MANERAS DE VIVIR

 

Séptima temporada, capítulo 146

 

Fecha de emisión: 9 de julio del 2017

 

APARTAMENTO DE CARLOS, ANDREA Y JAIME / SALÓN / NOCHE

 

Jaime está sentado en el sofá, viendo la televisión, cuando Andrea y Carlos llegan al apartamento. El joven les mira, sonriente.

 

Jaime: Buenas chicos. No os esperaba tan pronto.

 

Carlos: Sí, bueno, a mí me habría apetecido que nos fuéramos a tomar algo, pero…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) Yo no he querido. Estoy cansada.

 

Jaime: Ya.

 

Un tenso silencio surge entre los tres.

 

Andrea: Bueno, yo… me voy a la cama.

 

Andrea da un beso a su novio.

 

Andrea: Buenas noches.

 

Carlos: Hasta mañana.

 

Jaime: Chao.

 

La joven sale del salón y Carlos se deja caer en el sofá junto a su amigo, suspirando.

 

Jaime: ¿Cómo ha ido?

 

Carlos: (Irónico) Pues ya ves. Ha sido una noche de lo más divertida.

 

Jaime mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

APARTAMENTO DE ÓSCAR Y LUCAS / COCINA / MAÑANA

 

Óscar está fregando su taza del desayuno, ya listo para marcharse a trabajar, cuando Lucas aparecer por allí, todavía en pijama y visiblemente apurado.

 

Lucas: Joder, ¿por qué no me has despertado?

 

Óscar: Pensé que tenías el día libre.

 

Lucas: No me vengas con esas, Óscar, sabes perfectamente que no es así.

 

El joven se sirve un café, y abre la nevera.

 

Lucas: ¿No hay leche?

 

Óscar: Se me pasó por completo hacer ayer la compra… pero me pasaré esta misma tarde en cuanto salga de currar.

 

Lucas: (Molesto) Joder Óscar, ¿dónde coño tienes la cabeza?

 

Óscar: Tampoco es para tanto.

 

Lucas: No, lo de la compra no. Pero es que ya es una cosa detrás de otra.

 

Óscar: (Enfadado) Pues si tanto te molesta, podrías empezar tú también a hacer algo. Que a veces, más que tú novio parezco tu sirviente.

 

Lucas: (Suspira) A veces ni siquiera pareces mi novio.

 

Óscar: No pienso volver a hablar de ese tema, Lucas. Empiezo a estar cansado.

 

Lucas: (Irónico) Que novedad.

 

Óscar coge aire, intentando mantener la calma.

 

Óscar: Mira, me voy a la tele. Nos vemos allí.

 

 

El joven sale de la cocina, molesto, ante la impotente mirada de su novio.

UNA SEMANA MÁS TARDE…

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena la canción “Dulce locura”, de La Oreja de Van Gogh.

 

Jaime permanece tras la barra del local, leyendo una revista, cuando Claudia aparece por allí, muy seria, y se acerca a su todavía marido.

 

Claudia: Buenos días.

 

Jaime: ¡Claudia! ¡Que sorpresa! ¿Quieres tomar algo?

 

Claudia: No, simplemente he venido para hablar un segundo contigo.

 

Jaime: Pues tú dirás.

 

Claudia mira a su alrededor antes de volver a hablar.

 

Claudia: Vengo para ofrecerte mi parte del local.

 

Jaime: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

Claudia: Lo has oído perfectamente. Quiero venderla, y creo que lo justo es que a la primera persona que se lo ofrezca sea a ti.

 

Jaime la mira, todavía sin poderse creer lo que está escuchando.

 

Jaime: ¿Pero estás hablando en serio?

 

Claudia: Completamente. ¿Quieres escuchar la oferta, o no?

 

Jaime: Sí… sí, claro. Dime.

 

Claudia hace una pausa antes de volver a hablar.

 

Claudia: Ochenta mil euros.

 

Jaime: ¡¿Ochenta mil euros?!

 

Claudia: No te preocupes, no tienes que responderme ahora. Pero tampoco te lo pienses demasiado, me corre algo de prisa. Buenos días.

 

La joven vuelve a salir del local, ante la atónita mirada de Jaime.

 

APARTAMENTO DE CARLOS, ANDREA Y JAIME / COCINA / MAÑANA

 

Andrea, con unas grandes ojeras rodeando sus ojos, se toma un café sentada en una de las banquetas, sumergida en sus propios pensamientos, cuando Carlos aparece por allí en pijama y con cara de sueño.

 

Carlos: Buenos días.

 

La joven fuerza una sonrisa.

 

Andrea: Hola.

 

La pareja se da un pico y Carlos, tras servirse un café, se sienta junto a su novia.

 

Carlos: ¿Hoy no tienes clase?

 

Andrea: Afortunadamente, no.

 

Carlos: Pues yo solo tengo una por la tarde, así que podríamos hacer algo juntos ahora por la mañana, ¿no?

 

Andrea: Lo siento, pero tengo recados que hacer.

 

Carlos: (Irónico) Que raro.

 

La joven coge aire, intentando mantener la calma.

 

Andrea: Carlos, no empieces otra vez, te lo pido por favor.

 

Carlos: No digo nada más.

 

Andrea: Bien. Mejor.

 

Los dos vuelven a quedar en silencio, pero Carlos no puede evitar el mirar a su novia, preocupado.

 

CALLES DE GIJÓN / MAÑANA

 

Jaime y Marta pasean por las calles de la ciudad, ambos tapando sus ojos con gafas de sol. El chico se fuma un cigarro.

 

Jaime: Gracias por venir, Marta.

 

Marta: (Sonríe) No hay de qué, para eso estamos los amigos, ¿no? Aunque tengo que admitir que me ha sorprendido tu llamada.

 

Jaime: Ya… es que tengo algo que comentarte.

 

Marta: (Extrañada) ¿El qué?

 

El joven hace una pausa antes de seguir hablando.

 

Jaime: Esta mañana ha venido Claudia a verme. Me ha hecho una oferta para venderme su parte del “Four”.

 

Marta: (Sorprendida) ¿En serio?

 

Jaime: Sí.

 

Marta: Pero no entiendo en qué puedo ayudarte yo, Jaime.

 

Jaime: Conoces bien a Claudia. Andrea, tú y yo probablemente seamos los que mejor la conozcamos.

 

Marta: Sí, pero…

 

Jaime: (Interrumpiéndola) Me gustaría saber qué opinas. ¿La compro, y me olvido definitivamente de Claudia, o crees que tengo alguna posibilidad de volver con ella?

 

Marta guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Marta: No lo sé, Jaime. La verdad es que no sé qué decirte, yo… desde que ha salido del psiquiátrico, apenas la reconozco.

 

Jaime: (Suspira) Sí. A mí me pasa exactamente lo mismo.

 

Los dos jóvenes se miran, sin saber qué más decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena la canción “Febrero”, de Vega.

 

Lucas e Iván permanecen sentados en uno de los sofás, tomándose cada uno un café. Lucas parece sumergido en sus propios pensamientos mientras su amigo le observa, preocupado.

 

Iván: ¿Otra vez problemas con Óscar?

 

Lucas: (Suspira) Es que ya no sé qué hacer, Iván.

 

Iván: ¿Qué ha pasado esta vez?

 

Lucas: Pues lo de siempre. Hemos llegado a un punto en el que discutimos por cualquier tontería. Nos empezamos a echar cosas en cara, nos decimos de todo, y… en fin, un desastre.

 

Iván: Ya…

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos, hasta que Lucas vuelve a dejar escapar un suspiro.

 

Lucas: No sé, Iván… la verdad es que estoy empezando a pensar en dejarle.

 

Iván: (Sorprendido) ¿Hablas en serio?

 

Lucas hace de nuevo una pausa antes de seguir hablando.

 

Lucas: Le quiero, Iván. Le quiero muchísimo, eso no te lo voy a negar, pero… a veces eso no es suficiente. Y estamos llegando un punto en el que no sé si merece la pena estar.

 

Iván mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena la canción “Chandelier”, de Shia.

 

Jaime permanece tras la barra del local, con la mirada perdida en algún punto, cuando Vero sale del almacén y, al verle, se acerca a él con una forzada sonrisa dibujada en su rostro.

 

Vero: ¿Cómo vas?

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Jaime: Bien.

 

Vero: No me mientas.

 

Jaime: No te miento.

 

Vero: Jaime, por favor… llevas toda la tarde muy callado. Dime lo que te pasa, puedes confiar en mí.

 

Jaime: Ya lo sé, pero no me pasa nada. De verdad.

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos, hasta que Vero suspira.

 

Vero: Está bien, no insistiré… pero si necesitas hablar, ya sabes dónde estoy.

 

Vero regresa al almacén, ante la pensativa mirada de su jefe.

 

APARTAMENTO DE CARLOS, ANDREA Y JAIME / SALÓN / TARDE

 

Carlos da vueltas de un lado a otro, nervioso, sin dejar de mirar el móvil. De pronto, se escucha la puerta y Andrea no tarda en aparecer por allí, ante la atónita mirada de su novio.

 

Andrea: Buenas tardes.

 

Carlos: Hombre, ya era hora. ¿Se puede saber dónde estabas?

 

Andrea: Ya te dije que tenía que hacer unos recados.

 

Carlos: Por la mañana, no todo el día.

 

Andrea: (Atónita) ¿Desde cuándo tengo que darte explicaciones?

 

Carlos: (Enfadado) No me toques los cojones, Andrea. Sabes perfectamente que no son celos. Simplemente quiero saber qué coño me ocultas desde hace meses. Porque me esquivas, porque te vas y te pasas horas fuera… sé que no estás con otra persona, y también que no es por lo de los exámenes. Necesito saber qué es lo que te pasa.

 

Andrea coge aire, intentando mantener la calma.

 

Andrea: Ya te he dicho mil veces que no es nada importante. No sé por qué insistes tanto.

 

Carlos: Porque te quiero, Andrea. Porque te quiero, y porque me importas.

 

La joven guarda silencio durante unos segundos, pensando, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.

 

Andrea: Pues si tanto me quieres, hazme un favor y déjame en paz, Carlos.

 

Carlos: Andrea…

 

Andrea camina hacia el dormitorio, sin escuchar a su novio, ante la preocupada mirada de éste.

 

CASA DE HUGO E ISRA / SALÓN / TARDE

 

Óscar permanece sentado en el sofá, mirando a su alrededor, cuando Hugo aparece por allí con dos botellines de cerveza entre sus manos. Da uno a su ex novio.

 

Hugo: Aquí tienes.

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Óscar: Gracias.

 

Hugo se sienta junto al joven, y los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Hugo: Tengo que admitir que tu visita me ha sorprendido.

 

Óscar: Ya, bueno… supongo que necesitaba un amigo, y tú eres lo más parecido que tengo a eso.

 

Hugo: (Extrañado) ¿Gracias?

 

Los dos jóvenes se ríen, divertidos.

 

Hugo: Bueno anda, cuéntame lo que pasa.

 

Óscar hace una pausa antes de volver a hablar.

 

Óscar: Es por Lucas, Hugo. No estamos bien.

 

Hugo: Ya…

 

Óscar: Si te vas a sentir incómodo hablando de esto…

 

Hugo: (Interrumpiéndole) No, no te preocupes. Cuéntame.

 

Óscar: Bien.

 

El joven vuelve a hacer una pausa.

 

Óscar: Desde que volví de mis vacaciones las cosas están muy mal. Intenté hablar con él, como me dijiste, pero no conseguí nada.

 

Hugo: Bueno, es normal que él esté un poco más irascible. No es fácil que tu pareja rechace una propuesta de matrimonio.

 

Óscar: Ya, ya lo sé, pero es que… joder. Aprovecha cualquier ocasión para echarme en cara cualquier tontería, por mínima que sea. Y estoy empezando a cansarme.

 

Hugo: Necesita tiempo.

 

Óscar: Sí, pero ya sabes que yo no destaco precisamente por mi paciencia.

 

Hugo deja escapar una sonora carcajada.

 

Hugo: Sí, lo sé.

 

Óscar: (Suspira) ¿Qué puedo hacer, Hugo?

 

Hugo: Pues me temo que, llegados a este punto, solo te quedan dos opciones. O te casas con él, o le dejas.

 

Óscar mira a su ex novio, sin saber qué decir.

 

APARTAMENTO DE CARLOS, ANDREA Y JAIME / SALÓN / TARDE

 

Carlos y Jaime permanecen sentados en el sofá, tomándose cada uno un botellín de cerveza. El primero parece sumergido en sus propios pensamientos mientras su amigo le observa, preocupado.

 

Jaime: ¿Me vas a decir de una vez que es lo que ha pasado?

 

Carlos: Pero es que no hay nada que contar. Lo que ha pasado es lo de siempre, ni más ni menos.

 

Jaime: (Suspira) Ya…

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos.

 

Jaime: No podéis seguir así, Carlos.

 

Carlos: ¿Te crees que no lo sé? Pero ya no sé qué hacer.

 

Jaime: Puedes intentarlo una vez más, pero no sé hasta qué punto te merece la pena… y solo te queda una opción.

 

Carlos mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

APARTAMENTO DE ÓSCAR Y LUCAS / SALÓN / NOCHE

 

Lucas está sentado en el sofá, viendo una película, cuando Óscar sale de la cocina, con una forzada sonrisa dibujada en su rostro y dos botellines de cerveza entre sus manos.

 

Óscar: ¿Quieres una?

 

El joven ni siquiera se molesta en apartar la vista de la televisión.

 

Lucas: No, gracias.

 

Tras unos segundos de silencio, Óscar deja el botellín sobre la mesa para después sentarse junto a su novio.

 

Óscar: Bueno, te la dejo aquí… por si acaso cambiases de opinión.

 

Lucas: Bien.

 

Un tenso silencio surge entre ambos.

 

Óscar: Creo que tenemos que hablar, Lucas.

 

Lucas: Sin embargo, yo creo que ya nos hemos dicho todo lo que nos teníamos que decir.

 

Óscar coge aire antes de volver a hablar.

 

Óscar: Casémonos.

 

Lucas: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

Óscar: Lo he estado pensando, y creo que tenías razón. Nos queremos, queremos estar juntos… no veo por qué no hacerlo.

 

Lucas: ¿Hablas en serio?

 

Óscar: Completamente.

 

Sin poder contenerse, Lucas besa apasionadamente a su novio, ante las risas de éste.

 

Lucas: Va a ser la mejor boda de la historia, ya lo verás.

 

El joven abraza a Óscar, feliz, mientras éste fuerza una sonrisa.

 

APARTAMENTO DE CARLOS, ANDREA Y JAIME / DORMITORIO DE ANDREA Y CARLOS / NOCHE

 

Andrea permanece sentada en la cama, leyendo una novela, cuando Carlos sale del baño ya en pijama. Se sienta junto a su novia y los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos, hasta que el chico suspira.

 

Carlos: ¿No vamos a hablar?

 

Andrea: Creo que ya hemos hablado demasiado por hoy.

 

Carlos: Andrea…

 

El joven hace una pausa antes de seguir hablando.

 

Carlos: Lo siento. Creo que te he estado agobiando demasiado, y no debería haberlo hecho. Lo siento, de verdad.

 

La chica, tras unos segundos de silencio, cierra la novela a la vez que fuerza una sonrisa.

 

Andrea: Te lo agradezco.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos. Carlos da un pico a su novia.

 

Carlos: Te quiero.

 

Andrea: Y yo a ti.

 

Vuelven a besarse hasta que el joven empieza a acariciar los pechos de su novia, lo que hace que esta se aparte.

 

Andrea: Carlos, para.

 

Carlos coge aire, intentando mantener la calma.

 

Carlos: Hace meses que no nos acostamos, Andrea.

 

Andrea: Bueno, es que no me apetece.

 

Carlos: Nunca te apetece.

 

La joven se levanta, con los ojos llenos de lágrimas.

 

Andrea: Parece que solo me quieres para follar y punto.

 

Carlos: Sabes que eso no es así, Andrea, pero…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) Mira, déjame en paz, Carlos. Por favor.

 

La chica corre hacia el baño, donde se encierra y rompe a llorar, ante la atónita mirada de su novio, que no entiende nada.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE

 

El local ya está cerrado. Vero termina de barrer cuando Jaime sale del local, suspirando y visiblemente cansado.

 

Jaime: Bueno, pues ya está. El almacén listo para mañana.

 

La joven fuerza una sonrisa.

 

Vero: Yo también estoy acabando ya.

 

Jaime: Estupendo.

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos. Cuando Vero termina de barrer, deja el cepillo apoyado en la pared y se acerca a su jefe.

 

Vero: ¿Estás más animado?

 

Jaime fuerza una sonrisa.

 

Jaime: Sí, algo mejor.

 

La camarera esboza una pícara sonrisa mientras empieza a acariciar el pecho de Jaime.

 

Vero: Pues me alegro, pero había pensado una buena manera para animarte…

 

Jaime: Vero…

 

Vero: (Interrumpiéndole) ¿Qué? Seguro que te acababas animando del todo…

 

Ambos vuelven a guardar silencio durante unos segundos, hasta que finalmente Jaime se acaba apartando.

 

Jaime: No es una buena idea, Vero.

 

El joven intenta alejarse de allí, pero Vero le agarra del brazo.

 

Vero: Dime que no lo estás deseando.

 

Jaime: Por favor…

 

Vero: (Interrumpiéndole) Dímelo y te prometo que te dejaré en paz.

 

Los dos se miran en silencio, fijamente a los ojos, hasta que Jaime besa apasionadamente a su empleada.

 

APARTAMENTO DE CARLOS, ANDREA Y JAIME / DORMITORIO DE ANDREA Y CARLOS / NOCHE

 

Carlos continúa sentado en la cama, pensativo, cuando la puerta del baño se abre y sale Andrea de su interior, visiblemente más tranquila.

 

Carlos: ¿Mejor?

 

La joven guarda silencio durante unos segundos, hasta que finalmente fuerza una sonrisa.

 

Andrea: Sí… perdona por el numerito de antes.

 

Carlos: No te preocupes.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos. Andrea se sienta en el borde de la cama.

 

Carlos: ¿No crees que ya es hora de que me cuentes lo que te pasa?

 

La joven hace una pausa antes de volver a hablar. Coge aire.

 

Andrea: ¿Recuerdas a Félix? ¿Mi profesor?

 

Carlos: Sí.

 

Andrea: Bueno, pues él… él…

 

Una nueva pausa. Los ojos de Andrea vuelven a llenarse de lágrimas y su novio la mira, preocupado.

 

Carlos: ¿Qué pasa con él, Andrea?

 

La joven rompe a llorar.

 

Andrea: Me violó, Carlos.

 

Carlos: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

Andrea: Desde entonces ha estado suspendiéndome y haciéndome chantaje. Te prometo que yo no he cedido Carlos, no ha vuelto a pasar nada, pero… no sé qué hacer, no sé cuánto tiempo voy a poder seguir así.

 

Carlos: Dios mío…

 

Carlos abraza a su novia, comprensivo.

 

Carlos: Lo siento, Andrea. Siento no haberme dado cuenta, yo…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) No es tu culpa, Carlos.

 

Los ojos del joven también se llenan de lágrimas.

 

Carlos: Tienes que denunciarle, Andrea. No puedes dejar que se salga con la suya.

 

Andrea mira a su novio, sin saber qué decir.

 

 

CONTINUARÁ…