MANERAS DE VIVIR

 

Séptima temporada, capítulo 148

 

Fecha de emisión: 6 de agosto del 2017

 

APARTAMENTO DE CARLOS, ANDREA Y JAIME / COCINA / MAÑANA

 

Carlos permanece sentado en la mesa, tomándose un café, cuando Andrea aparece por allí. Al ver a su novio, se apoya en el marco de la puerta, suspirando.

 

Andrea: ¿No crees que deberíamos hablar?

 

Carlos: Creo que ya nos hemos dicho todo lo que nos teníamos que decir.

 

Andrea: (Suspira) No creo que eso sea así, Carlos.

 

Carlos guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Carlos: ¿Qué más quieres decirme?

 

Andrea: Simplemente quiero que me entiendas.

 

El joven deja escapar una sonora carcajada.

 

Carlos: Me pides algo imposible, Andrea.

 

Andrea: Carlos…

 

El chico la interrumpe, levantándose.

 

Carlos: Voy a darme una ducha. Tengo que ir a la biblioteca a estudiar.

 

Carlos sale de la cocina, ante la impotente mirada de Andrea.

 

Andrea: ¡Mierda!

 

CASA DE HUGO E ISRA / SALÓN / MAÑANA

 

Hugo, sin camiseta, avanza rápidamente hacia la puerta mientras el timbre suena insistentemente.

 

Hugo: ¡Ya va! ¡Ya va!

 

Al abrir la puerta, el joven se sorprende al encontrarse con Isra al otro lado, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

 

Hugo: ¡Isra!

 

Isra: He vuelto a casa.

 

 

Los dos amigos se abrazan, contentos.

CON

CASA DE HUGO E ISRA / SALÓN / MAÑANA

 

Sentado en el sofá, Isra mira a su alrededor cuando Hugo sale de la cocina, ya vestido y con una bandeja en la que transporta dos tazas de café. La deja sobre la mesa, y se sienta junto a su amigo.

 

Hugo: ¿Cómo no nos has avisado de que te daban hoy el alta?

 

Isra: (Sonríe) Bueno, quería que fuera una sorpresa.

 

Hugo: Lo ha sido, desde luego.

 

Los dos amigos se abrazan, contentos.

 

Hugo: Ya verás cuando llames a Marta. No se lo va a creer.

 

Isra: Ya…

 

Hugo: (Extrañado) ¿Hay algún problema?

 

Isra: No, no es eso, es que…

 

El pelirrojo hace una pausa durante unos segundos, buscando las palabras adecuadas, hasta que finalmente suspira.

 

Isra: La llamé la semana pasada cuando me devolvieron el móvil. La noté tan feliz, me contó que las cosas le iban tan bien con Iván, que no sé… me da miedo volver a entrar en su vida para joderlo todo.

 

Hugo: No digas tonterías, Isra. Si te han dado el alta es porque estás curado, así que no va a volver a pasar lo de antes. Quién sabe, a lo mejor te echas un o una churri y podréis hacer cosas juntos los cuatro, en plan parejitas.

 

Isra: Como Sergio y tú con Óscar y Lucas, ¿no?

 

Hugo: Oh, cállate.

 

Los dos jóvenes se ríen, divertidos.

 

SEDE “TPA” / SALA DE CÁMARAS / MAÑANA

 

Óscar y Lucas permanecen sentados en el sofá, mirando un calendario mientras los dos jóvenes parecen contrariados.

 

Óscar: ¿En agosto? ¿En serio?

 

Lucas: (Extrañado) ¿Por qué no?

 

Óscar: Porque después de la boda tendremos que ir como a doce funerales porque nuestros invitados habrán muerto de calor.

 

Lucas: Mira que eres exagerado.

 

Óscar: ¿Por qué no en junio? Es que no entiendo cuál es el problema.

 

Lucas está a punto de responder, pero justo en ese momento Sergio aparece por allí, cargando con su cámara.

 

Sergio: Hola chicos.

 

Lucas: Ah, nos vienes de puta madre.

 

Óscar: ¡Lucas!

 

Sergio guarda la cámara en la taquilla y se sienta junto a sus dos compañeros, extrañado.

 

Sergio: ¿Qué pasa?

 

Lucas: ¿Cuándo crees que es mejor celebrar una boda? ¿En junio o en agosto?

 

El recién llegado guarda silencio durante unos segundos, pensando.

 

Sergio: Yo creo que en junio, ¿no? Quiero decir, tal y como están siendo los últimos veranos, en agosto moriríamos de calor.

 

Óscar: (Sonríe) ¿Lo ves?

 

Lucas: Pues lo siento mucho, pero yo sigo pensando que es mucho mejor fecha en agosto.

 

Óscar: (Suspira) Eres imposible.

 

Los dos jóvenes continúan mirando el calendario, ante la divertida mirada de Sergio.

 

FACULTAD DE TURISMO / AULA 123 / MAÑANA

 

La clase está vacía. Tan solo Andrea está recogiendo sus cosas. Cuando levanta la mirada, ve a Félix apoyado en el marco de la puerta, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

 

Félix: Buenos días.

 

Andrea: (Asustada) ¿Qué quieres?

 

El hombre se acerca a ella.

 

Félix: Agradecerte que retiraras la denuncia.

 

Andrea: No lo hice por ti.

 

Félix: Lo sé, pero quería agradecértelo igual.

 

Andrea: De nada.

 

La joven intenta marcharse, pero Félix se interpone en su camino.

 

Félix: ¿Sabes? No volveré a dar clases en esta universidad.

 

Andrea: No puedo decir que lo sienta.

 

Félix: Ya.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Andrea: ¿Puedes dejarme pasar, por favor?

 

El hombre acaricia el brazo de su antigua alumna, mientras esboza una cínica sonrisa.

 

Félix: ¿Por qué no nos despedimos en condiciones? Al fin y al cabo, es muy probable que no nos volvamos a ver.

 

Andrea: Como no me dejes pasar, te aseguro que me pondré a gritar como si no hubiera un mañana.

 

Félix deja escapar una sonora carcajada a la vez que se hace a un lado.

 

Félix: Siempre me gustó tu carácter.

 

Andrea: Vete al infierno.

 

La joven camina hacia la puerta, indignada.

 

Félix: Hasta siempre, Andrea.

 

Andrea sale del aula, ignorando las palabras del hombre, que no borra la cínica sonrisa de su rostro.

 

PISO DE MARTA / SALÓN  / MAÑANA

 

Isra espera, nervioso, frente a la puerta del piso, la cual no tarda en abrirse dando paso a una sorprendida Marta.

 

Marta: ¡Isra!

 

Isra: (Sonríe) ¡Sorpresa!

 

Marta: ¡Dios mío, no me puedo creer que estés aquí!

 

Los dos amigos se abrazan, emocionados.

 

Marta: Te voy a matar por no habernos avisado de que te daban el alta.

 

El pelirrojo se ríe, divertido.

 

SEDE “TPA” / EXTERIOR / MAÑANA

 

Lucas y Óscar salen del edificio y se dirigen hacia su casa. Este último parece algo molesto mientras su prometido le mira, confundido.

 

Lucas: De verdad, es que no entiendo nada. ¿Qué más dará la mesa de los invitados?

 

Óscar: (Atónito) ¿Cómo que qué más da? Es una de las cosas más importantes de una boda.

 

Lucas: Eres demasiado dramático.

 

Óscar: (Irónico) Gracias.

 

Los dos continúan andando, en silencio.

 

Lucas: Tienes que entender que no podemos sentar a todos tus amigos en la misma mesa, cielo.

 

Óscar: (Molesto) ¿Pero por qué no? Les ponemos en una de las mesas grandes, y ya está.

 

Lucas: Las mesas grandes están reservadas para las familias, Óscar. Es lo normal.

 

Óscar: Es que mi familia son mis amigos. Una cosa es la familia que te toca, para bien o para mal, y otra la que tú eliges.

 

Lucas: Óscar…

 

Óscar: (Interrumpiéndole) Aunque claro, comprendo que tu no lo entiendas, porque muchos amigos tampoco es que tengas.

 

Lucas: (Atónito) ¿Cómo dices?

 

Óscar mira a su prometido, dándose cuenta de que ha metido la pata.

 

Óscar: Lo siento Lucas, yo… estoy nervioso, y no sé ni lo que digo.

 

Lucas: Ya.

 

Un tenso silencio surge entre ambos, hasta que Lucas suspira.

 

Lucas: ¿Sabes? No tengo hambre. Me voy a ir a dar una vuelta.

 

Óscar: Lucas…

 

Lucas: (Interrumpiéndole) Luego nos vemos.

 

Lucas se aleja de allí, ante la triste mirada de su prometido.

 

APARTAMENTO DE CARLOS, ANDREA Y JAIME / SALÓN  / TARDE

 

Andrea está sentada en el sofá, llorando mientras se fuma un cigarro, cuando llega Carlos al apartamento. La joven se limpia las lágrimas rápidamente, pero no lo suficiente como para que su novio no se dé cuenta de que estaba llorando.

 

Andrea: Hola.

 

Carlos: ¿Estás bien?

 

La joven fuerza una sonrisa.

 

Andrea: Sí, no te preocupes.

 

Tras guardar silencio durante unos segundos, Carlos se sienta junto a su novia, suspirando.

 

Carlos: Cuéntame qué te pasa.

 

Andrea coge aire antes de volver a hablar.

 

Andrea: He visto a Félix.

 

Carlos: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

Andrea: Ha venido a despedirse, y…

 

La joven hace grandes esfuerzos para no echarse a llorar.

 

Carlos: ¿Y qué?

 

La chica fuerza una sonrisa.

 

Andrea: Nada. No ha pasado nada, no te preocupes.

 

Un tenso silencio surge entre ambos.

 

Carlos: ¿Te das cuenta de que todo esto es tu culpa, verdad?

 

Andrea: (Extrañada) ¿Qué quieres decir?

 

Carlos se levanta, molesto.

 

Carlos: Has dejado a un violador suelto, Andrea. ¿Qué esperabas que pasara? Puede que no vuelva a acercarse a ti, pero lo que te hizo a ti se lo hará a otra persona. Y ahora vas a tener que vivir siempre con ello. Y sinceramente, no sé si te voy a poder acompañar en ese trance.

 

El joven sale del salón, triste, mientras Andrea no puede evitar el echarse a llorar desconsoladamente.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR /  TARDE

 

Suena la canción “Duele el corazón” de Enrique Iglesias.

 

Sentado en una de las butacas de la barra, Lucas se toma un botellín de cerveza, sumergido en sus pensamientos, cuando Jaime se acerca a él desde el otro lado de la barra, sonriente.

 

Jaime: Ya estoy aquí, perdona.

 

Lucas fuerza una sonrisa.

 

Lucas: No te preocupes. Lo primero es lo primero.

 

Jaime: Bueno, ¿entonces me vas a contar lo que te pasa?

 

El joven guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Lucas: ¿Puedo hacerte una pregunta, Jaime?

 

Jaime: Claro.

 

Lucas: ¿Tú eres mi amigo porque estoy saliendo con Óscar o porque te caigo bien?

 

Jaime: (Extrañado) ¿A qué viene eso?

 

Lucas: No lo sé, es… es una duda que me ha entrado de repente.

 

Jaime: Ya.

 

Jaime hace una pausa antes de seguir hablando.

 

Jaime: No voy a negar lo evidente, nos conocimos porque empezasteis a salir juntos. Pero con Óscar pasó lo mismo, le conocimos porque empezó a salir con Hugo, y una vez rompieron seguimos siendo sus amigos. Así que si eso es lo que te preocupa, puedes estar tranquilo. Yo estoy aquí para los dos, pase lo que pase, y me apuesto lo que sea a que el resto también.

 

Lucas: (Sonríe) Te lo agradezco.

 

Jaime: ¿Pero por qué te ha venido esa duda de repente?

 

Lucas: Bueno, digamos que… las cosas con el tema de la boda no están yendo del todo bien, y últimamente hay mucha tensión entre nosotros. Y en una discusión… en fin, no merece la pena.

 

El camarero coge las manos de su amigo.

 

Jaime: Mira, las bodas siempre alteran la armonía de una pareja. Claudia y yo también discutimos muchísimo con los preparativos, te lo aseguro, pero al final todo salió adelante porque nos queríamos.

 

Lucas: Ya, ¿pero alguna vez tú te planteaste el dejarlo todo y mandarlo a la mierda?

 

Jaime: No, la verdad es que no.

 

Lucas: (Suspira) Pues entonces no es lo mismo.

 

Jaime mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

CASA DE HUGO E ISRA / SALÓN /  TARDE

 

Isra, Hugo y Marta están sentados en el sofá. Mientras el pelirrojo se toma un café, sus dos amigos se beben dos botellines de cerveza.

 

Isra: Oye, podríamos ir un rato al “Four”, ¿no? Me apetece ver a la gente.

 

Hugo y Marta se miran, incómodos.

 

Marta: No creo que sea una buena idea, Isra.

 

Isra: (Extrañado) ¿Por qué?

 

Hugo: No te conviene todavía ir a bares y sitios así. Pero podemos organizar mañana una pequeña fiesta aquí en casa, y…

 

Isra le interrumpe a la vez que se levanta, molesto.

 

Isra: Bueno, ya basta.

 

Marta: (Extrañada) ¿Qué pasa?

 

Isra: ¿Qué que pasa? Lleváis todo el día encima de mí. Que quién me llama por teléfono, que a dónde voy, que cuanto oxígeno respiro… en serio, lo único que os falta es eso y acompañarme a cagar.

 

Hugo: Isra…

 

Isra: (Interrumpiéndole) ¿Sabéis qué? Yo me voy a ir a tomar algo allí, y a ver al resto de mis amigos, digáis lo que digáis. Así que luego nos vemos, o ya quizá mañana.

 

El pelirrojo sale de casa dando un fuerte portazo mientras Hugo y Marta se miran, preocupados.

 

Marta: ¿No deberíamos acompañarlo?

 

Hugo: Creo que lo mejor es que le dejemos solo un rato… quizá tenga razón y le hemos agobiado un poco.

 

Marta mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

APARTAMENTO DE CARLOS, ANDREA Y JAIME / DORMITORIO DE ANDREA Y CARLOS /  TARDE

 

Carlos permanece sentado en el escritorio, estudiando con su portátil, cuando entra Andrea. Tras dudar durante unos segundos, esboza una forzada sonrisa y se sienta en el borde de la cama.

 

Andrea: ¿Cómo lo llevas?

 

El joven ni siquiera se molesta en levantar la mirada.

 

Carlos: Bien, gracias.

 

Andrea: ¿Entonces crees que podemos hablar un segundo?

 

Carlos: Andrea…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) Escúchame, Carlos. Sé que no entiendes porque he retirado la denuncia, y ni siquiera voy a intentar hacértelo entender. Pero necesito olvidar todo esto. Simplemente quiero que pase, olvidarme de todo. Y ahora lo que venía era un juicio por el que no quiero pasar, no tengo fuerzas para ello. Por eso lo he hecho. Su mujer me prometió que lo controlaría, él mismo me ha dicho que no volveremos a vernos…

 

A la joven se le llenan los ojos de lágrimas.

 

Andrea: Eso es lo que necesito. Olvidarme de todo esto.

 

Carlos mira en silencio durante unos segundos a su novia, sin saber muy bien qué hacer, hasta que finalmente se levanta para volver a sentarse, esta vez a su lado.

 

Carlos: Siempre voy a estar contigo, Andrea. Cualquier cosa que pase, voy a estar a tu lado. Lo sabes, ¿verdad?

 

Andrea: Te quiero.

 

Carlos: Y yo a ti.

 

Los dos jóvenes se abrazan, emocionados.

 

APARTAMENTO DE IVÁN / SALÓN /  NOCHE

 

Iván y Marta, sentados en el sofá, se toman un botellín de cerveza mientras el joven se fuma un cigarro.

 

Marta: De verdad, es que no entiendo por qué se ha puesto así.

 

Iván: ¿De verdad te extraña?

 

Marta: (Extrañada) ¿Por qué?

 

Iván: Habéis estado agobiándole todo el día, detrás de él, como si fuerais un Gran Hermano bastante chungo vigilándole constantemente. Es muy normal que haya acabado hasta los cojones y se haya ido.

 

Marta: Espera un momento…

 

La joven deja escapar una sonora carcajada.

 

Marta: ¿Le estás defendiendo?

 

Iván: Bueno, si el chaval tiene razón, la tiene.

 

Marta vuelve a reírse, divertida, ante la extrañeza de su novio.

 

Iván: ¿Qué pasa?

 

Marta: Que te quiero, eso es lo que pasa.

 

Iván: Y yo a ti, pero…

 

La joven le interrumpe dándole un apasionado beso, al que su novio no duda en corresponder.

 

APARTAMENTO DE ÓSCAR Y LUCAS / DORMITORIO DE ÓSCAR Y LUCAS /  NOCHE

 

Sentado en el escritorio, Óscar mira algo en el ordenador cuando escucha unos suaves golpes en la puerta la cual se abre, dando paso a Lucas.

 

Lucas: ¿Podemos hablar un segundo?

 

El joven esboza una forzada sonrisa.

 

Óscar: Claro, pasa.

 

Lucas entra en el dormitorio y se sienta en el borde de la cama, suspirando. Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos.

 

Óscar: Escucha Lucas, yo… quería pedirte disculpas por lo que te dije esta mañana. Me enfade y dije cosas que no tendría que haber dicho sobre todo porque no es lo que pienso.

 

Ahora es Lucas el que fuerza una sonrisa.

 

Lucas: Ya. No te preocupes por eso, Óscar.

 

De nuevo silencio.

 

Lucas: ¿Te das cuenta de que no conseguimos ponernos de acuerdo en ningún punto de la boda?

 

Óscar: Supongo que no esperamos lo mismo de ese día, ¿no?

 

Lucas: Eso parece, sí.

 

Óscar: ¿Y qué vamos a hacer?

 

Lucas guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Lucas: No lo sé, Óscar… no tengo ni idea.

 

CASA DE HUGO E ISRA / DORMITORIO DE ISRA /  NOCHE

 

Tumbado en la cama, Isra permanece con la mirada fija en el techo, pensativo, cuando escucha unos suaves golpes en la puerta.

 

Isra: Adelante.

 

La puerta se abre, dando paso a Hugo con una forzada sonrisa dibujada en su cara.

 

Hugo: ¿Cómo te encuentras?

 

El pelirrojo, tras dudar durante unos segundos, se sienta en la cama.

 

Isra: Siento lo de antes, Hugo.

 

Hugo, sin borrar la sonrisa de su cara, se sienta junto a su amigo.

 

Hugo: No te preocupes.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos. Los ojos de Isra se llenan de lágrimas.

 

Isra: Teníais razón. No debería haber ido allí. Me he alegrado de ver a Jaime, pero he estado allí, rodeado de tanta gente, con alcohol, con la música… y cada minuto que pasaba tenía ganas de meterme mierda.

 

Hugo: Es normal, Isra.

 

El joven coge la mano de su amigo.

 

Hugo: Acabas de salir del centro de desintoxicación, y no puedes pretender volver a tu vida normal como si no hubiera pasado nada. Tienes que ir poco a poco, y verás cómo llegará un punto en el que podrás estar en toda clase de sitios sin tener tentaciones. Y en todo ese proceso estaremos contigo, apoyándote. No tienes de qué preocuparte.

 

Isra: (Sonríe) Muchas gracias, Hugo. De verdad.

 

Los dos amigos se abrazan, emocionados.

 

 

CONTINUARÁ…