MANERAS DE VIVIR

 

Sexta temporada, capítulo 130

 

Fecha de emisión: 10 de julio del 2014

 

APARTAMENTO DE JAIME Y CLAUDIA / COCINA / MAÑANA

 

Jaime, todavía en calzoncillos, está sentado en una de las banquetas, tomándose el café mientras lee unos folletos, cuando Claudia aparece por allí, ya completamente vestida y con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

 

Claudia: Buenos días.

 

Jaime:Veo que te levantas animada.

 

Claudia: Por supuesto.

 

La joven, sin percatarse del folleto que está leyendo su marido, le da un beso y se sirve un café. Después, se sienta al lado del joven y es entonces cuando le mira con curiosidad.

 

Claudia: ¿Qué lees?

 

Jaime: (Sonríe) Echa un ojo.

 

Claudia coge el folleto y comienza a leerlo. Cuando se da cuenta de lo que es, su cara cambia radicalmente.

 

Claudia: Estás de coña, ¿no?

 

Jaime: (Extrañado) No, ¿por qué?

 

La chica coge aire, intentando mantener la calma.

 

Claudia: No entiendes nada, Jaime. ¿Crees que esto va a sustituir el tener nuestro propio hijo? ¿El sentirle dentro de mí? ¿De verdad lo crees?

 

Jaime: Claudia cielo, solo estoy intentando barajar alternativas, nada más.

 

Claudia se levanta, con los ojos llenos de lágrimas.

 

Claudia: Pues no las hay, Jaime. No las hay.

 

La joven sale llorando de allí, ante la preocupada mirada de Jaime, que coge de nuevo el folleto y le echa un último vistazo.

 

PISO DE MARTA / SALÓN / MAÑANA

 

El timbre suena de manera insistente. Marta camina hacia la puerta y se sorprende cuando, al abrirla, se encuentra a un sonriente Iván, con una bolsa entre sus manos.

 

Marta: Ey, ¿habíamos quedado?

 

Iván: No, pero me apetecía verte.

 

Marta: (Sonríe) Eres tan mono.

 

Se besan.

 

Marta: Pasa, anda.

 

El joven entra en el piso mientras su novia cierra la puerta.

 

Iván: ¿Está Esperanza levantada? Le he traído un regalito.

 

Marta: Sí, claro… si nos tenemos que ir al cole en media hora. ¡Esperanza! ¡Ven aquí!

 

La niña no tarda en aparecer por allí, todavía en pijama y con cara de sueño.

 

Esperanza: ¿Qué pasa?

 

Iván se agacha para estar a su altura, sin borrar la enorme sonrisa de su cara.

 

Iván: Te traigo un regalito.

 

El chico saca de la bolsa una muñeca Barbie y se la tiende a la joven.

 

Iván: Espero que te guste.

 

Esperanza: ¡Es muy fea! ¡No la quiero!

 

Marta: (Indignada) ¡Esperanza!

 

Esperanza sale corriendo del salón, sin hacer caso a su madre, mientras Iván se reincorpora y, triste, vuelve a meter la Barbie en la bolsa.

 

Marta: Lo siento…

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Iván: No te preocupes. Supongo que tendré que ir acostumbrándome.

 

Marta mira a su novio, preocupada.

 

CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi

 

Kristen Bell, Chace Crawford, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Jared Padalecki, Hayden Panettiere, Shawn Pyfrom, Jessica Stroup

 

CAPÍTULO 130: Un paso adelante

 

CALLES DE GIJÓN / MAÑANA

 

Lucas conduce su coche por las calles de la ciudad, camino al trabajo, mientras Óscar, sentado en el asiento del copiloto, va mirando unos papeles, con los ojos cubiertos por unas gafas de sol.

 

Óscar: Joder, todo esto es un follón… no hay quien se entere de nada.

 

Lucas: (Divertido) ¿Lo ves? Te lo había dicho, pero claro, como tienes que venir siempre tú, que sabes más que nadie…

 

Óscar: (Molesto) ¡Vete a la mierda!

 

Su novio se ríe, divertido.

 

Óscar: ¿Sabes quién sí sabe mucho sobre estas cosas?

 

Lucas: ¿Quién?

 

Óscar: Hugo. El lleva declarando varios años, así que quizás podríamos pedirle ayuda… y como compensación, le invitamos a cenar.

 

Lucas: Ni de coña.

 

Óscar: (Extrañado) ¿Por qué?

 

Lucas: Porque una cosa es que acepte que cuando os encontréis por la calle os saludéis y os preguntéis qué tal, y otra muy diferente es invitarle a mi apartamento a cenar.

 

Óscar: Pero Lucas, es una cena inofensiva… y además, vas a estar tú delante.

 

Lucas: (Molesto) He dicho que no, y punto. No quiero que Hugo pise nuestro apartamento.

 

Óscar mira al joven, sin entender nada.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena la canción “Cadillac solitario” de Lokillo.

 

Marta, tomándose un café, está sentada en una de las butacas mientras Claudia, al otro lado de la barra, la observa aunque no parece estar prestando mucha atención a su amiga.

 

Marta: De verdad, ¿te lo puedes creer? He pasado una vergüenza… yo ya no sé qué hacer para que las cosas se arreglen entre ellos.

 

Claudia continúa en silencio.

 

Marta: ¿Claudia?

 

No hay respuesta.

 

Marta: ¡Claudia!

 

Claudia: (Extrañada) ¿Qué pasa?

 

Marta: No me estás escuchando.

 

Claudia: Sí, claro que sí. Me estabas diciendo que…

 

Marta: (Interrumpiéndola) Mira, no pierdas el tiempo intentando engañarme, y dime en qué estabas pensando.

 

La camarera guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Claudia: Es Jaime. Creo que está empezando a valorar la adopción de un niño.

 

Marta: (Extrañada) ¿Y cuál es el problema? Queríais ser padres, ¿no? A mí me parece una idea fantástica.

 

Claudia: (Molesta) ¿Cómo puedes decir eso, Marta? Tú eres madre. Deberías saber mejor que nadie lo especial que tiene que ser sentir a tu niño dentro de ti, saber que llevas una vida en tu interior…

 

Marta: No es tan agradable, te lo aseguro. Vale, te crecen las tetas, pero también los tobillos, el culo y la barriga. ¿Sabes lo que puedes llegas a engordar? Yo, en el último trimestre del embarazo pasé muchísimos problemas de espalda. Créeme, si me hubieran dado la opción entre hijo biológico o adpotado, habría elegido a este último sin dudarlo.

 

Claudia: (Sorprendida) ¿De verdad?

 

Marta: Completamente.

 

Claudia mira a su amiga, sin saber muy bien qué decir.

 

PISO DE CARLOS / SALÓN / MAÑANA

 

Carlos y Jaime están sentados en el sofá, tomándose cada uno un café y fumándose un cigarro. Los dos parecen bastante preocupados.

 

Carlos: Llevo días sin saber nada de ella. No sé qué está pasando, pero… estoy preocupado. ¿Y si Lidia le ha hecho algo?

 

Jaime: Andrea sabe arreglárselas ella sola.

 

Carlos: Sí, pero Lidia es muy peligrosa…

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos, hasta que Carlos suspira.

 

Carlos: Estoy pensando en ir a su casa.

 

Jaime: No seas estúpido. Si vas a su casa, vuestro plan se vendrá abajo, y lleváis casi un año trabajando en él.

 

Carlos: Me importa más la vida de Andrea que nuestro plan.

 

Jaime: Ten un poco de paciencia y espera unos días más. Si dentro de unos días sigues sin saber nada de ella… entonces haremos algo. Te lo prometo.

 

Carlos: Está bien…

 

De nuevo silencio.

 

Carlos: Bueno, ¿y a ti qué te pasa?

 

Jaime: (Extrañado) ¿A mí?

 

Carlos: Estás muy serio desde que has venido.

 

Jaime: No es nada, solo es que… he vuelto a discutir con Claudia.

 

Carlos: ¿Qué ha pasado esta vez?

 

Jaime: Me ha visto leyendo unos folletos de adopción y no le ha sentado demasiado bien.

 

Carlos: ¿No le habías comentado nada?

 

Jaime: No… es que tampoco iba muy en serio, ¿sabes? Simplemente quería saber cómo iba el tema, nada más. Pero no veas cómo se ha puesto…

 

Carlos: Bueno, se le pasará, ya lo verás. Sois Jaime y Claudia, lo superáis todo.

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Jaime: Sí… todo.

 

APARTAMENTO DE LIDIA Y ANDREA / DORMITORIO DE LIDIA Y ANDREA / MAÑANA

 

Andrea continúa atada en una silla en medio del dormitorio, con la boca tapada con cinta aislante y las lágrimas recorriendo sus mejillas. La joven, desesperada, empieza a hacer ruidos con la silla contra el suelo, pero enseguida se escuchan unos fuertes golpes en la puerta.

 

Lidia: (Off) ¡Cállate! ¡Ya te he dicho lo que tienes que hacer para salir de ahí, así que hasta que no me digas dónde está la pistola, acostúmbrate a esto!

 

Lo único que puede hacer la joven es llorar más intensamente.

 

CALLES DE GIJÓN / MAÑANA

 

Hugo camina rápidamente, cubriendo sus ojos con unas gafas de sol, cuando ve a Lucas sentado en un banco, fumándose un cigarro y también con unas gafas de sol en sus ojos. Tras dudar durante unos segundos, el joven se acerca a él.

 

Hugo: Buenos días.

 

Lucas alza la mirada, forzando una revista.

 

Lucas: Hola. ¿Cómo estás?

 

Hugo: Bien, ahora volvía de una entrevista de trabajo.

 

Lucas: ¿Y cómo ha ido?

 

Hugo: Podría haber ido peor. A ver si hay suerte, pero tal y como están las cosas…

 

Lucas: Bueno, seguro que va bien. ¿De qué es?

 

Hugo: De teleoperador. No es que sea el sueño de mi vida, pero a mi madre ahora mismo no le están yendo las cosas del todo bien por Buenos Aires y no va a poder seguir pasándome tanto dinero como antes, así que me tengo que buscar algo ya.

 

Lucas: (Preocupado) ¿Tan mal están las cosas?

 

Hugo: De momento no, pero podrían estarlo.

 

Lucas: Ya…

 

Un tenso silencio surge entre ambos, hasta que Lucas suspira.

 

Lucas: Oye, ¿te apetecería venir a cenar a casa esta noche? Óscar me ha comentado que estáis intentando recuperar vuestra amistad, y creo que sería bueno que lo hiciéramos los tres juntos, ¿no te parece?

 

Hugo: (Sorprendido) ¿Lo dices en serio?

 

Lucas: Tampoco quiero que te sientas forzado, ¿eh? Si no te apetece, no…

 

Hugo: (Interrumpiéndole) No, sí, sí. Me apetece, claro que me apetece… ¿qué tal si me paso a eso de las nueve?

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Lucas: Estupendo.

 

Hugo: Genial entonces. Hasta luego.

 

Lucas: Chao.

 

Hugo se aleja de allí mientras Lucas no le quita ojo de encima, preguntándose si ha hecho lo correcto.

 

PARQUE “RUISEÑORES” / TARDE

 

Marta termina de poner unos sándwiches en un plato, colocado a su vez sobre un mantel en el césped, mientras Esperanza, a escasos metros de ella, juega con una de sus muñecas preferidas.

 

Esperanza: ¿Falta mucho para la merienda?

 

Marta: No. Al menos, no debería.

 

Esperanza: ¿Pero a quién estamos esperando?

 

Marta: (Sonríe) Es una sorpresa.

 

Esperanza: (Contenta) ¿A tito Isra?

 

Marta: No, a tito Isra no. A alguien mejor.

 

Esperanza está a punto de decir algo más, pero justo en ese momento Iván se acerca a ellas, con una forzada sonrisa dibujada en su rostro.

 

Iván: Buenas tardes.

 

Esperanza: (Molesta) ¿Tú qué haces aquí? Estamos esperando a alguien, no puedes quedarte.

 

La pareja se mira, incómoda.

 

Marta: Esperanza, cariño… Iván es al que estábamos esperando.

 

Esperanza: ¡No! ¡No, no y no! ¡No quiero que se quede!

 

La niña se levanta y empieza a dar vueltas alrededor de la manta, a punto de llorar.

 

Marta: Esperanza…

 

Esperanza: (Interrumpiéndola) ¡No quiero que esté aquí! ¡No quiero!

 

Iván: Creo que lo mejor será que me vaya.

 

Marta: Iván, por favor, no…

 

El joven la interrumpe, forzando una sonrisa.

 

Iván: No te preocupes, no pasa nada. Hablamos esta noche.

 

Iván se aleja de allí, ante la triste mirada de su novia.

 

Esperanza: ¡Eso! ¡Vete!

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena la canción “Soldier”, de Gavin DeGraw.

 

Solo dos mesas del local están ocupadas y Claudia se encuentra tras la barra, leyendo una revista, cuando entra Jaime y, al ver a su esposa, fuerza una sonrisa.

 

Jaime: Buenas tardes.

 

Claudia también esboza una forzada sonrisa.

 

Claudia: Hola.

 

El joven entra tras la barra y da un fugaz beso a Claudia.

 

Jaime: ¿Cómo te encuentras? ¿Ya no estás enfadada?

 

Claudia: (Avergonzada) No… y escucha Jaime, respecto a eso… he estado pensando, y… bueno, creo que tienes razón… que podría ser una opción a valorar.

 

Jaime: No.

 

Claudia: (Sorprendida) ¿Cómo que no?

 

Jaime: No quiero forzarte a nada, Claudia, y además tampoco es que me hubiese planteado la opción de adoptar, simplemente estaba barajando alternativas. Me has visto mirando ese folleto como podría haber estado leyendo cualquier otro, así que no te preocupes. De verdad.

 

Claudia: Pero…

 

Jaime, sin dar oportunidad a su mujer para que hable, entra en el almacén, ante la atónita mirada de la joven.

 

APARTAMENTO DE LIDIA Y ANDREA / DORMITORIO DE LIDIA Y ANDREA / TARDE

 

Andrea duerme, intranquila, atada a la silla y todavía con la boca tapada, pero el sonido de la puerta al abrirse hace que se despierte. Ve a Lidia entrando en el dormitorio, con una enorme sonrisa dibujada en su oreja y un plato con  unos trozos de manzana entre sus manos.

 

Lidia: ¿Ves cómo no soy tan mala? Te traigo algo para cenar.

 

La joven se arrodilla frente a su amante y deja el plato en el suelo.

 

Lidia: Voy a quitarte la cinta… pero no grites, ¿vale?

 

Lidia se la quita de golpe. Andrea coge aire por la boca.

 

Andrea: Eres una hija de puta…

 

Lidia: (Molesta) ¡Oye, no te pases!

 

Andrea: ¿Qué no me pase? ¿Lo dices en serio? ¿Es que acaso no ves lo que estás haciendo, Lidia? ¡Estás loca, joder!

 

Lidia: (Atónita) ¿Qué has dicho?

 

Andrea: Que estás loca.

 

La chica, sin dudarlo un solo segundo, da un fuerte bofetón a Andrea para luego, sin apenas dejarla reaccionar, volver a taparla la boca.

 

Lidia: Te has quedado sin cena. Eso te pasa por ser una chica tan mala.

 

Tras recoger el plato con la manzana, Lidia se levanta y sale del dormitorio, cerrando la puerta tras ella. Los ojos de Andrea se llenan de lágrimas.

 

APARTAMENTO DE LUCAS Y ÓSCAR / SALÓN / NOCHE

 

Sentados a la mesa, Lucas, Óscar y Hugo terminan de cenar. Éste último esboza una amplia sonrisa tras tragar su último trozo de carne.

 

Hugo: Estaba todo buenísimo… tu cocina ha mejorado mucho.

 

Óscar: (Sonríe) Se hace lo que se puede.

 

Lucas: No se le da nada mal, la verdad.

 

Óscar: ¡Bueno, ya basta! ¡Qué vais a hacer que me sonroje!

 

Los tres jóvenes se ríen, divertidos, hasta que Óscar se levanta.

 

Óscar: Por cierto, tengo una sorpresa. Ahora vuelvo.

 

Óscar sale del salón mientras Lucas y Hugo se miran, sin entender nada. El joven no tarda en regresar por allí, todavía con una enorme sonrisa en su rostro y con una pequeña tarta entre sus manos. La deja sobre la mesa antes de sentarse.

 

Óscar: Tarta de tres chocolates. Tu favorita.

 

Hugo: (Sorprendido) ¿En serio?

 

Óscar: Sí. Ya que estamos intentando retomar nuestra amistad, he pensado que era una buena manera de hacerlo.

 

Hugo: (Sonríe) Estoy de acuerdo.

 

Ambos se ríen mientras Lucas les observa, sin poder evitar el sentirse celoso.

 

PISO DE MARTA / SALÓN / NOCHE

 

Marta y Esperanza llegan a casa. La primera lleva la cesta del picnic entre sus manos, mientras su hija continúa jugando con su muñeca favorita. Tras dudar durante unos segundos, Marta deja la cesta sobre la mesa y mira a su hija, suspirando.

 

Marta: Tenemos que hablar, Esperanza.

 

Esperanza: (Extrañada) ¿Qué pasa?

 

Marta: Hoy te has portado muy mal con Iván.

 

Esperanza: No me cae bien.

 

Marta: Pues es muy bueno, y él solo intenta ser tu amigo. Le hace mucho daño que lo trates tan mal, ¿sabes?

 

Esperanza: Yo ya tengo a mis amigos, no me hacen falta más.

 

Marta: Cariño…

 

La chica hace una pausa antes de seguir hablando, como si estuviera buscando las palabras adecuadas.

 

Marta: Iván me quiere. Y también te quiere a ti, y quiere formar parte de nuestras vidas. Yo creo que es justo que le demos una oportunidad, ¿no?

 

Esperanza: No, mamá. No quiero dársela.

 

Marta: Esperanza…

 

Esperanza: (Interrumpiéndola) Tito Isra también nos quiere, y con él nos vale.

 

La niña, sin decir nada más, sale del salón mientras su madre se deja caer sobre el sofá, suspirando.

 

APARTAMENTO DE JAIME Y CLAUDIA / SALÓN / NOCHE

 

Claudia está sentada en el sofá, tomándose un botellín de cerveza mientras ve la televisión, cuando Jaime aparece por allí, vistiendo tan solo unos calzoncillos, y mira preocupado a su mujer.

 

Jaime: ¿No vienes a la cama?

 

La joven fuerza una sonrisa.

 

Claudia: No, no tengo sueño.

 

Jaime: Ya…

 

Ambos permanecen unos segundos en silencio hasta que Jaime, suspirando, se sienta junto a la chica.

 

Jaime: Hay otra opción.

 

Claudia: Jaime…

 

Jaime: (Interrumpiéndola) Podríamos contratar un vientre de alquiler. Aquí no es legal, pero tengo unos ahorros que nos permitirían estar un tiempo en Estados Unidos, además de poder dejar a alguien a cargo del “Four”, también tendríamos algún ingreso. Sé que sigue sin ser lo mismo que si tú te quedaras embarazada, pero al menos así el niño tendría un poquito de cada uno, y sería igualmente de nuestra sangre.

 

A la chica se le llenan los ojos de lágrimas.

 

Claudia: No es eso, Jaime.

 

Jaime: (Extrañado) ¿Entonces?

 

Claudia guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Claudia: No estoy segura de que quiera ser madre.

 

Jaime: (Atónito) ¡¿Qué?!

 

Jaime mira a la joven, sin poderse creer lo que acaba de escuchar.

 

APARTAMENTO DE LUCAS Y ÓSCAR / DORMITORIO DE LUCAS Y ÓSCAR / NOCHE

 

Lucas está tumbado en la cama, con los ojos abiertos de par en par, cuando Óscar entra en el dormitorio, vistiendo tan solo unos calzoncillos y con una enorme sonrisa dibujada en su rostro. Se tumba junto su novio y le abraza por detrás.

 

Óscar: Al final no ha estado tan mal la noche, ¿verdad?

 

Lucas: No.

 

El joven empieza a acariciar el pecho de Lucas mientras besa su nuca.

 

Óscar: Y podemos hacer que acabe todavía mejor…

 

Lucas: No tengo ganas, Óscar.

 

Óscar: Bueno, verás que pronto te entran…

 

Óscar le sigue acariciando, hasta que el chico se aparta bruscamente, indignado.

 

Lucas: ¡Te he dicho que no! Estoy cansado y lo único que quiero es descansar, ¿vale? Buenas noches.

 

Lucas apaga la luz y cierra los ojos, ante la atónita mirada de su novio.

 

CONTINUARÁ…