MANERAS DE VIVIR


Quinta temporada, capítulo 112

 

PISO DE JORGE/ SALÓN/ MAÑANA

 

Jorge está sentado en el sofá, dando de desayunar a Esperanza, cuando unos fuertes golpes en la puerta le asustan. La niña mira a su padre, también asustada.

 

Esperanza: ¿Qué pasa, papi?

 

Jorge: No tengo ni idea, cielo…

 

Agente: (Off) ¡Policía! ¡Abra la puerta!

 

Esperanza: (Sorprendida) ¿La policía?

 

Agente: (Off) ¡Si no abre la puerta la tiraremos abajo!

 

Jorge: Mira cielo, no sé lo que pasa, pero tú espérate aquí. No salgas, ¿vale?

 

Esperanza: Pero…

 

Jorge: (Interrumpiéndola) Prométemelo.

 

Agente: (Off) ¡Uno…!

 

Esperanza mira hacia la puerta, asustada.

 

Esperanza: Vale. Te lo prometo.

 

Agente: (Off) ¡Dos…!

 

Jorge esboza una forzada sonrisa a su hija, intentando tranquilizarla, y se levanta.

 

Jorge: ¡Ya va!

 

El chico se levanta y camina hacia la puerta, la cual abre mostrando su sorpresa.

 

Jorge: ¿Qué sucede? ¿Puedo ayudarles en algo?

 

Agente: ¿Es usted Jorge Osma?

 

Jorge: El mismo, sí.

 

Agente: Dese la vuelta, por favor.

 

Jorge: (Extrañado) ¿Qué?

 

Agente: Esta usted detenido.

 

Jorge: (Asustado) ¿Cómo que detenido? ¿Detenido por qué?

 

Agente: Posesión de drogas.

 

Jorge: ¿Qué? Pero tiene que haber algún error, yo no…

 

Agente: (Interrumpiéndole) ¡He dicho que se dé la vuelta, joder!

 

Jorge, alzando las manos, hace caso al policía.

 

Jorge: Vale, pero escúcheme un momento, por favor. Mi hija está en la cocina y no entiende nada de lo que está pasando, yo…

 

Agente: (Interrumpiéndole) No se preocupe por su hija, nosotros nos hacemos cargo.

 

El policía esposa a Jorge.

 

Agente: Vamos.

 

El hombre arrastra a Jorge hacia afuera, mientras otro hombre entra en el piso en busca de Esperanza.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ MAÑANA

 

Andrea, sentada en una de las butacas con un refresco en la mano, mira a Claudia, que está al otro lado de la barra, sin poderse creer lo que acaba de decirle.

 

Andrea: ¿Me lo estás diciendo en serio? ¿Vais a divorciaros?

 

Claudia se encoge de hombros.

 

Claudia: No creo que nos quede otra solución.

 

Andrea: Por favor Claudia, ¿pero cómo no va a haber otra solución? ¡Si prácticamente os acabáis de casar!

 

Claudia: Lo sé, pero… es lo que hay. Ya tengo los papeles del divorcio. Esta misma noche los firmaré y mañana se los llevaré.

 

Andrea: Así que es totalmente en serio, ¿no?

 

Claudia: Sí… totalmente.

 

Andrea mira a su amiga, preocupada.

 

CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi


KRISTEN BELL


CHACE CRAWFORD

 

RUPERT GRINT

 

VANESSA HUDGENS

 

JESSE MCCARTNEY

 

JESSE METCALFE

 

JARED PADALECKI

 

HAYDEN PANETTIERE

 

JESSICA STROUP

 

TOM WELLING

 

CAPÍTULO 112: Tensión sexual no resuelta

 

COMISARIA DE GIJÓN/ SALA DE VISITAS/ MAÑANA

 

Jorge está sentado en la mesa que hay en el centro de la sala, esposado, cuando la puerta se abre dando paso a una asustada Marta, que cuando le ve, rompe a llorar.

 

Marta: ¡Joder!

 

Marta abraza a su ex novio y, aunque este no puede corresponderle por las esposas, apoya la cabeza en el hombro de la joven.

 

Marta: ¿Cómo estás?

 

Jorge: Pues lo mejor que se puede estar estando aquí encerrado.

 

Marta se sienta frente a él, sin poder parar de llorar.

 

Jorge: ¿Cómo está Esperanza?

 

Marta: Bien… bueno, un poco asustada pero bien. Se la han llevado mis padres a casa.

 

Jorge: Pobre…

 

Marta: ¿Me vas a decir qué es lo que ha pasado, Jorge?

 

Jorge: No tengo ni idea.

 

Marta: ¿Cómo no vas a tener ni idea? ¡Te han detenido por posesión de drogas! Y los dos conocemos tu pasado.

 

Jorge: Tú misma lo has dicho, mi pasado. Yo ya no soy esa persona. Pero sé quién puede haber hecho algo así.

 

La joven mira a su ex novio, sin entender nada, hasta que finalmente parece caer en algo, y suspira.

 

Marta: Lidia.

 

Jorge: No pudo ser otra persona. Cuando entró a robar en casa debió de coger todos los papeles de mi detención en Berlín, y… ¡mierda! ¡Todos los certificados de Sascha y toda su información personal!

 

Marta: Creo que eso es lo que menos debe preocuparte. No me veo a Lidia viajando hasta Berlín para amenazarte con tu hijo, sobre todo teniendo aquí a otra y sin haber atentado contra ella.

 

Jorge: Sinceramente, a mí ya no me sorprendería nada…

 

Marta coge la mano del joven, esbozando una forzada sonrisa.

 

Marta: Vamos a arreglar esto. Ya lo verás.

 

Jorge mira a la joven, sin tener todas consigo.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ SALÓN/ MEDIODÍA

 

Hugo, Isra y Óscar comen en silencio. Los tres parecen estar bastante incómodos. Isra hurga algo con el tenedor en la ensalada, hasta que finalmente termina suspirando y mirando al dueño de la casa.

 

Isra: ¿Cuándo te irás?

 

Hugo: Pues si todo sale bien en septiembre, pero todavía no adelantemos acontecimientos. Tengo que sacar unas notas buenísimas en los exámenes de ahora, y luego tengo que tener la suerte de que me cojan en la universidad.

 

Isra: Ya…

 

Óscar: (Irónico) Es fantástico todo, ¿verdad Isra?

 

Hugo: (Molesto) No empieces.

 

Un tenso silencio surge entre los tres, hasta que el pelirrojo vuelve a mirarles de reojo.

 

Isra: Vale, y si todo eso que tiene que pasar pasa y te cogen… ¿qué va a pasar con nosotros?

 

Hugo: (Extrañado) ¿A qué te refieres?

 

Isra: ¿Nos tendremos que ir de aquí?

 

Hugo deja escapar una sonora carcajada, divertido.

 

Hugo: Claro que no Isra, no digas tonterías. Esta también es vuestra casa. Podéis quedaros aquí todo el tiempo que queráis.

 

Isra esboza una forzada sonrisa, y los tres vuelven a quedarse en silencio. Vuelve a ser Isra el que lo corta, dejando caer el tenedor sobre el plato y levantándose de la mesa.

 

Isra: Lo siento, pero no quiero que te vayas.

 

Hugo: (Sorprendido) Pero…

 

Isra: (Interrumpiéndole) Lo siento, pero no puedes pretender que te apoye en esto.

 

El joven sale de allí y, tras subir las escaleras, cierra la puerta con fuerza, lo que sorprende a su amigo.

 

Hugo: ¿Qué cojones acaba de pasar?

 

Óscar: Pues que al parecer, no soy el único que no quiere que te vayas.

 

Hugo lanza una mala mirada a su novio.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR/ TARDE

 

Marta entra en el local, con semblante preocupado, y se acerca a la barra, donde están Claudia y Jaime, cada uno por un lado. La joven se sienta en una de las butacas, suspirando, y ambos se acercan a ella.

 

Marta: Buenas tardes.

 

Claudia: ¿Vienes de comisaría?

 

Marta: Sí.

 

Jaime: ¿Cómo está Jorge?

 

Marta: ¿Cómo queréis que esté? Intenta disimular, pero está hecho una autentica mierda.

 

Claudia: (Suspira) Joder…

 

Jaime: ¿Quieres tomar algo?

 

Marta: Un café con leche, por favor.

 

Jaime: Enseguida.

 

Jaime empieza a prepararlo, mientras Claudia mira con preocupación a su amiga.

 

Claudia: ¿Y tú cómo estás?

 

Marta: La verdad es que no del todo bien.

 

Claudia: Tranquila, todo saldrá bien. Encontraremos alguna manera de sacarle de allí, ya lo verás.

 

Jaime se acerca a ellas, con el café ya preparado, que se lo tiende a su amiga.

 

Jaime: ¿Y cómo vamos a conseguir que todo salga bien, si puede saberse?

 

Claudia: Ya encontraremos la manera. De todos modos, si es mentira, no pueden tener demasiadas pruebas. Deberían de dejarle libre dentro de poco.

 

Jaime: Demasiado bonito lo ves tú todo…

 

Claudia: (Molesta) Por lo menos estoy intentando ayudar.

 

Marta: (Suspira) Chicos…

 

Jaime: ¿Diciéndole que todo saldrá bien sin tener ni idea? Eso no es ayudar, es mentir.

 

Claudia: (Enfadada) Vete a la mierda.

 

Marta se levanta de la butaca, intentando mantener la calma.

 

Marta: Voy al baño. Espero que os relajéis mientras tanto.

 

La joven se aleja de allí mientras sus dos amigos se miran, y cada uno se va hacia un lado de la barra.

 

COMISARÍA DE GIJÓN/ EXTERIOR/ TARDE

 

Lidia, apoyada junto a la puerta, se fuma un cigarro cuando Jorge sale del edificio, bastante indignado. La joven, al verle, esboza una cínica sonrisa.

 

Lidia: Pensaba que no ibas a salir nunca… hace una hora ya que he pagado tu fianza.

 

Jorge se gira hacia la chica, sorprendido.

 

Jorge: ¿Qué estás haciendo tú aquí?

 

Lidia: Te lo acabo de decir. He pagado tu fianza.

 

Jorge: Estás loca.

 

Lidia: (Sorprendida) ¿Disculpa? ¿Te pago la fianza y encima tienes el valor de insultarme?

 

Jorge: En serio Lidia, ¿es que te piensas que soy tonto? Sé que fuiste tú la que metiste la droga en mi apartamento, la que entraste a desvalijarlo y la que me robaste todos los documentos de mi pasado con la droga y toda la información sobre Sacha.

 

Lidia: (Extrañada) ¿De qué me estás hablando?

 

Jorge: Lo sabes perfectamente.

 

Lidia: Te aseguro que no. A lo mejor todo lo que me acusas de haber hecho, lo han hecho esos que creías que eran tus amiguitos.

 

Jorge: No Lidia, sé que ellos no han sido porque durante estas semanas hemos seguido en contacto. Pero toda esta mentira se acabó. La guerra está a punto de acabar… y no vas a ser tú quien la gane. Eso te lo aseguro.

 

Jorge se aleja de allí, indignado, ante la preocupada mirada de la joven.

 

PISO DE CARLOS/ SALÓN/ TARDE

 

Andrea y Hugo están sentados en el sofá, charlando animadamente, cuando Carlos sale de la cocina con tres botellines de cerveza entre sus manos. Da dos a sus amigos, y luego se sienta junto a ellos.

 

Carlos: Bueno, pues tú dirás… ¿a qué venía tanta prisa para que nos viéramos?

 

Andrea: Tenemos que hablar.

 

Carlos: (Extrañado) ¿Delante de Hugo?

 

Hugo: (Sorprendido) ¿Cómo que delante de mí? ¿Qué pasa? ¿Os habéis vuelto a…?

 

Carlos y Andrea: (Nerviosos) ¡No!

 

Hugo: ¿Entonces?

 

Carlos: Eso me gustaría saber a mí.

 

Andrea: Tenemos que hacer algo con Claudia  y Jaime.

 

Hugo: ¿Tan mal están?

 

Carlos: Se van a divorciar.

 

Hugo: (Sorprendido) ¿Qué?

 

Andrea: Claro, últimamente estás tan centrado en que te vas en septiembre a Madrid, que no te enteras de nada más.

 

Carlos: (Sorprendido) ¿Te vas a Madrid?

 

Hugo está a punto de responder, pero Andrea se le adelanta.

 

Andrea: Vale chicos, queda claro que tenemos que reunirnos todos un poco más a menudo porque últimamente cada uno vamos a nuestra bola, pero en serio, ahora ese no es el tema.

 

Carlos: Tienes razón, perdona, es que… me he quedado un poco impactado.

 

Andrea: Ya, ya, lo que sea. Después de todo esto, ¿alguno tenéis una idea de lo que podemos hacer con Claudia y Jaime?

 

Carlos: Mira, la verdad es que yo soy el primero que quiero que se reconcilien porque Jaime con este tema está bastante insoportable, siempre Claudia para arriba y Claudia para abajo… pero no creo que tengamos que meternos en medio.

 

Andrea se queda unos segundos en silencio, pensando.

 

Andrea: No, ese plan es una mierda. ¿Hugo?

 

Hugo: ¿Por qué no les preparamos una cena sorpresa?

 

Andrea: ¿Tenemos quince años?

 

Hugo: (Molesto) Pues si tanto criticas, ¿por qué no propones tú algo?

 

La joven mira a sus dos amigos, dudosa, hasta que finalmente esboza una amplia sonrisa.

 

Andrea: La idea de la cena quizás no sea tan mala.

 

Hugo y Carlos se ríen, divertidos.

 

APARTAMENTO DE JORGE/ SALÓN/ TARDE

 

Marta y Jorge están sentados en el sofá, tomándose cada uno un café. La chica parece estar bastante preocupada.

 

Marta: Esto se está poniendo ya demasiado peligroso, Jorge. Tenemos que dejarlo.

 

Jorge: Ya es demasiado tarde para dejarlo.

 

Marta: (Molesta) ¿Pero por qué eres tan cabezota?

 

Jorge: No Marta, no soy cabezota. Esto empezó como una manera de defendernos, pero ahora ya se ha convertido en una venganza. Y te aseguro que sé cómo hacerlo.

 

Marta: Me estás asustando…

 

Jorge esboza una cínica sonrisa mientras se levanta del sofá y empieza a dar vueltas por el salón.

 

Jorge: Yo también sé muchas cosas de su pasado, ¿sabes? Cosas que me contó Lorena en su día, y que ella no sabe que sé. Pero si esas cosas salieran a la luz, te aseguro que ella también iría a la cárcel… pero con motivos.

 

Marta: (Extrañada) ¿De qué estás hablando?

 

Jorge: Tiempo al tiempo.

 

Marta se levanta y coge a su ex novio de las manos, con los ojos llenos de lágrimas.

 

Marta: No sigas con esto, Jorge. Te lo estoy pidiendo por favor.

 

Jorge: (Extrañado) ¿Qué pasa? ¿Acaso tú no quieres vengarte?

 

Marta: Me encantaría, pero…

 

La joven hace una pausa que aprovecha para coger aire antes de seguir hablando.

 

Marta: Prefiero tenerte a mi lado.

 

Jorge: (Sorprendido) ¿Qué?

 

Marta: Que te quiero, Jorge. Que te quiero, y no soporto la idea de perderte. Otra vez no.

 

Jorge: (Confundido) Pero…

 

Marta: Prométemelo. Por favor.

 

Ahora es Jorge el que permanece unos segundos en silencio, pensando, hasta que, cómo única respuesta, besa apasionadamente a la joven.

 

Jorge: Yo también te quiero.

 

FACULTAD DE MEDICINA/ CAFETERÍA/ TARDE

 

Isra está sentado en una de las mesas, tomándose un café mientras mira unos apuntes. En la otra punta está Iñigo sentado con unos cuantos compañeros más, que no paran de mirarle entre risitas. El pelirrojo, ya cansado, se termina el poco café que le queda de un solo trago y se levanta, pero, al coger la mochila, una multitud de escarabajos empiezan a salir de su interior, asustándole.

 

Isra: ¡Joder!

 

El joven deja caer la mochila al suelo, ante las escandalosas risas de sus compañeros. Iñigo no duda en levantarse y acercarse hacia él, sin parar de reír.

 

Isra: Que hijo de puta…

 

Iñigo: ¿Qué pasa, nenita? ¿Te dan miedo los escarabajos?

 

Isra: Asco. Como tú.

 

Iñigo: Oh, claro.

 

Iñigo se gira hacia sus compañeros, divertido.

 

Iñigo: ¡Eh, chicos! Que no le dan miedo, solo le dan asco.

 

Todos estallan en carcajadas, e Iñigo vuelve a girarse hacia el pelirrojo.

 

Iñigo: Cómo tú a nosotros.

 

Isra: Ya… no dices lo mismo cuando te meto mi polla por el culo, ¿verdad?

 

Iñigo: (Nervioso) ¿Qué?

 

Isra: (Suspira) Adiós, Iñigo.

 

Isra camina hacia la puerta, abandonando allí su mochila, pero antes de salir, se gira de nuevo hacia su compañero.

 

Isra: Por cierto, deberías de mirarte esa bipolaridad, porque no es nada normal que una semana me pidas perdón y a la siguiente me montes este numerito.

 

El pelirrojo se aleja de allí ante la atónita mirada de Iñigo que, intentando disimular, vuelve junto a sus compañeros encogiéndose de hombros y riendo de nuevo.

 

PISO DE CARLOS/ SALÓN/ NOCHE

 

Jaime está sentado en el sofá, tomándose un botellín de cerveza, cuando suena el timbre. El joven se levanta para abrir, pero Carlos sale corriendo de su dormitorio.

 

Carlos: ¡Voy yo!

 

Jaime: Como quieras.

 

Carlos abre la puerta, encontrándose frente a él a una sonriente Claudia.

 

Carlos: Buenas noches.

 

Claudia: Hola.

 

Jaime se levanta del sofá y se acerca hacia la puerta, sorprendido.

 

Jaime: ¿Claudia?

 

Claudia: (Sorprendida) ¡Jaime! ¿Qué estás haciendo tú aquí?

 

Jaime: Me estoy quedando aquí durante estos días, pensaba que lo sabías.

 

Claudia: Sí, sí que lo sabía, pero…

 

Claudia se gira hacia Carlos, empezando ya a sospechar todo.

 

Claudia: Tú me dijiste que no iba a estar.

 

Carlos esboza una nerviosa sonrisa.

 

Carlos: ¡Sorpresa!

 

Jaime y Claudia se cruzan de brazos, mirando a su amigo.

 

Jaime: ¿Qué es todo esto?

 

Carlos: Seguidme.

 

Claudia: Carlos, dínoslo.

 

Carlos: Que vengáis coño, que ahora lo vais a ver.

 

El matrimonio se mira, sin entender nada, y siguen a su amigo hasta su dormitorio. Cuando el joven abre la puerta, ven velas por todas partes y una manta en forma de corazón en el suelo, con pétalos de rosas. Andrea está en el fondo del dormitorio, muy elegante y sonriente. Jaime y Claudia no pueden creerse lo que están viendo.

 

Jaime: ¿Qué es todo esto?

 

Carlos: ¿Os gusta?

 

Andrea: Sabemos que es un poco cursi, pero tenéis que hablar, y creemos que este es el mejor momento para que lo hagáis.

 

Claudia: (Molesta) Chicos, os lo agradezco, pero esto no es asunto vuestro.

 

Carlos: Puede. Pero sois nuestros amigos, y queremos ayudaros. Entre Andrea y yo os serviremos la cena, y luego os dejaremos solos para que charléis.

 

Claudia y Jaime se miran, sin saber muy bien qué hacer.

 

Andrea: Venga… ¿qué tenéis que perder?

 

Claudia: Nada…

 

Jaime: Nada.

 

El matrimonio entra en el dormitorio, ante la sonriente mirada de sus dos amigos.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ DORMITORIO DE ÓSCAR/ NOCHE

 

Óscar está tumbado en la cama, mirando algo en su portátil, cuando escucha unos leves golpes en la puerta.

 

Óscar: (Suspira) Pasa.

 

Hugo entra en el dormitorio, esbozando una forzada sonrisa.

 

Hugo: ¿Cómo estás?

 

Óscar: (Indiferente) Como siempre. ¿Cómo ha ido la sorpresa para Jaime y Claudia? ¿No se han enfadado?

 

Hugo: No tengo ni idea. He ayudado a Carlos y a Andrea con la decoración y me he venido. Quería estar contigo.

 

Óscar: Ya.

 

Hugo, suspirando, se sienta en el borde de la cama de su novio.

 

Hugo: Te quiero, Óscar.

 

Óscar: (Irónico) Y me lo demuestras cada día más.

 

Hugo: Podemos hacer que funcione.

 

Óscar: ¿Cómo?

 

Hugo: Fines de semana alternos. Uno vienes tú a Madrid, otro vengo yo aquí. Y en vacaciones vendré siempre.

 

Óscar: No tengo dinero para hacer tantos viajes, Hugo. ¿Por qué te crees que no voy nunca a ver a mis padres?

 

Hugo: Te lo pagaré yo.

 

Óscar se reincorpora en la cama, molesto.

 

Óscar: No. Eso sí que no.

 

Hugo: Te lo debo, Óscar.

 

Óscar: No pienso aceptarlo.

 

Un tenso silencio surge entre la pareja durante unos segundos, hasta que Hugo suspira y se levanta.

 

Hugo: Si no aceptas mi marcha me quedaré aquí, Óscar.

 

Óscar: (Sorprendido) ¿De verdad?

 

Hugo: Sí. Pero espero que no seas egoísta y comprendas que tengo que irme.

 

Hugo sale del dormitorio dejando allí solo a su novio, que no sabe qué hacer.

 

PISO DE CARLOS/ DORMITORIO DE CARLOS/ NOCHE

 

Claudia y Jaime ya han terminado de cenar y cada uno se toma una copa de vino, recostados en la cama. Jaime mira a su mujer, mientras ésta parece bastante nerviosa.

 

Jaime: ¿Qué vamos a hacer?

 

Claudia: Ya lo hemos hablado. Todo esto es una tontería.

 

Jaime: Al menos hemos cenado gratis.

 

Claudia no puede evitar el dejar escapar una sonora carcajada.

 

Jaime: Me alegra ver que al menos, todavía puedo hacerte reír.

 

Claudia: Claro que puedes hacerme reír todavía, Jaime.

 

Un repentino y tenso silencio surge entre ambos.

 

Jaime: Lo siento.

 

Claudia: Lo sé.

 

Jaime: Y te quiero.

 

Claudia: Y yo a ti.

 

Jaime: ¿Entonces por qué vamos a divorciarnos?

 

A Claudia se le llenan los ojos de lágrimas.

 

Claudia: Porque ya nunca más voy a poder confiar de nuevo en ti, Jaime.

 

Jaime: Ni siquiera lo has intentado.

 

Claudia: Porque sé que no podría.

 

Jaime: Claudia…

 

El joven coge la mano de su mujer, haciendo también grandes esfuerzos para no echarse a llorar.

 

Jaime: Intentémoslo una vez más. Vayamos a una terapia de parejas o algo, pero no nos rindamos. No todavía.

 

Claudia mira a su marido, dudosa, hasta que finalmente le da un suave beso en la boca.

 

Claudia: Está bien. Intentémoslo una vez más.

 

Jaime: (Sonríe) Gracias.

 

Jaime abraza a la joven, emocionado.

 

APARTAMENTO DE JORGE/ DORMITORIO DE JORGE/ NOCHE

 

Jorge y Marta están tumbados sobre la cama del joven, completamente desnudos. Marta acaricia el pecho de su ex novio, mientras tiene una enamorada sonrisa dibujada en su rostro.

 

Marta: ¿Entonces me prometes que se acabó Lidia?

 

Jorge: (Sonríe) Te lo prometo.

 

La chica, riendo, se monta a horcajadas sobre él.

 

Marta: ¿Me quieres?

 

Jorge: Te adoro.

 

Marta se inclina, y se besan apasionadamente.

 

Marta: Ya nadie va a poder separarnos. Ni siquiera Lidia.

 

Jorge, riendo, tumba a la chica sobre la cama y vuelve a besarla apasionadamente, mientras le acaricia el pecho.

 

APARTAMENTO DE LIDIA/ DORMITORIO DE LIDIA/ NOCHE

 

Sentada frente al dormitorio, Lidia está viendo unas imágenes del salón de Jorge. Se ve a Marta sentada en el sofá, mientras Jorge, nervioso, da vueltas de un lado a otro.

 

Jorge: (Off) Yo también sé muchas cosas de su pasado, ¿sabes? Cosas que me contó Lorena en su día, y que ella no sabe que sé. Pero si esas cosas salieran a la luz, te aseguro que ella también iría a la cárcel… pero con motivos.

 

Lidia esboza una cínica sonrisa.

 

Lidia: Interesante… muy interesante.

 

CONTINUARÁ…