MANERAS DE VIVIR

-. Un radiante sol brilla sobre la ciudad, en un cielo completamente despejado. Laura y Edu se encuentran en la puerta del instituto, esperando a que el chico termine de fumarse un cigarro, mientras charlan animadamente.

EDU: Pues me alegro muchísimo de que lo hayáis arreglado, de verdad.

LAURA: (Sonríe) Lo sé, gracias. ¡Es tan mono!

EDU: (Riendo) ¡Estás pilladísima!

Laura hace falsos pucheros.

LAURA: Lo sé.

Los dos amigos se ríen, divertidos.

LAURA: A Hugo y a ti también os va muy bien, ¿no?

EDU: Sí, supongo que sí…

LAURA: (Suspira) ¿Qué coño pasa?

EDU: Nada…

LAURA: ¿Nada? Más bien, no estás nada convencido, ¿no? ¿Otra vez con tus dudosos sentimientos?

EDU: No, no es eso. Quiero muchísimo a Hugo, más que a nadie, y estos meses a su lado han sido los mejores de mi vida, la verdad.

LAURA: ¿Entonces qué pasa?

EDU: Es Isra.

LAURA: (Extrañada) ¿Pero no acabas de decir que no tienes dudas?

EDU: Y no las tengo, no es eso. El problema son los mensajes que me ha estado mandando este verano.

LAURA: ¿Los que me dijiste por teléfono?

Edu asiente.

LAURA: Pero no te preocupes por eso, se le pasará.

EDU: Ya, lo sé. El que me preocupa es Hugo, creo que ha leído los mensajes. Ya sabes que es un marujón.

LAURA: Bueno, tampoco le culpes, porque eso en este grupo es habitual, somos todos una panda de cotillas. Lo gordo es que sabiéndolo, no los hayas borrado.

EDU: Ya, ya lo sé. Fue una estupidez por mi parte.

LAURA: Desde luego que lo fue, pero no te comas la cabeza. Tampoco tiene porque haberlos leído, ¿no?

EDU: Tú no sabes como está con Isra desde la primera vez que se han visto después del verano, solo le falta clavarle un puñal en el pecho. Le conozco, y sé que los ha leído.

LAURA: (Extrañada) ¿Pero por qué no los borraste?

EDU: Algunos si que los borré, pero otros la verdad es que se me pasaba.

LAURA: ¿Quieres un buen consejo de amiga?

EDU: Por supuesto, por eso te lo estoy contando.

LAURA: Tantéale, y si ves que lo sabe, dile todo lo que me has dicho a mí. Te quiere, y no va a dejar que se joda una relación por una mierda de mensajitos sin ningún tipo de fundamento.

Edu mira a la chica, sin saber que decir.

TÍTULOS DE CRÉDITO: "Have a nice day" Bon Jovi
Kristen Bell, David Gallagher, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Hayden Panettiere, Emma Watson.

Capítulo 28.
Un año más


-. Marta, Hugo e Isra están ya en clase. Isra y Marta están sentados juntos, en una de las primeras mesas, mientras Hugo se encuentra solo al final de la clase, en el único sitio que queda libre. Una joven rubia, muy atractiva, se acerca a él sensualmente.

ANDREA: ¡Hola! ¿Puedo sentarme aquí? Es que es el único sitio que queda libre…

HUGO: Claro, los sitios no tienen nuestros nombres, puedes sentarte donde quieras.

La chica sonríe, agradecida, y se sienta.

ANDREA: Soy nueva.

HUGO: Lo sé, este es mi quinto año en el instituto. Te habría visto antes.

Andrea se ríe, pero el chico no entiende de que.

ANDREA: Me llamo Andrea.

HUGO: Hugo.

ANDREA: ¿En serio? ¡Es un nombre precioso!

Hugo sonríe, bastante incómodo con la situación.

-. Claudia se encuentra tras la barra del "Four", secando la vajilla con un trapo. David la observa apoyado en el marco de la puerta del almacén. No parece demasiado contento de cómo lo está haciendo, y se acerca a ella.

DAVID: ¿En serio secas así la vajilla en tu casa?

CLAUDIA: (Extrañada) ¿Hay algún problema?

DAVID: No, aparte de que así quedarán manchas de las gotas de agua. Observa.

El chico coge otro trapo, y empieza a secar otro de los vasos, mientras Claudia le mira con mala cara. Cuando termina, se lo muestra.

DAVID: ¿Ves?

CLAUDIA: ¿Me estás diciendo que no sé fregar vasos?

DAVID: Perdona, no quería ofenderte, pero…

CLAUDIA: (Enfadada) ¿Sabes? Soy camarera, no inútil. Y tú ni siquiera eres mi jefe.

DAVID: Soy el encargado.

CLAUDIA: Pero nada más que eso, un simple encargado.

La chica mira su reloj, suspirando.

CLAUDIA: (Sonríe) Vaya, es la hora de mi descanso.

Claudia tira el trapo sobre la barra, y sale de esta.

-. Es la hora del recreo, y Laura e Isra se encuentran sentados en uno de los bancos del parque, tomándose sus bocadillos. Entre los dos reina un incómodo silencio.

ISRA: Me encantaría que me contaras que es lo que exactamente te pasa conmigo.

LAURA: ¿Por qué iba a pasarme algo contigo?

ISRA: No me vengas con historias, Laura. Desde que he venido, estáis todos súper bordes conmigo.

LAURA: ¿Y no has pensado que pueda ser por algo en especial?

ISRA: (Suspira) Eso mismo es lo que te estoy preguntando.

LAURA: Pero es que no es a mí precisamente a quien me lo tienes que preguntar.

Isra mira a su amiga, extrañado.

ISRA: ¿Entonces a quien?

LAURA: Tú mismo deberías saberlo.

ISRA: (Sorprendido) ¿Te ha contado Edu lo de los mensajes?

LAURA: Por supuesto, ¿olvidas que soy su mejor amiga?

ISRA: (Suspira) Vale, ¿y qué tiene eso de malo?

LAURA: ¿Lo de los mensajes?

Isra asiente.

LAURA: Pues que son felices, y están muy bien juntos. No sé porque tienes que venir a joderles tú ahora.

ISRA: Yo no quiero joder a nadie, Laura. Solo quiero recuperar lo que un día me arrebataron.

LAURA: Es que nadie te ha arrebatado nada. Edu no era de tu propiedad, ni lo es de nadie. Es libre para escoger con quien quiere estar.

Isra mira molesto a su amiga, y luego se levanta.

ISRA: Creo que será mejor que me vaya.

LAURA: Isra, escúchame.

ISRA: Ya he escuchado suficiente, créeme. Hasta luego.

Isra se aleja de allí bastante molesto, ante la cara de sorpresa de su
amiga.

-. Varios chicos juegan en la pista de baloncesto del patio del instituto, algunos sin camiseta debido al calor que hace. Hugo y Andrea se encuentran sentados en las gradas, ambos en silencio, aunque la chica no tarda demasiado en romperlo.

ANDREA: El año pasado, en mi anterior instituto, me pegaba todos los recreos sentada en las gradas de la cancha, como ahora, mirando a los tíos jugar. Estaban buenísimos, y luego llegaban los fines de semana, y… (Suspira) eran tan buenos jugando como en la cama.

Hugo la mira divertido, y la chica se ríe.

ANDREA: Pero los de aquí no están muy buenos, la verdad.

HUGO: Lo sé, llevo aquí bastante tiempo. He podido percatarme de ello varias veces, la verdad.

Andrea mira al chico, sorprendida, para luego echarse a reír.

HUGO: (Extrañado) ¿Qué pasa?

ANDREA: Que eres al primer tío que conozco que es hetero y no le importa reconocer cuando un tío está bueno o no.

HUGO: (Sonríe) Si bueno, pero es que yo…

ANDREA: (Interrumpiéndole) Aunque si que hay uno que está buenísimo, y además es súper simpático y agradable.

HUGO: Sí, uno hay, pero creo que tú todavía no lo conoces.

ANDREA: Sí, te aseguro que si que le conozco. ¿Te apetece que quedemos esta tarde?

HUGO: (Extrañado) ¿Para qué?

ANDREA: Para tomar algo, conocernos mejor… ya sabes, lo normal.

HUGO: Ya… bueno, es que yo tengo planes ya, lo siento.

Andrea mira al chico, decepcionada.

ANDREA: Pero soy tu nueva compañera y amiga.

HUGO: Sí, pero es que he quedado con mi…

ANDREA: (Interrumpiéndole) Oye mira, que da igual, no te preocupes. Pero para mañana no hagas planes, porque entonces si que me enfadaré, ¿eh?

HUGO: (Suspira) Vale, está bien.

Los dos chicos se ríen, divertidos.

-. Ya es por la tarde. En la cadena suena la canción “Missing you” de Tyler Hilton de fondo. Carlos y Laura se encuentran sentados en el sofá del piso del chico, tomándose un café mientras charlan.

LAURA: ¿Pero a ti te ha hecho algo?

CARLOS: (Suspira) No.

LAURA: Pues es que entonces no entiendo porque te comportas así con ella, la verdad.

CARLOS: Ya te lo he dicho, ¿vale? Fue ella la que se aparto de nosotros, no nosotros de ella.

LAURA: ¿Y quiénes fueron los que le retiraron el saludo?

CARLOS: ¿Por qué te importa tanto? ¿Sabes lo que le tuvo que hacer a Hugo para que él no quiera saber nada más de ella?

LAURA: No, ni lo sé, ni me importa porque no va conmigo. Puedo entender que sea por lo que sea, Hugo no quiera saber nada de ella. Con un gran esfuerzo, puedo llegar a entender que Edu tampoco, ¿pero tú?

CARLOS: No es buena persona, Laura.

LAURA: Claro que lo es. Y lo lleva demostrando muchos años, como para que ahora vengas tú y digas lo que acabas de decir. No sabemos lo que pasó, Carlos, ¿cómo puedes juzgarla por algo que ni siquiera sabes?

Carlos mira a su novia, sin saber muy bien que decir.

-. Claudia, Hugo y Edu están sentados en el sofá de siempre del "Four", charlando animadamente. Hugo y Edu se toman unos refrescos, mientras Claudia permanece simplemente sentada, riéndose.

CLAUDIA: Pues claro que te intentaba coquetear, tío. Es que eres un poco cortito cuando te lo propones.

HUGO: Que va, simplemente quiere hacer amigos, nada más.

CLAUDIA: Sí, sí…

Claudia y Edu hacen un gesto con la mano como si estuvieran pescando, y se echan a reír. Hugo les sigue, divertido.

HUGO: Pues he quedado con ella mañana por la tarde.

EDU: ¿Voy a tener que ponerme celoso?

HUGO: Quizás un poco, sí.

Los dos chicos se ríen y se dan un pico que poco a poco pasa a ser un apasionado beso, y Claudia les separa, riendo.

CLAUDIA: Bueno, que no hace falta que os peguéis el lote cada dos por tres para que todos veamos lo felices que sois, ¿eh?

Los tres vuelven a reírse, y Claudia se levanta.

CLAUDIA: Bueno, yo va siendo hora de que regrese al trabajo, porque David últimamente busca cualquier excusa para apuñalarme. Hasta luego.

HUGO y EDU: Chao.

Claudia se va, y Hugo y Edu se miran sonrientes. Hugo bebe un trago de su refresco, y el semblante de su novio cambia radicalmente.

EDU: Me gustaría hablar un momento contigo.

HUGO: (Extrañado) Claro, dime.

EDU: Sé que has leído los mensajes que me ha estado mandando Isra este verano.

Hugo mira a su novio, sin saber que decir.

HUGO: Edu, yo…

EDU: Mira, no te preocupes, ¿vale? Sé que no lo hiciste por desconfianza. Es una manía rara que tiene la gente de leer los mensajes del resto, no pasa nada. Yo solo quería que supieras que no te he dejado de querer ni un solo segundo, pusiera lo que pusiera en esos mensajes.

HUGO: Y yo tampoco he dejado de saberlo en ningún momento. Lo que pasa es que me jode, parece que no podemos ser felices. Que siempre va a haber alguien que intente amargarnos la existencia.

Edu abraza a su novio.

EDU: Eso no va a pasar. No se lo vamos a permitir, ¿de acuerdo?

Hugo asiente, y se besan apasionadamente.

-. Ya es completamente de noche. Isra está tumbado en el sofá de su casa viendo la televisión a oscuras, mientras se come un bocadillo de mortadela. En ese momento, se oye como la puerta de entrada se abre. Isra oye unos susurros en el pasillo, pero no les da importancia. A los pocos segundos, su madre entra a la estancia.

OLGA: Hola cariño, ¿qué tal?

La mujer da un beso en la mejilla a su hijo.

ISRA: Bien, aburrido. ¿Y tú con tus amigas?

Olga sonríe al chico, y se sienta a su lado.

OLGA: Precisamente te quería hablar sobre eso.

ISRA: (Extrañado) ¿Sobre tus amigas?

La mujer se ríe.

OLGA: No, no es sobre mis amigas, porque la verdad es que esta tarde no he estado con ellas.

ISRA: Ah, ¿no?

La mujer niega con la cabeza, y se queda callada, sin saber como continuar.

ISRA: ¿Vas a decírmelo, o no?

OLGA: Verás hijo, durante este verano que he estado sola, me he dedicado a salir un poco más, a hacer mi propia vida. A veces salía con mis amigas, y otras pues con otras personas. Y una de esas noches, conocí a Martín.

Isra se levanta.

ISRA: Me alegro por ti mamá, pero creo que no quiero que sigas.

OLGA: Ha venido a conocerte.

ISRA: (Molesto) Pues yo no quiero hacerlo.

El chico se dispone a salir, pero la mujer le agarra del brazo, impidiéndoselo. Le mira con lástima.

OLGA: Por favor, Israel. Es importante para mí.

ISRA: Mamá, me alegro de que seas feliz, ¡en serio! Pero no tienes porque hacerme a mí partícipe de esa felicidad.

OLGA: Pero es que si tú no eres partícipe de ella, ya no la tendré.

El joven piensa durante unos segundos, para luego volver a sentarse en el sofá, suspirando.

ISRA: Vale, está bien… pero no me pidas que sea amable, por favor.

OLGA: Gracias, pero al menos inténtalo…

ISRA: No te prometo nada.

OLGA: (Sonríe) Os vais a llevar genial. ¡Martín, pasa por favor!

Un hombre alto y apuesto entra a la estancia sonriendo, sorprendiendo a Isra por su físico.

MARTÍN: Buenas noches, Israel. Estaba deseando conocerte, tu madre me ha hablado muy bien de ti.

ISRA: Hola…

Isra mira al hombre, sin saber que decir, mientras Olga les observa a los dos, sonriendo.

-. Un nuevo día amanece en la ciudad. Hugo y Edu van caminando por los pasillos del instituto, con sus mochilas, mientras charlan animadamente, riendo, cuando Andrea se acerca por detrás de ellos, corriendo, y se pone entre los dos chicos, pero ignora por completo a Edu.

ANDREA: ¡Hola Hugo!

HUGO: Hola, ¿qué tal?

ANDREA: (Sonríe) Bien, gracias, ¿y tú?

HUGO: Bien también, aquí con mi…

ANDREA: (Interrumpiéndole) Recuerdas que esta tarde me la tenías que reservar a mí, ¿verdad?

HUGO: Como olvidarlo.

ANDREA: Genial, entonces hablamos luego. ¡Hasta ahora!

La chica se aleja corriendo, y Hugo y Edu la observan, divertidos.

EDU: Es esa, ¿no?

HUGO: Esa misma Andrea. ¿Ves como no me deja decirle que tengo novio? Cada vez que estoy a punto de hacerlo, me interrumpe.

EDU: A ver, le molas. No debe de ser fácil para una tía asumir que el tío que le gusta es gay.

HUGO: Y dale, que no le molo, joder. Simplemente no conoce a nadie aquí, y quiere hacerlo. Es normal.

Edu abraza a su novio, con una tierna sonrisa.

EDU: Me encanta que seas tan humilde.

HUGO: Imbécil.

Los dos chicos se ríen, y se dan un pico.

-. Es la hora del recreo, y Laura e Isra se encuentran sentados en el mismo banco de ayer, en el parque. Ambos jóvenes parecen tener la mirada perdida, cada uno pensando en sus cosas, cuando Marta se acerca a ellos.

MARTA: (Irónica) Vaya, se os ve animados, ¿eh?

LAURA: Es lo que pasa cuando no hay nada que decirse.

ISRA: Yo si que tengo cosas que contar, pero como últimamente andas tan borde, pasó.

Laura se levanta, enfadada.

LAURA: ¿Borde yo? Vamos, ya lo que me quedaba por oír. Para otra vez, si no quieres oír lo que realmente pienso, no me preguntes.

La chica se marcha, y Marta se sienta al lado de su amigo.

MARTA: ¿Qué os pasa?

ISRA: Nada, que parece ser que hay que opinar lo mismo que ella si quieres que esté contenta.

MARTA: Yo no creo que eso sea así, ¿eh?

ISRA: ¡Joder, pues no veas como se puso ayer con los malditos mensajes!

MARTA: ¿Los que le has estado mandando a Edu este verano?

ISRA: (Sorprendido) ¿Tú también lo sabes?

MARTA: Sí, me lo contó ella.

ISRA: (Irónico) ¡Genial! Encima es una portera.

MARTA: Me jode decirte esto Isra, pero ella tiene razón. Yo no creo ni que estés enamorado de Edu, creo que es más obsesión que otra cosa.

ISRA: ¿Obsesión?

MARTA: (Suspira) Mira, Hugo y Edu se quieren. Creo que deberías dejarles ser feliz, porque esa es la única manera de que tú mismo también lo seas.

ISRA: ¿Por qué defiendes tanto a Hugo después de que te haya alejado de todos tus amigos?

MARTA: No me ha alejado de nadie. Nadie sabe lo que pasó entre él y yo, solo nosotros. Y créeme cuando te digo que es normal que no me hable, incluso podría haberme hecho algo peor y no ha sido así. Si el resto son tan faltos de personalidad que porque me deje de hablar uno, ya me dejen de hablar todos, ese no es su problema.

ISRA: ¿Y cómo sabes que a Edu no se lo ha dicho? Las parejas comparten todo, ¿no?

MARTA: Bueno, esa es tu opinión, pero Hugo no es ni tan empalagoso ni tan controlador como tú, tiene su propia vida, y no tiene porque darle explicaciones a nadie sobre ella.

Marta se ríe, pero el chico la mira molesta.

ISRA: Hace casi cuatro meses que no te hablas con él, ha podido cambiar.

MARTA: No, sé que no lo ha hecho. Lo conozco. Pero de todas formas, no me cambies de tema. Tienes que asumir que ellos dos están juntos, y que tú puedes tener una vida mucho mejor de la que tienes ahora si les dejas vivir en paz.

ISRA: ¿Y por qué tengo yo que sufrir para que dos personas a las que no les importo nada sean felices?

MARTA: Porque eres buena persona, a pesar de que te empeñes en demostrar lo contrario. Además, a Edu si que le importas, y lo sabes.

Isra mira a su amiga, pensativo.

-. Ya es por la tarde, y Andrea y Hugo se encuentran sentados en uno de los sofás del "Four", mientras se toman unos refrescos. Andrea no para de hablar, y Hugo suspira, mientras Claudia les mira divertida desde la barra.

ANDREA: Y fíjate, perdí la virginidad con catorce años. Mucha gente cree que es demasiado pronto, pero yo no lo creo, ¿tú que opinas?

Hugo va a responder, pero la chica le interrumpe.

ANDREA: ¿Ves? Lo sabía, sabía que eras un chico súper liberal, y ¿sabes? Por eso me caes tan bien, pocas veces he conocido a alguien como tú.

Hugo sonríe forzadamente.

HUGO: Gracias… supongo.

Andrea se ríe escandalosamente, mientras se acerca al chico todo lo que le resulta posible.

ANDREA: ¡Claro que si! No seas tan humilde.

HUGO: No, no lo soy, solo que…

La chica besa repentinamente al chico, pero este se aparta enseguida, asustado. Al fondo se oyen las risas de Claudia.

HUGO: ¿Qué haces?

ANDREA: (Extrañada) ¿Qué pasa?

HUGO: Creo que estás equivocada.

ANDREA: No…

Hugo asiente, y la joven se lleva la mano a la boca, avergonzada.

ANDREA: Dios mío…

HUGO: Bueno, no te preocupes, no pasa nada.

ANDREA: Me siento tan avergonzada. Nunca antes me había pasado algo así, nadie me ha rechazado jamás.

HUGO: Alguna vez tenía que ser la primera, ¿no?

Andrea sonríe de mala gana, y se levanta.

ANDREA: Creo que será mejor que me vaya.

HUGO: No, no es necesario, de verdad.

ANDREA: Sí, sí que lo es. Chao.

La joven se marcha rápidamente, y Hugo se queda allí sentado, sin saber como reaccionar. Claudia se acerca a él, intentando aguantarse la risa.

CLAUDIA: ¿Necesitas consuelo, rompecorazones?

HUGO: Vete a la mierda.

Los dos amigos se miran, y no pueden evitar el echarse a reír.

-. Ya está anocheciendo, y Laura y Carlos van paseando por el parque cogidos de la mano. Los dos jóvenes charlan animadamente, entre risas. Parecen estar pasándolo bien.

CARLOS: ¿Me lo estás diciendo en serio?

LAURA: (Ríe) Completamente. Mira, cuando Claudia me ha contado que le ha plantado un beso, a poco me muero.

Carlos se ríe, divertido.

CARLOS: Joder, lo que hubiese dado por ver la cara de Hugo en esos momentos.

LAURA: Desde luego.

Los dos jóvenes siguen riendo, divertidos, cuando a una distancia considerable, ven como Marta y Jorge se acercan a ellos. Cuando Marta se percata también de su presencia, baja la cabeza. Laura mira seria a su novio.

LAURA: Esta es una oportunidad fantástica para que arregles las cosas.

CARLOS: ¿Ahora?

LAURA: (Extrañada) ¿Cuál es el problema?

CARLOS: Pues que va con Jorge, y ya sabes que él y yo… no tenemos una relación demasiado amistosa precisamente.

LAURA: Ya, bueno, pero es que tienes que hablar con Marta, no con él.

Carlos mira a su novia suspirando, y justo en ese momento ambas parejas quedan frente a frente. La única que parece no sentirse incómoda es Laura.

LAURA: ¡Hola chicos!

MARTA: Hola Laura.

Las dos chicas se dan dos besos, y Jorge y ella hacen lo mismo.

JORGE: Hola, ¿qué tal?

LAURA: Bien, dando un paseo, supongo que igual que vosotros, ¿no?

Marta asiente, sonriendo de mala gana, y todos quedan en silencio.

LAURA: Carlos quería decirte algo, ¿verdad cariño?

Carlos mira a su novia con cara de querer matarla, mientras Marta mira al chico, ilusionada.

MARTA: ¿En serio?

CARLOS: (Dudoso) Eh… sí, supongo que sí.

LAURA: Jorge, ¿vamos a hablar tú y yo? También quería comentarte unas cosas, si no te importa.

JORGE: (Sonríe) No, claro que no. Vamos.

Los dos jóvenes se alejan de allí, pero no demasiado para no perder de vista a sus respectivas parejas, los cuales se miran, algo incómodos.

CARLOS: Bueno, verás, yo… quería pedirte perdón por mi actitud hacia ti a lo largo de estos tres meses…

MARTA: ¿Te lo ha pedido Laura?

Carlos mira a la joven, nervioso y sin saber que decir. Marta se limita a sonreír.

MARTA: No hace falta que lo hagas si no es lo que realmente sientes.

CARLOS: Si es que lo siento, claro que lo siento. Pero he sido tan estúpido, que no tengo ni idea de cómo arreglarlo.

MARTA: No tienes que hacer nada. Me basta con que estés siendo sincero.

CARLOS: (Sonríe) También quiero que sepas que no sé nada de lo que pasó entre Hugo y tú, él no contó nada. No quiso meter cizaña en ningún momento, y era el primero al que no le importaba que te hablásemos.

MARTA: Lo sé… lo sé, pero gracias.

Los dos amigos se abrazan, y Laura y Jorge les miran, sonriendo.

-. Un nuevo día ha amanecido en la ciudad, y con él, toda la rutina que rodea la vida de cualquier adolescente actual. Andrea se encuentra sentada en el banco que hay frente a su clase en el instituto. Tiene la cabeza apoyada en la pared, y permanece con los ojos cerrados. Respira profundamente, como si intentara relajarse, y este estado es el que no le permite darse cuenta de que Hugo se sienta a su lado, observándola extrañado.

HUGO: Hola.

Andrea, nerviosa, le mira.

ANDREA: ¿Qué haces aquí?

HUGO: También es mi clase, ¿recuerdas?

ANDREA: Sí… sí, es verdad.

Surge un incómodo silencio entre ellos.

HUGO y ANDREA: Oye, yo…

Se sonríen.

HUGO: Tú primero.

ANDREA: Mira, yo quería pedirte disculpas por lo de ayer. No tenía derecho a hacerlo, y la verdad… nunca nadie me había rechazado, y pensaba que esta vez no sería diferente. No quiero que pienses que soy una fresca, ni nada parecido. Me moriría de la vergüenza si fuera así.

HUGO: No te preocupes. Yo quería pedirte perdón también, porque no sé, a lo mejor hice que… bueno, ya sabes, a lo mejor hice algo que malinterpretaste para lanzarte así.

ANDREA: ¡Que va, eso es lo triste! Que no hiciste nada.

Los dos chicos se miran, y luego se empiezan a reír.

ANDREA: ¿Amigos?

HUGO: Por supuesto, pero nada más, ¿eh?

ANDREA: Desde luego.

Vuelven a reírse, y se estrechan la mano. En ese momento, aparece Edu por allí, y acaricia la cabeza a su novio.

EDU: Buenos días, ¿qué tal?

HUGO: Hola Edu. Mira, esta es Andrea, una compañera de clase.

EDU: Sí, ya nos habíamos visto, encantado.

ANDREA: Igualmente.

Ambos se dan dos besos, y luego Edu da un pico a Hugo, ante la sorprendida mirada de la joven.

EDU: ¿Y tú qué tal, cariño?

HUGO: Como siempre.

Vuelven a besarse, y Andrea les señala.

ANDREA: ¿Sois…?

La pareja asiente, divertida. Andrea se lleva las manos a la cabeza, pero rápidamente se levanta y empieza a dar pequeños saltitos mientras se ríe.

ANDREA: ¡Dios, ahora lo entiendo todo! ¡Es genial! ¿Sois gays, gays?

EDU: De pura cepa.

ANDREA: ¡Oh, me muero! Me encantáis, nunca he conocido a nadie homosexual, pero me encantáis. ¡Vamos a hacer tantas cosas juntos!

Edu y Hugo se miran, sin entender a la chica, pero enseguida se empiezan a reír junto a ella.

-. Suena la canción “Pelayo” de Avalanch de fondo. Ya es de noche, y el "Four" está cerrado. Claudia se encuentra barriendo tras la barra, mientras David ordena todas las sillas y las mesas por fuera. Entre ambos hay un incómodo silencio.

DAVID: Hoy vino una mujer preguntando por ti.

CLAUDIA: (Suspira) ¿Y me lo dices ahora?

DAVID: Más vale tarde que nunca, ¿no?

CLAUDIA: Chico, dando recados eres único. ¿Y cómo era?

DAVID: Pues así rubia, pelo largo… se parecía a ti, la verdad.

Claudia mira asustada al chico, y luego se apoya sobre la barra, cerrando los ojos. David la observa, y se acerca a ella, preocupado.

DAVID: ¿Pasa algo?

CLAUDIA: ¿Acaso te importa?

DAVID: Mira, realmente no sé porque no nos llevamos bien. Tú a mí no me caes mal.

CLAUDIA: Tú a mí tampoco, pero es que te encanta picarme.

DAVID: Y a ti que te pique.

Los dos jóvenes se ríen, divertidos. Cuando dejan de hacerlo, se miran fijamente, y se van acercando poco a poco, hasta que empiezan a besarse apasionadamente. La canción deja de sonar.

-. La calle está iluminada tan solo por alguna que otra farola. Hugo se encuentra frente a la puerta del jardín de su casa, introduciendo la llave para abrirla, cuando nota una presencia tras él. Asustado, se gira.

HUGO: ¡Isra! ¿Qué coño estás haciendo?

ISRA: Perdona, no quería asustarte. La verdad es que yo… tengo que hablar contigo.

HUGO: Creo que no queda nada más que decir entre nosotros.

Hugo abre la puerta, y se dispone a entrar, pero Isra le agarra del brazo.

ISRA: Lo siento.

HUGO: (Sorprendido) ¿Lo sientes?

ISRA: Sí… siento todo el daño que te he podido hacer, de verdad. Lo que yo siento por Edu no es amor… estoy, o mejor dicho, estaba obsesionado. Y lo siento de verás. Cuando os veo, me doy cuenta de que lo que tenéis vosotros es precioso, ni la mitad de lo que tuvimos él y yo. Y realmente, me alegro de que dos de las personas que más me han importado en mi vida sean felices.

HUGO: Demuéstranoslo.

ISRA: (Extrañado) ¿Qué?

HUGO: Qué nos demuestres que podemos confiar en ti, que es verdad todo lo que me has dicho. Entonces, hablaremos.

ISRA: Por supuesto. Os lo voy a demostrar, te lo prometo. Gracias por darme la oportunidad.

HUGO: (Sonríe) Buenas noches, Isra.

ISRA: Adiós.

Hugo entra al jardín, y cierra la puerta con llave. Isra no puede evitar el esbozar una enorme sonrisa de satisfacción.

-. De fondo suena “Sick and tired”, de Anastasia, mientras vamos viendo las imágenes relatadas.

Edu, Hugo y Andrea caminan los tres juntos por los pasillos del instituto, charlando y riendo animadamente.

Carlos, Marta, Laura y Jorge están sentados en una terraza de un bar del paseo marítimo, y los cuatro se ríen de algo que cuenta la segunda.

Olga y Martín se encuentran sentados en el sofá del salón, charlando. Pronto empiezan a besarse, e Isra les mira algo molesto, apoyado en el marco de la puerta.

Claudia está sentada en el sofá de su casa, viendo una película. En ese momento, el timbre suena. La chica mira el reloj, extrañada, y el timbre vuelve a sonar. Se levanta, y abre la puerta.

ELISA: (Sonriente) Hola Claudia.

CLAUDIA: ¿Por qué no me sorprende que me hayas encontrado?

CONTINUARÁ...