MANERAS DE VIVIR

 

Octava temporada, capítulo 171

 

Fecha de emisión: 2 de julio del 2018

 

CALLES DE GIJÓN / MAÑANA

 

Iván y Marta pasean por las calles de la ciudad, cogidos de la mano mientras charlan animadamente, cuando al girar una esquina se topan con Isra, que se sorprende al verlos juntos.

 

Isra: ¡Chicos!

 

Marta: Isra…

 

El pelirrojo enseguida se da cuenta de que los dos jóvenes van cogidos de la mano.

 

Isra: ¿Estáis… juntos?

 

Marta está a punto de responder, pero Iván se adelanta, sonriente.

 

Iván: Sí.

 

Isra: Ya.

 

Un tenso silencio surge entre los tres, hasta que Isra fuerza una sonrisa.

 

Isra: Me alegro mucho por vosotros.

 

Iván: Gracias.

 

Marta: Nosotros…

 

Isra: (Interrumpiéndola) Tengo que irme. Nos vemos.

 

Isra se aleja de allí, intentando ocultar su decepción, ante la preocupada mirada de Marta.

 

Iván: Siempre te dije que este chico era raro.

 

Marta: ¿Nos vamos?

 

Iván: Vamos.

 

Ambos se alejan de allí, aunque Marta no puede borrar la preocupación de su cara.

 

APARTAMENTO DE CARLOS / SALÓN / MAÑANA

 

Carlos abre la puerta, sorprendiéndose al encontrarse al otro lado con una sonriente Andrea, con una bolsa entre sus manos.

 

Andrea: Buenos días.

 

Carlos: ¿Qué haces aquí?

 

Andrea: Traigo churros. Supongo que te siguen gustando.

 

Carlos: Ya he desayunado.

 

Andrea: Bueno, entonces simplemente hablaremos.

 

El joven coge aire, intentando mantener la calma.

 

Carlos: ¿Cómo te tengo que decir que tú y yo ya no tenemos nada de lo que hablar?

 

Andrea: Carlos…

 

Carlos: (Interrumpiéndola) Es que es absurdo que insistas tanto.

 

Andrea: Creo que al menos nos merecemos una conversación.

 

Carlos: No. Tú no te mereces nada.

 

Andrea: Por favor…

 

Carlos: (Interrumpiéndola) Adiós, Andrea.

 

Sin darle tiempo a reaccionar, el joven cierra la puerta, mientras a la chica se le llenan los ojos de lágrimas.

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena “Esta vez”, de Cepeda.

 

Jaime y Lucas permanecen tras la barra del local. Mientras el primero revisa unos pedidos, Lucas limpia la barra cuando Claudia entra en el local, visiblemente enfadada.

 

Claudia: Dime que no es verdad.

 

Jaime: (Extrañado) ¿De qué estás hablando?

 

Claudia: Me acaba de llamar el proveedor de cerveza y me ha dicho que has cancelado el pedido de la semana que bien.

 

Lucas: (Incómodo) Yo… creo que será mejor que vaya un momento al almacén.

 

Claudia: No, Lucas. Quédate.

 

Jaime: He encontrado un proveedor más barato.

 

Claudia: ¿Y por qué no me lo consultaste?

 

Jaime: Porque pensé que estarías de acuerdo.

 

La joven deja escapar una irónica carcajada.

 

Claudia: Hay que ver lo que piensas para unas cosas, y lo poco que lo haces para otras.

 

Jaime: ¿No te estás pasando un poco?

 

Lucas: Yo…

 

Claudia y Jaime: (Interrumpiéndole) ¡Cállate!

 

Lucas se encoge de hombros.

 

Claudia: Mira Jaime, la próxima vez que vayas a tomar una decisión así, consúltalo conmigo. Es lo mínimo que puedes hacer.

 

Jaime: Claudia…

 

La joven, sin dejarle acabar, se dirige hacia el baño.

 

Lucas: (Irónico) Está todo perfectamente, ¿eh?

 

Jaime: (Molesto) Mejor cállate.

 

Jaime entra en el almacén, ante la atónita mirada de su amigo.

 

APARTAMENTO DE HUGO Y ÓSCAR / SALÓN / MAÑANA

 

Sentado en el sofá, Isra mira a su alrededor, triste, cuando Óscar sale de la cocina con dos tazas de café entre sus manos. Da una a su amigo mientras se sienta a su lado.

 

Isra: Gracias.

 

Óscar: No hay de qué.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Óscar: Cuéntame.

 

Isra: (Suspira) Iván y Marta vuelven a estar juntos.

 

Óscar: (Atónito) ¿Lo dices en serio?

 

Isra: Sí.

 

Óscar: ¿Después de todo lo que le ha hecho ese cabrón?

 

Isra: Ya ves.

 

Óscar: No me lo puedo creer.

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos.

 

Óscar: ¿Y tú cómo estás?

 

Isra: Bien.

 

Óscar: Isra…

 

Isra: (Suspira) Vale, echo una mierda. Puedo aceptar que no me quiera, pero yo… no puedo evitar el sentir lo que siento.

 

Óscar: Nadie puede evitarlo.

 

Isra: Lo sé. Pero es que me mata ver como está echando su vida a perder al lado de ese gilipollas.

 

Óscar: Pero no puedes hacer nada.

 

Isra: Algo tiene que haber.

 

Óscar: Tiene que abrir los ojos ella sola, Isra.

 

Isra: Pero no lo va a hacer.

 

Óscar: Sí, lo hará. Tarde o temprano, lo hará.

 

Isra mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena “Santa Cristina”, de Vega.

 

Andrea: Ya no sé qué hacer.

 

Andrea y Hugo, sentados en uno de los sofás, se toman un café cada uno. Hugo mira a su amiga, preocupado.

 

Hugo: Tienes que darle tiempo.

 

Andrea: Es que no puedo más.

 

Hugo: Lo entiendo, pero…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) ¿Por qué no hablas con él?

Hugo: No creo que sea buena idea.

 

Andrea: Por favor, Hugo.

 

Tras unos segundos en silencio, el joven suspira.

 

Hugo: Está bien. Pero no te prometo nada.

 

Andrea: Eres el mejor.

 

Hugo: Anda… no seas pelota.

 

Los dos se ríen, divertidos.

 

CALLES DE GIJÓN / TARDE

 

Jaime y Lucas caminan por las calles de la ciudad. Ambos permanecen serios, mientras el primero se fuma un cigarro.

 

Jaime: Creo que es una buena alternativa, ¿no?

 

Lucas: Sí, pero no era yo el que tendría que haber venido contigo, sino Claudia.

 

Jaime: No quiero hablar con ella.

 

Lucas: Ella es tu socia.

 

Jaime: He dicho que no.

 

Lucas: ¿Qué os pasa?

 

Jaime: Nada.

 

Lucas: Jaime…

 

Jaime: (Interrumpiéndole) No es asunto tuyo, Lucas.

 

Lucas: Pensaba que éramos amigos.

 

Tras unos segundos en silencio, el joven suspira.

 

Jaime: Tienes razón, perdona.

 

Lucas: Tranquilo.

 

Jaime: Sergio no tendría que haberle vendido las acciones.

 

Lucas: Nadie mejor que Claudia para llevar contigo el “Four”. Y lo sabes.

 

Jaime: Puede que sea una gran profesional, pero…

 

Lucas: (Interrumpiéndole) Hay algo que me ocultáis.

 

Jaime se pone nervioso, aunque intenta disimularlo.

 

Jaime: No digas tonterías.

 

Lucas: Jaime…

 

Jaime: (Interrumpiéndole) Vamos para el “Four”. Hay muchas cosas que hacer.

 

Lucas: Sí. Vamos.

 

Los dos jóvenes se alejan de allí, en silencio.

 

PISO DE MARTA / ENTRADA / TARDE

 

Marta camina hacia la puerta mientras el timbre suena insistentemente. Al abrirla, la joven se sorprende al encontrarse a Isra al otro lado.

 

Marta: ¡Isra!

 

Isra: ¿Por qué no me lo contaste?

 

Marta: Escucha, yo…

 

Isra: (Interrumpiéndola) Me hubiese gustado enterarme por ti.

 

Tras unos segundos en silencio, la joven suspira.

 

Marta: Tienes razón. Lo siento.

 

Un tenso silencio surge entre ambos.

 

Isra: ¿Cuánto tiempo hace que habéis vuelto?

 

Marta: Cosa de una semana.

 

Isra: Ya.

 

De nuevo silencio.

 

Isra: ¿Por qué?

 

Marta: (Extrañada) ¿Perdona?

 

Isra: ¿Por qué has vuelto con él, después de todo lo que ha pasado?

 

Marta: Porque le quiero.

 

Isra: ¿En serio?

 

Marta coge aire, intentando mantener la calma.

 

Marta: No tengo por qué darte explicaciones, Isra.

 

Isra: Lo sé, pero no puedo evitar el preocuparme por ti.

 

Marta: Pues no lo hagas. Estoy bien.

 

Isra: Marta…

 

Marta: (Interrumpiéndole) Tengo muchas cosas que hacer, Isra. Ya hablaremos.

 

La joven cierra a puerta, ante la atónita mirada de su amigo.

 

APARTAMENTO DE CARLOS / SALÓN / TARDE

 

Hugo: No sé si te va a gustar el motivo por el que estoy aquí.

 

Carlos, sentado en el sofá junto a su amigo, mientras ambos se toman un botellín de cerveza y se fuman un cigarro, mira al joven, extrañado.

 

Carlos: ¿Qué pasa?

 

Hugo: Andrea.

 

Carlos: (Suspira) ¿Qué ha hecho ahora? ¿Ha vuelto a irse?

 

Hugo: No. Todo lo contrario.

 

Carlos: (Extrañado) ¿Qué quieres decir?

 

Hugo: ¿Por qué no hablas con ella?

 

Carlos: Hugo…

 

Hugo: (Interrumpiéndole) No pierdes nada por hacerlo.

 

El joven coge aire, intentando mantener la calma.

 

Carlos: El tiempo.

 

Hugo: Venga, Carlos. No seas así.

 

Carlos: Entiendo que intentes ayudarla, Hugo. Es tu mejor amiga. Pero tienes que reconocer que lo que hizo no tiene justificación ninguna.

 

Hugo: No, no la tiene, pero…

 

Carlos: (Interrumpiéndole) Entonces no sé qué hacemos hablando todavía de esto.

 

Hugo: Porque todavía la quieres.

 

Carlos mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena “Esta vez”, de Cepeda.

 

Claudia, pensativa, permanece tras la barra del local cuando entra Óscar, sonriente, y se sienta en una butaca frente a ella. Ésta no parece percatarse de su presencia.

 

Óscar: ¿Claudia?

 

Claudia: (Extrañada) ¿Eh?

 

Óscar: ¿Me pones un café con leche, por favor?

 

Claudia: Claro.

 

La joven no tarda en prepararlo y servírselo.

 

Claudia: Aquí tienes.

 

Óscar: Gracias.

 

Óscar empieza a tomarse el café, en silencio.

 

Óscar: ¿Estás bien?

 

Claudia fuerza una sonrisa.

 

Claudia: Sí, ¿por qué?

 

Óscar: Parece que te preocupa algo.

 

La chica hace una pausa antes de volver a hablar.

 

Claudia: Es Jaime.

 

Óscar: ¿Ha pasado algo?

 

Claudia: Creo que no fue buena idea comprar las acciones de Sergio.

 

Óscar: (Extrañado) ¿Por qué?

 

Claudia: Porque es obvio que las cosas no van bien. Es todo demasiado… tenso.

 

Óscar: Es normal, hasta que os volváis a acostumbrar a trabajar juntos.

 

Claudia: Es que no es solo eso.

 

Óscar: (Extrañado) ¿Entonces?

 

Claudia coge aire antes de volver a hablar.

 

Claudia: Nos hemos acostado.

 

Óscar: (Atónito) ¡¿Qué?! Estás de coña…

 

Claudia: Ojalá.

 

Óscar: Joder, Claudia…

 

Claudia: Sé que no tendría que haberlo hecho, pero… fue inevitable.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Óscar: Es obvio que os seguís queriendo.

 

Claudia: No es así.

 

Óscar: Venga Claudia, que no tenemos quince años.

 

Claudia: Óscar…

 

Óscar: (Interrumpiéndola) Puedes negártelo todo lo que quieras, pero en el fondo sabes que tengo razón. Y tarde o temprano, tendrás que aceptarlo.

 

Claudia mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

APARTAMENTO DE ISRA Y LUCAS / SALÓN / TARDE

 

Isra: ¡Marta!

 

El joven se sorprende al ver a su amiga al otro lado de la puerta, con una forzada sonrisa dibujada en su rostro.

 

Marta: Hola.

 

Isra: ¿Qué haces aquí?

 

Marta: ¿Puedo pasar?

 

Isra: Claro.

 

Marta: Gracias.

 

Marta entra en el apartamento, mientras su amigo cierra la puerta.

 

Isra: ¿Qué quieres?

 

Marta: Pedirte disculpas.

 

Isra: Marta…

 

Marta: (Interrumpiéndole) Tendrías que haberte enterado por mí.

 

Isra: No. Tenías razón, no tienes por qué darme explicaciones de nada.

 

Marta: Sí. Sí que tengo.

 

Isra: (Extrañado) ¿Por qué?

 

Tras unos segundos en silencio, Marta besa apasionadamente al joven. Este, al principio, le corresponde, aunque se acaba apartando.

 

Isra: ¿Qué haces?

 

Marta: ¿No es esto lo que querías?

 

Isra: Lo que quiero es que lo sientas de verdad.

 

Marta: ¿Crees que lo habría hecho si no lo sintiera?

 

Los dos se miran fijamente a los ojos, en silencio, hasta que vuelven a besarse y empiezan a quitarse la ropa el uno al otro.

 

APARTAMENTO DE CARLOS / SALÓN / NOCHE

 

Nerviosa, Andrea permanece sentada en el sofá, mirando a su alrededor, cuando Carlos sale de la cocina, con dos botellines de cerveza entre sus manos. Da uno a su exnovia a la vez que se sienta a su lado.

 

Andrea: Tengo que reconocer que me ha sorprendido tu llamada.

 

Carlos: Supongo que tenías razón. Tenemos una conversación pendiente.

 

Andrea: Me alegro de que hayas cambiado de opinión.

 

Carlos: Agradéceselo a Hugo.

 

Andrea: Ya… lo haré.

 

Un tenso silencio surge entre ambos.

 

Andrea: Necesito que entiendas que se me hacía muy difícil quedarme aquí, con todo lo que estaba pasando.

 

Carlos: ¿Y te crees que para mí no? Era yo e que estaba en la cárcel, Andrea.

 

Andrea: Lo sé. Sé que me porté mal. Por eso volví.

 

Carlos: Cuando ya estaba fuera.

 

Andrea: Pero eso yo no lo sabía.

 

Carlos: ¿Y crees que lo justifica?

 

Andrea: No, pero…

 

Carlos la interrumpe, cogiendo aire.

 

Carlos: Mira Andrea, yo todavía te quiero, sería absurdo negarlo, pero… nunca volveremos a estar juntos. Es demasiado tarde.

 

Andrea: Nunca es demasiado tarde.

 

Carlos: En nuestro caso, sí.

 

Andrea mira al joven, sin saber qué decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / NOCHE

 

El local ya está cerrado. Jaime barre el suelo cuando Claudia sale del almacén, visiblemente enfadada.

 

Claudia: Al final te has salido con la tuya.

 

Jaime: (Extrañado) ¿De qué estás hablando?

 

Claudia: Los proveedores. He visto la nueva cerveza en el almacén.

 

Jaime coge aire, intentando mantener la calma.

 

Jaime: No quiero discutir otra vez, Claudia.

 

Claudia: Tendrías que habérmelo consultado.

 

Jaime: Los dos sabemos que no habrías acertado.

 

Claudia: Desde luego que no. Si es tan barato, tiene que tener trampa por algún lado.

 

Jaime: Eres una paranoica.

 

Claudia: (Irónica) Muchas gracias.

 

Jaime: Es imposible intentar hablar contigo.

 

Claudia: (Atónita) ¿Lo dices en serio?

 

Jaime: ¿No lo estás viendo?

 

Ahora es Claudia la que intenta mantener la calma.

 

Claudia: La próxima vez, háblalo conmigo. No sé si lo recuerdas, pero volvemos a ser socios.

 

Jaime: Desgraciadamente, no puedo olvidarlo.

 

Un tenso silencio surge entre ambos.

 

Claudia: Me voy a casa, estoy cansada. Mañana nos vemos.

 

Claudia sale del local, ante la atónita mirada de Jaime.

 

CONTINUARÁ…