MANERAS DE VIVIR


Sexta temporada, capítulo 115 (Season premiere)


Fecha de emisión: 13 de enero del 2013


BAR “FOUR”/ INTERIOR/ TARDE

 

Suena la canción “The river”, de Bruce Springsteen.

 

Óscar está sentado en una de las butacas, esperando a que alguien coja la llamada, pero termina rindiéndose y volviendo a guardar el móvil, desesperado. Claudia, desde la otra punta del bar, se acerca a su amigo con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

 

Claudia: Bueno, bueno, cuéntame… ¿cómo le va a tu tortolito?

 

Óscar: (Molesto) Pues no tengo ni idea, porque no me coge el teléfono.

 

Claudia: Vaya… bueno, no te rayes. Seguro que es porque está liado con algún trabajo o algo y no ha podido cogértelo.

 

Óscar: Claro, como toda la semana anterior, y la anterior. Y no te creas que me llama todos los días cuando ve la llamada, no… me llama una vez a la semana, y ya es como si encima tuviera que estarle agradecido yo.

 

Claudia mira con pena a su amigo, y justo en ese momento entra Andrea en el local, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro, y se acerca a ellos.

 

Andrea: ¡Hola chicos! ¿Qué tal?

 

Óscar está a punto de responder pero Andrea, sentándose a su lado, no se lo permite.

 

Claudia: Al menos parece que alguien ha tenido un buen despertar.

 

Andrea: Magnífico. Tendríais que ver como se levanta Carlos por las mañanas. Parece un toro.

 

Óscar: (Asqueado) Por favor… menos mal que tengo que ir a currar y no seguiré escuchando esta, me atrevería a decir, apasionante conversación. Chao.

 

El joven se va del bar, y Andrea mira a la camarera, extrañada.

 

Andrea: ¿Y a este que le pasa?

 

Claudia: Hugo. Ya sabes.

 

Andrea: ¿Sigue sin saber nada de él?

 

Claudia: No. ¿A ti te ha llamado?

 

Andrea: Hablo alguna vez con él por wassap, pero vamos, tampoco te creas que mucho…

 

Claudia: Se ha ido a la capi y se le ha subido a la cabeza.

 

Andrea: No, Hugo no es así. Estará liado, y punto.

 

Claudia: ¿Tan liado que no tiene tiempo para llamar a su novio?

 

Andrea se queda unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente esboza una amplia sonrisa.

 

Andrea: Se me acaba de ocurrir una idea cojonuda.

 

Claudia: Miedo me das…

 

La joven se ríe, divertida.

 

PISO DE MARTA/ INTERIOR/ TARDE

 

Marta, con el pelo mucho más corto de lo habitual, está preparando la cena. Tiene mala cara, como si llevase tiempo sin descansar lo suficiente. Esperanza no tarda en aparecer por allí, con una muñeca entre sus manos.

 

Esperanza: ¿Falta mucho para la cena? Tengo hambre.

 

La joven esboza una forzada sonrisa.

 

Marta: No. Estará enseguida.

 

Esperanza: ¿Va a venir papi? Hace mucho que no le veo…

 

A Marta se le llenan los ojos de lágrimas, pero intenta disimularlo ante su hija.

 

Marta: No, cielo. Papi sigue de viaje.

 

Esperanza: Jo… ¿y cuándo volverá?

 

Marta: (Suspira) No lo sé… no tengo ni idea.

 

La joven se da media vuelta y se restriega los ojos con las manos, intentando ocultar sus lágrimas.

 

CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi

 

Kristen Bell, Chace Crawford, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Jared Padalecki, Hayden Panettiere, Shawn Pyfrom, Jessica Stroup

 

CAPÍTULO 115: Madrid

 

CASA DE ÓSCAR E ISRA/ DORMITORIO DE ISRA/ NOCHE

 

Isra, tumbado en la cama con una pierna escayolada y muy pálido, observa a Marta dando vueltas de un lado para otro, nerviosa.

 

Marta: Es que ya no sé qué decirle.

 

Isra: Tienes que decirle la verdad. Su padre ha muerto, y tarde o temprano tendrá que saberlo.

 

Marta se sienta en la cama de su amigo, suspirando.

 

Marta: Ojala fuera tan fácil… ¿cómo le dices a una niña de tres años que nunca más va a volver a ver a su padre?

 

El pelirrojo coge la mano de su amiga, comprensivo.

 

Isra: Me encantaría poder ayudarte, pero no tengo ni idea…

 

Los dos amigos se quedan unos segundos en silencio. Los ojos de Marta se llenan de lágrimas, pero la chica esboza una forzada sonrisa, intentando disimular.

 

Marta: ¿Y tú cómo estás? ¿Sigues teniendo esas pesadillas con lo que pasó con Iñigo?

 

El joven le responde con otra forzada sonrisa.

 

Isra: No, ya no. La única secuela que me queda es la puta pierna de los cojones.

 

Marta: Aún no sabes cuándo te quitan la escayola, ¿no?

 

Isra: Creo que no lo saben ni ellos. Tengo la pierna rota por tres partes, así que creo que va para largo.

 

Vuelven a guardar silencio durante unos segundos.

 

Marta: Piensa al menos que está detenido. Ya no podrá volver a hacerte nada… no como Lidia.

 

Isra: (Suspira) Sí… eso sí.

 

SEDE “RTPA”/ SALA DE CÁMARAS/ NOCHE

 

Óscar está agachado frente a las taquillas, guardando su equipo en una de ellas, cuando un atractivo joven rubio y de ojos oscuros, cogiendo una cámara grande con la mano, entra por la puerta.

 

Lucas: ¿Todavía aquí?

 

Óscar: (Sorprendido) ¡Lucas! Sí… la verdad es que la grabación se ha alargado más de la cuenta.

 

El joven se levanta mientras ahora es su compañero el que se agacha para guardar su cámara.

 

Lucas: Sí, la mía también. Lo siento por tu novio, pero te juro que odio a los periodistas.

 

Óscar: Yo también empiezo a hacerlo…

 

Lucas: (Extrañado) ¿Problemas con tu chico?

 

El chico esboza una forzada sonrisa.

 

Óscar: No, que va. Es que… no comprenden nuestro trabajo.

 

Lucas: Exacto. No hay cosa que odie más. Se piensan que su trabajo es lo más importante… pues si no fuera por mí no tendríais vuestro puto minuto de gloria, bonitos.

 

Óscar no puede evitar el echarse a reír, divertido.

 

Lucas: En fin… va a venir a buscarme una amiga e iremos a tomar algo, ¿te apetece venir? Así te aireas un poco.

 

Óscar: No gracias, prefiero irme a casa. Estoy cansado.

 

Lucas: ¿Seguro?

 

Óscar: Sí.

 

Lucas se encoge de hombros.

 

Lucas: Como quieras. Si cambias de opinión, ya sabes.

 

Óscar: Claro. Hasta mañana.

 

Lucas: Chao.

 

El joven sale de allí mientras Óscar se sienta en el sillón que hay en un rincón, suspirando, triste.

 

CALLES DE GIJÓN/ NOCHE

 

Isra va paseando por el parque, ayudado por las muletas, aunque parece que tiene algunas dificultades con ellas. De pronto oye el crujir de unas ramas a su espalda.

 

Iñigo: (Off) ¡Maricón!

 

El joven se gira, asustado, y ve a su viejo compañero de clase acercándose a él, con una cínica sonrisa dibujada en su cara.

 

Iñigo: ¿Qué haces por aquí? ¿Todavía tienes cojones para salir a la calle?

 

Isra: Déjame…

 

Iñigo: ¿Qué te deje?

 

Iñigo deja escapar una sonora carcajada.

 

Iñigo: Ni en tus mejores sueños.

 

El chico tira a Isra al suelo y empieza a darle patadas sin compasión ante sus lágrimas y gritos.

 

* * *


El pelirrojo se levanta de la cama, sobresaltado y sudando. Tiene que hacer grandes esfuerzos para recuperar la respiración.

 

Isra: Joder…

 

El joven se deja caer de nuevo sobre la cama, suspirando.

 

PISO DE CARLOS Y ANDREA / DORMITORIO DE CARLOS Y ANDREA/ NOCHE

 

Carlos está tumbado en la cama, leyendo un libro, cuando Andrea entra en el cuarto, con una enorme sonrisa dibujada en su cara.

 

Andrea: Buenas noches.

 

El joven ni siquiera se molesta en levantar la mirada.

 

Carlos: Hola.

 

Andrea: ¿Qué tal has pasado el día?

 

Carlos: Tranquilo.

 

Andrea se deja caer sobre la cama, sin borrar la sonrisa de su cara.

 

Andrea: El mío ha sido súper frustrante. Llevo todo el día intentando contactar con Hugo, pero no hay manera ni de que me coja el teléfono, ni de que me conteste a los WhatsApps.

 

Carlos: ¿Y de qué te extrañas? Está claro que se ha ido a Madrid y se ha olvidado de todos nosotros. Deberíais dejarle tranquilo.

 

Andrea: Hugo no es así. Nunca haría eso.

 

La pareja se queda unos segundos en silencio.

 

Andrea: Es raro que no haya venido ni siquiera para Navidades, ¿verdad?

 

Carlos: Ya te he dicho lo que pensaba.

 

Vuelven a quedarse en silencio hasta que Andrea, esbozando una pícara sonrisa, se sube a horcajadas sobre su novio.

 

Andrea: ¿Sabes? Creo que necesito pasar un buen rato para olvidarme un poco de todo.

 

Carlos: Curiosamente, yo no.

 

Andrea: Oh Carlos, vamos…

 

Carlos se quita a la joven de encima y se tumba en la cama.

 

Carlos: Lo siento, pero estoy cansado. Buenas noches.

 

El joven apaga la luz de su mesilla, dejando a su novia a oscuras.

 

Andrea: (Irónica) Genial…

 

PISO DE MARTA / COCINA/ MAÑANA

 

Marta e Isra están sentados en la mesa, tomándose cada uno una taza de café. El pelirrojo parece no haber dormido demasiado.

 

Marta: (Preocupada) ¿Estás bien? Pareces cansado.

 

El joven esboza una forzada sonrisa.

 

Isra: Sí… es que no he dormido demasiado bien, eso es todo.

 

Marta: ¿Las pesadillas otra vez?

 

Isra: Supongo que algún día se tendrán que pasar.

 

Marta: Me dijiste que ya no eran un problema.

 

Isra: No quería preocuparte.

 

Marta: Deberías buscar ayuda.

 

Isra: Paso. No pienso ir a ningún loquero.

 

Marta: Isra por favor, no seas antiguo. A Hugo le fue genial, y a Claudia y a Jaime también. Incluso creo que deberías de ir a la misma.

 

Isra: A este paso la mujer se va a forrar con nosotros.

 

Marta se ríe, divertida.

 

Marta: Pues por lo menos le hacemos un favor, que tal y como están ahora las cosas…

 

Isra: Eso sí.

 

Ahora son los dos amigos los que se ríen juntos.

 

Esperanza: (Off) Hoy tampoco va a venir papi, ¿verdad?

 

Los dos se giran, sorprendidos, y ven a la niña, todavía en pijama, en el marco de la puerta. Los dos amigos se miran, incómodos.

 

Marta: No cielo, hoy tampoco.

 

Esperanza: Ya se ha olvidado de mí.

 

Marta: No, no se ha olvidado de ti. Lo que pasa es que tiene muchas cosas que hacer en Alemania, pero volverá pronto, ya la verás.

 

Esperanza: Siempre me dices lo mismo, pero nunca vuelve.

 

Marta: Esperanza…

 

Esperanza: (Interrumpiéndola) ¡Eres una mentirosa!

 

Esperanza sale corriendo de allí y se encierra en su habitación dando un fuerte portazo.

 

Marta: Mierda…

 

Isra: Tienes que hablar con ella. Ya.

 

Marta mira a su amigo, sabiendo que tiene razón.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR/ MAÑANA

 

Suena “It’s my life”, de Bon Jovi.

 

Claudia y Andrea están sentadas en las butacas de la barra, tomándose un café, mientras Jaime, al otro lado, hace lo mismo.

 

Jaime: ¿De verdad creéis que esto es una buena idea?

 

Claudia: ¡Claro que sí! Se alegrará un montón cuando se lo digamos.

 

Jaime: Sí, él sí… pero Hugo no lo tengo yo tan claro.

 

Andrea: Y dale todos con lo mismo… Hugo sigue siendo el mismo de siempre, y el Hugo de siempre se alegraría de que su novio fuera a verle, así que lo hará.

 

Claudia: Hombre, tienes que reconocer que es un poco raro que no sepamos nada de él… y que ya no lo sepa Óscar…

 

Andrea: Estará liado.

 

Jaime: ¿Tan ocupado que no tiene tiempo siquiera de responder a un triste WhatsApp?

 

Andrea: Podría ser. Vosotros no sabéis lo duro que es una carrera universitaria.

 

Claudia: Pues viéndote a ti todo el día en el bar, tampoco es que nos haga pensar que sea demasiado duro, la verdad.

 

Andrea: (Irónica) Muy graciosa.

 

Claudia y Jaime se ríen, y justo en ese momento entra Óscar. Al ver a sus amigos se acerca a ellos, esbozando una forzada sonrisa.

 

Óscar: Buenos días.

 

Claudia y Andrea: Hola.

 

Jaime: ¿Quieres tomar algo?

 

Óscar: No, no puedo quedarme, tengo al reportero esperándome en el coche y bastante indignado, por cierto.

 

Claudia: Bueno, va a ser rápido.

 

Óscar: Y espero que nada grave, porque con tantas prisas para que viniera me habéis preocupado.

 

Andrea: Tranquilo, te va a gustar.

 

Óscar: ¿Qué pasa?

 

Andrea se saca un papel del bolsillo y se lo tiende a su amigo que lo mira, extrañado.

 

Óscar: ¿Qué es esto?

 

Andrea: ¿Es que acaso no sabes leer? Es un billete para este viernes con destino a Madrid.

 

Claudia: Y la vuelta abierta.

 

Óscar: Pero…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) ¿No querías ver a Hugo?

 

Óscar: Sí…

 

Claudia: Pues ya está. Mañana mismo podrás hacerlo.

 

Óscar: Pero no tendríais que haberos molestado.

 

Andrea: Queríamos hacerlo.

 

Óscar se queda unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente esboza una amplia sonrisa y abraza a sus dos amigas.

 

Óscar: Muchas gracias, chicas. De verdad.

 

Andrea guiña un ojo a Claudia, contenta, y ésta se ríe.

 

PISO DE MARTA / SALÓN/ TARDE

 

Marta y Esperanza llegan a casa. La joven lleva colgada de la espalda la mochila de su hija, pero la deja en un rincón, y ambas van hacia el salón.

 

Marta: ¿Seguro que no quieres merendar nada?

 

Esperanza: No tengo hambre.

 

Marta: Vale, pero no lo tomes como una costumbre, ¿eh?

 

La niña se deja caer sobre el sofá, triste, y Marta, tras dudar durante unos segundos, decide sentarse junto a ella.

 

Marta: Tenemos que hablar, cariño.

 

Esperanza: (Ilusionada) ¿Te ha llamado papá?

 

Marta: No… ni me ha llamado, ni lo va a hacer.

 

Esperanza: ¿Habéis discutido?

 

Marta: No.

 

Esperanza: ¿Entonces?

 

Marta se queda unos segundos en silencio, como si buscara las palabras adecuadas. Sus ojos se llenan de lágrimas, y coge aire para armarse de valor.

 

Marta: Verás cariño, papá no va a volver a casa porque… él ya no está aquí.

 

Esperanza: Está en Alemania.

 

Marta: No. Tampoco.

 

La joven se queda unos segundos en silencio de nuevo, intentando armarse de valor.

 

Marta: Papá está en el cielo.

 

Esperanza: (Sorprendida) ¡¿Se ha muerto?!

 

Marta hace grandes esfuerzos para no echarse a llorar.

 

Marta: Sí… pero siempre va a estar a tu lado, contigo. Cuidando de ti.

 

Esperanza se levanta, llorando.

 

Esperanza: ¡No! ¡Me estás mintiendo otra vez! Sé que papá está vivo y que vendrá a verme aunque tú no quieras.

 

Marta: Esperanza…

 

Esperanza: (Interrumpiéndola) ¡Déjame!

 

La niña sale corriendo a su dormitorio, donde se encierra dando un portazo. Marta rompe a llorar desconsoladamente.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR/ NOCHE

 

El local ya está cerrado. Claudia está barriendo mientras Jaime, tras la barra, saca los últimos vasos del lavavajillas. Hay un tenso silencio entre ambos, hasta que Jaime se decide a romperlo.

 

Jaime: Mañana por la mañana voy a ver un piso.

 

Claudia: (Sorprendida) ¿Ya?

 

Jaime: Sí… está a dos calles de aquí, así que tampoco me ausentaré mucho rato.

 

Claudia: Bien.

 

Ambos vuelven a quedarse unos segundos en silencio, hasta que Claudia deja de barrer y mira a su marido.

 

Claudia: ¿Tú crees que estamos haciendo lo correcto?

 

Jaime: Ya lo hemos hablado muchas veces, Claudia. Nos precipitamos al casarnos. No ha salido bien, y no pasa nada. No ha sido culpa de ninguno de los dos. Simplemente buscamos cosas diferentes.

 

Claudia: Sí…

 

El silencio vuelve a surgir entre ellos, hasta que la joven suspira.

 

Claudia: A pesar de todo voy a echarte de menos.

 

Jaime: Y yo a ti… pero bueno, seguiremos siendo socios, y espero que también amigos.

 

Claudia: Eso ni lo dudes.

 

Jaime esboza una forzada sonrisa como única respuesta.

 

SEDE “RTPA”/ SALA DE CÁMARAS/ MAÑANA

 

Óscar está sentado frente al ordenador, mirando Facebook, cuando Lucas entra a la sala. El joven cierra la página rápidamente, pero Lucas se ríe, divertido.

 

Lucas: Que relajado te veo hoy.

 

Óscar: Es que me ha tocado el turno última hora. Ya sabes que es un coñazo.

 

Lucas: Sí, porque nunca pasa nada… así que puedes seguir mirando Facebook tranquilamente. No diré nada.

 

Los dos jóvenes se ríen, divertidos, y Lucas se acerca al tablón de anuncios, donde mira los horarios.

 

Lucas: (Irónico) Genial. En cinco minutos me toca salir a grabar con Alba. No la soporto.

 

Óscar: ¿Soportas a alguno de los reporteros?

 

Lucas: La verdad es que no.

 

Óscar se ríe, mientras Lucas empieza a preparar su equipo.

 

Lucas: Bueno, ¿y cómo se avecina el fin de semana? ¿Tienes algún plan?

 

Óscar: (Sonríe) Sí. Me voy esta tarde para Madrid.

 

Lucas: ¿A ver a tu novio?

 

Óscar: A darle una sorpresa.

 

Lucas: Que suerte tiene contigo. Seguro que le encanta.

 

Óscar: Eso espero.

 

Lucas: (Extrañado) ¿Por qué no iba a hacerlo?

 

El joven se pone nervioso, aunque intenta disimularlo.

 

Óscar: No sé, es un poco rarito. No le gustan demasiado estas cosas.

 

Lucas: Tonterías, le encantará. Seguro que te lo dice para que no te sientas obligado a ir, pero en cuanto te vea, se lanzará a tus brazos.

 

Óscar: (Triste) Ojala.

 

Lucas mira al joven, extrañado.

 

Lucas: Pero estáis bien, ¿no?

 

Óscar esboza una forzada sonrisa.

 

Óscar: Sí. Perfectamente.

 

Lucas: Pues ya está, no te ralles. Le encantará, y punto.

 

El chico mira a Lucas, sin saber muy bien qué decir.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ MAÑANA

 

Suena “Loco”, de La sonrisa de Julia.

 

Isra y Andrea están sentados en el sofá en el que se sientan habitualmente, tomándose cada uno un refresco. Isra parece ausente mientras su amiga no deja de hablar.

 

Andrea: Y la cosa es que sé que debería de ir a clase, pero me da tanta pereza… a ti te pasa lo mismo, ¿verdad?

 

Al no obtener respuesta, Andrea mira a su amigo, extrañada.

 

Andrea: ¿Isra?

 

Sigue sin obtener respuesta.

 

Andrea: ¡Isra! ¿Sigues ahí?

 

El joven por fin reacciona, y esboza una forzada sonrisa.

 

Isra: Sí, sí, perdona… ¿qué me decías?

 

Andrea: Nada importante. ¿Se puede saber qué te pasa?

 

Isra: Nada, ¿por qué?

 

Andrea: Isra por favor, por muy rubia que sea, no soy idiota, así que ya me lo estás contando.

 

Isra no puede evitar el echarse a reír ante el comentario de su amiga.

 

Isra: No es nada, de verdad. Simplemente estaba pensando.

 

Andrea: Mira que os tengo dicho que eso no es bueno para la salud… ¿y en qué pensabas, si puede saberse?

 

Isra: En nada en especial. Solamente recordaba cuando era niño y jugaba en el “Ruiseñores” con Marta, Edu y Laura… a Lorena, a Carlos y a Hugo todavía no los conocíamos, pero míranos a todos ahora. Marta cargando con una niña, Edu muerto, de Laura llevamos casi un año sin tener noticias, Lorena en un psiquiátrico y Hugo desaparecido en Madrid… al único que parecen haberle ido bien las cosas es a Carlos.

 

Andrea: Por supuesto que Carlos es feliz. Está conmigo ¿recuerdas?

 

Los dos amigos se ríen, divertidos.

 

Andrea: Pero bueno, ¿se puede saber a qué ha venido este momento nostalgia?

 

Isra se encoge de hombros.

 

Isra: No lo sé. Supongo que echo de menos esa época.

 

Andrea: No digas tonterías, ¿cómo vas a echarla de menos? ¡No me conocíais!

 

El pelirrojo vuelve a estallar en carcajadas.

 

CEMENTERIO DE GIJÓN/ TARDE

 

Marta y Esperanza caminan entre las tumbas. La joven lleva la mochila de su hija a la espalda, mientras la niña mira a su alrededor, asustada.

 

Esperanza: ¿Por qué me has traído aquí?

 

Marta: Ya lo verás.

 

Madre e hija continúan caminando en silencio, hasta que Marta se detiene frente a una tumba. En ella se puede leer “Jorge Osma, 29 de agosto de 1987-29 de junio de 2012. Buen padre, hijo y compañero. Siempre en paz”.

 

Marta: Mira.

 

Esperanza mira hacia donde le señala su madre, aterrada.

 

Esperanza: ¿Es papá?

 

Marta: Sí…

 

Esperanza: ¿Entonces es verdad? ¿Está muerto?

 

La niña rompe a llorar desconsoladamente y Marta se agacha, abrazándola.

 

Marta: Sí cariño, está muerto. Pero él siempre va a estar a nuestro lado aunque no le veamos. Protegiéndonos.

 

Esperanza: Pero no le veremos.

 

Marta: Pero le sentiremos. Te lo prometo.

 

Madre e hija continúan abrazadas, ambas llorando desconsoladamente.

 

CALLES DE MADRID/ NOCHE

 

Óscar está sentado en un portal, con una mochila a sus pies. Juguetea con su móvil, cuando escucha unas voces a unos metros de distancia. El joven se levanta, y ve a Hugo acompañado de otro joven acercándose hacia allí. Su novio no parece que le haya visto. El chico, ilusionado, se dispone a acercarse hacia ellos, cuando de pronto ve que los dos jóvenes se besan.

 

Óscar: (Atónito) ¡¿Hugo?!

 

La pareja se separa rápidamente y Hugo mira a su novio, como si de una aparición se tratase.

 

Hugo: ¡Óscar! ¿Qué estás haciendo aquí?

 

Óscar tiene que hacer grandes esfuerzos para no echarse a llorar.

 

Óscar: Joder, tío… ¡mierda!

 

El joven se da media vuelta, coge la mochila y empieza a alejarse de allí. Hugo le sigue.

 

Hugo: Espera Óscar, yo…

 

Óscar: Dejame, Hugo… ¡olvídame!

 

Óscar se aleja de allí, llorando, ante la impotente mirada de Hugo, que decide no seguirle.

 

CONTINUARÁ…