MANERAS DE VIVIR

GIJÓN

-. Mientras Marta va hablando, vamos viendo las imágenes relatadas bajo sus frases, y de fondo suena “Torn”, de Natalie Imbruglia.

MARTA: (Off) Cuando tienes dieciséis años, se supone que tienes que disfrutar de los veranos. Son las vacaciones, y deberías salir con tus amigos, pasarlo bien… el principio de mi verano fue completamente diferente a todo eso. Todos me hacían el vacío, me ignoraban…

Principios de verano. Marta va paseando por el paseo marítimo, triste y sola, cuando se cruza con Carlos, Edu y Hugo. Los dos primeros fingen no haberla visto, pero Hugo la mira, sentenciándola.

MARTA: (Off) No entiendo porque todos se comportan así conmigo… Hugo sí, ¿pero el resto? ¿Les he hecho algo para que me traten de esa manera? Me consta que Hugo no les ha puesto en mi contra, es más, sé que no ha dicho nada a nadie…

Carlos, Edu y Hugo continúan andando. Los dos primeros se van riendo y pasándolo bien, mientras que a Hugo parece haberle afectado el haber visto a su antigua mejor amiga.

MARTA: (Off) Hablo prácticamente todos los días con Laura, que es la que me va contando… que encanto de chica, la única que no me ha hecho de lado.

Marta y Laura hablan divertidas por teléfono. Ambas se ríen.

MARTA: (Off) Ella misma es la que me ha contado lo bien que parece ir la relación entre Edu y Hugo, y lo mucho que se quieren.

Hugo y Edu están tirados sobre la cama de esté último, ambos semidesnudos, y besándose apasionadamente.

MARTA: (Off) Y bueno, que decir de su relación con Carlos… están enamoradísimos, y creo que está bastante claro que es lo que van a decidir cuando vuelvan a estar juntos.

Laura y Carlos hablan por teléfono, ambos riendo, animados, y con ojitos de enamorados.

MARTA: (Off) Y respecto a Isra… no sé mucho de él, la verdad. Quería tomarse el verano de relax, y se lo he respetado… aunque también está muy frío y distante conmigo. Por cierto, volvía hoy…

Isra se encuentra en la estación de trenes, con un par de maletas a su lado, y mirando hacia todos los sitios, esperando a que llegue su madre a recogerle.

MARTA: (Off) Y en cuanto a mí… bueno, me han faltado mis amigos de toda la vida, sí. Pero al final, parece que todo ha mejorado… que ya tengo algo más por lo que luchar, y eso me llena de satisfacción. Se trata de…

La canción se detiene. En ese momento, llaman al timbre, y Marta mira su reloj, extrañada. Cierra el diario, se levanta de la cama, y se dirige a abrir. Cuando abre la puerta, no puede evitar el sonreír a la persona que hay al otro lado.

MARTA: No te esperaba tan pronto. Habíamos quedado dentro de una hora, ¿no?

JORGE: Sí… pero no podía pasar ni un minuto más sin verte.

Marta le sonríe, contenta, y ambos se funden en un apasionado beso.

TÍTULOS DE CRÉDITO: "Have a nice day" Bon Jovi
Kristen Bell, David Gallagher, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Hayden Panettiere, Emma Watson.

Special guest star
Maggie Grace como Lorena

Capítulo 27.
Blanco o negro


GIJÓN

-. Edu y Hugo están sentados en el sofá del Four, tomándose unos refrescos. Los dos jóvenes están muy acaramelados, jugueteando con sus manos y riendo.

HUGO: ¿Por qué somos tan estúpidos?

EDU: ¿Y por qué somos tan felices siéndolo?

Hugo le mira, sonriente.

HUGO: ¿Y quién te ha dicho a ti que yo lo sea?

Los dos se miran, y estallan en risas antes de besarse apasionadamente. Claudia, sonriente, se sienta también en el sofá, sin dejar de mirarles.

CLAUDIA: ¿No se os desgastan los labios?

La pareja se separa, y la miran. Los tres se echan a reír.

EDU: Estás celosilla, ¿eh?

CLAUDIA: ¡Desde luego! ¡Necesito un hombre que calme mi sed de sexo y lujuria!

Los tres se vuelven a reír, divertidos.

CLAUDIA: Bueno, que venía a deciros que al final esta noche hay cena en casa. He conseguido que David me cambie el turno tras mucho insistirle…

HUGO: Ya sabía que te lo acabaría cambiando… si es que David es buenísimo.

EDU: (Bromeando) Y está buenísimo, que no se te olvide. No sé como mi hermana pudo dejar escapar a alguien así.

Hugo pega una cariñosa colleja a su novio.

HUGO: Inútil.

EDU: Subnormal.

La pareja se saca la lengua burlonamente, y luego se ríen, mientras Claudia finge estar enfadándose, aunque no le queda demasiado creíble.

CLAUDIA: ¿Queréis hacer el favor de escucharme?

Edu le sigue la broma, mientras Hugo se sigue riendo.

EDU: Sí, claro mami. Perdona.

Los tres vuelven a reírse a carcajadas.

CLAUDIA: Es que no se puede hablar con vosotros en serio, ¿eh? Odio tanta felicidad.

Edu y Hugo intentan parar de reír, y a base de grandes esfuerzos, lo consiguen.

HUGO: Sí, tienes razón, perdona este ataque momentáneo de locura extrema… ¿qué nos decías?

CLAUDIA: (Sonríe) Pues eso, por donde iba. Qué David me ha cambiado el turno, y al final podemos hacer la cena esta noche en mi piso, pero necesito saber la gente que vais a venir seguro.

EDU: Pues con nosotros puedes contar seguro. E Isra volvía hoy, así que se pase también.

HUGO: Y Laura lo más seguro que vuelva esta noche, si no te importa…

Claudia mira a la joven pareja, muy seria.

CLAUDIA: Ey, esperad un momento. Yo a ellos no los conozco de nada, no voy a invitarles. Lo siento.

EDU: Pero si son majísimos, ya verás. ¿Qué pretendes, hacer una cena solo con nosotros dos? Porque Carlos tampoco está… y por cierto, Isra estuvo conmigo un tiempo, así que es muy de fiar.

CLAUDIA: ¿Fue tu novio? Vamos, que entonces se parece a este… (Señala a Hugo) No, ni hablar, él no viene. Con uno tengo suficiente.

HUGO: ¡Perdona! Tendrás tú muchas quejas sobre mí… y además, yo no me parezco en nada a ese chaval… menos mal.

EDU: (Molesto) No empieces, anda…

Hugo mira a su novio, esta vez sin ningún tipo de broma, y el chico le retira la mirada, dirigiéndola de nuevo a Claudia.

EDU: Pues eso, solo cuatro, contigo cinco. No somos tantos, y así ya de paso, los vas conociendo…

CLAUDIA: ¿Me queda otra elección?

Edu niega con la cabeza, sonriente, y la chica se levanta, suspirando.

CLAUDIA: Vale, de acuerdo… pero no quiero ningún tipo de follón en mi casa, ¿eh? A la mínima de cambio, se acabó cena, y se acabó de todo.

EDU: No te preocupes, no pasará nada malo.

CLAUDIA: Eso espero… aunque siendo vuestros amigos, no sé que esperarme.

Edu se ríe, mientras la joven regresa a la barra para seguir atendiendo a la gente. Hugo permanece serio.

EDU: Lo vamos a pasar genial, ya lo verás.

HUGO: (Irónico) Si, aguantar a Isra toda una noche es, sin duda, el gran sueño de mi vida.

Edu abraza a su novio, ignorando sus últimas palabras. Cuando se pone así no lo soporta, y prefiere no discutir.

MADRID

-. Carlos y Lorena se encuentran sentados en uno de los bancos del inmenso jardín del centro psiquiátrico en el que está ingresada la chica. Carlos la mira, triste, mientras sostiene una foto entre sus manos, mientras que la joven permanece con la mirada completamente perdida. Parece ajena a todo lo que le rodea. Carlos intenta parecer tranquilo, aunque a duras penas lo consigue.

CARLOS: Bueno, ¿cómo te encuentras?

El chico no obtiene ningún tipo de respuesta, lo que le entristece todavía más, aunque enseña la foto a la chica.

CARLOS: Mira, te he traído una foto. Estamos Edu, Hugo, yo y una chica que conocimos a principios de verano, Claudia. Es muy maja, trabaja en el Four. Marta, Laura e Isra no salen, porque no les hemos visto en todo el verano… La verdad es que te echamos de menos, ¿sabes? Como sepan que te he traído esta foto, me matan… pero es para ti. Quería que te acordaras de nosotros.

Lorena continúa en silencio, y Carlos posa la foto sobre las piernas de la chica, la cual ni la mira.

CARLOS: Tienes que estar bien aquí, ¿no? Se ve todo muy bonito, y la gente parece muy agradable…

Lorena se gira hacia él lentamente, con mucha tristeza en su mirada. Habla igual, debido al efecto del tratamiento que lleva.

LORENA: Que este medio drogada no quiere decir que sea gilipollas…

CARLOS: (Sonríe) Vaya, me alegro de que por fin me hables.

LORENA: ¿Por qué has venido?

CARLOS: Quería verte, y ver como estabas…

LORENA: Pues ya lo ves, ¿contento? Ahora márchate, por favor…

CARLOS: Lorena, no seas así.

Lorena mira al joven, molesta, aunque su rostro permanece impasible.

LORENA: Que yo esté aquí es culpa tuya. Tuya, y de todos esos que se suponía que erais mis amigos. Muchas gracias, Carlos.

CARLOS: Lorena joder, has de entender que si estás aquí es para que vuelvas a ser la de siempre… estabas mal.

LORENA: No, estoy mal ahora. Antes estaba perfectamente. Vete, por favor. Y llévate esta estúpida foto. No me interesáis lo más mínimo, ni tú ni ninguno de ellos.

Carlos se levanta, bastante molesto por las palabras de la chica.

CARLOS: Muy bien, si es lo que quieres, ahora mismo me marcho. Pero la foto no me la llevo. Mírala. Mírala y piensa si alguna vez te llegamos a hacer el mismo daño que tú nos hiciste a todos nosotros. Adiós, Lorena.

Carlos se aleja de allí con lágrimas en los ojos, mientras la joven, con movimientos lentos, coge la foto, y se dispone a romperla, cuando de repente, se fija en algo. Piensa durante unos segundos, y luego sonríe maliciosamente, guardándose la foto en el bolsillo de la bata.

GIJÓN

-. Jorge y Marta pasean por la calle, cogidos de la mano. Los dos parecen estar pasándolo estupendamente, riendo y charlando, mientras la joven se come un enorme algodón de azúcar. Jorge le coge un poco, y Marta le pega en broma, entre risas.

JORGE: (Comiendo) Joder, no sé como puede gustarte esto… es tan empalagoso…

MARTA: ¿Pero que dices? Esto tiene que ser un pecado de Dios, algo que está tan bueno no puede ser real.

Jorge mira a la chica, fingiendo molestia.

JORGE: ¿Más bueno que yo? Porque vamos, si eso es lo que piensas, os dejo solos para que intiméis un poco más y tal.

Marta se ríe, divertida.

MARTA: No seas tonto. Tú estás más bueno que cualquier otra cosa, lo sabes.

JORGE: Sí bueno, pero me encanta que me lo digas.

Marta vuelve a reírse, y los dos vuelven a besarse apasionadamente, frente al ventanal de una cafetería.

-. Edu, Hugo e Isra se encuentran sentados allí, en una mesa frente al ventanal. Los tres han visto el beso entre Marta y Jorge, y aunque Edu y Hugo siguen tomándose sus refrescos tranquilamente, Isra los observa con la boca abierta hasta que se marchan.

ISRA: ¿He visto lo que acabo de ver?

HUGO: Parece que sí.

ISRA: Desde cuando están juntos.

EDU: Desde mediados de verano más o menos, ¿no?

Hugo asiente, serio.

ISRA: Joder, pues eso si que es una sorpresa… y bueno, ¿me vais a decir que coño os pasa con ella? Lo último que sé es que no le hablabais.

HUGO: (Borde) Al único que le pasa algo con ella es a mí. Este y Carlos dejaron de hablarla así porque sí.

Isra mira a Edu, sorprendido.

ISRA: ¿Por una discusión que no tiene nada que ver con vosotros?

HUGO: Eso mismo les dije yo…

EDU: Y me podéis decir lo que queráis. Si alguien se deja de hablar con su mejor amiga, es porque algo gordo le ha hecho. Y tú eres mi novio. Cualquiera que te haga algo, no es digno de cruzar una palabra conmigo.

ISRA: Edu, no te reconozco…

Hugo lanza una muy mala mirada a Isra, para luego mirar su reloj.

HUGO: Vaya, se me ha hecho tarde… Edu, ¿me acompañas?

Edu va a contestar a su novio, pero Isra se adelanta.

ISRA: Si no te apetece irte, yo me puedo quedar.

Hugo mira de nuevo muy mal al joven, y Edu se da cuenta enseguida.

EDU: No, lo siento, pero… yo también me tengo que ir. Esta noche pasamos a recogerte.

ISRA: (Sonríe falsamente) Muy bien, luego nos vemos. Chao.

EDU: Hasta luego.

Hugo no se despide, y se dirige hacia la salida del local apresuradamente. Edu intenta seguirle el ritmo, y lo alcanza cuando llega a la puerta.

EDU: Oye, ¿no crees que te has pasado un poco, con tanta miradita asesina?

HUGO: (Borde) ¿Pasarme? Mmmm… no, no lo creo.

Hugo sale del local, y Edu le sigue. Isra les observa marchar a través de los ventanales, con una sonrisa de oreja a oreja.

MADRID

Elisa se encuentra en su habitación, tumbada en la cama. Tiene la mirada perdida en algún punto del techo, entre sus pensamientos. En ese momento, Lorena llama a la puerta, a pesar de que está ya abierta.

LORENA: ¿Se puede?

Elisa la mira, y sonríe de mala gana.

ELISA: Claro, ya sabes que para ti la puerta de mi habitación siempre está abierta.

Lorena sonríe levemente y entra en la habitación, sentándose al borde de la cama. Entre sus manos lleva la fotografía que le ha entregado Carlos hace unos momentos.

LORENA: ¿En que piensas?

ELISA: (Triste) Pues pienso en lo que va a ser de mi vida a partir de ahora… la semana que viene me dan el alta, y no sé que voy a hacer. No tengo a donde ir, ni se donde está mi hija, ni nada… ¿y tu visita que tal?

LORENA: No peor de lo que me esperaba, la verdad, pero no me apetece hablar de ello ahora. Y es que quizás yo tenga la solución a todo eso que te pasa.

Elisa mira a la joven, sin entender nada.

ELISA: ¿Qué quieres decir?

LORENA: Observa…

Lorena le tiende la fotografía a la mujer, la cual la coge, extrañada.

ELISA: ¿Qué es…? ¡Dios mío! ¡Es ella!

Elisa le enseña la fotografía a Lorena, señalando a Claudia.

ELISA: (Emocionada) ¡Es mi hija!

LORENA: Lo sé…

Elisa empieza a llorar de la emoción.

ELISA: ¿De dónde has sacado esta foto?

LORENA: Me la trajo Carlos. En principio pensé tirarla, pero cuando la vi, pensé que podría serte de ayuda.

ELISA: Claro que puede serme de ayuda… Dios mío, muchas gracias, Lorena. Muchísimas gracias.

Lorena sonríe, contenta de haber ayudado a la mujer, y ambas se abrazan.

GIJÓN

-. Ya empieza a anochecer. Laura está en su dormitorio, deshaciendo las maletas, mientras del ordenador se escucha la canción “Afterstate”, de Ben Lee. La joven parece bastante contenta, y mientras mete la ropa en el armario, va bailando al son de la música, pero unos golpes en la puerta la hacen detenerse.

LAURA: ¡Adelante!

La puerta se abre, y Marta asoma la cabeza, sonriente.

MARTA: ¡Hola!

LAURA: ¡Marta!

La chica entra a la habitación, y las dos amigas se funden en un fuerte abrazo, contentas de volver a estar juntos.

MARTA: Bueno, si estás ocupada te dejo.

LAURA: No digas tonterías, ¡tenía muchísimas ganas de verte! Anda, siéntate un ratillo.

Las dos jóvenes se sientan sobre la cama de la chica, y se dan otro abrazo, sonrientes.

LAURA: Bueno, bueno, hemos hablado por teléfono, pero me tienes que contar muchas cosas más detalladamente. Como por ejemplo, lo de Jorge.

Marta se ríe, divertida.

MARTA: Pues precisamente en un cuarto de hora he quedado con él. Y venía porque habíamos pensado que te podrías venir a cenar esta noche con nosotros, y así nos vamos poniendo al día mutuamente.

LAURA: Lo siento, Marta, pero esta noche ya he quedado para ir a cenar a casa de no sé quien, una tal Claudia o algo así.

MARTA: (Triste) Ah, ya… es la nueva camarera del Four, parece una buena chica.

Laura enseguida se da cuenta de que a la chica no le ha hecho demasiada gracia que haya hecho planes por otro lado.

LAURA: Pero tía, no te enfades, ¿eh? Lo dejamos para el fin de semana que viene, y ya está, ¿vale? Además compréndeme, tengo ganas de ver a Carlos después de todo el verano…

MARTA: (Extrañada) ¿A Carlos?

LAURA: Sí, ¿qué pasa?

MARTA: Nada… nada importante.

LAURA: Marta por favor, que te conozco como si te hubiera parido.

La chica mira su reloj, nerviosa, y se levanta.

MARTA: Lo siento, pero me tengo que ir. Jorge ya me estará esperando.

LAURA: Ni se te ocurra irte sin decirme lo que pasa con Carlos.

MARTA: No pasa nada, en serio… adiós.

La chica sale apresuradamente del dormitorio, y Laura suspira. Coge su móvil y llama a Carlos, pero no obtiene ningún tipo de respuesta.

LAURA: (Susurrando) ¿Dónde coño te has metido?

-. Claudia se encuentra haciendo la cena en la cocina de su casa. Sobre la mesa hay una gran variedad de platos, mientras la joven cocina lo que parece una tortilla en la sartén, aunque sin demasiada forma.

CLAUDIA: Joder, que sea capaz de hacer tantas cosas, y se me resista una simple tortilla tiene cojones.

En ese momento, el timbre suena. La chica retira la sartén del fuego, y se dirige a abrir. Son ya sus cuatro invitados, con los que se saluda.

EDU: Bueno chicos, esta es Claudia, y estos son Isra y Laura.

CLAUDIA: (Sonríe) Encantada.

ISRA y LAURA: Igualmente.

CLAUDIA: ¿Queréis tomar algo mientras esperáis a que esté la cena?

LAURA: No, nada, gracias.

EDU: Yo una cerveza, please.

ISRA: Y yo una naranjada.

CLAUDIA: Vale, pues id pasando al salón que enseguida os las llevo.

La chica se dirige a la cocina, pero Hugo la sigue.

HUGO: Espera, que voy a echarte una mano.

Llegan a la cocina, y el chico cierra la puerta. Cuando ve toda la cantidad de comida que hay preparada, silba.

HUGO: ¿No crees que te has pasado un poco?

CLAUDIA: Más vale que sobre que no que falte. Y cuéntame, ¿qué pasa?

Hugo coge una loncha de jamón serrano que hay en uno de los platos, y se la come.

HUGO: ¿Qué pasa de que?

CLAUDIA: Vamos Hugo, ¿crees que me he creído el cuento de que venías a ayudarme, con lo vago que eres? Y por cierto, deja de comerte la cena, leñe.

Hugo se ríe.

HUGO: ¿Tanto me conoces ya? Que triste soy.

CLAUDIA: (Bromeando) Sí, un poco triste si que eres, pero anda, cuéntame lo que está pasando.

HUGO: Es Isra.

CLAUDIA: ¿El pelirrojo?

HUGO: El mismo.

CLAUDIA: No sé, no le conozco, pero parece un chico bastante agradable, ¿no?

HUGO: Sí, si parecerlo lo parece, pero te aseguro que no lo es.

Claudia se ríe, divertida.

CLAUDIA: Pero mira que eres malo, me lo acaban de presentar y ya intentas ponerme en su contra. ¿Qué te ha hecho?

HUGO: No es eso, inútil. Por mí como si os hacéis los mejores amigos del mundo, pero es que yo nunca me he llevado bien con él, y menos ahora. Se ha pasado todo el verano mandándole mensajitos a Edu.

CLAUDIA: (Irónica) ¡No! ¿En serio? ¿Cómo ha podido ser capaz de cometer semejante desfachatez?

Hugo mira a la chica, molesto.

HUGO: Tú no leíste esos mensajes.

CLAUDIA: Y tú tampoco deberías haberlo hecho. ¿Desde cuando te has vuelto en el novio celoso y controlador?

HUGO: (Molesto) No los leí por eso, ¿vale? Si sé que me voy a encontrar con esos mensajes, te aseguro que no lo habría hecho. Pero ya me conoces, soy un marujo, y lo hice con su móvil como podría haberlo hecho con el tuyo.

CLAUDIA: (Amenazante) Nunca lo hagas con el mío.

Hugo mira a la chica, sorprendido, y esta se empieza a reír.

CLAUDIA: ¡Es broma! ¿Qué ponía en esos mensajes?

HUGO: Cosas tipo: “me está viniendo genial estar tanto tiempo solo para darme cuenta de lo mucho que te quiero”, o “cuando vuelva, pienso luchar por ti aunque me vaya la vida en ello”

CLAUDIA: ¿Pero no habías leído los mensajes un día solo?

HUGO: Después de leer esos que querías, ¿Qué no los leyese el resto de los días?

Claudia se ríe.

CLAUDIA: Mira tío, no te rayes. Edu te adora, solo hay que ver como te mira. No eches eso a perder por una mierda de mensajes, que seguramente él habrá ignorado.

HUGO: Si los ha ignorado, ¿por qué todavía los guarda?

CLAUDIA: (Suspira) No tienes remedio… anda, sácales las bebidas, y quédate allí con ellos, que yo ya estoy terminando.

El chico abre la nevera, molesto, y coge las bebidas.

HUGO: Muy bien, pero que sepas que no tienes razón.

CLAUDIA: La tengo y lo sabes, eso es lo que te repatea.

Los dos amigos se ríen, y el chico sale al salón con las bebidas. Allí, ve a Laura muy seria, a Edu, que parece bastante incómodo, y a Isra, que no deja de mirar a su novio, sonriendo. El chico se sienta entre ellos, intentándole quitar visión al pelirrojo.

HUGO: Aquí tenéis.

EDU: Muchas gracias, cariño.

La pareja se da un pico, e Isra les mira, celoso.

ISRA: Sí, gracias.

Hugo sonríe a Isra forzadamente.

LAURA: ¿Me vais a decir de una puta vez que pasa con Carlos?

EDU: (Nervioso) ¿Qué quieres decir?

LAURA: Pues que sé que pasa algo, y quiero saber qué. Estuve hoy con vuestra ex amiga Marta, que ya hablaremos de eso también, y se quedó muy sorprendida cuando le dije que esta noche iba a verle. No me dijo nada para no meter la pata, pero no soy idiota.

HUGO: Bueno, verás Laura, es que…

ISRA: Carlos está en Madrid viendo a Lorena.

Hugo y Edu se giran hacia el chico, molestos, mientras Laura le mira, sorprendida.

HUGO: ¡Isra!

ISRA: ¿Qué? Me lo dijisteis vosotros mismos.

LAURA: ¿Es eso cierto?

EDU: Laura, no te lo dijimos porque…

La joven se levanta, sin dejar terminar de hablar al chico.

HUGO: Laura, ¿a dónde vas?

LAURA: Se me ha quitado el hambre.

EDU: Pero Laura…

LAURA: Nos vemos el lunes en el instituto. Chao.

La chica se marcha, y la pareja mira a Isra, molestos.

HUGO: (Irónico) ¡Genial Isra!

ISRA: Tenía derecho a saberlo.

EDU: Sí, pero existe el tacto y esas cosas.

Entre los tres surge un incómodo silencio hasta que Claudia aparece allí con los platos de la cena, y mira a los tres, extrañada.

CLAUDIA: ¿Qué pasa? ¿Dónde está la muchacha?

HUGO: Se ha ido. Estamos acompañados de un chico sin tacto ni sensibilidad, ¿lo sabías?

Isra mira al chico, molesto, y Claudia y Edu se miran entre ellos, sin saber que hacer.

-. Ya es completamente de noche. Marta y Jorge se encuentran sentados en la mesa de un restaurante italiano. Marta no para de dar vueltas a los spaguettis con su tenedor, y su novio la observa, preocupado.

JORGE: ¿Estás bien?

MARTA: Sí… sí, no te preocupes. Solamente pensaba.

Jorge sonríe.

JORGE: ¿Y en qué, si puede saberse?

MARTA: (Sonríe) Lo sabes perfectamente.

JORGE: Y tú sabes lo que creo que deberías hacer, ¿verdad?

MARTA: No Jorge. Hablar con Hugo no serviría de nada.

JORGE: Si realmente es tu amigo, no debería tener problemas en perdonarte.

MARTA: Lo que hice fue imperdonable.

Jorge suspira.

JORGE: Mira, yo no sé lo que hiciste, ni lo quiero saber, sabes que nunca te lo he preguntado. Pero no hay nada imperdonable, y tú estás arrepentida. Deberías intentar arreglarlo.

Marta intenta contener las lágrimas, y se levanta.

MARTA: Jorge, no me encuentro bien, creo que me voy a ir a casa. Lo siento.

JORGE: No tía, vale, no insisto más, haz lo que quieras. Pero no dejes que eso te amargue la existencia.

MARTA: Es que no lo entiendes.

JORGE: Puede que no. Pero yo lo único que quiero es verte feliz.

Marta sonríe de mala gana, y da un pico al chico.

MARTA: Gracias.

JORGE: (Sonríe) Anda, ves saliendo al coche. Pago, y vamos a ir a dar una vuelta. No pienso dejarte sola.

Marta asiente, y sale del local. Jorge se recuesta en la silla y la observa, preocupado.

-. Isra, Hugo y Edu van caminando por el paseo marítimo. La pareja va cogida de la mano, mientras Isra intenta no mirarles. Entre los tres existe un incómodo silencio. Pronto llegan al final.

ISRA: Bueno, pues yo me voy ya a casa.

HUGO: (Borde) Sí, más vale. No vayas a seguir metiendo más la pata.

EDU: Hugo, por favor…

En ese momento, el teléfono de Edu empieza a sonar. Ve que es su madre.

EDU: Ahora vengo. No os matéis, ¿vale?

Edu coge el teléfono, y se aleja de allí, dejando a Hugo y a Isra solos, que se miran con odio.

ISRA: ¿Se puede saber que cojones te pasa conmigo?

HUGO: No, ¿qué coño te pasa a ti, Isra? ¿Tanto te cuesta asumir que la gente sea feliz?

ISRA: No sé que quieres decir.

Hugo deja escapar unas carcajadas sarcásticas.

HUGO: No me hagas reír, Isra. Lo sabes perfectamente. He leído los mensajes que le has estado mandando a Edu todo el verano.

ISRA: (Divertido) ¿En serio? ¿Y él lo sabe?

HUGO: Mira, aléjate, ¿vale? Dejaste escapar dos oportunidades. Nosotros nos queremos, déjanos ser felices.

ISRA: Vamos, que no lo sabe.

HUGO: Eso a ti no te importa.

Isra sonríe maliciosamente.

ISRA: Mira Hugo, yo le quiero. Y pienso luchar por él para conseguirlo. Pero si crees que no tengo ningún tipo de posibilidad, y sois tan felices, ¿por qué te preocupas tanto?

HUGO: No estoy preocupado.

ISRA: Pues quién lo diría…

Hugo, molesto, mira al chico de muy mala manera, y en ese momento Edu vuelve con ellos.

EDU: ¿Qué? ¿Os ha costado mucho esfuerzo el no mataros?

HUGO: Bastante.

Edu mira extrañado a su novio, pero Isra se ríe forzadamente.

ISRA: Que gracioso eres.

HUGO: (Irónico) Graciosísimo.

Edu sonríe de mala gana.

EDU: Bueno Isra, tú te vas ya, ¿no?

ISRA: Sí, ya es bastante tarde, y apenas he visto a mi madre desde que he llegado, estará preocupada. Nos vemos el lunes en el instituto, ¿no?

EDU: Claro.

ISRA: Vale, pues entonces hasta el lunes.

Isra se acerca a su ex novio, y le da un suave beso en la mejilla, ante la celosa mirada de Hugo, aunque Edu se separa enseguida, nervioso.

EDU: Hasta el lunes.

Isra sonríe maliciosamente a Hugo.

ISRA: Adiós Hugo.

El chico no le contesta, e Isra se aleja de allí, con una sonrisa de oreja a oreja. Edu mira a su novio, asustado, pero este le sonríe.

HUGO: Te quiero.

EDU: Y yo a ti. Más que a nada en este mundo.

La pareja se mira fijamente, sonriendo durante unos segundos, para luego acercarse lentamente y besarse con pasión.

-. Un nuevo día ha amanecido en la ciudad. Laura se encuentra frente al ordenador de su dormitorio, escribiendo algo, mientras suena la canción “Hasta nunca” de La Fuga. En ese momento, alguien pica a la puerta, y esta se abre, dando paso a Carlos. Laura le sonríe falsamente y detiene la música.

LAURA: ¿Ya has vuelto?

CARLOS: Edu me contó lo que pasó anoche.

LAURA: (Irónica) Genial.

Entre ambos surge un incómodo silencio.

CARLOS: Creí que volvías hoy.

LAURA: Adelantamos la vuelta. No te dije nada porque quería darte una sorpresa, pero me la diste tú antes.

CARLOS: Mira, lo siento, ¿vale? Sabes que si hubiera sabido que te adelantabas, habría vuelto antes.

LAURA: Es que ese no es el problema, Carlos. El problema es que no confiaras en mí para decírmelo. Llevo toda la noche dándole vueltas, y la verdad es que todavía no he logrado encontrar un motivo de peso para que no lo hicieras.

CARLOS: Pues porque sabía que te ibas a poner así. Vamos Laura, son ya muchos años desde que nos conocemos.

LAURA: Pues no lo parece Carlos. Sé que Lorena ha sido una parte muy importante en tu vida, casi tres años de relación. ¿Crees que no habría entendido que fueras a verla y te preocuparas por ella?

CARLOS: Pues viendo esto, comprende que te diga que no.

Laura suspira, intentando no perder la paciencia.

LAURA: No quiero discutir, ¿vale? Te he echado demasiado de menos como para ser lo primero que haga contigo.

Carlos empieza a reírse, y la joven le mira, extrañada.

LAURA: ¿Qué pasa?

CARLOS: Nada, que eres adorable.

LAURA: ¿A que viene eso ahora?

CARLOS: A que te quiero.

La joven se levanta, sonriendo, y se acerca a Carlos, hasta que quedan uno frente al otro.

LAURA: Y yo a ti.

Los dos jóvenes se miran sin dejar de sonreír, y empiezan a besarse apasionadamente.

-. La canción “Hasta nunca” de La Fuga se retoma en el punto que quedó en la escena anterior. De nuevo, mientras Marta va hablando, vamos viendo las imágenes relatadas bajo sus frases.

MARTA: (Off) Sí, la amistad es algo extraño. Cuando todo el mundo te quiere, es algo magnífico. Pero cuando alguien te odia, se convierte en tu peor pesadilla. Sobre todo, si ese alguien está dispuesto a hacer lo que sea por quitarte de en medio.

Isra se encuentra en su dormitorio, frente al ordenador. Tiene abierta una fotografía en la que aparece junto a Edu y Hugo, y empieza a pintar de negro a este último.

MARTA: (Off) Por ello, debemos de intentar protegernos con otros sentimientos, como puede ser el amor verdadero…

Hugo y Edu hacen el amor apasionadamente en la cama del primero.

MARTA: (Off) O el que no es tan cierto, y solo lo uses para escapar.

Jorge y Marta pasean por el parque, cogidos de la mano. Jorge habla, divertido, pero la chica parece no escucharlo.

MARTA: (Off) No, en esta vida nada es blanco o negro. Todo tiene un tono gris medio…

Carlos y Laura se besan apasionadamente sobre la cama de la chica.

MARTA: (Off) O casi todo.

Claudia está sentada en el sofá del salón de su casa. En una mano sostiene una lata de cerveza, mientras en el otro sostiene el móvil. Vemos que tiene varios mensajes de su madre, y uno a uno los va borrando todos.

CONTINUARÁ...