MANERAS DE VIVIR

 

Séptima temporada, capítulo 142

 

Fecha de emisión: 18 de junio del 2017

 

APARTAMENTO DE LUCAS Y ÓSCAR / COCINA / MAÑANA

 

Óscar, vistiendo tan solo unos calzoncillos y con cara de sueño, entra en la cocina. Abre la nevera y coge la botella de leche, pero se da cuenta de que está vacía.

 

Óscar: No me lo puedo creer… ¡Lucas!

 

El joven, ya vestido, no tarda en aparecer por allí, extrañado ante el grito de su novio.

 

Lucas: ¿Qué ocurre?

 

Óscar: ¿No fuiste ayer a hacer la compra?

 

Lucas: No tuve tiempo. Volví tarde de trabajar, y…

 

Óscar le interrumpe, molesto.

 

Óscar: Y qué más da si nos morimos de hambre, ¿no?

 

Lucas deja escapar una sonora carcajada.

 

Lucas: Tampoco seas dramático, que iré ahora mismo. En cuanto desayune.

 

Óscar: (Irónico) Suerte con eso. Ni siquiera hay leche.

 

El joven coge aire, intentando mantener la calma.

 

Lucas: Está bien, lo siento, tendría que haber ido ayer. ¿Contento?

 

Óscar: Estaría mucho más contento si hubiera podido desayunar.

 

Lucas: Óscar…

 

Óscar, sin dejar continuar a su novio, sale de allí camino al baño, ante la impotente mirada del joven.

 

APARTAMENTO DE CLAUDIA Y JAIME / SALÓN / MAÑANA

 

Claudia desayuna sentada en la mesa, mientras lee el periódico, cuando Jaime aparece por allí ya preparado para salir de casa.

 

Jaime: Buenos días.

 

Claudia: Hola.

 

Se dan un pico y, tras servirse un café, Jaime se sienta junto a su novia.

 

Jaime: ¿Te vas a pasar esta mañana por el “Four”?

 

Claudia: No. Tengo cita con el psicólogo.

 

Jaime: ¿Quieres que te acompañe?

 

La joven fuerza una sonrisa.

 

Claudia: No hace falta.

 

Jaime: Vale.

 

Guardan silencio durante unos segundos.

 

Claudia: Puede que me pase esta tarde.

 

Jaime: Genial.

 

 

Ambos vuelven a permanecer en silencio, dejando que una gran tensión se instale en el salón.

CON

BAR “FOUR”/ INTERIOR / MAÑANA

Suena “Say Yay” de Barei.

 

Jaime está tras la barra del local, con la mirada perdida en algún punto del mismo, cuando Vero sale del almacén y al ver al joven le observa, preocupada. Tras dudar durante unos segundos, se acerca a su jefe.

 

Vero: ¿Estás bien?

 

El joven la mira, forzando una sonrisa.

 

Jaime: Sí, perfectamente.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Vero: Llevas unos días muy raro.

 

Jaime: Está todo bien, no te preocupes.

 

Vero: Si necesitas hablar, o cualquier otra cosa…

 

Jaime: (Interrumpiéndola) Vero… no te molestes, pero si necesito hablar ya tengo a mis amigos. Y tú no eres uno de ellos.

 

Ahora es la joven la que fuerza una sonrisa.

 

Vero: Claro. No te preocupes.

 

Jaime entra en el almacén, ante la preocupada mirada de la camarera.

 

CALLES DE GIJÓN / MAÑANA

Andrea y Marta caminan por las calles de la ciudad, ambas en silencio. Andrea mira a su amiga, preocupada. Fuerza una sonrisa.

 

Andrea: No hacía falta que me acompañaras a la facultad.

 

Marta también esboza una forzada sonrisa.

 

Marta: Me apetecía hacerlo.

 

Andrea: Ya.

 

Vuelven a guardar silencio durante unos segundos.

 

Andrea: ¿Me vas a contar que es lo que te pasa?

 

Marta: (Molesta) ¿Por qué tiene que pasarme algo?

 

Andrea: Vamos, Marta…

 

La joven hace una pausa antes de volver a hablar.

 

Marta: Me siento un poco sola.

 

Andrea: (Extrañada) ¿Sola? ¿Por qué?

 

Marta: No sé. Después de lo que ha pasado con Iván…

 

Andrea: Marta, a veces las relaciones no funcionan. Pero nos tienes a nosotros, tus amigos, y a tu familia. Y eso es lo más importante.

 

Marta: Ya, ya lo sé, pero es que…

 

Marta vuelve a hacer una pausa.

 

Marta: También es por Esperanza. De casa de mis padres a casa de Iván, de casa de Iván a casa de mis padres… va a acabar volviéndose loca.

 

Andrea: ¿Y solo es por eso?

 

La joven vuelve a guardar silencio durante unos segundos.

 

Marta: Y porque le quiero.

 

Andrea: Pues si le quieres lucha por él, Marta. Demuéstraselo, y no dejes que se vaya.

 

Marta: No es tan fácil, Andrea. Y más, después de todo lo que ha pasado.

 

Andrea: Nada es fácil en la vida. Pero si no lo intentas, no lo consigues.

 

Marta mira a su amiga, sin saber qué decir.

 

SEDE “RTPA”/ SALA DE CÁMARAS / MAÑANA

Hugo y Sergio están sentados en el sofá, charlando animadamente, cuando Óscar aparece por allí. Al verles, duda durante unos segundos, pero finalmente se acerca a ellos forzando una sonrisa.

 

Óscar: Hola chicos, ¿qué hacéis?

 

Sergio: A lo mejor a ti se te ocurre algo.

 

Hugo: (Incómodo) No, Sergio…

 

Óscar: ¿Qué ocurre?

 

Sergio: Queremos salir a cenar esta noche, pero no sabemos dónde. A lo mejor tú sabes algún sitio al que hayas ido con Lucas y os haya gustado mucho…

 

Óscar: Sí bueno, pero a los sitios que hemos ido Lucas y yo son más en plan pareja.

 

Sergio: Eso no supone ningún problema para nosotros.

 

Óscar: Ya.

 

Surge un tenso silencio entre los tres, hasta que Óscar fuerza una sonrisa.

 

Óscar: Dejadme pensar un rato. Luego os digo.

 

Sergio: Muy bien, gracias.

 

Óscar sale de allí y Hugo mira a su compañero, molesto.

 

Hugo: ¿A qué ha venido eso?

 

Sergio: (Extrañado) ¿El qué?

 

Hugo: Nada… nada, déjalo.

 

Sergio mira al joven, sin entender nada, pero prefiere no seguir con el tema.

 

APARTAMENTO DE IVÁN / SALÓN / TARDE

 

Iván y Marta permanecen sentados en el sofá, tomándose cada uno un café en silencio. Hay una gran tensión entre ellos, hasta que el joven suspira.

 

Iván: ¿Vas a decirme de una vez a qué has venido?

 

Marta: Me gustaría hablar contigo.

 

Iván: Eso ya me lo imaginaba.

 

Los dos vuelven a guardar silencio durante unos segundos. Los ojos de Marta se llenan de lágrimas.

 

Marta: Te quiero, Iván.

 

Iván: Marta…

 

Marta: (Interrumpiéndole) No, escúchame. Sé que he hecho muchas cosas más, demasiadas. Pero Esperanza y tú sois mi prioridad. Te lo prometo. A partir de ahora no dejaré que ni Isra ni nadie se meta en nuestra relación… pero dame otra oportunidad. Por favor.

 

Iván guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Iván: ¿Estás segura de que podrás hacerlo?

 

Marta: Completamente.

 

De nuevo silencio. Iván esboza una amplia sonrisa.

 

Iván: Yo también te quiero.

 

Marta: ¿Eso quiere decir que…?

 

Iván: (Interrumpiéndola) Que estoy dispuesto a que nos demos otra oportunidad, sí.

 

Marta no puede evitar el echarse a llorar.

 

Marta: Gracias, Iván… muchísimas gracias. De verdad.

 

Iván: Anda, ven aquí.

 

Los dos jóvenes se besan apasionadamente.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena la canción “Alejandro” de Lady Gaga.

 

Claudia: De verdad, esto es un auténtico desastre.

 

Jaime mira a su novia, apoyado en una de las estanterías, mientras esta mira varias cajas.

 

Jaime: No es para tanto. Hemos hecho lo que hemos podido.

 

Claudia: O sea, nada.

 

El joven coge aire, intentando mantener la calma.

 

Jaime: ¿Te das cuenta que desde que has vuelto, no paras de quejarte de lo mismo?

 

Claudia: (Molesta) ¿Y no te planteas el por qué?

 

Jaime: Mira, ya está bien, Claudia. No quiero seguir discutiendo contigo, ¿así que me vas a decir lo que te pasa, por favor?

 

Claudia: Sabes perfectamente lo que me pasa.

 

Jaime: Si lo supiera no te estaría preguntando.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Jaime: Esto se va a la mierda, ¿verdad?

 

Ahora es Claudia la que hace una pausa, hasta que finalmente suspira.

 

Claudia: No lo sé, Jaime… no lo sé.

 

Los dos jóvenes se miran, sin saber qué decir. Tampoco se dan cuenta de que Vero lo ha escuchado todo desde el otro lado de la puerta, con una cínica sonrisa dibujada en su rostro.

 

APARTAMENTO DE LUCAS Y ÓSCAR / SALÓN / TARDE

 

Tumbado en el sofá, Óscar ve la televisión cuando escucha la puerta del apartamento y Lucas no tarda en aparecer por allí. Al ver a su novio, esboza una amplia sonrisa.

 

Lucas: Ey, hola. ¿Cómo ha ido el trabajo?

 

El joven se incorpora, y Lucas se sienta a su lado.

 

Óscar: Bien, como siempre.

 

Lucas: Yo he estado comiendo con un amigo. Hacía tiempo que no le veía.

 

Óscar: Bien.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Lucas: Oye, ¿te apetece que vayamos a dar una vuelta?

 

Óscar: Estoy viendo esta peli.

 

Lucas: Bueno, podemos ir cuando acabe.

 

Óscar guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Óscar: Estoy muy cansado, Lucas.

 

Lucas: ¿Sigues enfadado por lo de esta mañana? Ya he hecho la compra.

 

Óscar: No es eso.

 

Lucas: (Extrañado) ¿Entonces?

 

Óscar: No es nada, de verdad. Tan solo estoy cansado.

 

Lucas: Ya…

 

Los dos vuelven a guardar silencio. Mientras Óscar sigue viendo la película, Lucas le observa, preocupado.

 

APARTAMENTO DE IVÁN / SALÓN / NOCHE

 

Iván y Marta llegan al apartamento del primero, charlando entre risas. Nada más cerrar la puerta, se besan apasionadamente.

 

Marta: No sabes cuánto te echaba de menos.

 

Iván: Y yo a ti.

 

Vuelven a besarse.

 

Iván: Anda, vamos. Aún tenemos que cenar.

 

Marta: Sí.

 

Los dos entran en el salón y, al encender la luz, se encuentran todo tirado por el suelo, revuelto. Ambos se miran, atónitos.

 

Marta: ¿Qué coño ha pasado?

 

Iván: Han entrado a robar.

 

Marta: Joder… ¡pero si la cerradura no estaba forzada!

 

Iván: No. Y los únicos que tenemos las llaves de este apartamento somos tú y yo.

 

Marta: (Sorprendida) Espera. ¿Estás insinuando que…?

 

Iván: (Interrumpiéndola) ¿Es posible que Isra te haya quitado las llaves del apartamento?

 

Marta: ¡No digas chorradas, Iván!

 

Iván: Es la única posibilidad, Marta. Sé que tú no has sido.

 

Marta: Ni Isra tampoco.

 

Iván: (Molesto) ¿De verdad no te das cuenta, Marta? ¿De verdad?

 

Los dos vuelven a guardar silencio durante unos segundos.

 

Marta: Mira, creo que… que esto no ha sido buena idea. Lo mejor será que me vaya.

 

Iván: Sí. Será lo mejor.

 

Tras dudar durante unos segundos, Marta acaba saliendo del apartamento mientras Iván se sienta en el sofá, suspirando, y mira todo el desorden que hay a su alrededor.

 

Iván: ¡Mierda!

 

RESTAURANTE “TAGLATTIELLA” / INTERIOR / NOCHE

 

Sergio y Hugo están sentados en una de las mesas del restaurante, charlando animadamente mientras se comen una pizza.

 

Sergio: ¿Ves cómo era buena idea preguntarle a Óscar?

 

Hugo: Sí, bueno…

 

Sergio: Oye… ¿puedo hacerte una pregunta?

 

Hugo: Dime.

 

Sergio guarda silencio durante unos segundos, pensando.

 

Sergio: ¿Sigues enamorado de Óscar?

 

Hugo: (Sorprendido) ¡¿Qué?! No… no, para nada.

 

Sergio: ¿Entonces por qué te ha molestado tanto que le preguntara lo del restaurante esta mañana?

 

Hugo: No es que me molestara, es que…

 

Hugo hace una pausa antes de seguir hablando.

 

Hugo: Mira, mi historia con Óscar… es un poco complicada. Por eso preferiría que evitaras ese tipo de comentarios.

 

Tras unos segundos de silencio, Sergio fuerza una sonrisa.

 

Sergio: Está bien. Lo siento.

 

El rubio también fuerza una sonrisa.

 

Hugo: Tampoco tiene tanta importancia, no te preocupes.

 

Sergio: Vale.

 

Los dos continúan cenando, en silencio.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE

 

El local ya está cerrado. Jaime está sentado en una de las mesas, tomándose un botellín de cerveza, cuando Vero se acerca a él, también con un botellín de cerveza y una forzada sonrisa dibujada en su rostro. Se sienta a su lado.

 

Vero: ¿Están las cosas bien, Jaime?

 

Jaime: (Extrañado) ¿Te refieres al negocio?

 

Vero: Trabajo aquí, sé que el negocio va bien.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Vero: Hablo de Claudia.

 

Jaime: Vero, ya te he dicho esta mañana que…

 

Vero: (Interrumpiéndole) Sí, sé lo que me has dicho esta mañana. Pero es obvio que no estás desahogándote con tus amigos, y con alguien tendrás que hacerlo.

 

Jaime: Es que no necesito desahogarme. Simplemente, Claudia está pasando por un mal momento y yo, como su marido, tengo que estar a su lado. Eso es todo.

 

Vero: ¿Y quién está a tu lado?

 

Jaime: Eso ahora no importa.

 

Vero: Claro que importa.

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos, mirándose fijamente a los ojos.

 

Jaime: Vero, yo…

 

La camarera le interrumpe, dándole un apasionado beso. Aunque Jaime al principio intenta resistirse, acaba cediendo, sin darse cuenta de que Claudia les observa desde una de las cristaleras del loca, con los ojos llenos de lágrimas.

 

CALLES DE GIJÓN / NOCHE

 

Marta corre por las calles de la ciudad, desesperada. Llega hasta el paseo marítimo, y mira a su alrededor. Coge el móvil de su bolso y busca un número en la agenda. Espera a que se lo cojan, pero no sucede.

 

Marta: Joder, Isra… ¿qué coño estás haciendo?

 

CALLES DE GIJÓN / NOCHE

 

Hugo y Sergio caminan por las calles de la ciudad, en dirección hacia la casa del primero. Los dos permanecen en silencio.

 

Sergio: Oye, yo… quería pedirte disculpas por lo de antes otra vez.

 

Hugo: (Sonríe) No tienes por qué hacerlo, Sergio. No ha sido para tanto.

 

Sergio: Ya, pero no sé. Te ha entristecido, y tampoco quería eso.

 

Hugo: No, no me ha entristecido. Es solo que… no sé, todavía me siento culpable por haberle hecho daño, ¿sabes? Y no creo que esté con él en el punto de ser amigos, de darnos consejos en nuestras relaciones, y…

 

Sergio le interrumpe, divertido.

 

Sergio: ¿Relaciones?

 

Hugo: Ya me entiendes.

 

Sergio: Ya.

 

Llegan hasta la casa de Hugo.

 

Hugo: Bueno, pues muchas gracias por acompañarme, aunque no hacía falta.

 

Sergio: Cualquier cosa por seguir disfrutando de tu compañía un poco más.

 

Hugo deja escapar una sonora carcajada.

 

Hugo: Mira que eres meloso.

 

Sergio: Un poco, sí.

 

Los dos jóvenes vuelven a reírse, para luego guardar silencio durante unos segundos, mirándose fijamente a los ojos. Tras unos segundos de dudas, Hugo besa a su compañero y, aunque éste al principio le corresponde, se acaba apartando.

 

Sergio: ¿Estás seguro de esto?

 

Hugo: Completamente.

 

Tras mirarse de nuevo durante unos segundos, vuelven a besarse.

 

Hugo: ¿Quieres pasar?

 

Sergio: Pensaba que no ibas a invitarme.

 

Los dos ríen de nuevo para, tras darse otro apasionado beso, entrar a la casa.

 

APARTAMENTO DE CLAUDIA Y JAIME / SALÓN / NOCHE

 

Sentada en el sofá junto a dos maletas, Claudia mira fijamente a la puerta. Ésta no tarda en abrirse dando paso a Jaime, que al ver así a su mujer le dirige una extrañada mirada.

 

Jaime: ¿Qué es eso?

 

Claudia: Tus maletas.

 

Jaime: (Atónito) ¿Disculpa?

 

Claudia: Quiero que te vayas de aquí, Jaime.

 

Jaime: ¿Pero por qué…?

 

Claudia se levanta, interrumpiéndole.

 

Claudia: Esto no está funcionando, es evidente.

 

Jaime: Claudia…

 

A la joven se le llenan los ojos de lágrimas, pero consigue controlarse.

 

Claudia: Mi abogada se pondrá en contacto contigo para todo el tema del divorcio. En cuanto al “Four”… hazte cargo tú.

 

Claudia sale de allí sin dar tiempo de reacción a su marido, que se acaba sentando en el sofá, con los ojos llenos de lágrimas.

 

 

CONTINUARÁ…