MANERAS DE VIVIR

 

Quinta temporada, capítulo 99

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ TARDE

 

Andrea está sentada en el sofá de siempre, tomándose un refresco y mirando continuamente la hora en su móvil. No tarda en ver entrar en el local a Óscar, que se acerca apresuradamente a ella.

 

Andrea: (Molesta) Joder tío, ya era hora.

 

Óscar: Perdona. Es que me quería echar un rato la siesta, pero se me ha ido de las manos por completo.

 

Andrea: No hace falta que lo jures.

 

Claudia se acerca a sus dos amigos.

 

Claudia: Hola Óscar, ¿te pongo algo?

 

Óscar: Una naranjada, por favor.

 

Claudia: Enseguida.

 

Claudia se aleja de allí, y Andrea mira con curiosidad a su amigo.

 

Andrea: Bueno, pues cuéntame, ¿por qué tenías tanta prisa en quedar conmigo? No te habrás enamorado de mí, ¿no?

 

Óscar: (Riendo) No, no es eso.

 

Andrea: (Suspira) Vaya.

 

Ahora son los dos amigos los que se ríen.

 

Andrea: Anda, dime.

 

Óscar: Estoy pensando en prepararle una sorpresa a Hugo este fin de semana.

 

Andrea: (Extrañada) ¿Una sorpresa como qué?

 

Óscar: (Sonríe) Una cena romántica. ¿Crees que le gustará?

 

Andrea: (Divertida) Por supuesto. Siempre ha dicho que odia ese tipo de sorpresas, pero luego se derrite cuando se las hacen. Cuando estaba con Edu, se las preparaba constantemente.

 

Óscar: (Molesto) Vale, entonces creo que no es buena idea que se la organice yo también.

 

Andrea: No, para nada. No quería decir eso. La tuya será mejor… porque espero que vayas a dejar que te ayude, ¿no?

 

Óscar: (Sonríe) Esa era la idea, sí. Pedirte ese favor.

 

Andrea: Entonces dalo por hecho. Ya verás… no vais a llegar ni a los postres.

 

El joven se ríe, divertido.

 

AEROPUERTO DE GIJÓN/ SALA DE ESPERA/ NOCHE

 

Lidia está sentada en uno de los asientos, leyendo una revista. Una joven de larga cabellera rubia, a la que solo vemos de espaldas, se acerca a ella a paso ligero, cargando una pequeña maleta. Lidia alza la vista, y sonríe.

 

Lidia: Por fin has venido.

 

Por fin le vemos la cara a la recién llegada: es Lorena. Esboza una cínica sonrisa.

 

Lorena: Este día tenía que llegar… Vámonos al hotel. Tenemos muchas cosas de las que hablar.

 

CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi

 

KRISTEN BELL

 

CHACE CRAWFORD

 

RUPERT GRINT

 

VANESSA HUDGENS

 

JESSE MCCARTNEY

 

JESSE METCALFE

 

JARED PADALECKI

 

HAYDEN PANETTIERE

 

JESSICA STROUP

 

TOM WELLING

 

CAPÍTULO 99: El pasado siempre vuelve

 

Con…

 

MAGGIE GRACE

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ MAÑANA

 

Isra, tomándose un café, está sentado en una de las butacas de la barra, charlando animadamente con Claudia.

 

Isra: Debes de estar histérica con todo el tema de la boda, ¿no?

 

Claudia: Imagínate, solo queda una semana… estoy acojonada.

 

Isra se ríe, divertido.

 

Isra: ¿Sabes? Yo también estoy nervioso. Nunca se habían casado dos amigos míos.

 

Claudia: Y por el bien de todos, espero que siga así, porque es agotador.

 

Isra: (Divertido) Mira que eres exagerada…

 

Marta entra al local, arrastrando la sillita de Esperanza.

 

Marta: Buenos días.

 

Isra: Hola.

 

Claudia: Buenas. ¿Qué te pongo?

 

Marta: Un café con leche, por favor.

 

Claudia: Marchando.

 

Claudia empieza a prepararlo, y Marta se sienta en otra butaca, junto a su amigo.

 

Marta: ¿Tú no deberías estar en clase?

 

Isra: No me apetecía ir.

 

Marta: ¿Pero todavía sigues así?

 

Isra: Para ti es muy fácil decirlo.

 

Marta: Puede, pero es que nunca te ha importado lo que los demás han pensado de ti, Isra. Y mucho menos de tu bisexualidad. Así que no entiendo qué cojones es lo que te está pasando ahora.

 

Claudia: Eso mismo le he dicho yo hace diez minutos. Aquí tienes el café.

 

Marta: Gracias.

 

Isra: (Suspira) Pero mira que sois pesadas, ¿eh? Se me pasará. Es solo cuestión de tiempo.

 

Marta: Ni tiempo ni leches. Mañana mismo vas a volver a clase.

 

Claudia: Bien dicho.

 

Isra: (Irónico) Sí, seguro.

 

Marta: Pasaré a buscarte.

 

Isra: ¿En plan mamá?

 

Marta: Tú hazme caso. A las ocho y media estaré en tu casa.

 

Isra mira a su amiga, sin entender nada.

 

HOTEL “PALACE”/ HABITACIÓN 356/ MAÑANA

 

Lorena: No quiero que sepan que estoy aquí. Al menos de momento.

 

Lidia: (Incrédula) No lo entiendo.

 

La joven, sentada en el borde de la cama, observa a Lorena, que da vueltas de un lado a otro con una cínica sonrisa dibujada en su cara.

 

Lidia: ¿Para qué has venido entonces?

 

Lorena: No he venido de visita, Lidia. He venido a consumar mi venganza, ya que veo que tú solita no has podido.

 

Lidia: Hombre, yo…

 

Lorena: (Interrumpiéndola) Pero no te preocupes. Todos ellos me jodieron la vida, y me voy a encargar de que lo paguen.

 

Lidia: ¿Y por dónde quieres empezar?

 

Lorena: ¿Has conseguido acostarte con Jorge ya?

 

Lidia: Aha.

 

Lorena: Bien. Pues él será nuestra primera víctima.

 

PISO DE CARLOS Y ANDREA/ SALÓN/ MEDIODÍA

 

Carlos está sentado en el sofá, comiéndose una ensalada mientras ve la televisión, cuando Andrea llega a casa. Al ver a la joven, el chico esboza una forzada sonrisa.

 

Carlos: Hola…

 

Andrea: ¡Hombre! Por fin coincidimos… es más fácil ver al Papa que verte a ti últimamente.

 

Carlos: Sí, bueno… es que últimamente he estado muy liado.

 

Andrea: Ya.

 

Andrea se sienta junto al joven.

 

Andrea: ¿Y qué tal durmiendo en casa de Jaime y Claudia? Porque cuando yo vivía allí, me destrozaba la espalda… ¿duermes en mi antigua habitación?

 

Carlos: (Extrañado) ¿Qué?

 

Andrea: No disimules más, Carlos. He estado hablando con Claudia. Me ha dicho que llevas tres noches durmiendo en su piso. Precisamente desde que nos acostamos. Qué casualidad, ¿no?

 

Carlos: (Nervioso) Escucha Andrea, yo…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) ¿Qué cojones pasa, Carlos?

 

Carlos permanece unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Carlos: No creo que fuese buena idea lo que pasó la otra noche entre nosotros, Andrea.

 

Andrea: (Sorprendida) ¿Qué? ¿Por qué?

 

Carlos: Porque no, ¿vale? Yo todavía no tengo claro lo que siento por ti, y lo único que he conseguido acostándome contigo es confundirme todavía más.

 

Andrea: (Decepcionada) Ya.

 

Los dos jóvenes vuelven a quedarse en silencio.

 

Carlos: Creo que lo mejor será que siga pasando unos días más en casa de Jaime y Claudia. Hasta que… hasta que tenga las ideas claras.

 

Andrea: Muy bien.

 

La joven se levanta para que su ex novio no vea sus ojos llenos de lágrimas.

 

Andrea: Sí eso es lo que quieres… cuando tomes una decisión, llámame.

 

Andrea camina hasta su cuarto, conteniendo las lágrimas, mientras Carlos se recuesta en el sofá, confundido.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ DORMITORIO DE HUGO/ TARDE

 

Hugo está sentado frente al escritorio, pasando unos apuntes al ordenador, cuando alguien llama a su puerta.

 

Hugo: Adelante.

 

Óscar entra en el dormitorio, sonriendo.

 

Óscar: ¿Qué tal?

 

Hugo: Todo lo bien que se puede estar cuando llevas toda la tarde pasando apuntes.

 

Óscar: Ya, ¿y te queda mucho?

 

Hugo: Un poco, sí.

 

Óscar: Sí fueras todos los días a clase en vez de salir tanto…

 

Hugo: (Molesto) Mira, ya tengo un padre, y está en la cárcel. Te aseguro que no quiero otro.

 

Óscar: Vale, vale…

 

Los dos jóvenes se quedan unos segundos en silencio.

 

Hugo: ¿Querías algo?

 

Óscar: Sí… bueno, solo quería preguntarte si tienes algún tipo de plan para este fin de semana.

 

Hugo: El de siempre. Salir por ahí de fiesta, ¿por qué?

 

Óscar: ¿Y por qué no pruebas a quedarte en casa por un sábado?

 

Hugo: ¿Para qué? ¿Para aburrirme?

 

Óscar: Bueno… podríamos alquilar una pelí y verla los tres juntos, ¿no? Una noche de compañeros de piso. Hace tiempo que no tenemos ninguna así.

 

Hugo: (Extrañado) Nunca hemos pasado una noche así.

 

Óscar: Pues entonces con más motivo.

 

Hugo se queda unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Hugo: Vale, está bien, me quedaré en casa… pero si me aburro me voy, ¿entendido?

 

Óscar: (Sonríe) Tranquilo, porque no tendrás que hacerlo.

 

Hugo: No sé yo…

 

Óscar: Ya lo verás.

 

Óscar sale del dormitorio de su amigo, contento, dejando a éste sin entender nada.

 

HOTEL “PALACE”/ HABITACIÓN 356/ NOCHE

 

Lidia y Jorge se besan apasionadamente sentados en el sofá. Jorge sostiene en su mano derecha una copa de vino ya casi vacía.

 

Jorge: Ha sido una idea fantástica lo de venir a este hotel… ¿pero tienes pasta para pagarlo?

 

Lidia: Por supuesto. Tranquilo.

 

Jorge sonríe y vuelve a besarla, aunque se separa enseguida. Está sudando mucho.

 

Lidia: (Preocupada) ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?

 

Jorge: Me siento… un poco… mareado…

 

Lidia: A lo mejor necesitas que te dé un poco el aire. Abriré las ventanas.

 

La joven se levanta y abre un par de ventanas. Luego regresa junto al chico, al que coge del brazo.

 

Lidia: Venga, levántate. Te hará bien caminar un rato.

 

Jorge: No puedo…

 

Lidia: Vamos.

 

Lidia fuerza al chico al levantarse, pero nada más hacerlo le suelta, por lo que el joven cae al suelo.

 

Jorge: Lidia…

 

Lidia: (Irónica) Uy, perdona…

 

Jorge: ¿Qué… qué está pasando?

 

Lorena sale del baño, con una enorme sonrisa dibujada en su cara. Jorge no le puede ver la cara, ya que se encuentra tan débil que apenas levanta la cabeza, pero sí que puede ver sus botas negras de tacón.

 

Lorena: Vaya, vaya, Jorge… te recordaba mucho más fuerte hace cuatro años.

 

Jorge abre los ojos como platos al reconocer la voz de su ex amante, para luego caer inconsciente. Lorena mira a Lidia, orgullosa.

 

Lorena: Buen trabajo.

 

PISO DE CLAUDIA Y JAIME/ DORMITORIO DE CLAUDIA Y JAIME/ NOCHE

 

Claudia y Jaime están tumbados sobre la cama, abrazados. Se acarician suavemente, aunque ambos tienen el pijama puesto.

 

Jaime: ¿Estás nerviosa?

 

Claudia: ¿Tú no? Porque faltan menos de siete días para que nos casemos.

 

Jaime: Claro que sí. Pero lo estoy deseando.

 

Claudia: (Sonríe) Y yo.

 

La pareja se besa apasionadamente. Claudia intenta quitar la camiseta a su prometido, pero éste se lo impide.

 

Jaime: Por si no lo recuerdas, Carlos está en la habitación de al lado.

 

Claudia, resignada, se aparta del joven.

 

Claudia: ¿Cuánto tiempo se va a quedar aquí?

 

Jaime: Pues no lo sé, supongo que hasta que se aclare la cabeza.

 

Claudia: Que conociéndolo, puede ser dentro de unos cuantos añitos.

 

Jaime: Vamos Claudia, no seas así. Sabes que se lo debo. Él me acogió en su casa cuando llegué a la ciudad sin absolutamente nada.

 

La joven se queda unos segundos en silencio, hasta que finalmente fuerza una sonrisa.

 

Claudia: Sí… sí, lo sé.

 

Jaime la besa.

 

Jaime: Tranquila. Seguro que no tarda mucho, ya lo verás.

 

Claudia: Bueno… de todos modos, a una mala, la semana que viene estaremos de vacaciones en nuestra fantástica luna de miel, y nadie nos molestará.

 

El joven se ríe, y luego vuelve a besar a su novia.

 

FACULTAD DE MEDICINA/ EXTERIOR/ MAÑANA

 

Isra y Marta se detienen justo frente a la enorme puerta de entrada. El pelirrojo, temeroso, mira a su amiga.

 

Isra: No quiero entrar, Marta.

 

Marta: Me da igual lo que quieras. Vas a hacerlo y punto.

 

Isra: Marta…

 

Marta: (Interrumpiéndole) ¿Qué? ¿De qué tienes miedo?

 

Isra: Lo sabes perfectamente.

 

Marta: Es que sigo sin entenderlo. De verdad.

 

Los dos jóvenes se quedan unos segundos en silencio, hasta que Isra suspira.

 

Isra: ¿Sabes? Creo que me voy a ir. No necesito pasar por esto. No voy a entrar. Al año que viene volveré a matricularme, y punto.

 

Isra se da media vuelta, pero Marta le agarra del brazo.

 

Marta: Hace tres meses tuvimos un accidente en el que casi me mató, el mismo día que murió tu ex novio. ¿De verdad crees que esta chorrada merece hacer el mundo que tú estás haciendo de ella?

 

Isra: Sé que no es lo mismo, pero…

 

Marta: (Interrumpiéndole) Pero nada. Vas a entrar ahí ahora mismo y a enfrentarte a ellos. Porque tú no eres ningún cobarde. Nunca lo has sido.

 

El pelirrojo mira a su amiga, dudando.

 

Marta: De verdad te gusta ese chico, ¿verdad?

 

Isra: (Extrañado) ¿Quién?

 

Marta: Iñigo.

 

El joven deja escapar una sonora carcajada.

 

Isra: No digas tonterías, Marta. Es mono, pero ya está. No hay nada más.

 

Marta: (Sonríe) Muy bien. ¿Entonces cual es el problema para que entrés ahí y te enfrentes a ellos?

 

Isra piensa durante unos segundos, hasta que al final él también esboza otra sonrisa.

 

Isra: Tienes razón. Voy a entrar. No van a poder conmigo.

 

Marta: ¡Claro que sí! ¡Así se habla!

 

Marta abraza a su amigo.

 

Marta: Estoy muy orgullosa de ti.

 

Isra: ¿Hablamos luego?

 

Marta: Claro. Llámame en cuanto salgas y me cuentas.

 

Isra: Dalo por hecho. Gracias.

 

Marta: Chao… ¡buena suerte!

 

Isra responde a su amiga con una amplia sonrisa justo antes de entrar en el edificio.

 

HOTEL “PALACE”/ HABITACIÓN 356/ TARDE

 

Jorge abre poco a poco los ojos, consternado. Intenta mover los brazos, pero se da cuenta de que los tiene atados a la silla en la que está sentado. Al alzar la vista, ve a Lorena sentada en la cama, mirándole con una enorme sonrisa en la boca mientras se fuma un cigarro.

 

Lorena: Por fin has despertado. No te recordaba tan dormilón.

 

Al joven le cuesta un poco reaccionar.

 

Jorge: ¿Qué estás haciendo, Lorena?

 

Lorena: ¿A qué te refieres?

 

Jorge: Me has secuestrado…

 

Lorena: ¡Oh, eso!

 

Lorena deja escapar una sonora carcajada.

 

Lorena: Es solo una pequeña venganza por todo lo que me hicisteis hace cuatro años… tiene gracia, ¿verdad?

 

Jorge: (Indignado) ¿Gracia, Lorena? ¡¿Gracia?!

 

La chica se levanta, enfadada, y le da una bofetada.

 

Lorena: Ni se te ocurra volver a gritar, ¿me oyes? Si no, tendré que tomar medidas más drásticas.

 

Jorge hace grandes esfuerzos para mantener la calma.

 

Jorge: ¿No te das cuenta de que todo lo que pasó fue por tu culpa?

 

Lorena: ¡¿Por mi culpa?!

 

Jorge: Sí, joder… ¡eras una guarra!

 

Lorena le da otra bofetada.

 

Lorena: Eres un cabrón. Me dejasteis sola… completamente sola.

 

Jorge: Eso no es verdad Lorena, y lo sabes. Intentamos ayudarte, hasta que tú nos sacaste completamente de tu vida.

 

Lorena: Y acabé en un psiquiátrico. Una historia preciosa, ¿no crees?

 

Los dos ex amantes permanecen en un tenso silencio durante unos segundos.

 

Jorge: ¿Qué te propones, Lorena?

 

Lorena: Ya te lo he dicho. Vengarme.

 

Jorge: Pues ya lo has hecho, así que suéltame, por favor.

 

Lorena suelta otra carcajada.

 

Lorena: No, Jorge, no… esto solamente es el principio…

 

Jorge mira a la joven, asustado.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ SALÓN/ MAÑANA

 

Ya es sábado, y Óscar y Andrea están sentados en el sofá, charlando animadamente mientras se toman unos refrescos.

 

Óscar: ¿Entonces ya está todo listo para esta noche?

 

Andrea: Tranquilo, está todo listo. Lo único que hay que esperar ahora es que Isra no te estropee la sorpresa.

 

Óscar: No pasará. Le he contado lo que tenía pensado, y me ha dicho que se quedará a dormir en casa de Marta.

 

Andrea: (Sonríe) Bien, entonces todo arreglado. ¿Estás nervioso?

 

Óscar: Como para no estarlo.

 

Andrea se ríe, divertida.

 

Andrea: Tú tranquilo. Le va a encantar.

 

Óscar: Eso espero.

 

Los dos jóvenes se quedan unos segundos en silencio.

 

Andrea: ¿Y Hugo no está en casa?

 

Óscar: Sí, está durmiendo. Como le pedí que no saliera hoy, salió anoche. Ya sabes, para compensar.

 

Andrea: (Suspira) ¿Cuándo dejará de hacerlo?

 

Óscar: (Sonríe) Pues espero que a partir de esta noche…

 

Andrea le devuelve la sonrisa, contenta.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ TARDE

 

Isra y Marta se toman unos cafés sentados en el sofá de siempre, mientras en la calle empieza a llover.

 

Marta: Me hace un montón de ilusión que te vengas a dormir a mi casa, como en los viejos tiempos.

 

Isra: (Sonríe) He cogido algunas películas.

 

Marta: ¡Genial! El único problema es que no consigo localizar a Jorge para que se quede esta noche con Esperanza, así que supongo que tendremos compañía.

 

Isra: No importa… pero es raro lo de Jorge, ¿no?

 

Marta: Sí, la verdad es que sí. Llevo un par de días llamándole y no me coge el teléfono. Me he pasado esta mañana por su casa, pero tampoco había nadie… la verdad es que estoy preocupada.

 

Isra: Bueno, seguro que todo está bien.

 

Marta sonríe forzadamente.

 

Marta: Sí, seguro que sí.

 

Los dos jóvenes se quedan unos segundos en silencio.

 

Marta: Por cierto, ¿cómo ha ido tu regreso a clase? ¿Se siguen metiendo contigo, o ya pasan del tema?

 

Isra: No, siguen haciéndolo… pero ahora el que ha decidido pasar soy yo.

 

Marta sonríe a su amigo, orgullosa.

 

Marta: Claro que sí, tío. Y eso es lo que tendrías que haber hecho desde el principio. Déjales que digan lo que quieran, algún día llegarán al siglo XXI.

 

El pelirrojo se ríe, divertido, mientras su amiga se levanta.

 

Marta: Y anda, vámonos, que todavía tenemos que pillar las pizzas para esta noche.

 

Isra: Sí, vamos… que no quiero quedarme sin cenar.

 

Marta se ríe, y los dos amigos salen del local.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ PASILLO/ NOCHE

 

Hugo llega a casa, y se extraña al ver todo a escondidas. Deja las llaves en la mesita que hay junto a la puerta de entrada, y avanza por el pasillo, hacia el salón.

 

Hugo: ¡Chicos, ya he llegado!

 

Óscar: (Off) ¡En el salón!

 

El joven llega hasta allí y al entrar, se sorprende al ver todo lleno de velas y la mesa decorada de una manera muy bonita y romántica, en tonos rojos y con una fina vela del mismo color en el centro. Óscar está de pie en el centro, vestido de traje y con una enorme sonrisa dibujada en su cara.

 

Óscar: Buenas noches.

 

Hugo: ¿Qué… qué es todo esto?

 

Óscar: Quería demostrarte que te quiero, Hugo. Que ya he dejado atrás todas mis dudas, y que es hora de que dejes tú las tuyas. Porque sé que también me quieres.

 

Hugo mira a su alrededor, sin poderse creer lo que está viendo.

 

Hugo: Tienes que estar de coña.

 

Óscar: Espero que te guste.

 

Hugo: (Indignado) ¡¿Qué me guste?! ¡No, Óscar, no me gusta!

 

Óscar: (Sorprendido) ¿Qué?

 

El joven coge aire, intentando recuperar la calma.

 

Hugo: Mira tío, no sé cómo puedes tener tan poca sensibilidad… pero vete a la mierda.

 

Hugo se marcha de allí, indignado. Se oye el portazo de la entrada. Óscar, destrozado, se deja caer en el suelo, llorando.

 

HOTEL “PALACE”/ HABITACIÓN 356/ NOCHE

 

Lidia y Lorena, sentadas en la cama, observan como Jorge duerme plácidamente atado todavía en la cama, y con la boca amordazada.

 

Lidia: ¿Estás segura de que estará bien?

 

Lorena: Claro que sí. Son unas pastillas muy flojitas, pero que le hacen dormir como un tronco. A mí me las ponían en el psiquiátrico.

 

Lidia: Ya…

 

Las dos jóvenes se quedan unos segundos en silencio, hasta que Lidia mira a Lorena, asustada.

 

Lidia: No le habrás contado lo que nos une, ¿verdad?

 

Lorena esboza una cínica sonrisa.

 

Lorena: Claro que no, primita… claro que no.

 

CONTINUARÁ…