MANERAS DE VIVIR

 

Séptima temporada, capítulo 151

 

Fecha de emisión: 27 de agosto del 2017

 

CASA DE ISRA Y HUGO / COCINA / MAÑANA

 

Hugo, ya arreglado para salir de casa, se toma tranquilamente un café cuando escucha que alguien llega a casa. Isra no tarda en aparecer por allí, con la maleta y una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

 

Isra: ¡Hola!

 

Hugo: (Sorprendido) ¡Isra! ¿Qué haces aquí? No te esperaba todavía.

 

Hugo se levanta, y los dos amigos se abrazan.

 

Isra: Bueno, creo que ya era hora de volver definitivamente.

 

Hugo: Te veo estupendamente.

 

Isra: La verdad es que me ha venido genial estar con mi padre. Hemos arreglado todo y hemos pasado muchísimo tiempo juntos.

 

Hugo: No sabes cuánto me alegro. Pareces una persona diferente.

 

El pelirrojo deja escapar una sonora carcajada.

 

Isra: Tampoco seas exagerado.

 

Hugo: Tengo que irme al curro, pero si quieres nos vemos esta tarde y nos ponemos al día.

 

Isra: Claro. Estaré en casa.

 

Hugo: Genial.

 

Hugo camina hacia la puerta, pero antes de marcharse se gira de nuevo hacia su amigo.

 

Hugo: Me alegro de que hayas vuelto, Isra, y de que estés tan bien. De verdad.

 

Isra: Gracias.

 

Hugo: Hasta luego.

 

Isra: Chao.

 

Hugo sale de la cocina mientras Isra, sin borrar la sonrisa de su cara, se empieza a preparar un café.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena la canción “Héroes antagónicos” de Vega.

 

Tras la barra del local, Sergio revisa los productos que hay en una de las neveras cuando Jaime sale del almacén, visiblemente molesto.

 

Jaime: ¿Se puede saber por qué has pedido tantos botellines de cerveza?

 

Sergio: (Sonríe) Oh, eso. Bueno, es que pensé que podíamos hacer algún tipo de oferta con cubos llenos de botellines a cinco euros o algo así. Ahora está muy de moda, y creo que podríamos atraer a un nuevo tipo de clientes.

 

Jaime: (Atónito) ¿Y por qué querríamos abrirnos a un tipo de clientes?

 

Sergio: Bueno, eso nunca es malo, ¿no?

 

Jaime coge aire, intentando mantener la calma.

 

Jaime: No vuelvas a tomar esas decisiones sin mí, Sergio. Te recuerdo que somos socios, no has comprado todo el bar.

 

 

El joven regresa al almacén, ante la atónita mirada de Sergio.

CON

CASA DE ISRA Y HUGO / SALÓN / MAÑANA

 

Hugo camina hacia la puerta mientras el timbre suena insistentemente. Al abrirla, se sorprende cuando se encuentra a un abatido Óscar al otro lado.

 

Hugo: ¡Óscar! ¿Qué estás haciendo aquí?

 

Óscar: ¿Tienes un rato para charlar?

 

El joven guarda silencio durante unos segundos, visiblemente incómodo.

 

Hugo: La verdad es que me pillas bastante liado, Óscar, y…

 

Óscar: (Interrumpiéndole) Lucas ha cancelado la boda.

 

Hugo: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

Al chico se le llenan los ojos de lágrimas.

 

Óscar: Necesito un amigo, Hugo. Por favor.

 

Tras unos segundos de silencio, Hugo deja escapar un suspiro.

 

Hugo: Está bien. Pasa, anda.

 

Óscar: Gracias.

 

Óscar entra en la casa y Hugo, todavía incómodo, cierra la puerta mientras coge aire.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena la canción “Chandelier” de Shia.

 

Isra, Iván y Marta permanecen sentados en uno de los sofás del local, tomándose un café cada uno. Marta mira sonriente a su amigo.

 

Marta: Estás genial, Isra.

 

Isra: (Sonríe) La verdad es que creo que necesitaba un cambio de aires.

 

Marta: ¿Tu padre cómo está?

 

Isra: Muy bien. Os manda recuerdos a todos.

 

Los tres guardan silencio durante unos segundos.

 

Isra: ¿Y vosotros cómo vais? Se os ve radiantes con lo de ser padres.

 

Iván: (Suspira) Sí, bueno…

 

Marta: (Interrumpiéndole) La verdad es que estamos bastante nerviosos. No nos lo esperábamos.

 

Isra: Bueno, pero es una buena noticia, ¿no? Seguro que sois unos padres excelentes. Y Esperanza por fin tendrá un hermanito.

 

Iván fuerza una sonrisa.

 

Iván: Sí. Estamos muy contentos.

 

Marta también fuerza una sonrisa, pero Isra se da cuenta de que las cosas no van tan bien como le están diciendo, aunque prefiere no comentar nada más.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena la canción “Febrero”, de Vega.

 

Andrea espera, apoyada en la barra, cuando Vero se acerca a ella con una enorme sonrisa dibujada en su cara y una taza de café entre sus manos, que no tarda en dar a la joven.

 

Vero: Aquí tienes, putilla.

 

Andrea: (Irónica) Tú siempre tan graciosa.

 

La joven se encamina hacia uno de los sofás mientras Vero deja escapar una sonora carcajada. Sergio se acerca a la camarera, atónito.

 

Sergio: ¿Qué coño ha sido eso?

 

Vero: (Extrañada) ¿El qué?

 

Sergio: Acabas de llamar putilla a una cliente.

 

Vero se ríe, divertida.

 

Vero: Oh, vamos, es Andrea. Hay confianza.

 

Sergio: (Molesto) Me da igual, Vero. Esas no son formas de dirigirse a ningún cliente, sea o no de confianza.

 

Vero: Pero…

 

Sergio: (Interrumpiéndola) No hay peros que valgan. No quiero que se vuelva a repetir una situación así, ¿está claro?

 

Tras unos segundos de silencio, la camarera suspira.

 

Vero: Está claro.

 

Sergio: Bien. Me alegro.

 

El joven se aleja de allí, ante la atónita mirada de Vero.

 

CASA DE ISRA Y HUGO / SALÓN / TARDE

 

Óscar y Hugo están sentados en el sofá, tomándose cada uno un botellín de cerveza. Los dos permanecen en silencio.

 

Óscar: Quizá debería irme. Llevo aquí todo el día.

 

Hugo: No, no te vayas.

 

El joven mira a su ex novio, extrañado, mientras éste fuerza una sonrisa.

 

Hugo: A mí también me viene bien la compañía, ¿sabes?

 

Óscar: (Extrañado) ¿Qué te pasa?

 

Hugo: (Suspira) Las cosas entre Sergio y yo tampoco van demasiado bien.

 

Óscar: (Sorprendido) No me jodas, ¿en serio? Yo aquí rallándote con mis problemas, y ni me he preocupado por ti.

 

Hugo vuelve a forzar una sonrisa.

 

Hugo: Tranquilo. Bastante tienes con lo tuyo, que encima es bastante más gordo, como para preocuparte por lo mío.

 

Óscar: Oh venga, cuéntame. Me vendrá bien también para desconectar.

 

El joven guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Hugo: Desde que ha comprado el “Four” está muy raro, como distante.

 

Óscar: Bueno, es normal. Tiene que adaptarse al nuevo curro, aprender…

 

Hugo: (Interrumpiéndole) No Óscar, no es eso. No supe estar a la altura cuando decidió comprarlo, ¿sabes? En vez de apoyarle le critiqué, intenté quitarle la idea de la cabeza… fui bastante hijo de puta.

 

Óscar: (Extrañado) ¿Por qué?

 

Hugo: (Suspira) No lo sé, supongo que no lo puedo evitar. Cuando veo que algo se pone serio, que tira para adelante… siempre la acabo cagando, tú lo sabes mejor que nadie.

 

Óscar mira al chico, sin saber qué decir.

 

APARTAMENTO DE IVÁN / SALÓN / TARDE

 

Marta e Iván llegan al apartamento. La joven deja el bolso sobre la mesa y se deja caer sobre el sofá. Su novio la imita y la observa, preocupado.

 

Iván: ¿Estás bien?

 

La joven guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente deja escapar un suspiro.

 

Marta: La verdad es que no.

 

Iván: ¿Qué pasa?

 

Marta: Estoy preocupada por Isra.

 

Iván: (Extrañado) ¿Por qué? Yo le he visto perfectamente.

 

Marta: Exacto.

 

Iván la mira, sin entender nada.

 

Marta: Isra nunca ha sido un chico tan feliz, nunca ha estado tan animado… no sé, es como si fuera otra persona.

 

Iván: No lo entiendo, Marta. Cuando está deprimido, porque está deprimido. Cuando está feliz, porque está feliz.

 

La joven hace una pausa antes de volver a hablar.

 

Marta: Me preocupa que haya vuelto a recaer.

 

Iván: No digas tonterías, Marta. Estas cosas cambian mucho a las personas. Simplemente ha aprendido a valorar la vida, eso es todo.

 

Marta mira a su novio. Fuerza una sonrisa, aunque no parece demasiado convencida de sus palabras.

 

APARTAMENTO DE CLAUDIA / SALÓN / TARDE

 

Nervioso, Jaime espera sentado en el sofá cuando Claudia sale de la cocina con un par de botellines de cerveza entre sus manos. Da uno al joven mientras se sienta a su lado.

 

Claudia: Aquí tienes.

 

Jaime: Gracias.

 

Un tenso silencio surge entre ambos.

 

Claudia: Tengo que reconocer que me sorprende tu visita.

 

Jaime: En realidad vengo a pedirte un favor.

 

Claudia: (Sorprendida) ¿Un favor?

 

Jaime coge aire antes de volver a hablar.

 

Jaime: Necesito que hables con Sergio.

 

Claudia: (Extrañada) ¿Por qué? ¿Qué pasa?

 

Jaime: Que no tiene ni idea de llevar un bar, Claudia. No hiciste bien en venderle a él tu parte, lo va a hundir.

 

Claudia deja escapar una sonora carcajada.

 

Claudia: ¿Hablas en serio?

 

Jaime: ¿Me ves cara de estar bromeando?

 

Claudia: No voy a hablar con él, Jaime. Eso ya no es asunto mío.

 

Jaime: (Atónito) ¿Ya no te importa absolutamente nada el bar, después de todo lo que hemos luchado por él?

 

Claudia: La verdad es que no. Ahora Sergio es tu socio, y tendréis que arreglaros entre vosotros.

 

Jaime: Muy bien.

 

Tras unos segundos de silencio, Jaime se levanta, suspirando.

 

Jaime: Nunca imagine que fueras así, Claudia. No sabes cómo me estás decepcionando.

 

Jaime se marcha del apartamento dando un portazo mientras Claudia se recuesta en el sofá, con los ojos llenos de lágrimas.

 

CASA DE ISRA Y HUGO / SALÓN / TARDE

 

Óscar y Hugo continúan sentados en el sofá. Ambos parecen ir ya bastante bebidos, mientras siguen con dos cervezas entre sus manos.

 

Hugo: Mira, en el fondo Lucas ha hecho bien cancelando la boda. Somos muy jóvenes, ya tendremos tiempo para atarnos, joder.

 

El joven deja escapar una sonora carcajada justo cuando su móvil empieza a sonar. Óscar, extrañado, lo coge y ve que quién le llama es Lucas. Tras unos segundos de dudas, acaba colgando.

 

Óscar: No me apetece hablar con él.

 

Hugo: Haces bien. Hoy nada de hombres… que no seamos nosotros.

 

Los dos se ríen, divertidos, hasta que Hugo se levanta.

 

Hugo: ¿Sabes? Nos vamos a ir a dar una vuelta.

 

Óscar: (Extrañado) ¿Una vuelta? ¿A dónde?

 

Hugo: (Sonríe) A la playa.

 

CASA DE ISRA Y HUGO / SALÓN / NOCHE

 

Isra y Marta salen de la cocina, sonrientes, tomándose cada uno un botellín de cerveza, y se sientan en el sofá.

 

Marta: La cena estaba deliciosa, Isra.

 

Isra: Me alegro de que te haya gustado. Es una pena que Iván no haya podido venir.

 

Marta: Sí, bueno, pero tenía que quedarse con Esperanza. Ya sabes cómo son a veces mis padres.

 

Isra: Ya…

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Marta: Isra, ¿estás bien?

 

Isra: (Extrañado) Sí, ¿por qué?

 

Marta: No sé, desde que has vuelto… pareces una persona diferente, no sé. Estás… demasiado feliz.

 

Isra: (Atónito) ¿Y eso es malo?

 

Marta: No, claro que no, pero…

 

La joven hace una pausa antes de seguir hablando.

 

Marta: Me da miedo que sea una falsa ilusión, Isra. Que sea una fase del tratamiento y luego sufras un efecto rebote y estés peor.

 

Isra: (Sonríe) Entiendo.

 

El pelirrojo coge las manos de su amiga, intentando tranquilizarla.

 

Isra: Estoy perfectamente, de verdad. No es ninguna fase del tratamiento ni va a tener efecto rebote. Simplemente, me he dado cuenta de que la vida es demasiado bonita para amargarse. Eso es todo. Así que de verdad, no te preocupes. Estoy perfectamente.

 

Tras unos segundos de silencio, Marta sonríe.

 

Marta: Bueno, pues si realmente es así, me alegro muchísimo. De verdad.

 

Isra: Anda, ven aquí.

 

Los dos amigos se abrazan, felices.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE

 

Suena la canción “Bailando”, de Enrique Iglesias.

 

Tras la barra del local, Jaime lee una revista cuando Vero sale del almacén, indignada, y se acerca a su jefe.

 

Vero: No puedo más, Jaime.

 

Jaime: (Extrañado) ¿Qué pasa?

 

Vero: Sergio, eso es lo que pasa. Es insoportable.

 

Jaime: ¿Tú también has discutido con él?

 

Vero: Por llamarle putilla a Andrea, que ya ves tú. A Andrea le dan igual esas cosas.

 

Jaime: Bueno, yo también te he dicho alguna vez que controles un poco la lengua, al menos trabajando.

 

Vero: Sí, pero no cómo él. Tendrías que haberle visto, se ha puesto como una fiera.

 

Jaime: Ya…

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos.

 

Vero: Vas a tener que hablar con él para que se tranquilice un poquito, Jaime, porque yo no sé cuánto tiempo voy a poder seguir trabajando así.

 

Jaime mira a la camarera, sin saber qué decir.

 

PLAYA / NOCHE

 

Óscar: ¿Te acuerdas de nuestro primer beso?

 

Hugo: ¡No me jodas!

 

Los dos se ríen, divertidos, mientras caminan por la orilla del mar bajo la luz de la luna.

 

Hugo: Cuando nos colamos en esa piscina.

 

Óscar: Se nos fue muchísimo la pinza.

 

Hugo: Ya te digo.

 

Ambos vuelven a reírse.

 

Hugo: Y todo el drama con Lidia.

 

Óscar: ¿Qué será de ella?

 

Hugo: ¿No sabes nada?

 

Óscar: La verdad es que ni ganas.

 

Se ríen de nuevo.

 

Hugo: A pesar de todo fue una buena época, ¿verdad? Conseguimos ser felices, al menos durante un tiempo.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Óscar: Hugo, a pesar de todo nunca me arrepentiré de estar contigo. Ya sabes que yo todavía…

 

Hugo le interrumpe, suspirando.

 

Hugo: Déjalo, Óscar. No lo estropees.

 

Óscar: Perdona.

 

Ambos continúan andando en silencio.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE

 

El local ya está cerrado. Jaime barre el suelo cuando Sergio sale del almacén y se sienta en una de las butacas de la barra, suspirando.

 

Sergio: Ya está el almacén organizado.

 

Jaime: (Extrañado) ¿Cómo que ya está organizado? ¿Qué has hecho?

 

Sergio: Ordenarlo. Estaba todo manga por hombro.

 

Jaime: Nosotros nos organizamos bien así.

 

Sergio: Pues no entiendo cómo.

 

Jaime coge aire, intentando mantener la calma.

 

Jaime: Mira Sergio, me caes bien, de verdad. Y aunque no te lo creas, no tengo nada personal contra ti, incluso creo que podríamos llegar a tener una buena relación profesional. Pero tienes que dejar de organizarlo todo.

 

Sergio: (Extrañado) ¿Qué quieres decir?

 

Jaime: Llevo varios años al frente del “Four”, y antes de comprarlo trabajé aquí como camarero. Tengo algo más de experiencia que tú en el mundo hostelero, y no me importa enseñarte y guiarte, de verdad, pero tienes que dejarme hacerlo, porque lo único que estás haciendo constantemente es meter la pata.

 

Sergio: ¿Esto es por lo de los cubos llenos de cerveza?

 

Jaime: Entre otras cosas, pero mira, eso no me parece una mala idea. Lo único que te pido es que me consultes antes de tomar ese tipo de decisiones. Como socios que somos.

 

Sergio guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente esboza una sonrisa.

 

Sergio: Está bien. Lo siento.

 

Jaime le responde con otra sonrisa.

 

PLAYA / NOCHE

 

Hugo y Óscar, tumbados en la arena, miran las estrellas en silencio, mientras el agua moja sus pies mojados.

 

Hugo: Deberíamos irnos ya para casa, ¿no?

 

Óscar: (Suspira) Sí… supongo que tarde o temprano tendré que enfrentarme a Lucas, ¿no?

 

Hugo: Mejor pronto, sea para lo que sea.

 

Óscar: Sí…

 

Hugo se levanta, pero su ex novio continúa tumbado en la arena. Le tiende las manos, y Hugo le ayuda a levantarse.

 

Óscar: Gracias por este día, Hugo.

 

Hugo: (Sonríe) Creo que los dos lo necesitábamos.

 

Ambos guardan silencio durante unos segundos, mirándose fijamente a los ojos.

 

Hugo: Bueno, será mejor que…

 

Óscar le interrumpe dándole un apasionado beso. Aunque Hugo al principio no reacciona, finalmente le acaba correspondiendo. Ambos dejan caerse de nuevo en la arena sin dejar de besarse, quitándose la ropa el uno al otro.

 

 

CONTINUARÁ…