MANERAS DE VIVIR


Quinta temporada, capítulo 108


PISO DE CLAUDIA Y JAIME/ COCINA/ MAÑANA

 

Apenas ha amanecido todavía. Claudia, aún en pijama, se está tomando una taza de café apoyada en la encimera, cuando Jaime aparece por allí vistiendo tan solo unos calzoncillos, con cara de sueño.

 

Claudia: Buenos días.

 

Jaime: Hola.

 

Se dan un pico, y Jaime se sirve café.

 

Claudia: Tienes mala cara.

 

Jaime: No he dormido muy bien esta noche.

 

Claudia: (Preocupada) ¿Y eso?

 

Jaime se encoge de hombros.

 

Jaime: No sé. La verdad es que ya llevo unos días así.

 

Claudia: (Suspira) Desde lo del niño, ¿no?

 

Jaime: No quiero empezar a discutir ya, Claudia. Ni siquiera ha salido el sol.

 

Claudia: ¿No crees que deberíamos hablarlo?

 

Jaime: ¿Ahora quieres hablarlo?

 

Claudia: Mira Jaime, sé que te he dicho mil veces que no tenemos nada que hablar sobre ese tema porque pensaba que había sido lo suficientemente clara, pero veo que no.

 

Jaime: No, has sido clara siempre. No quieres tener hijos, y punto. Lo tengo claro.

 

Claudia: No, no lo tienes claro. No te estoy diciendo que no quiera tener hijos nunca, Jaime. Solo te digo que no los quiero tener ahora.

 

Jaime coge aire, intentando mantener la calma.

 

Jaime: Ya te he dicho que no quiero discutir.

 

Claudia: Y yo tampoco quiero discutir, Jaime. Solo quiero arreglar las cosas.

 

El joven esboza una forzada sonrisa.

 

Jaime: Y se arreglarán. Solo necesito un poco de tiempo.

 

Claudia: ¿Seguro?

 

Jaime: Aha.

 

Jaime se toma el café de un solo trago.

 

Jaime: Me voy a dar una ducha rápida para que luego puedas

entrar tú.

 

Claudia: Vale…

 

El joven sale de la cocina, bajo la preocupada mirada de su mujer.

 

FACULTAD DE MEDICINA/ PASILLOS/ MAÑANA

 

Isra camina por los pasillos de la facultad. Parece bastante nervioso. Mira a su alrededor, dándose cuenta de que todos le están mirando. Al fondo del pasillo ve a Iñigo sentado en un banco, mirándole. Esboza una forzada sonrisa y se acerca a él. El joven se levanta del banco.

 

Isra: ¿Podemos hablar?

 

Iñigo: No te acerques a mí, Isra.

 

Isra: (Extrañado) ¿Qué pasa?

 

A Iñigo se le llenan los ojos de lágrimas, indignado.

 

Iñigo: ¡¿Cómo te atreves a preguntármelo siquiera?! ¡Intentaste abusar de mí, joder!

 

Isra mira a su compañero, sin entender nada.

 

Isra: ¿De qué cojones estás hablando?

 

Iñigo: No te vuelvas a acercar a mí, Isra. No al menos que quieras conservar todos tus dientes.

 

Iñigo se aleja de allí, indignado, ante la atónita mirada del pelirrojo.

 

CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi


 

KRISTEN BELL

 

CHACE CRAWFORD

 

RUPERT GRINT

 

VANESSA HUDGENS

 

JESSE MCCARTNEY

 

JESSE METCALFE

 

JARED PADALECKI

 

HAYDEN PANETTIERE

 

JESSICA STROUP

 

TOM WELLING


CAPÍTULO 108: Otro amor vendrá

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ SALÓN/ MEDIODÍA

Marta y Óscar están sentados a la mesa, tomándose un botellín de cerveza mientras charlan animadamente, cuando Hugo sale de la cocina con una bandeja en la que transporta tres platos de pasta.

 

Hugo: Aquí está la comida.

 

Marta: (Sonríe) Huele genial.

 

Hugo: Es pasta de toda la vida.

 

Los tres amigos se ríen, divertidos, mientras Hugo coloca los platos y se sienta también a la mesa.

 

Hugo: Me alegra de que te hayas pasado a comer aunque haya sido así un poco por sorpresa, ¿verdad Óscar?

 

Óscar: (Sonríe) Sí.

 

Marta: Bueno, como tiene Jorge a Esperanza, me ha parecido buena idea. Aunque la verdad es que también esperaba ver a Isra.

 

Óscar: Supongo que se habrá quedado a comer en la facultad, porque a estas horas siempre suele estar aquí.

 

Marta: Ya. Es que…

 

Antes de seguir hablando, la joven esboza una pícara sonrisa.

 

Marta: ¿Os ha contado lo de Iñigo?

 

Hugo: (Extrañado) ¿El qué?

 

Marta: Que se acostaron el otro día.

 

Los dos jóvenes la miran, sorprendidos.

 

Hugo y Óscar: ¡¿Qué?!

 

Marta: Sí, pero bueno, ya sabéis como son estas cosas, y vosotros mejor que nadie. A Iñigo le está costando un poco aceptarlo.

 

Óscar: Es normal.

 

Marta: Es lo que le digo yo, pero no sé. Creo que se está empezando a impacientar un poco.

 

Hugo: Esperará. Seguro.

 

Los tres se quedan unos segundos en silencio, comiendo.

 

Hugo: ¿Y tú qué?

 

Marta: (Extrañada) ¿El qué?

 

Hugo: ¿Cuándo piensas tener una cita? Desde que nació Esperanza, no has vuelto a salir con nadie.

 

Marta: Sí, pero tú mismo lo has dicho. Ahora tengo una hija. No tengo tiempo para esas cosas.

 

Óscar: Pero has dicho que esta semana la tiene Jorge, ¿no?

 

Marta: Sí, pero…

 

Hugo: (Interrumpiéndola) Tenemos un compañero de clase que es muy mono. Estoy seguro de que te gustaría.

 

Marta: (Divertida) ¿Estáis haciendo de celestinos?

 

Óscar y Hugo se ríen, divertidos.

 

Óscar: Venga, sal y diviértete. ¿Qué te cuesta? Para una vez que tienes la oportunidad…

 

Marta se queda en silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente esboza una forzada sonrisa.

 

Marta: Vale, está bien… supongo que no tengo nada que perder, ¿no?

 

Hugo: ¡Genial! Mañana mismo se lo decimos.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ TARDE

 

Claudia: (Suspira) Yo ya no sé qué hacer.

 

Andrea, tomándose una caña desde el otro lado de la barra, observa preocupada a su amiga.

 

Andrea: ¿Te das cuenta? Si no soy yo eres tú, pero siempre teneos que estar deprimida alguna de las dos… y menos mal que Hugo ya no forma parte de este grupito depresivo desde que está con Óscar.

 

Claudia esboza una forzada sonrisa.

 

Claudia: ¿Crees que estoy actuando bien?

 

Andrea: Desde luego que sí, Claudia. No puede obligarte a tener un hijo ahora. Es un tema muy serio como para tomárselo tan a la ligera.

 

Claudia: Ese es el problema. Que no se lo está tomando nada a la ligera.

 

Andrea: ¿Pero por qué se ha empeñado ahora en eso? Es que no lo entiendo… ¡si todavía sois súper jóvenes.

 

Claudia: Pues así pienso yo, pero además tengo que soportar sus mosqueos y sus enfados constantes.

 

Andrea: Se le pasará. Yo creo que es un algo que le ha dado y ya está.

 

Claudia: Pues eso espero… ¿pero mientras tanto que hago?

 

Andrea permanece unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Andrea: La verdad es que no sé qué decirte, Claudia… ya sabes que yo de relaciones sé mucho porque soy un poco guarrilla, pero ya de lo tuyo… no tengo ni puta idea.

 

Claudia esboza una forzada sonrisa, pero todavía con la impresión de que no ha solucionado nada.

 

PISO DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ SALÓN/ TARDE

 

Hugo y Óscar se besan apasionadamente en el sofá, pero se separan cuando escuchan que alguien llega a casa. Isra no tarda en aparecer por allí, con los ojos rojos e hinchados, de haber estado llorando.

 

Isra: Buenas tardes.

 

Óscar: Hola.

 

Hugo: ¿Qué tal?

 

El pelirrojo fuerza una sonrisa.

 

Isra: Bien… pero voy a echarme un rato. Estoy agotado.

 

El joven se da media vuelta y la pareja se mira, extrañada.

 

Hugo: Isra.

 

Isra: ¿Qué pasa?

 

Hugo: ¿Estás bien?

 

Isra se gira de nuevo hacia la pareja, esbozando una forzada sonrisa.

 

Isra: Sí, ¿por qué?

 

Óscar: Has llorado.

 

Isra: Que va.

 

Hugo: Isra…

 

El chico coge aire, intentando mantener la calma.

 

Isra: Solo quiero echarme un rato, ¿vale? Luego hablamos.

 

Isra sale de allí y sube las escaleras. Hugo y Óscar se miran, sin entender nada.

 

Óscar: Creo que las cosas con Iñigo no han ido del todo bien…

 

Hugo: (Irónico) Muy observador.

 

PISO DE JORGE/ SALÓN/ TARDE

 

Jorge está sentado en el suelo, jugando con Esperanza y sus muñecas, cuando empieza a sonar el timbre. El joven se levanta.

 

Jorge: Ahora vengo, cariño.

 

Esperanza: Vale.

 

El chico se encamina hacia la puerta y, al abrirla, se sorprende al ver a Lidia al otro lado.

 

Jorge: ¿Qué estás haciendo aquí?

 

Lidia: (Enfadada) ¡¿Cómo cojones te has atrevido a hacerlo?!

 

Jorge se hace el tonto.

 

Jorge: No tengo ni idea de lo que me estás hablando.

 

Lidia: ¡Vamos, no me tomes el pelo!

 

Lidia entra en el piso, y se encuentra a Esperanza en el salón.

 

Esperanza: ¡Hola!

 

Jorge: Cielo, ¿por qué no te vas a la habitación un rato?

 

Esperanza: ¡Pero estábamos jugando!

 

Jorge: Y luego seguiremos. Te lo prometo.

 

Esperanza: (Suspira) Está bien…

 

La niña se levanta y camina lentamente hasta su dormitorio. Cuando escucha la puerta cerrarse, Lidia se gira hacia Jorge.

 

Lidia: ¿Cuánto tiempo llevabais planeándolo?

 

Jorge: ¿El qué?

 

Lidia: Óscar estuvo el otro día en casa y me robo unos documentos muy importantes. ¿De veras quieres que me crea que no estáis compinchados? Y Hugo seguro que también… ¡joder!

 

La joven se sienta en el sofá, llevándose las manos a la cabeza.

 

Lidia: ¡Mierda! ¿Cómo he podido ser tan inútil?

 

Jorge deja escapar una sonora carcajada.

 

Jorge: Jode perder, ¿verdad? Pues te tendrás que ir acostumbrando… porque no vamos a parar hasta verte hundida en la miseria.

 

Lidia se levanta, cada vez más enfadada.

 

Lidia: Esto no va a quedar así, Jorge. No sabéis a quién os estáis enfrentando… esto va a ser la guerra.

 

La joven se marcha del piso, ante la divertida mirada de Jorge.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Isra está sentado en uno de los sofás, tomándose un botellín de cerveza, cuando Marta entra en el local y, al ver a su amigo, se acerca a él, preocupada.

 

Marta: ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

 

Isra: Es Iñigo.

 

Marta: Joder…

 

Marta se sienta junto al joven.

 

Marta: ¿Qué ha pasado ahora?

 

El pelirrojo coge aire antes de seguir hablando, intentando que las lágrimas que llenan sus ojos no salgan de ellos.

 

Isra: Me ha acusado de haber abusado de él.

 

Marta: (Sorprendida) ¡¿Qué?!

 

Isra: Ahora para todos mis compañeros, aparte de ser un maricón, soy también un puto violador.

 

Marta: Venga, no puede ser para tanto. ¿Quién se va a creer semejante chorrada?

 

Isra: Todos. Iñigo es el líder, Marta. Todos le adoran y le veneran. Lo que él dice, va a misa. ¿Cómo cojones voy a ir a clase ahora?

 

Marta: Pues con la cabeza bien alta Isra, que no tienes nada que ocultar.

 

Isra mira a su amiga en silencio durante unos segundos, confundido y con un atisbo de temor en su mirada. La joven enseguida se percata de ello.

 

Marta: ¿Qué te da miedo?

 

Isra: ¿Y si me denuncia?

 

Marta: ¿Cómo te va a denunciar? ¡Si no tiene ninguna prueba! Lo que hicisteis fue consentido por ambas partes, y punto.

 

Isra: Es capaz de hacerlo. Tú no le conoces.

 

Marta: Pues si termina haciéndolo, quedará en ridículo, así que deja de preocuparte. Todo saldrá bien.

 

Isra le mira, sin saber qué decir.

 

PISO DE CLAUDIA Y JAIME/ DORMITORIO DE CLAUDIA Y JAIME/ NOCHE

 

Claudia está tumbada en la cama, leyendo un libro, cuando Jaime sale del baño, vistiendo tan solo unos calzoncillos.

 

Jaime: No es normal el calor que hace esta noche…

 

La joven cierra el libro y esboza una forzada sonrisa.

 

Claudia: La verdad es que sí. Yo he pasado un día horroroso. Es agobiante.

 

Jaime: Sí.

 

Jaime se acuesta en la cama, junto a su esposa.

 

Claudia: He estado pensando en que podríamos hacer una fiesta en el bar ahora de cara al verano.

 

Jaime: Todavía queda mucho para el verano.

 

Claudia: Sí, pero podríamos ir planeándolo.

 

Jaime: Bueno, ya veremos.

 

El matrimonio permanece unos segundos en silencio. Claudia mira al joven y esboza una pícara sonrisa. Empieza a acariciarle el torso, y éste suspira.

 

Jaime: No tengo ganas, Claudia.

 

Claudia: Vamos…

 

La chica baja lentamente la mano hasta que empieza a acariciar su pene por encima de la ropa interior.

 

Claudia: Así ya verás que pronto se te pasa el enfado.

 

Jaime aparta la mano de su mujer, molesto.

 

Jaime: Te he dicho que no, ¿vale? Y ahora déjame dormir de una puta vez.

 

Jaime se da media vuelta, cerrando los ojos, mientras Claudia suspira, sin saber ya qué hacer.

 

ESCUELA “ARTES ESCÉNICAS HERRERA”/ CAFETERÍA/ MAÑANA

 

Óscar y Hugo están sentados en una de las mesas, tomándose cada uno un café mientras charlan animadamente cogidos de la mano. Tienen enfrente sus portátiles, apagados.

 

Óscar: ¿Tú crees que les irá bien la cita?

 

Hugo: Supongo. Iván es un chaval súper majo. Seguro que les va bien.

 

Óscar: Veremos a ver.

 

Hugo: ¡Igual es la siguiente boda a la que vamos!

 

Óscar: (Riendo) ¡Pero mira que eres animal!

 

Hugo: Joder, es que después de la de Jaime y Claudia les he cogido el gusto… y eso que las odiaba y la suya fue bastante desastrosa.

 

Óscar: Yo creo que antes iremos a la de Carlos y Andrea.

 

Hugo: ¡Pero si ya no están juntos!

 

Óscar: ¿Y cuánto crees que tardarán en volver?

 

Hugo: (Suspira) También es verdad. Que estrés de pareja.

 

Ahora son los dos los que se ríen, y Lidia se acerca a ellos, con una amplia sonrisa dibujada en su cara y un café entre sus manos.

 

Lidia: ¡Buenos días, chicos!

 

Óscar: Joder…

 

Hugo: Piérdete.

 

Lidia: (Divertida) ¡Uy, pero que irascibles que estáis! Si la que debería de estar enfadada soy yo.

 

Óscar: (Suspira) ¿Qué quieres?

 

Hugo: Ignórala, Óscar. Si no lo haces, vamos a estar así toda la vida.

 

Lidia: (Irónica) Con lo amigos que hemos sido… que lástima…

 

La chica, poco a poco, va girando el vaso de café sobre ambos portátiles, mojándolos, lo que hace que Hugo y Óscar se levanten, asustados.

 

Hugo: ¡¿Qué coño estás haciendo?!

 

Lidia: ¡Uy, disculpadme! Estoy tan despistada últimamente… espero que no se os hayan estropeado. Buenos días.

 

Lidia se aleja de allí, ante la atónita mirada de los dos jóvenes.

 

Óscar: ¿Pero cómo puede ser tan hija de puta?

 

Hugo: Comprueba el ordenador, Óscar. Corre.

 

Óscar: Sí.

 

El joven abre el portátil y le da al botón intentando encenderlo, pero no da resultado.

 

Óscar: Mierda…

 

Hugo: (Enfadado) Lo hemos perdido, joder… ¡lo hemos perdido!

 

FACULTAD DE MEDICINA/ AULA 544/ MAÑANA

 

Isra entra en la clase. Se da cuenta de que todos sus compañeros le miran y cuchichean entre ellos. El joven baja la cabeza y empieza a avanzar por el pasillo, pero conforme lo va haciendo sube la cabeza lentamente, mirándoles a todos ellos. Al llegar a la última fila se sienta en una de las mesas y sus compañeros, poco a poco, dejan de mirarle. Al cabo de unos segundos ve entrar en la clase a Iñigo. Ahora todos miran a los dos. Tras unos segundos de dudas, Iñigo termina acercándose al joven.

 

Iñigo: Pensaba que no volvería a verte.

 

Isra tiene que hacer grandes esfuerzos para que su compañero no vea su sufrimiento.

 

Isra: ¿Por qué? ¿Por qué vas contando mentiras de mí por ahí? Se nota que me conoces muy poquito…

 

Iñigo: Eres un cabrón.

 

Isra: (Molesto) ¿En serio, Iñigo? ¿Yo soy un cabrón?

 

Iñigo: Después de lo que hiciste…

 

Isra se levanta, desafiante.

 

Isra: ¿Qué hice? ¡Vamos, Iñigo! ¡Dime! ¿Qué cojones hice?

 

Iñigo tiene que hacer grandes esfuerzos para que las lágrimas no salgan de sus ojos.

 

Iñigo: Abusaste de mí.

 

Isra: Ah, ¿sí? ¿Acaso te puse una pistola en la cabeza para que te acostaras conmigo?

 

Iñigo: No, pero…

 

Isra: (Interrumpiéndole) ¿Pero qué? Venga, Iñigo… ¿por qué no les dices a todos la verdad de una puta vez?

 

Iñigo: No sé de lo que me estás hablando.

 

Isra esboza una cínica sonrisa.

 

Isra: Claro que no. Nunca sabes nada, ¿verdad?

 

Los dos se quedan en silencio durante unos segundos, mirándose de manera desafiante a los ojos, bajo la atenta mirada de todos sus compañeros.

 

Isra: Si tan seguro estás de que abusé de ti, denúnciame, me da igual. No tengo nada que temer.

 

Isra se vuelve a sentar, ante la atónita mirada de Iñigo y de sus compañeros.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ SALÓN/ MEDIODÍA

 

Jorge: ¡¿Pero cómo ha podido pasar?!

 

Jorge da vueltas de un lado para otro, mientras Hugo y Óscar le miran sentados en el sofá, con muy mala cara.

 

Hugo: Mira que sabía que tenía que comprarme un disco duro externo… pero siempre me da pereza ir a la tienda.

 

Jorge: ¿Por qué cojones eres tan vago?

 

Hugo: (Molesto) Oye, tampoco te pases.

 

Jorge: ¿No se os ocurrió hacer una copia de seguridad?

 

Óscar: Lo teníamos en los dos ordenadores. No nos podíamos imaginar que iba a pasar algo así.

 

Jorge: Parece mentira que no conozcáis a Lidia.

 

Un tenso silencio surge entre los tres.

 

Jorge: No lo tendrás todavía en el USB, ¿no?

 

Óscar: No. Tuve que borrarlo para meter un programa que grabamos el otro día en clase.

 

Jorge: Joder…

 

Jorge se sienta junto a sus amigos, suspirando.

 

Jorge: Estamos como al principio.

 

Hugo: Tenemos la documentación en papel.

 

Jorge: Sí, pero eso no es suficiente. Tenemos que volver a recuperar lo que había en ese USB.

 

Óscar: ¿Y cómo vamos a hacerlo? Porque va a ser imposible que vuelva a confiar en nosotros…

 

Jorge mira a los dos jóvenes, sin saber qué decir.

 

PISO DE CARLOS/ SALÓN/ TARDE

 

Jaime está sentado en el sofá, cuando Carlos sale de la cocina con dos botellines de cerveza y, tras darle uno a su amigo, se sienta a su lado.

 

Carlos: Sé que es un tema muy delicado, pero tienes que dejar de rayarte, Jaime.

 

Jaime permanece unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Jaime: Lo sé, pero… es que me da la impresión de que no la conozco, ¿me entiendes?

 

Carlos: ¿Pero cómo no la vas a conocer? ¡Es tu mujer!

 

Jaime: Sí, pero no sabía que no quería tener hijos.

 

Carlos: A ver Jaime, que ella no te ha dicho en ningún momento que no quiera tener hijos. Lo único que te ha dicho es que no quiere tenerlos ahora, eso es todo. Y eres mi mejor amigo, pero si quieres que te sea sincero, creo que ella tiene razón.

 

Jaime: (Molesto) Se supone que deberías de apoyarme, ¿sabes?

 

Carlos: Y lo estoy haciendo. El mejor apoyo para un amigo es ser sincero, aunque eso signifique no pensar lo mismo que él.

 

Jaime: Eso te lo acabas de inventar, ¿verdad?

 

Carlos: (Sonríe) Sí, ¿pero a qué mola?

 

Jaime se echa a reír, divertido.

 

Carlos: Me alegra ver que al menos he conseguido que te rieras un rato.

 

Jaime: Pero eso no me va a hacer cambiar de idea.

 

Carlos: (Extrañado) ¿Qué idea?

 

El joven permanece unos segundos en silencio, hasta que coge aire.

 

Jaime: Estoy pensando en pedir el divorcio.

 

Carlos: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

Jaime: Creo que es lo mejor, ¿sabes? Me he dado cuenta de que no buscamos las mismas cosas.

 

Carlos: Pero si apenas lleváis dos meses casados…

 

Jaime: Mejor ahora antes de que pase más tiempo, ¿no?

 

Carlos: Jaime, piénsalo bien antes de hacer cualquier estupidez.

 

Jaime: Creo que ya lo he hecho.

 

Carlos mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

CALLES DE GIJÓN/ NOCHE

 

Marta pasea por las calles de la ciudad junto a un joven muy atractivo, Iván. Los dos parecen estar disfrutando de una maravillosa velada.

 

Marta: Me lo he pasado genial esta noche.

 

Iván: Sí, yo también. La verdad es que hacía tiempo que no tenía una cita así. Es una pena que estas cosas se estén perdiendo, ¿no crees?

 

Marta: Sí. Antes todo era mucho más bonito. Tenías una cita, si os gustabais os dabais el número de teléfono, teníais otra, llegaba el primer beso, y luego la primera noche juntos… poquito a poco os ibais enamorando. En cambio ahora entras en un chat, conoces a Bribón 18, que vete tú a saber a lo que se refiere con ese número, le das tu Messenger, al día siguiente el Facebook, al siguiente el Skype y ese mismo día se convierte en el amor de la vida. Que a ver si me entiendes, yo lo respeto todo, pero eso me parece de ser bastante gilipollas.

 

Iván: Se ha perdido el encanto.

 

Marta: Totalmente.

 

Los dos ríen, divertidos, y llegan hasta el portal de la joven.

 

Marta: Bueno, pues ya hemos llegado. Vivo aquí.

 

Iván: Una pena.

 

Marta: Sí…

 

Un tenso silencio surge entre los dos jóvenes, hasta que Iván esboza una pícara sonrisa.

 

Iván: Oye, ¿y qué te parece si subimos y nos tomamos la última?

 

Marta: (Sonríe) Me encantaría, pero seguramente estará Esperanza dormida y créeme, no querrás despertarla.

 

Iván: (Extrañado) ¿Esperanza?

 

Marta: Mi hija.

 

Iván: (Sorprendido) ¡¿Tienes una hija?!

 

Marta: Sí, de dos años y medio. ¿No te dijeron nada Hugo y Óscar?

 

Iván: No. Se les olvidó comentarme ese pequeño detalle.

 

Marta: (Incómoda) Lo siento…

 

Los dos jóvenes se quedan unos segundos en silencio.

 

Iván: (Suspira) Bueno, será mejor que me vaya.

 

Marta esboza una forzada sonrisa.

 

Marta: Bien. Buenas noches.

 

Iván: Te llamaré.

 

Marta: Sí…

 

Iván se aleja de allí, ante la triste mirada de la joven.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ NOCHE

 

Claudia y Jaime están limpiando el local, ya cerrado, completamente en silencio. La joven mira constantemente a su marido de reojo, hasta que éste se da cuenta.

 

Jaime: ¿Qué pasa?

 

Claudia: Nada, ¿por qué?

 

Jaime: No paras de mirarme.

 

Claudia permanece unos segundos en silencio, hasta que finalmente suspira.

 

Claudia: No quiero que sigamos así.

 

Jaime: Ya lo sé, lo hablamos ayer, ¿recuerdas?

 

Claudia: Sí, pero al parecer, para ti las cosas siguen igual.

 

Jaime: Claudia…

 

Claudia: (Interrumpiéndole) No Jaime, escúchame. Todo esto ha sido por una estupidez que no sé muy bien ni siquiera a qué ha venido, pero yo te quiero. Te quiero más que a mi vida, y pienso luchar por este matrimonio.

 

Jaime guarda silencio durante unos segundos, pensando.

 

Jaime: Yo también te quiero.

 

Claudia: Entonces deja de comportarte así de una puta vez y lucha conmigo.

 

El joven la mira, sin saber qué responder.

 

CONTINUARÁ…