MANERAS DE VIVIR

 

Séptima temporada, capítulo 133

 

Fecha de emisión: 2 de octubre del 2014

 

APARTAMENTO DE ÓSCAR Y LUCAS / BAÑO / MAÑANA

 

Suena “Cada vez”, de Warcry.

 

Metido en la ducha completamente desnudo, Lucas echa la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados mientras deja que el agua recorra su cuerpo. De pronto, la puerta de la ducha se abre y unas manos empiezan a acariciar su pecho.

 

Óscar: Casi que me gustas más sudado…

 

Lucas no puede evitar el dejar escapar una sonora carcajada, a la vez que se gira a mirar a su novio.

 

Lucas: Pero mira que eres cerdo.

 

Óscar: Y lo que te gusta.

 

Lucas: Como me conoces…

 

Los dos jóvenes se besan apasionadamente. Ninguno de los dos se da cuenta de que el móvil de Óscar, en el dormitorio, está sonando: es Hugo.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena “What I’ve done” de Linkin Park.

 

Una atractiva joven se encuentra tras la barra, sirviendo con una enorme sonrisa dibujada en su rostro a dos chicos que no le pueden quitar los ojos de encima. En ese momento entra Carlos en el local y se sienta en una de las butacas. La joven no tarda en acercarse a él.

 

Vero: Buenos días, guapo.

 

Carlos: (Sonríe) Hola Vero, ¿puedes ponerme un café con leche, por favor?

 

Vero: Por supuesto. ¿Cómo voy a negar una petición de un chico como tú?

 

Carlos deja escapar una sonora carcajada mientras Vero empieza a preparar su café. No tarda en servírselo.

 

Vero: Deberíamos de quedar un día tú y yo fuera de estas cuatro paredes.

 

Carlos: Te he dicho mil veces que tengo novia.

 

Vero: Y yo te he dicho mil veces que no soy celosa.

 

El joven vuelve a reírse, divertido.

CENTRO PSIQUIÁTRICO “DOS ROSAS” / PASILLOS / MAÑANA

 

Jaime camina por los blancos pasillos del centro, con un rostro lleno de preocupación. Se detiene frente a una puerta y, antes de llamar, coge aire.

 

Claudia: (Off) No quiero ver a nadie.

 

El joven, tras dudar durante unos segundos, abre lentamente la puerta. Ve a su esposa sentada frente a una ventana vallada, mirando al exterior.

 

Jaime: Claudia, soy yo.

 

Claudia: (Suspira) Y a ti mucho menos.

 

Jaime cierra la puerta.

 

Jaime: No empieces.

 

La chica se levanta y se gira hacia él. La vemos muy desmejorada, con grandes ojeras alrededor de su rostro.

 

Claudia: Llevo ya aquí tres meses, Jaime. ¿No crees que es tiempo suficiente para estar indignada?

 

Jaime: Los médicos no te darán el alta hasta que no vean una mejoría en tu actitud, y como sigas así…

 

Claudia: (Interrumpiéndole) Es que directamente no tendría que estar aquí. No estoy loca.

 

Jaime: Claro que no estás loca, pero intentaste suicidarte.

 

A la joven se le llenan los ojos de lágrimas.

 

Claudia: ¡Por tu culpa, Jaime! ¡Me intenté suicidar por tu culpa!

 

Jaime: (Atónito) ¿Cómo dices?

 

Las lágrimas empiezan a recorrer las mejillas de Claudia.

 

Claudia: Nunca me entendiste. Todo era… “vamos a adoptar, Claudia”, “busquemos otras alternativas”… ¿te paraste a pensar cómo me sentía? ¡No puedo tener hijos, Jaime! ¡Es como si me hubieran castrado!

 

Jaime: Claudia…

 

Claudia: (Interrumpiéndole) Vete.

 

Jaime: Escucha, yo…

 

Claudia: (Interrumpiéndole) ¡He dicho que te vayas!

 

Jaime guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira, acercándose a la puerta.

 

Jaime: Está bien, como quieras. Yo… solo quiero que sepas que te quiero. Nada más.

 

El joven sale de la habitación mientras Claudia se deja caer de nuevo sobre la silla, llorando desconsoladamente.

 

PLAYA DE GIJÓN / TARDE

 

Marta e Iván, en traje de baño, están tumbados en sus respectivas toallas sobre la arena, cubriendo sus ojos con gafas de sol.

 

Iván: He pensado que podríamos dejar esta noche a Esperanza con tus padres y salir a cenar a algún sitio, ¿qué te parece?

 

El joven no obtiene respuesta, por lo que mira extrañado a su novia.

 

Iván: ¿Marta?

 

Marta: (Extrañada) ¿Qué pasa?

 

Iván: ¿Me has escuchado?

 

Marta: No, perdona…

 

Iván coge aire, intentando mantener la calma.

 

Iván: Tienes que olvidarte, Marta.

 

Marta: (Extrañada) ¿De qué?

 

Iván: De Isra. Por muchas vueltas que le des, no va a aparecer. Se ha ido, y creo que es el momento de que lo asumas.

 

Marta: Volverá.

 

Iván: Eso no lo sabes.

 

Marta: Sí, sí que lo sé. Él nunca nos haría eso, él… nunca nos abandonaría así.

 

Iván mira de nuevo a su novia, sin saber qué decir.

 

CASA DE HUGO / SALÓN / TARDE

 

Sentado en el sofá, Óscar mira algo en su móvil cuando Hugo sale de la cocina con dos botellines de cerveza. Su ex novio sonríe mientras coge uno, y Hugo se sienta a su lado.

 

Óscar: Gracias.

 

Hugo: (Sonríe) No hay de qué. ¿Algo sobre Lucas?

 

Óscar: No, nada. Está trabajando, así que no creo que tengamos nada de lo que preocuparnos.

 

Hugo deja escapar una sonora carcajada, ante la extrañeza de su amigo.

 

Óscar: ¿Qué pasa?

 

Hugo: Es muy triste que tengamos que escondernos para vernos. Parecemos amantes en vez de amigos.

 

Óscar: Sí, pero Lucas no lo aceptaría, ya lo sabes. Y no quiero perder tu amistad.

 

Hugo: Lo sé.

 

Ambos guardan silencio durante unos segundos.

 

Óscar: ¿Cómo se presenta el inicio de curso?

 

Hugo: Bien, la verdad es que bien. Estoy un poco nervioso pero bueno, supongo que es normal.

 

Óscar: Claro que es normal, pero todo irá bien, ya lo verás.

 

Hugo: (Sonríe) Sí.

 

Silencio de nuevo, hasta que el móvil de Óscar empieza a sonar. Cuando lo mira, se asusta.

 

Óscar: Es Lucas…

 

Hugo: Cógelo.

 

Tras dudar unos segundos, Óscar acaba haciendo caso a su amigo.

 

Óscar: Hola cariño, ¿qué tal?... sí, es que me he ido a dar una vuelta… no, yo solo… sí… claro, me parece una idea excelente… muy bien… vale, hasta luego… te quiero, chao.

 

El chico cuelga el teléfono.

 

Óscar: Quiere que veamos juntos una película esta noche.

 

Hugo fuerza una sonrisa.

 

Hugo: Me alegro de que os vaya bien.

 

Óscar le devuelve la sonrisa.

 

Óscar: Sí. Yo también.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE

 

Suena la canción “What was I thinking” de Theory of a Deadman.

 

Vero sigue tras la barra, recogiendo unos vasos, cuando Jaime entra en el local con muy mala cara. Al verle, la camarera esboza una amplia sonrisa.

 

Vero: Bueno, ya ha llegado el jefe más guapo del mundo.

 

Jaime fuerza una sonrisa mientras pasa al otro lado de la barra.

 

Jaime: ¿Cómo ha ido el día?

 

Vero: La verdad es que bastante tranquilo. ¿Tú qué tal? ¿Cómo está Claudia?

 

Jaime: (Suspira) Bueno… la verdad es que no está pasando su mejor momento.

 

Vero: Pero lleva ya allí mucho tiempo, ¿no?

 

Jaime: Tres meses. Pero estas cosas son lentas.

 

Vero: Ya…

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos, hasta que Vero suspira.

 

Vero: ¿Sabes? Seguramente creas que me meto donde no me llaman, pero… te mereces algo mejor.

 

Jaime: Claudia es maravillosa. Cuando la conozcas…

 

Vero: (Interrumpiéndole) No dudo que sea una maravillosa persona. Me refiero a que necesitas a alguien equilibrado, y ella es evidente que no lo está. En cambio, yo sí.

 

Jaime: (Sorprendido) ¿Disculpa?

 

Vero: Nada. Solo te digo que, si necesitas cualquier cosa, sabes dónde encontrarme.

 

La joven se da media vuelta y entra en el almacén, ante la atónita mirada de su jefe.

 

APARTAMENTO DE LUCAS Y ÓSCAR / SALÓN / NOCHE

 

Sentado en el sofá, Lucas ve una película mientras se toma un botellín de cerveza, cuando Óscar entra en el apartamento.

 

Lucas: (Irónica) Vaya, por fin… pensaba que no iba a verte antes de irme a la cama.

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Óscar: Sí, perdona… se me ha hecho un poco tarde.

 

Lucas: He empezado a ver la película sin ti.

 

Óscar: Ya lo veo.

 

Un tenso silencio surge entre ambos.

 

Lucas: ¿Dónde has estado?

 

Óscar: Bueno… me he ido a dar un paseo yo solo, y luego he quedado con Andrea para tomar algo por ahí.

 

Lucas: ¿Has cenado ya?

 

Óscar: Sí.

 

De nuevo silencio.

 

Lucas: Bueno, pues siéntate. Si quieres la vuelvo a poner desde el principio.

 

Óscar vuelve a forzar una sonrisa.

 

Óscar: No… la verdad es que estoy agotado y me duele mucho la cabeza, así que si no te importa, voy a darme una ducha y me acostaré ya.

 

Ahora es Lucas el que fuerza una sonrisa.

 

Lucas: Claro, no te preocupes.

 

Óscar: Buenas noches.

 

Lucas: Descansa.

 

El joven, sin borrar la sonrisa de su cara, entra en el baño ante la preocupada mirada de Lucas.

 

PISO DE MARTA / DORMITORIO DE MARTA / MAÑANA

 

Marta termina de maquillarse frente al espejo del armario, cuando llama al timbre. Corre a abrir la puerta, y se encuentra con Iván al otro lado.

 

Marta: Perdona, perdona… ya casi estoy, me peino un poco y lista.

 

Iván: (Suspira) Joder Marta…

 

La joven le interrumpe dándole un apasionado beso, para luego echar a correr hacia el baño.

 

Marta: De verdad, estoy enseguida. Ve a mi cuarto y coge mi bolso, por favor.

 

Marta llega al baño e Iván, suspirando, entra en el dormitorio de la joven. Al coger el bolso, caen unos papeles de su interior. Extrañado, se agacha, los coge y los mira. Se da cuenta de que son unos planos de Ibiza, un billete de avión para ir allí y varias páginas imprimidas de un foro.

 

Iván: ¿Qué cojones…?

 

Marta: (Interrumpiéndole) Ya estoy.

 

Iván: ¿Qué es todo esto, Marta?

 

Marta: (Molesta) ¿Qué haces mirando mis cosas?

 

Iván: Se han caído de tu bolso.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos. Iván se levanta. Finalmente, su novia suspira.

 

Marta: Es para…

 

Iván: (Interrumpiéndole) Para ir a buscar a Isra, lo sé. Pensaba que ya habíamos hablado sobre todo esto.

 

Marta: No Iván, hablaste tú. Es mi mejor amigo, y no puedo dejarle tirado.


Iván deja escapar una sonora carcajada.

 

Iván: ¿Tirado en Ibiza? Lo dudo.

 

Marta: No lo sabemos.

 

Iván: Tienes que dejar que haga su vida, Marta. No eres su madre.

 

Marta mira a su novio, sin saber qué decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena la canción “You” de Breaking Benjamin.

 

Carlos y Andrea entran en el local entre risas, cogidos de la mano, y se sientan en unas butacas de la barra. Vero, sonriente, no tarda en acercarse a ellos.

 

Vero: Buenos días chicos, ¿qué os pongo?

 

Carlos: Yo un café con leche con hielo.

 

Andrea: Que sean dos.

 

Vero: Enseguida.

 

La joven se aleja de allí.

 

Carlos: ¿Y tienes planes para esta tarde?

 

Andrea: He quedado con Hugo para ir a la playa, ¿te apetece venir?

 

Carlos: No. Supongo que tendréis que hablar de vuestras cosas.

 

Andrea: Eres uno de sus mejores amigos, no creo que le importe que vengas.

 

Carlos: Ya, ya lo sé, pero… mira, sé qué vais a hablar de lo de Óscar, y para decirle que no creo que esté actuando bien y se vuelva a enfadar conmigo, paso.

 

Andrea: Entiende que te preocupes por él.

 

Carlos: Sí, pero después de pillarse el rebote del siglo.

 

Andrea se encoge de hombros.

 

Andrea: Está bien, como quieras.

 

En ese momento, Vero vuelve junto a ellos con todo lo que le han pedido, y lo sirve.

 

Vero: Aquí lo tenéis.

 

Carlos: (Sonríe) Gracias.

 

Vero: A un chico tan guapo como tú, le sirvo encantada.

 

La camarera guiña un ojo al joven y luego mira a Andrea, quien observa la escena celosa.

 

Vero: Tienes muchísima suerte de tener un novio como él. Si estuviera soltero yo ya…

 

La chica le interrumpe, esbozando una forzada sonrisa.

 

Andrea: Lo sé, gracias.

 

Tras dejar escapar una carcajada, Carlos se levanta.

 

Carlos: Voy un segundo al baño, ahora vengo.

 

El joven se marcha y, tras dudar unos segundos, Andrea mira a la camarera.

 

Andrea: Escúchame un momento, Vero.

 

Vero: (Extrañada) ¿Qué pasa?

 

Andrea: Como le pongas las manos encima a mi novio, te juro que te parto esa cara de zorra que tienes, ¿está claro?

 

Vero esboza una cínica sonrisa.

 

Vero: Yo soy libre y me puedo follar a quien quiera, así que si le tienes algo que decir a alguien, es a tu novio.

 

La chica se aleja por la barra sin borrar la sonrisa de su cara, ante la atónita mirada de Andrea.

 

ESTUDIO DE IVÁN / SALÓN / TARDE

 

Iván está sentado en el escritorio, mirando unos papeles, cuando llaman al timbre. El joven, extrañado, se levanta y camina hacia la puerta. Se sorprende todavía más cuando ve a Marta al otro lado.

 

Marta: Buenas tardes.

 

Iván: (Extrañado) ¿Habíamos quedado?

 

Marta: No, pero… quería hablar contigo.

 

Iván: Pasa.

 

Marta: Gracias.

 

La joven entra en el pequeño estudio, y su novio cierra la puerta.

 

Iván: Tú dirás.

 

Marta hace una pausa antes de volver a hablar.

 

Marta: Mira, yo… quería pedirte disculpas por lo de esta mañana. Tendría que haberte dicho lo que estaba haciendo.

 

Iván: Sí, tendrías que haberlo hecho.

 

Marta: Pero no te voy a pedir disculpas por hacerlo.

 

Iván: (Atónito) ¿Qué?

 

Marta: Es mi mejor amigo, y nada de lo que haga será suficiente para ayudarle.

 

Iván: ¿Después de todo lo que ha pasado, sigues considerándole tu mejor amigo?

 

La joven guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Marta: Sí. Y eso es algo que vas a tener que aceptar.

 

Iván la mira, sin saber qué decir.

 

PLAYA DE GIJÓN / TARDE

 

Tumbados sobre sus toallas en la arena, Andrea y Hugo toman el sol en traje de baño. Ambos cubren sus ojos con gafas oscuras, y se fuman un cigarro.

 

Andrea: Es que no la soporto, en serio, va con esa prepotencia y esa… ¡argh! Encima es que no es nada del otro mundo, es una chica bastante normalita.

 

Su amigo deja escapar una sonora carcajada.

 

Hugo: Eres divertidísima cuando te pones celosa.

 

Andrea: (Molesta) Vete a la mierda.

 

Hugo: No tienes de que preocuparte con Carlos. Te adora, no va a hacer nada.

 

Andrea: Ya lo sé, no es él el que me preocupa, pero esa zorra… me pone del hígado.

 

Hugo vuelve a reír, y los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos.

 

Andrea: ¿Y tú qué? ¿Cómo van las cosas con Óscar?

 

Hugo: Bien, van bien. Seguimos viéndonos… como amigos, ya sabes.

 

Andrea: Y supongo que Lucas sigue sin saber nada.

 

Hugo: Supones bien.

 

Andrea: (Suspira) ¿Y crees que eso es lo correcto?

 

Hugo: Mira, yo solo quiero ser su amigo, y él está de acuerdo. Lo que haga o deje de hacer en su relación, es asunto suyo.

 

Andrea: Tú verás. Pero te estás metiendo en un lío, Hugo, y lo sabes.

 

El chico levanta la cabeza y mira hacia el mar, sabiendo que su amiga tiene razón.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE

 

El local ya está cerrado. Vero barre el suelo cuando Jaime sale del almacén, suspirando y visiblemente adolorido. La camarera le mira, preocupada.

 

Vero: ¿Estás bien?

 

Jaime: He estado colocando unas cajas en el almacén y se me ha quedado la espalda hecha una mierda.

 

La joven deja el cepillo y se acerca a él.

 

Vero: Ven, deja que te haga un masaje.

 

Jaime: No es necesario.

 

Vero: Hazme caso, se me dan muy bien. Siéntate.

 

Jaime duda durante unos segundos, pero termina haciendo caso a la joven.

 

Jaime: Está bien.

 

Vero: (Sonríe) Así me gusta.

 

Vero se pone a la espalda de su jefe y empieza un suave masaje, que más que tal, parecen caricias.

 

Vero: Dios mío, estás cargadísimo.

 

Jaime: Sí…

 

Vero: Relájate.

 

Jaime: Vale.

 

El joven cierra los ojos mientras Vero continúa con el masaje. Poco a poco va pasando al cuello. Jaime siente un escalofrío que no pasa inadvertido a la chica, pero, sin decir nada, continúa con el masaje, cada vez más despacio. Así permanecen unos segundos, en silencio, hasta que, ante la sorpresa de la camarera, Jaime carraspea y se levanta de la silla, nervioso.

 

Jaime: Ya estoy mucho mejor, gracias.

 

Vero: Pero si todavía no he terminado.

 

Jaime: Pero ya estoy bien. Muchas gracias, de verdad. Voy un segundo al baño.

 

Jaime entra en el baño de chicos mientras Vero no puede evitar el esbozar una divertida sonrisa.

 

PISO DE CARLOS Y ANDREA / SALÓN / NOCHE

 

Sentado en el sofá, Carlos repasa unos apuntes cuando Andrea llega a casa, con la bolsa de la playa.

 

Andrea: Buenas noches, cielo.

 

Carlos: Ya pensaba que no venías.

 

Andrea: Después de la playa me he ido a cenar a casa de Hugo, y ya sabes lo que pasa cuando nos ponemos a cascar…

 

El joven deja escapar una sonora carcajada antes de dar un beso a su novia, que se sienta a su lado.

 

Carlos: Ya.

 

Andrea: ¿Y tú qué tal la tarde? ¿Has estado todo el rato estudiando?

 

Carlos: No, me he pasado un rato al “Four” para ver a Jaime, que esta mañana ha ido a visitar a Claudia, pero no estaba y me he tomado algo con Vero.

 

Andrea: (Suspira) ¿Con esa?

 

Carlos: (Divertido) ¿Qué pasa?

 

Andrea guarda silencio durante unos segundos, buscando las palabras adecuadas.

 

Andrea: No me fío de ella. Además de verle un lado oscuro, es un poco sueltecita…

 

Carlos: ¿Te recuerdo cómo eras tú cuando te conocí?

 

Andrea: Pero yo he madurado.

 

Carlos: Bueno…

 

Andrea: ¡Oye!

 

Carlos deja escapar una sonora carcajada a la vez que abraza a su novia.

 

Carlos: Me encanta que te pongas celosa.

 

Andrea: (Irónica) Sí… debo ser muy graciosa en esas circunstancias.

 

ESCENAS MÚLTIPLES

Suena la canción “Mil maneras” de Rebeca Jiménez.

 

Hugo y Óscar miran las estrellas, tumbados en la arena de la playa, mientras charlan animadamente.

 

También tumbado, pero en su cama, Lucas observa el techo del dormitorio, con los ojos abiertos de par en par.

 

Acurrucada en un rincón de la habitación en la que permanece ingresada, Claudia llora desconsoladamente.

 

De igual manera, Jaime también lo hace tumbado en su cama, observando una fotografía de su boda con la joven, en la que aparecen rodeados de todos sus amigos.

 

Vero baila descontroladamente en el centro de la pista de una discoteca. Ve a un joven realmente atractivo mirándola desde la barra y la chica, sin dudarlo, se acerca a él y le besa apasionadamente.

 

Carlos y Andrea hacen el amor apasionadamente en la cama de su dormitorio.

 

Marta, sentada en su escritorio, mira atentamente en el portátil unos planos de Ibiza, sin darse cuenta de que Iván la observa desde el marco de la puerta, preocupado.

 

 

CONTINUARÁ…