MANERAS DE VIVIR
Quinta temporada, capítulo 101
CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ DORMITORIO DE HUGO/ MAÑANA
Hugo y Óscar, completamente desnudos, están tumbados en la cama, abrazados. Hugo tiene la cabeza apoyada en el pecho del joven, mientras le acaricia.
Óscar: Todavía no me puedo creer que estemos así. Empezaba a pensar que tendría que acabar tirando la toalla.
Hugo fuerza una sonrisa.
Hugo: Pues ya ves. Así estamos.
Óscar: Aunque tú no es que parezcas muy ilusionado precisamente.
Hugo: No, lo estoy. De verdad.
Hugo le besa.
Hugo: De verdad. Yo también tenía muchas ganas.
Óscar: ¿Y por qué hemos tardado tanto?
Hugo: Todo lo bueno se hace esperar, ¿no?
Óscar se ríe, divertido.
Hugo: No, ahora en serio. Me porte fatal contigo, y no te lo merecías. No sabes cómo lo siento.
Óscar: No pasa nada.
Hugo: Sí, sí que pasa. Pagué contigo la muerte de Edu, como si tú tuvieras la culpa, y… lo siento. De verdad.
Óscar le besa.
Óscar: Pero ahora estamos juntos, y eso es lo que importa.
Hugo: Sí.
Vuelven a besarse.
Hugo: Pero escucha Óscar, yo… quería pedirte algo.
Óscar: Claro, tú dirás.
Hugo hace una pausa.
Hugo: Yo… necesito que vayamos despacio. Sé que los dos llevamos mucho tiempo esperando este momento, pero… no sé si todavía estoy preparado para tener algo con nadie. Por eso necesito tiempo, y poco a poco, seguro que todo va bien.
Óscar: (Sonríe) Claro que sí. Todo el tiempo que necesites. Si he esperado tanto, no me importa hacerlo un poco más.
Hugo le devuelve la sonrisa, y vuelven a besarse apasionadamente.
BAR “FOUR”/ INTERIOR/ MAÑANA
El local está lleno de gente, y Andrea está tras la barra, muy agobiada. Carlos entra en el local y al ver a la joven así esboza una divertida sonrisa. Se acerca a la barra, sentándose en una de las butacas.
Carlos: ¿Me pones un café con leche cuando puedas, por favor?
Andrea: Pues será dentro de un rato… ¡maldita la hora en la que le dije a Claudia que la sustituiría!
El chico se ríe, divertido. Andrea habla con él sin parar de servir a la gente.
Andrea: Vienes del hospital, ¿no? ¿Cómo está Lorena?
Carlos: No me han dejado verla pero me han dicho que esta tarde la llevan a prisión, así que supongo que estará bien.
Andrea: Menuda loca tienes de ex novia.
Carlos: ¿Cuál de todas?
Los dos se ríen, divertidos. Andrea por fin puede servir el café al chico, el cual, de repente, se pone muy nervioso.
Carlos: Oye, yo… me estaba preguntando si… no sé… a lo mejor te apetecería… que saliéramos a cenar alguna noche los dos juntos… y solos…
Andrea: (Sorprendida) ¡¿Qué?!
Carlos: Bueno, que si no quieres no pasa nada, que yo…
Andrea le interrumpe, feliz.
Andrea: No, claro que quiero… ¡por supuesto que sí!
Carlos: (Sonríe) ¡Genial!
Los dos jóvenes se quedan mirando unos segundos fijamente a los ojos, contentos.
Señor: ¡Oiga, señorita!
Andrea: (Molesta) ¡Cállese! ¿No ve que estoy viviendo un momento muy bonito?
Carlos se ríe, divertido.
CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi
KRISTEN BELL
CHACE CRAWFORD
RUPERT GRINT
VANESSA HUDGENS
JESSE MCCARTNEY
JESSE METCALFE
JARED PADALECKI
HAYDEN PANETTIERE
JESSICA STROUP
TOM WELLING
CAPÍTULO 101: El legado
Con…
MAGGIE GRACE
PRISIÓN DE GIJÓN/ SALA DE VISITAS/ MAÑANA
Lidia está sentada en un lado del cristal. Espera, impaciente, cuando oye como las verjas se abren y Lorena se sienta al otro lado, con muy mala cara. Ambas cogen el teléfono.
Lidia: ¿Cómo te encuentras?
Lorena: (Irónica) Estupendamente, ¿no me ves?
Lidia: No sabes cómo siento que hayas acabado aquí, Lorena, yo…
Lorena: (Interrumpiéndola) No te preocupes. Yo ya sabía que acabaría aquí… lo que no sabía es que sería con una bala en la espalda y sin haber conseguido hacer daño a nadie.
Lidia esboza una forzada sonrisa.
Lidia: Hombre, a Jorge…
Lorena: ¿Sigue en el hotel?
Lidia: Aha.
Lorena: ¿Qué piensas hacer con él?
Lidia: Si te digo la verdad no lo sé, Lorena. Por eso es por una de las causas por las que he venido.
Lorena: Ya.
Las dos jóvenes se quedan unos segundos en silencio.
Lorena: Tienes que soltarle.
Lidia: ¿Qué? ¡Me delatará!
La rubia esboza una forzada sonrisa.
Lorena: Tranquila. Busca algo para chantajearle y lo encontrarás. Jorge guarda muchos secretos.
Lidia mira a su prima, sin entender nada.
Lidia: ¿Pero de qué va a servir soltarle?
Lorena: Tienes que empezar de cero, Lidia.
Lidia: (Extrañada) ¿Qué quieres decir?
Lorena: Que ahora la venganza está en tus manos, y la vas a tener que hacer tú sola. Ya has visto lo malas personas que son. Hicieron que me dispararan. Ahora tú tienes el legado.
La joven mira a Lorena, sin saber qué responder.
PISO DE MARTA/ DORMITORIO DE MARTA/ TARDE
Isra está sentado en la cama de su amiga, mirando a Esperanza dormir, cuando Marta aparece por allí con un par de refrescos en la mano. Después de darle uno a su amigo, se sienta a su lado.
Isra: Así que todavía no sabes nada de Jorge, ¿no?
Marta: No… ¿sabes? Empiezo a pensar que Laura podría tener razón, y que simplemente ha vuelto a desaparecer de nuevo.
Isra: Los dos sabemos que no es eso lo que ha pasado, Marta. Estuvo noche y día contigo en el hospital durante todo el verano… ¿de verdad crees que ahora va a desaparecer así sin más? Es imposible.
Marta: (Suspira) Es que si no, no sé qué pensar.
Isra: Tiene que haber una explicación lógica para todo esto.
Marta: Supongo…
Los dos amigos se quedan unos segundos en silencio, hasta que Marta esboza una forzada sonrisa.
Marta: Bueno, ¿y tú qué? ¿Qué tal van las clases?
Isra: Bien…
Marta se da cuenta de que su amigo no le está diciendo toda la verdad.
Marta: ¿Seguro?
Isra: Sí, claro que sí. ¿Por qué iba a mentirte?
Marta: No, no. Por nada.
Los dos se quedan unos segundos en silencio.
Marta: ¿Siguen metiéndose contigo?
Isra: Sí, pero me da igual. Que digan lo que quieran. No tengo de qué avergonzarme.
Marta: Ya…
Marta mira a su amigo, sin creerle.
HOTEL “PALACE”/ HABITACIÓN 356/ NOCHE
Jorge continúa maniatado a la silla. Intenta soltarse, pero en ese momento escucha la puerta abrirse. Al mirar hacia allí ve a Lidia cerrándola de nuevo, con una amplia sonrisa dibujada en su rostro.
Lidia: Buenas noches.
Jorge: ¿Dónde te habías metido? Tengo hambre.
Lidia: Te recuerdo que estás secuestrado. No tienes derecho a pedir nada.
La joven, sin borrar la sonrisa de su cara, se sienta en la cama, frente al joven.
Lidia: De todas formas, ya que me has preguntado, te voy a responder. He estado en la comisaría, y luego he hecho algunas llamadas.
Jorge: (Extrañado) ¿Llamadas?
Lidia: Aha. Y deberías alegrarte. Esta noche vas a ser libre de nuevo.
Jorge mira a la chica, sin poderse creer lo que acaba de escuchar.
Jorge: ¿Hablas en serio?
Lidia: Sí. Pero antes tenía que asegurarme de que no irás a la policía, y de que no le contarás a nadie todo lo que ha pasado aquí durante estas dos semanas.
Jorge: Eso lo tienes un poco difícil.
Lidia: No lo creo.
Jorge: ¿Por qué estás tan segura?
La sonrisa de Lidia se hace todavía más grande.
Lidia: He estado haciendo mis investigaciones… a ti lo de abandonar niños te va, ¿verdad?
Jorge: (Extrañado) ¿De qué estás hablando?
Lidia: De Sasha. ¿Ya no te acuerdas de él? Es tu hijo. Tu hijo pequeño.
Jorge mira a la chica, incrédulo.
PARQUE “RUISEÑORES”/ NOCHE
Andrea y Hugo están sentados en uno de los bancos, fumándose un cigarro mientras charlan animadamente.
Andrea: Ya era hora de que te dejaras ver el pelo, porque desde la boda…
Hugo: Sí, bueno. He estado ocupado.
Andrea: Follando, ¿no?
Los dos amigos se ríen, divertidos.
Andrea: ¿Qué tal te va con Óscar?
Hugo: Bien… bueno, ya sabes, vamos poco a poco… pero muy bien.
Andrea: (Divertida) ¿Poco a poco? Lleváis tres días encerrados en casa.
Hugo: Estamos recuperando el tiempo perdido.
Andrea: Ya veo, ya.
Vuelven a reírse.
Hugo: ¿Y tú con Carlos qué tal?
Andrea: Pues más o menos como tú y Óscar.
Hugo: (Sorprendido) ¿En serio?
Andrea: Sí. No sé si fue lo que pasó en la boda con Lorena o alguna conversación que sospecho que tuvo con Laura, pero está inagotable últimamente.
Hugo: ¿Pero estáis saliendo en plan serio?
Andrea: No…
La joven se queda unos segundos en silencio, pensando.
Andrea: Bueno, no lo sé. No hemos hablado sobre el tema.
Hugo: Pues deberíais hacerlo. Si para él solamente están siendo unos simples polvos, lo acabarás pasando mal.
Andrea: No. Carlos no es como yo. No se acuesta con nadie si no siente nada. Además, me ha pedido que cenemos algún día.
Hugo: Quizás sea para aclarar las cosas.
Andrea: Sí. Quizás.
Andrea pierde su mirada en el vacío, preocupada.
HOTEL “PALACE”/ HABITACIÓN 356/ NOCHE
Jorge: ¿Cómo sabes todo eso?
Lidia se tumba en la cama, con una cínica sonrisa dibujada en su rostro.
Lidia: Lorena no es la única que sabe buscarse la vida.
Jorge: (Enfadado) Eres una hija de puta…
Lidia: Tranquilo Jorge. Te voy a dejar libre. Solo tienes que prometerme que no dirás a nadie lo que ha pasado en esta habitación durante todo este tiempo.
Jorge: Ni en tus mejores sueños.
La joven se levanta de la cama, sin borrar la sonrisa de su cara.
Lidia: Piénsalo bien, Jorge… porque si te libero y dices algo, a lo mejor me veo en la obligación moral de decirle a todo el mundo lo de Sasha… y de cómo le abandonaste a pesar de la muerte de su madre. ¿Cómo crees que le sentará eso a Marta?
Jorge: Eres una hija de puta…
Lidia: No más que tú, Jorge. Piénsalo. Tienes hasta mañana por la mañana.
Lidia sale de la habitación, ante la impotente mirada de Jorge.
FACULTAD DE MEDICINA/ HALL/ MAÑANA
Isra está sentado en un banco, mirando unos apuntes, cuando un grupo de compañeros suyos, encabezados por Iñigo, pasa a su lado.
Iñigo: Ey chicos, mirad. Aquí tenemos al maricón.
El grupo se detiene ante él, que ni siquiera levanta la vista.
Iñigo: Vaya, vaya… parece que la niña tiene miedo.
Isra se levanta, suspirando.
Isra: Iros a la mierda.
El pelirrojo se aleja por el pasillo, e Iñigo se gira hacia sus amigos.
Iñigo: Ahora vengo.
El joven le sigue, hasta que le da alcance.
Iñigo: ¿Qué estás haciendo?
Isra: Olvídame.
Iñigo: Eres un puto maricón.
Isra: (Irónico) ¿Y tú no?
Iñigo: (Indignado) ¡¿Qué?!
Isra se gira hacia el joven, haciéndole frente por fin.
Isra: ¡Tú fuiste el que me invitaste a cenar, ¿recuerdas?!
Iñigo: Y tú el que me invitaste a tomar la última en casa. ¿De verdad pensabas que era uno de los tuyos?
Isra: ¡Me acompañaste hasta allí! ¿Por qué ibas a hacerlo si no querías nada más?
Iñigo: ¿A lo mejor porque soy amable?
Isra acerca su rostro a escasos milímetros del de su compañero, furioso.
Isra: Eres un hijo de puta.
El pelirrojo se aleja de allí dejando solo a su compañero, sorprendido por su actitud.
PISO DE CARLOS Y ANDREA/ SALÓN/ MEDIODÍA
Carlos se está metiendo unos libros en su mochila, que reposa sobre el sofá, cuando escucha a Andrea llegar a casa. Se gira a mirarla, sonriente.
Carlos: Hola.
Andrea: ¿Te vas?
Carlos: Sí. Voy un rato a la biblioteca a estudiar.
Andrea: Bien.
Conforme la joven deja la mochila en el sofá, Carlos coge la suya y se la cuelga al hombro, para luego caminar hacia la puerta. La abre, pero antes de salir, se gira hacia la chica.
Carlos: ¿Tienes que ir esta tarde al Four?
Andrea: No, hoy estará todo el día Diego… que por cierto, creo que no está demasiado contento con mi trabajo.
Carlos: (Extrañado) ¿Por qué?
Andrea: No lo sé, pero últimamente está súper raro.
Carlos: Bueno, no te preocupes. La semana que viene, Claudia y Jaime ya estarán aquí otra vez.
Andrea: Sí.
Los dos se quedan unos segundos en silencio.
Carlos: Te lo preguntaba… porque si no tienes que ir… podríamos cenar esta noche juntos… ¿qué te parece?
Andrea: (Sonríe) Claro.
Carlos sonríe, ilusionado.
Carlos: Perfecto. Vendré sobre las ocho, ¿vale? Yo me encargo de todo.
Andrea: Muy bien.
Carlos: Hasta luego.
Andrea: Chao.
El joven sale del piso y Andrea se deja caer sobre el sofá, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.
HOTEL “PALACE”/ HABITACIÓN 356/ TARDE
Jorge continúa maniatado en la silla. Intenta quitarse las cuerdas cuando la puerta se abre dando paso a Lidia, sonriente, que lleva en sus manos una bolsa de plástico.
Lidia: Buenas tardes.
La joven no obtiene respuesta. Se sienta en la cama, frente al chico.
Lidia: ¿Se te ha comido la lengua el gato?
Jorge sigue sin hablarla. Ni tan siquiera la mira, pero ella no borra la sonrisa de su cara.
Lidia: Está bien, como quieras.
Lidia saca un bocadillo de bacon de la bolsa de plástico, y empieza a comérselo, saboreándolo ante el joven.
Lidia: Mmmmhhhhh, está delicioso. El bacon es una de tus comidas favoritas si mal no recuerdo, ¿verdad? ¿Cuánto tiempo llevas sin comerte uno de estos?
El chico sigue sin responder.
Lidia: ¿Has pensado ya algo sobre lo que te he comentado esta mañana? Te recuerdo que el tiempo se acaba…
Jorge por fin mira a la chica, furioso.
Jorge: No pienso llegar a ningún acuerdo con una puta como tú.
Lidia: Ya.
Ambos se quedan unos segundos en silencio. Lidia sigue comiendo, sin borrar la sonrisa de su cara.
Lidia: ¿Sabes? Esta tarde he estado con Marta y con Esperanza. La niña está guapísima, y muy grande.
Jorge: Eres una zorra.
Lidia: Es una pena que a lo mejor no pueda seguir creciendo, ¿verdad?
Jorge: (Extrañado) ¿Qué quieres decir?
Lidia: No me gustaría atacar a una niña pequeña por los errores que ha cometido su padre… pero no me estás dejando otra alternativa.
Jorge: (Amenazante) Ni se te ocurra tocar a mi hija.
Lidia se pone triste, encogiéndose de hombros.
Lidia: Salvarla está en tus manos.
Jorge se queda unos segundos en silencio, meditando, hasta que finalmente suspira.
Jorge: Está bien.
Lidia: ¿El qué está bien?
Jorge: No diré nada. Pero te lo pido por favor, deja en paz a Esperanza.
La joven vuelve a esbozar una cínica sonrisa.
Lidia: ¿Lo ves? Sabía que podríamos llegar a un acuerdo.
Lidia rebusca en su bolso, y saca de su interior un cuchillo. Se lo pone al joven entre sus manos.
Lidia: Aquí tienes. Cuando consigas cortar las cuerdas, serás libre.
La chica camina hacia la puerta, pero antes de salir, se gira hacia Jorge una última vez.
Lidia: Nos veremos muy pronto, Jorge.
La chica se marcha.
Jorge: Eso ni lo dudes…
BAR “FOUR”/ INTERIOR/ TARDE
Marta está sentada en el sofá de siempre, tomándose un refresco. Esperanza está sentada a su lado, jugando con una muñeca. Isra se acerca a ambas, con otro refresco entre sus manos, y se sienta junto a su amiga.
Isra: ¿No te parece que Diego está un poco raro?
Marta: Sí. No sé que le pasará.
Los dos se quedan unos segundos en silencio.
Marta: ¿Cómo te ha ido esta mañana en clase?
Isra: Bueno… creo que se puede decir que bien.
Marta: ¿Sí?
Isra: Aha.
Marta: ¿Y ha pasado algo en especial para que hayas cambiado tan repentinamente de opinión?
Isra se queda unos segundos en silencio, hasta que esboza una amplia sonrisa.
Isra: Me he enfrentado a Iñigo.
Marta: (Sorprendida) ¡¿Qué?!
Isra: Estaba hasta los cojones. No podía más.
Marta también esboza una sonrisa.
Marta: Estoy muy orgullosa de ti, Isra. Ya era hora.
Isra: Lo sé. Gracias.
Ambos se quedan en silencio unos segundos.
Isra: ¿Y tú qué? ¿Has conseguido por fin saber algo de Jorge?
Marta: Nada. Incluso he llamado a sus padres, pero ellos tampoco tienen noticias suyas.
Isra: Seguro que acaba apareciendo.
Marta: No sé qué decirte, Isra. Empiezo a pensar que quizás haya vuelto a huir. No sería la primera vez.
Isra coge la mano de su amiga, intentando tranquilizarla.
Isra: Verás como todo se arregla, Marta.
PISO DE CARLOS Y ANDREA/ SALÓN/ NOCHE
Carlos y Andrea, sentados a la mesa, terminan de cenar. Andrea se recuesta en la silla, sonriendo.
Andrea: Estaba todo buenísimo.
Carlos: (Sonríe) Gracias.
Andrea: No sabía que cocinaras tan bien.
Carlos: Soy una caja de sorpresas.
Andrea: (Riendo) Ya veo.
Los dos se quedan unos segundos en silencio, hasta que Andrea suspira.
Andrea: Mira Carlos, me lo he pasado genial esta noche, pero… ¿por qué has hecho todo esto?
Carlos: (Extrañado) ¿A qué te refieres?
Andrea: Todo lo que ha pasado últimamente… necesito que te decidas. Una cosa u otra, pero hazlo ya.
Carlos permanece en silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente esboza una sonrisa.
Carlos: Te quiero, Andrea. No he dejado de hacerlo en ningún momento.
Andrea: (Emocionada) ¿En serio?
Carlos: Absolutamente. Pero tengo miedo.
Andrea: Ya, ya lo sé.
Andrea se levanta y da la vuelta a la mesa, para sentarse encima de Carlos.
Andrea: Pero si vamos despacio, poco a poco, no tiene que pasarnos otra vez lo mismo. Porque ahora, yo también tengo claro que te quiero.
Carlos: ¿Entonces lo intentamos?
Andrea: ¿En serio estás haciendo esa pregunta?
Carlos se ríe, divertido, y los dos jóvenes se besan apasionadamente.
CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ SALÓN/ NOCHE
Óscar y Hugo están abrazados en el sofá a oscuras, viendo una película, cuando escuchan como Isra llega a casa. El pelirrojo enciende la luz.
Isra: Buenas noches.
Hugo: Buenas.
Hugo se acerca más a Óscar para dejar hueco a su amigo, que se sienta junto a ellos.
Isra: ¿Qué veis?
Hugo: Una ñoñería.
Óscar: A mí me está gustando.
Hugo: Porque tú también eres bastante ñoño.
Óscar se ríe, divertido.
Hugo: ¿Cómo te ha ido el día?
Isra: Bien, bastante bien… aunque estoy algo cansado. Después de clase me he ido a comer con Marta, y luego hemos estado tomando algo en el Four.
Hugo: Que guay, por lo menos habéis salido de casa.
Óscar: (Molesto) Cualquiera diría que has estado mal aquí conmigo.
Hugo: No es eso, no te enfades. Solo digo que no pasa nada porque salgamos algún día a dar un paseo, nada más. Que parece que te avergüenzas de mí o algo.
Óscar: No digas chorradas.
Isra se levanta, incómodo.
Isra: Yo… creo que será mejor que me vaya.
Óscar: No, déjalo.
El joven también se levanta.
Óscar: Ya me voy yo.
Hugo: Pero la película…
Óscar: Ya no me apetece verla.
Óscar sale del salón, e Isra mira a su amigo, extrañado. Éste se encoge de hombros.
Hugo: A mí no me mires. Hemos estado perfectamente todo el día… hasta ahora.
PISO DE MARTA/ SALÓN/ NOCHE
Marta y Lidia están sentadas en el sofá. Lidia va vestida de manera provocativa, mientras su amiga ya tiene el pijama puesto.
Lidia: ¡No me puedo creer que sea viernes y no pienses salir de casa!
Marta: No puedo dejar sola a Esperanza, Lidia. Te lo he dicho ya veinte mil veces.
Lidia: ¿Y tus padres?
Marta: Mis padres me matan si les dejo a la niña para irme de fiesta.
Lidia: Joder, que sosos… ¡ni que odiasen a su nieta!
Marta: No digas gilipolleces. El problema es que no es su hija, es la mía, y de ella me tengo que hacer cargo yo.
Lidia: (Suspira) ¡Me desesperas!
Marta está a punto de responder a la joven, pero en ese momento suena el timbre.
Lidia: Voy yo.
Lidia se levanta y abre la puerta. Esboza una cínica sonrisa al ver que es Jorge el que se encuentra al otro lado.
Lidia: Vaya, mira a quién tenemos aquí.
Jorge lanza una mirada llena de ira a Lidia, y Marta se gira hacia ellos.
Marta: (Sorprendida) ¡Jorge!
CONTINUARÁ…