Jorge intenta cerrar la puerta, pero Lidia se lo impide poniendo un pie en medio.

 

Lidia: ¿Podrías quedarte esta noche con Esperanza?

 

Jorge: (Sorprendido) ¿Cómo?

 

Lidia: (Irónica) Vaya, veo que te has quedado un poco sordo…

 

Jorge: ¿Eso es todo lo que me ibas a pedir?

 

Lidia: ¿Por qué te extraña tanto?

 

Jorge: No me creo que ahora te vayas a conformar con tan poco.

 

Lidia: Vamos Jorge, lo único que quiero es salir un rato esta noche con Marta. Sé que no te gusta la idea, pero creo que estarás de acuerdo conmigo si te digo que necesita que le dé un poco el aire.

 

Jorge se queda unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Jorge: Está bien. Me quedaré con Esperanza esta noche… pero porque quiero estar con ella, no porque me lo pidas tú.

 

Jorge cierra la puerta de golpe, pero a pesar de ello Lidia esboza una orgullosa sonrisa.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ TARDE

 

Claudia y Jaime miran a su alrededor. El local está completamente vacío. La joven sonríe, para luego abrazar a su esposo.

 

Jaime: ¿Crees que hemos hecho bien?

 

Claudia: Por supuesto. Vamos a ser muy felices, ya lo verás.

 

Jaime está a punto de responder, pero en ese momento escuchan como alguien entra al local. Al girarse, ven a Marta, a Isra, a Carlos, a Andrea, a Hugo y a Óscar. Hugo lanza un silbido.

 

Claudia: Hola chicos.

 

Carlos: ¿Qué tal la luna de miel?

 

Jaime: Muy bien.

 

Hugo: No parece que haya mucha clientela…

 

Andrea: (Extrañada) Sería un poco raro que hubiese clientes sin haber camareros…

 

Todos miran al recién estrenado matrimonio, sin entender nada.

 

Marta: ¿Vosotros sabéis lo que está pasando?

 

Claudia: Sí… sentaros, por favor.

 

Se sientan en el sillón de siempre, y Claudia y Jaime se colocan frente a ellos, ambos con forzadas sonrisas en sus rostros.

 

Isra: ¿Qué pasa?

 

Claudia y Jaime se miran.

 

Claudia: Estáis en el nuevo “Four”.

 

Andrea: (Extrañada) ¿El nuevo “Four”? Pero si está igual que siempre…

 

Jaime: Hay algo nuevo.

 

Isra: ¿El qué?

 

Jaime: Los propietarios.

 

Todos les miran, sorprendidos, dándose por fin cuenta de lo que está pasando.

 

Óscar: ¿Vosotros habéis…?

 

Claudia le interrumpe, sonriendo.

 

Claudia: Sí. Estáis ante los nuevos dueños del “Four”.

 

Todos miran al matrimonio, sin poderse creer lo que está pasando.

 

PUB “PIRÁMIDE”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Suena la canción “On the floor”, de Jennifer López.

 

Marta, que parece estar bastante bebida, baila desenfrenadamente en medio de la pista, mientras Lidia, divertida, la mira desde la barra bebiéndose un cubata. Tras unos segundos de observación, decide acercarse a ella.

 

Lidia: ¡Marta!

 

Marta: ¡Ey!

 

La joven abraza a su amiga.

 

Marta: Muchas gracias por haberme convencido para que salga. La verdad es que lo necesitaba.

 

Lidia: Claro que sí. Y a partir de ahora que Jorge ha vuelto de Alemania, tienes que salir más a menudo.

 

Marta: ¡Sí!

 

Lidia se une a los bailes de la joven, entre risas, y luego mira a su alrededor.

 

Lidia: ¿Ves a algún muchacho que te guste?

 

Marta: (Sorprendida) ¿Qué?

 

Lidia: Vamos… vas muy bien, Marta. Te has empezado a liberar. Ahora tienes que llegar a tu liberación completa.

 

Marta: No sé…

 

Marta mira a la joven, sin saber qué decir, para luego dirigir su mirada a su alrededor.

 

Marta: Hay alguno interesante…

 

Lidia se ríe, divertida.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ SALÓN/ NOCHE

 

Hugo y Óscar están sentados en el sofá, abrazados, viendo una película que no tarda en terminar. Apagan la televisión e inmediatamente después, Hugo enciende la luz.

 

Óscar: Ha estado bien, ¿no?

 

Hugo: Hombre, muchísimo mejor que la última, eso te lo aseguro.

 

Óscar se ríe, divertido, mientras Hugo se levanta.

 

Óscar: ¿Te vas a acostar ya?

 

Hugo: Sí. Son casi las dos, y mañana quiero madrugar para estudiar un rato.

 

Óscar: Sí, la verdad es que yo también debería de hacer eso.

 

Hugo: Sí…

 

Los dos se miran durante unos segundos, en silencio.

 

Hugo: Buenas noches.

 

Óscar: Hasta mañana.

 

Hugo camina hasta la puerta, pero antes de salir se gira de nuevo hacia su novio.

 

Hugo: ¿Te apetece venir conmigo?

 

Óscar: (Sorprendido) ¿Qué?

 

Hugo: Si no te apetece no pasa nada. No te sientas obligado.

 

Óscar se queda unos segundos en silencio, hasta que esboza una enorme sonrisa a la vez que se levanta del sofá.

 

Óscar: Estaré encantado.

 

Hugo: Es lo que esperaba.

 

Óscar se ríe, divertido, y besa apasionadamente a su novio.

 

Hugo: Te quiero.

 

Óscar: Y yo a ti.

 

Vuelven a besarse apasionadamente.

 

PISO DE CARLOS Y ANDREA/ SALÓN/ NOCHE

 

Carlos y Andrea están sentados en el sofá, viendo la televisión. Están comiendo palomitas, y no hay ningún tipo de contacto físico entre ellos. Carlos intenta darle la mano, pero Andrea se aparta. El chico la mira y, suspirando, apaga la película.

 

Andrea: (Extrañada) ¿Qué haces?

 

Carlos: Creo que tenemos que hablar.

 

Andrea: (Preocupada) ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

 

Carlos: Yo perfectamente. ¿Y tú?

 

Andrea mira a su novio, sin entender nada.

 

Andrea: ¿Yo?

 

Carlos: Sí, tú. Está claro que algo te pasa, porque ni siquiera quieres cogerme de la mano.

 

Andrea baja la cabeza, avergonzada.

 

Andrea: Lo siento Carlos, pero es que… ya te dije que necesito tiempo. Para mí no es fácil todo esto.

 

Carlos: (Irónico) Claro. Todo el mundo sabe que lo de darse la mano mientras vemos una película es ir súper rápido.

 

Andrea: No digo eso Carlos, es solo que…

 

La joven coge aire.

 

Andrea: No quiero estropearlo.

 

Carlos: ¿Y si nos cogemos de la mano es lo que va a pasar?

 

Andrea: No…

 

Permanecen en silencio durante unos segundos.

 

Andrea: Si me agobio todo se irá a la mierda, y lo sabes.

 

Carlos: Pero es que sigo sin entender qué tiene que ver eso con el simple hecho de haber intentado darte la mano.

 

Andrea: Sé que es algo sin importancia, pero sabes que yo no soy así. No me gustan esas cosas, y lo único que consigues haciéndolas tú es agobiarme cada vez un poquito más.

 

Carlos: ¿Entonces no nos vamos a dar nunca la mano?

 

Andrea: No, no he dicho eso. Pero de momento…

 

Carlos: (Interrumpiéndola) O sea, que podemos follar, pero no podemos darnos la mano… curioso, ¿no?

 

Andrea: Carlos…

 

El joven se levanta, molesto.

 

Carlos: Mira, déjalo. Me voy a acostar.

 

Carlos se marcha, dejando allí a una triste y sola Andrea.

 

Andrea: ¡Mierda!

 

PUB “PIRÁMIDE”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Suena la canción “Caminando”, de Amaia Montero.

 

Marta y Lidia están sentadas en uno de los sofás del pub, escuchando la música y viendo a la gente bailar. Las dos amigas parecen estar bastante bebidas.

 

Lidia: Ya no puedo más.

 

Marta: ¡Oh, vamos! Y luego resulta que la sosa soy yo, ¿no?

 

Lidia: Vale, está bien, tengo que reconocerlo. Estoy muy sorprendida por tu aguante esta noche.

 

Marta se ríe, divertida, y pronto ve a un par de chicos que las miran desde la barra.

 

Marta: Esos tíos nos están mirando.

 

 Lidia: (Curiosa) ¿Quiénes?

 

Marta: Los de la barra. Los guapos.

 

Lidia mira hacia donde le señala su amiga, y suspira.

 

Lidia: Uy, que pereza…

 

Marta: Venga, Lidia… ¡son súper guapos!

 

Lidia: En serio Marta, no me apetece nada… ves tú.

 

Marta se queda en silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente, esbozando una amplia sonrisa, se levanta.

 

Marta: Muy bien, como quieras. Tú te lo pierdes.

 

La joven se dirige hacia los dos chicos ante la divertida mirada de Lidia. Ve como hablan y ríen los tres juntos, hasta que Marta empieza a besarse con uno de ellos. Tras unos segundos, besa al otro, y Lidia se ríe, divertida.

 

Lidia: ¡Será puta!

 

Marta sigue besándose con los dos jóvenes, que también se besan entre ellos. En un momento dado, la chica mira a su amiga y le guiña un ojo, para después coger a sus dos acompañantes de la mano y, junto a ellos, se dirige hacia uno de los reservados del pub. Lidia, dejando de fingir su borrachera, se levanta, esbozando una cínica sonrisa.

 

Lidia: Llegó la hora.

 

Lidia entra también en el reservado que ha entrado su amiga. Ninguno de los tres la ve puesto que no dejan de besarse unos con otros. La joven, sin borrar la sonrisa de su cara, se esconde tras unas cortinas negras que hay en el fondo de la sala, y saca su móvil del bolso.

 

Marta: (Suspira) Vamos a disfrutar mucho esta noche…

 

Lidia: (Susurrando) Vosotros, y todos…

 

La chica empieza a grabar todo lo que está sucediendo.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ MAÑANA

 

Hugo y Óscar están sentados en el sofá de siempre, tomándose un café mientras no paran de hacerse arrumacos. Claudia se acerca a ellos con otra taza de café, sonriendo. Se sienta con ellos.

 

Claudia: Vaya, vaya… parece que aquí tenemos a dos personas que han pasado la mejor noche de sus vidas.

 

Óscar: Pues sí, para que nos vamos a engañar.

 

Claudia: Parece que habéis dormido con una percha en la boca.

 

Los tres amigos se ríen.

 

Hugo: Oye, por cierto… todavía nos tienes que contar, ¿qué es eso de que habéis comprado el Four? ¿Cómo os ha dado esa venada?

 

Claudia: Bueno, cuando estábamos de luna de miel nos llamó Diego para decirnos que cuando volviéramos no hacía falta que viniéramos a trabajar, porque iba a cerrar el local. No iba bien, por la crisis y tal… así que decidimos comprarlo.

 

Hugo: (Extrañado) Llámame raro, pero no lo entiendo.

 

Óscar: Con los tiempos que corren, es un poco arriesgado.

 

Claudia: Sí, lo sé, pero es lo que queríamos hacer. Creo que irá bien. Vamos a intentar potenciarlo con ofertas, con noches de micro abierto… estoy segura de que funcionará.

 

Hugo: Ojala tengas razón.

 

Claudia: Veréis como sí. Y por cierto, hablando del tema… os tendréis que buscar otro bar para la semana que viene, porque el “Four” estará cerrado por reformas.

 

Óscar: (Sorprendido) ¿Reformas?

 

Hugo: (Suspira) Estupendo. ¿Alguna otra mala noticia más?

 

Claudia se ríe, divertida.

 

PISO DE MARTA/ SALÓN/ MAÑANA

 

El reloj marca las doce y media de la mañana. Marta está tumbada en el sofá, en pijama y con muy mala cara. Tiene un paño mojado sobre la frente. El timbre empieza a sonar, y la joven suspira, agotada.

 

Marta: Mierda…

 

El timbre sigue sonando.

 

Marta: ¡Ya va!

 

La joven, haciendo grandes esfuerzos, se levanta del sofá y camina hacia la puerta. Al abrirla, ve a Jorge y a Esperanza.

 

Jorge: (Molesto) Ya era hora. ¿Dónde cojones estabas? ¿Cagando?

 

Marta: (Irónica) Muy gracioso.

 

Esperanza: ¡Mami!

 

Esperanza abraza a su madre, contenta, y la joven esboza una forzada sonrisa.

 

Marta: Anda cielo, vamos para adentro.

 

Los tres entran en el piso, y Jorge cierra la puerta. Entran en el salón. El joven pronto repara en el paño húmedo, que ahora reposa en el suelo.

 

Jorge: Una noche movidita, ¿no?

 

Marta esboza una forzada sonrisa.

 

Marta: Un poco, sí.

 

Jorge: Ya.

 

Los dos jóvenes se quedan unos segundos en silencio. Jorge mira a su hija.

 

Jorge: Cariño, ¿por qué no te vas a jugar un rato a tu habitación? Mamá y yo tenemos que hablar de cosas de mayores.

 

Esperanza: Jo, pero…

 

Jorge: (Interrumpiéndola) Por favor.

 

Esperanza: (Suspira) Vale.

 

Esperanza, de mala gana, sale de allí, y Jorge mira a Marta, preocupado.

 

Jorge: ¿Saliste con Lidia?

 

Marta: Sí, ¿por qué?

 

Jorge: Tienes que tener cuidado con ella, Marta.

 

Marta: (Suspira) ¿Otra vez vamos a empezar con eso?

 

Jorge: Tienes que creerme, Marta. Aléjate.

 

Marta: ¿Pero por qué? Dame algún motivo, algo, no sé.

 

El joven se queda en silencio durante unos segundos, hasta que finalmente suspira.

 

Jorge: No puedo decirte nada.

 

Marta: ¿Y entonces por qué debería creerte?

 

Jorge: No tienes por qué creerme. Pero por favor… simplemente, ten cuidado.

 

Marta mira a su ex novio, sin entender nada.

 

PISO DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ SALÓN/ TARDE

 

Hugo y Andrea están sentados en el sofá, tomándose un café cada uno mientras charlan. Hugo mira a su amiga, preocupado.

 

Hugo: ¿Entonces todavía no le has dicho nada?

 

Andrea: No es tan fácil.

 

Hugo: Ya lo sé, pero es que cuanto más tardes en decírselo, peor va a ser y peor se lo va a tomar.

 

Andrea: ¿Pero cómo le digo que me quiero ir de casa ahora que acabamos de darnos otra oportunidad? Pero es que tengo que hacerlo… últimamente solo hablamos para discutir.

 

Hugo se encoge de hombros.

 

Hugo: No lo sé. Eso ya lo tendrás que valorar tú.

 

Andrea: (Suspira) Tú y tus consejos.

 

Hugo esboza una divertida sonrisa.

 

PISO DE LIDIA/ DORMITORIO DE LIDIA/ TARDE

 

Lidia está sentada en su escritorio, frente al portátil. Vemos que está subiendo un video a una página de internet. Cuando se sube al cien por cien, la joven lo abre, y vemos que es el video que grabó anoche de Marta y los dos chicos en la discoteca. La joven esboza una cínica sonrisa.

 

Lidia: Bienvenida al mundo del porno, Marta.

 

La chica se ríe, divertida.

 

CONTINUARÁ…