MANERAS DE VIVIR

Laura y Edu están en la entrada del instituto, esperando al resto de sus amigos. Laura parece tener mucho sueño, mientras Edu aparenta estar muy despejado.

LAURA: Oye, he pensado que podríamos quedar esta tarde para pasarnos por el Four… hace mucho que no estamos allí todos juntos, tomando algo y hablando de nuestras cosas.

EDU: No lo sé, Laura… yo tengo cosas que hacer. Además, está semana está repleta de exámenes…

LAURA: Bueno, pero aunque sea un rato, para tomar algo, y despejarnos también de los estudios y tal.

EDU: (Borde) Laura, déjalo, ¿vale? Te estoy diciendo que no sé si podré.

Laura se queda cortada por la actitud de su amigo. Baja la mirada unos segundos, y luego vuelve a mirarle profundamente.

LAURA: Es por Isra, ¿verdad?

EDU: (Evitando la mirada de la joven) No quiero hablar de ello.

LAURA: ¿Tan mal te sientes por lo que hiciste?

EDU: ¿Mal por qué? ¿Por acostarme con mi novio?

LAURA: No, no por eso, si no por acostarte con alguien a quien realmente no quieres.

EDU: ¿Entiendes el concepto de la frase “no quiero hablar de ello”? ¿O te lo tengo que explicar?

LAURA: Vale Edu, lo siento… pero es que no entiendo.

EDU: No… la verdad es que yo tampoco me entiendo.

En ese momento, llega Hugo junto a ellos.

HUGO: (Con voz cansada) Buenos días.

LAURA: Hola… ¿y Marta?

HUGO: Me dijo que tenía algo importante que hacer, y que no vendría en todo el día, pero no me contó el que.

Laura mira al joven, extrañada, y este, pasando de la chica, mira a Edu.

HUGO: (Tímido) Edu… ¿podría hablar un momento contigo, por favor?

EDU: (Sin mirarle) Lo siento, Hugo… pero hoy al que no le apetece hablar es a mí.

Edu se dirige hacia el interior del instituto, ante la triste mirada de Hugo, y la cara de sorpresa de Laura.

Carlos se encuentra en el quiosco, leyendo un periódico, mientras empiezan a caer suaves gotas de lluvia. En ese momento, nota como alguien se pone frente a él, y cuando sube la cabeza, se encuentra con los ojos de Lorena, que le miran fijamente.

LORENA: Hola Carlos…

CARLOS: ¿Qué estás haciendo aquí?

LORENA: Verás, necesitaba hablar contigo…

CARLOS: Lorena, sinceramente… creo que ya nos hemos dicho todo lo que nos teníamos que decir.

LORENA: Quizás tú si, pero yo a ti no, Carlos… te quiero. No consigo sacarte de mi cabeza…

Carlos mira a su ex novia, muy sorprendido, y sin saber que decir.

CRÉDITOS: "MY PREROGATIVE" BRITNEY SPEARS
David Gallagher, Maggie Grace, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Emma Watson

Capítulo 10
Poco a poco


Carlos da vueltas por el estrecho espacio que hay tras el mostrador, bajo la ansiosa mirada de Lorena, la cual espera una respuesta a su confesión.

CARLOS: (Tras un largo suspiro) No, Lorena… ahora no puedes venir y decirme estas cosas… después de todo… no, ahora no.

LORENA: (Confundida) ¿Pero por qué? Aún estamos a tiempo, Carlos… aún podemos ser felices.

CARLOS: No, Lorena, no estamos a tiempo… ya es tarde. Nuestro tiempo terminó, y no supimos aprovecharlo.

LORENA: (Intentando que las lágrimas no salgan de sus ojos) Carlos, esto no se puede acabar así… no puede.

CARLOS: (Sin mirar a la chica) Lo siento…

Lorena, sin decir nada más, se marcha de allí rápidamente, llorando, mientras Carlos se queda en el quiosco, totalmente arrepentido de lo que acaba de hacer.

Marta se encuentra frente a un lujoso chalet, desde donde se oye el ruido del mar. Ahora llueve más fuerte, por lo que el rostro de la joven está empapado. Tras dudar unos segundos, la chica timbra.

ALFONSO: (Off) ¿Sí?

MARTA: ¿Alfonso? Soy yo, Marta, la del…

ALFONSO: (Sin dejar terminar a la joven) Pasa.

La puerta se abre automáticamente, ante el asombro de Marta, la cual, temblorosa, la cruza, y se dirige hacia la puerta de la enorme casa.

Laura sale del instituto, con muy mala cara. Lleva la mochila a la espalda, y en la puerta se encuentra con Hugo.

LAURA: ¿Cómo te ha salido el examen?

HUGO: Dejémoslo sin comentarios… y por lo que veo, tú también prefieres dejarlo así, ¿no?

Laura asiente, y los dos chicos empiezan a reír, hasta que Isra llega hasta donde están.

LAURA: (Extrañada) ¿Cómo que has salido tan pronto?

ISRA: Ah, nada, que me había quedado en la biblioteca estudiando, que después de esta hora tengo examen.

HUGO: ¿Y Edu?

ISRA: Ha entrado a clase… ¿ha venido Marta al final?

LAURA: No… y no sé, es raro que falte a un examen.

ISRA: (Mirando a Hugo) Debe de ser la nueva moda, tienes un problema, y faltas a clase…

HUGO: (Riendo irónicamente) Ja, ja, ja, que gracioso eres… ¿sabes? Odio que hables de cosas de las que no tienes ni puta idea…

ISRA: Sí, y yo odio que siempre te estés haciendo la víctima por cualquier chorrada que te pase.

Hugo se dispone a contestar, pero Laura le interrumpe, aplaudiendo.

LAURA: ¡Venga, chicos, muy bien, vamos, fin del primer asalto! (Suspira) Os quería comentar si os apetecería pasaros esta tarde por el Four, para estar todos y charlar, como hacíamos hasta hace unos meses…

HUGO: ¿Crees que funcionará?

LAURA: Eso espero… aunque Edu ya me ha dicho que él no va a venir. Y tengo que llamar todavía a Marta, y diré a Carlos que llame a Lorena… a mí me da palo.

ISRA: (Extrañado) ¿Y Edu por qué no va?

LAURA: Bueno, me ha dicho que tenía que hacer unas cosas…

HUGO: Pues conmigo puedes contar.

ISRA: Yo no lo sé, quiero hablar antes con Edu.

LAURA: Joder Isra, que no tenéis que ser inseparables… que pareces una lapa, coño.

ISRA: Bueno, ya veré, ¿vale? Me voy, que si no llegaré tarde al examen. Hasta luego.

Isra se dirige de nuevo hacia el interior del instituto.

HUGO: Bueno, pues yo me pasaré a eso de las seis, ¿vale? (Laura asiente, sonriente) Y me voy a ir, que quiero estudiar para el examen de mañana… me estoy estresando (los dos ríen). Hasta luego.

LAURA: Chao.

Hugo se aleja de allí, y Laura coge su móvil. Llama a Marta, pero no obtiene respuesta, y, preocupada, se dirige de nuevo hacia el interior del instituto.

Marta se está vistiendo en el dormitorio de Alfonso, y mientras el hombre duerme desnudo sobre la cama, ella observa con detenimiento los lujosos detalles que la decoran.

ALFONSO: ¿Ya te vas?

Marta se gira hacia el hombre, asustada, al cual ve ya despierto.

MARTA: Sí, bueno… creo que ya va siendo hora de que lo haga.

ALFONSO: Espero que te haya gustado… aunque la primera vez nunca suele ser la mejor.

MARTA: (Sonríe de mala gana) Bueno, no ha estado mal.

ALFONSO: Oye, mira, me has caído bien… y me gustaría saber porque has hecho esto. (Marta permanece callada, sin saber que decir) ¿Qué necesidad tiene una joven de quince años de vender su virginidad?

MARTA: Bueno, la verdad es que son temas bastante personales, de los cuales preferiría no hablar.

ALFONSO: Ya… ¿necesitas más dinero?

MARTA: (Resignada) Sí, la verdad es que sí… pero no creo que una virginidad valga mil euros, ¿no?

ALFONSO: ¿Eso es lo que necesitas? (Marta asiente, tímida) Bien, pues yo te lo puedo dar…

MARTA: (Emocionada) ¿En serio? ¡No sabe lo feliz que me hace!

ALFONSO: Si, bueno, la verdad es que a mí el dinero me sobra… pero me faltan otras cosas, como lo que hemos hecho esta mañana.

MARTA: (Extrañada) No… no le entiendo.

ALFONSO: Es muy sencillo, verás: yo te doy hoy mismo los mil euros, a cambio de que tú estés dispuesta a venir aquí siempre que puedas. Desde luego, no te pido que dejes tu vida cotidiana, si te tienes que ir de vacaciones, te vas, y si tienes instituto por las mañanas, vienes por las tardes. Pero te quiero ver aquí, mínimo, una vez al mes… ¿qué me dices?

El hombre tiende la mano a la chica, que, tras pensarlo durante unos pocos segundos, la agarra, cerrando así el trato.

MARTA: Está bien… pero quiero que quede clara una cosa. Yo no soy ninguna puta… el problema es que necesito el dinero.

Alfonso responde a la joven con una sonrisa, para, inmediatamente después, levantarse de la cama, y dirigirse hacia la mesa que hay en un rincón. Allí, prepara el cheque por los mil euros.

Laura y Carlos se encuentran ya en el Four, esperando al resto de sus amigos. En la mesa tienen un par de refrescos. Carlos está sumergido en sus pensamientos, mientras Laura le mira, preocupada.

LAURA: Carlos… ¿estás bien?

CARLOS: (Volviendo de sus pensamientos) Ah, si, si, claro, perdona… la verdad es que estoy un poco cansado, y no estoy donde debería de estar.

LAURA: ¿Solo eso?

CARLOS: (Sonríe de mala gana) Claro, no te preocupes… todo está bien.

Laura sonríe al joven, sin intentar impedir que la preocupación se refleje en su mirada, cuando llega Isra, bastante acalorado.

ISRA: Hola chicos, perdonad el retraso… voy a pedir y vengo.

Isra va a la barra, se pide una coca-cola, y regresa junto a sus amigos, sentándose entre ellos.

LAURA: ¿Al final viene Edu?

ISRA: No… me ha dicho que no os ofendáis, pero esta reunión le parece muy falsa y forzada, y no quiere ser partícipe de ella. (Laura se queda callada, y el joven se da cuenta de que ha metido la pata, por lo que intenta cambiar de tema) ¿Y Marta?

LAURA: Sí, Marta si que se va a pasar un rato… pero me ha dicho que poco, porque tiene que estudiar para el examen de mañana.

ISRA: ¿Te ha dicho la razón por la que no se ha presentado al de esta mañana?

MARTA: (Off) Estaba cansada, y no me sabía nada… (Isra se gira, viendo a su amiga, y dirigiéndole una sonrisa. La chica se sienta a su lado) Conozco a mis padres, y sé que prefieren ver un No Presentado, a un cero.

CARLOS: (Aburrido) Bueno, tú verás… por cierto, ¿quién falta?

LAURA: Hugo… tiene que estar al venir… porque Lorena no viene, ¿no?

CARLOS: (Molesto) ¿Y por qué me miras a mi? Yo no sé nada…

LAURA: No me jodas, Carlos… ¡te dije que la llamaras y le preguntarás!

CARLOS: (Seco) Bueno, pues se me ha olvidado… lo siento.

LAURA: (Arrepentida por su tono de voz anterior) Vale, bueno, no pasa nada… se nos podría haber olvidado a cualquiera.

En ese momento, llega Hugo junto a sus amigos, con un vaso de coca-cola entre sus manos, y se sienta.

HUGO: (Sonriente) Hola chicos… ¿cómo va esta reunión informal?

MARTA: Bueno, creo que podría ir peor…

Hugo ríe, tomándose a broma las palabras de su amiga.

Lorena se dirige hacia su casa, bastante cargada de compras, cuando se cruza con Jorge, aunque la chica no se da cuenta.

JORGE: ¿Necesitas ayuda?

LORENA: (Nerviosa) ¡Jorge!... Eh… no, no gracias, creo que no será necesario.

JORGE: (Intentando cogerle alguna bolsa) Anda, vamos… que vas muy cargada. Además, somos amigos, ¿no?

Lorena piensa durante unos segundos, para luego sonreír, y dejar al joven que coja un par de bolsas. Se vuelven a poner en marcha.

JORGE: Bueno, cuéntame… ¿cómo vas con Carlos? ¿Has conseguido algo?

LORENA: (Triste) No… la verdad es que no. Dice que nuestro tiempo ya ha pasado… aunque creo que lo que sucede realmente es que está con otra persona.

JORGE: ¿Y con quien iba a estar?

LORENA: (Enfadada) Con la zorra de Laura… les vi el otro día besándose… pero esta me la paga… ¡vamos que si me la paga!

JORGE: (Interrumpiendo a la joven) Yo puedo ayudarte, si quieres…

LORENA: ¿Sí? ¿Y cómo piensas hacerlo?

JORGE: Confía en mí… en cuestión de venganzas, y recuperar amores, no hay quien me gane.

LORENA: Por favor, Jorge, no estamos en el parvulario… esto es mucho más serio…

JORGE: ¿Qué pierdes por intentarlo?

Lorena se queda mirando al joven, pensativa.

Laura, Carlos, Hugo, Marta e Isra continúan en el Four. Entre ellos hay un incómodo silencio. Hugo se acerca al oído de Marta.

HUGO: (Susurrando) ¿Y tú decías que podía ser peor?

MARTA: (Riendo) ¿No ves? (Alza la voz) Bueno chicos, ¿qué tenéis planeado para estas Navidades los que os quedáis aquí?

CARLOS: Pues no sé… supongo que venir al Four para Nochevieja, como todos los años…

LAURA: (Celosa) Entonces verás a Lorena…

CARLOS: Sí, supongo… (Sonríe) Pero no tienes de que preocuparte. ¿Tú saldrás este año, Hugo?

HUGO: Bueno… estoy en proceso de convencer a mi madre. Espero conseguirlo, la Nochevieja con mi familia puede resultar bastante matadora…

Sus amigos ríen.

ISRA: Yo me voy al pueblo, como todos los años, el mismo viernes veintiuno… (Se gira hacia Marta y Laura) Vosotras también, ¿no? (Las dos jóvenes asienten) Echaré de menos a Edu…

MARTA: Dios, creo que en mi vida he visto a una pareja tan empalagosa… (Isra mira mal a su amiga) ¿Qué? Es la verdad…

ISRA: (Borde) Es lo que hace la envidia de no haber tenido novio en tu vida.

MARTA: (Levantándose) ¿Sabes? Prefiero no tener novio nunca, y seguir siendo la misma de siempre, a que se me suba a la cabeza y me olvide de mis amigos. Adiós.

Marta sale del bar, intentando ocultar su mosqueo. Hugo dirige una mala mirada a Isra, y sale detrás de su amiga, mientras Carlos y Laura observan la situación, sin saber muy bien que hacer.

Un nuevo y lluvioso día amanece en la ciudad. Carlos se encuentra en el quiosco, dándole las vueltas a una mujer. Cuando esta se marcha, llega Jorge.

JORGE: (Sonriente) ¡Hola Carlos! ¿Te acuerdas de mí?

CARLOS: (Seco) Sí, claro que me acuerdo… eras compañero de Lorena, ¿no? (Jorge asiente) ¿Qué quieres?

JORGE: Bueno, la verdad es que no he venido a comprar nada… solo he venido a hablar contigo.

CARLOS: No pretendo ser desagradable… pero si te ha mandado Lorena, ya te puedes marchar, porque creo que ayer ya se lo dejé todo bastante claro.

JORGE: He venido a hablarte de ella, pero nadie me ha mandado. Es más, espero que nunca se entere de que he estado aquí.

Carlos mira al joven, extrañado, y tras pensar varios segundos, le contesta.

CARLOS: Cuanto más breve seas, más te lo agradeceré.

JORGE: Sí… seré breve. Solo venía a aconsejarte que no vuelvas con ella.

CARLOS: (Mosqueado) ¿Y tú quien coño te crees para venir a darme consejos?

JORGE: Nadie… solo soy el tío con el que ella pasaba las noches mientras contigo pasaba los días…

Carlos mira al chico, sorprendido, y sin saber muy bien que decir, ni si debe creerle.

Edu va caminando por el solitario pasillo del instituto, cuando alguien le coge, y le mete a un aula, tapándole la boca para que no diga nada. Cuando entran, se da cuenta de que era Hugo.

EDU: (Enfadado) ¿Qué coño crees que estás haciendo?

HUGO: Nada… simplemente quiero hablar contigo…

EDU: Pues esta no es la mejor manera.

Edu va hacia la puerta, pero Hugo se pone en medio, cortándole el paso.

HUGO: Por favor, escúchame…

EDU: Mira Hugo, no estoy para tonterías, así que déjame salir.

HUGO: No, Edu, no vas a salir de aquí hasta que te diga lo que te tengo que decir.

EDU: Me estoy cabreando…

HUGO: Edu, te mentí.

EDU: (Sin saber de que le habla) ¿Qué?

HUGO: Pues eso, que te mentí, que… nadie sabe lo de Isra y tú… tan solo Laura y yo.

EDU: (Extrañado) ¿Entonces cómo lo sabes?

HUGO: Yo… estaba en el baño cuando Isra se lo contó… pero ellos no sabían que estaba ahí.

Edu se sienta encima de una mesa, sin comprender nada.

EDU: Y entonces… ¿por qué me engañaste?

Hugo se queda mirando al joven asustado, sin saber si debería confesarle sus sentimientos.

Lorena sale de la universidad, ella sola. Cruza la carretera, y empieza a atravesar la plaza. Cuando ve que Carlos está sentado en uno de los bancos, corre hacia él.

LORENA: (Ilusionada) ¡Carlos! ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Te lo has pensado mejor?

CARLOS: (Sin mirarla) El otro día, cuando viniste a hablar conmigo… le di vueltas a la cabeza, si. Mis sentimientos estaban bastante confundidos… pero gracias a alguien, ya los tengo claros.

LORENA: (Risueña) ¿Y…?

CARLOS: (Por fin la mira) Eres una puta, Lorena. (Se levanta, ante la sorpresa de la joven) No quiero volver a saber nada más de ti… no quiero que te me acerques.

Carlos se aleja de allí, bastante rápido. Lorena quiere ir tras él, pero lo único que consigue es sentarse en el banco, y empezar a llorar.

Hugo y Edu continúan en el aula vacía, uno frente al otro. Edu espera la respuesta del chico, el cual continúa en silencio.

EDU: Hugo, te he hecho una pregunta…

HUGO: (Muy nervioso) Verás… yo… es que… yo estoy…

Hugo se ve interrumpido cuando Manuel abre la puerta, y enciende la luz. Hugo suspira, aliviado.

MANUEL: Chicos, ¿qué estáis haciendo aquí? Sabéis que no se puede estar en las clases en hora de recreo, y menos en la de audiovisuales.

HUGO: Sí, bueno, es que…

EDU: Nada, que ayer cuando estuvimos en esta clase, me dejé la carpeta, y Hugo me ha acompañado a buscarla… pero no está, así que nos vamos. Hasta luego.

Edu sale del aula rápidamente, seguido por Hugo, y bajo la atenta mirada de Manuel. En el pasillo, continúan andando hacia la salida, sin mirarse.

HUGO: Gracias…

Edu simplemente se limita a sonreír.

Laura, Marta e Isra se encuentran sentados en un banco del parque de enfrente del instituto, charlando. Laura parece bastante preocupada.

LAURA: No sé, puede parecer una tontería… pero Carlos y yo tan solo estamos empezando nuestra relación, y la semana que viene me marcho hasta después de Navidades… va a estar viendo a Lorena, y…

MARTA: Mira… Carlos y Lorena se han querido mucho, y eso lo sabemos todos. Pero ahora están tomando sus respectivos caminos, y no es el mismo. Yo creo que no tienes de que preocuparte.

Laura va a hablar, pero Isra se le adelanta.

ISRA: Pues lo siento mucho, pero yo creo que tienes motivos más que suficientes para hacerlo… no te puedes fiar de los tíos.

MARTA: (Borde) Mira Isra, ¡me estás rallando! ¿Quieres dejar de preocuparte por Edu? Estará en el baño, o yo que sé.

ISRA: ¿En el baño durante quince minutos?

LAURA: (Molesta) Chicos, estábamos hablando de…

MARTA: (Interrumpiendo a su amiga) Como sigas así, lo vas a acabar perdiendo.

ISRA: ¿Cómo siga como?

MARTA: Así de estresante y agobiante. No me extraña que haya veces que se pierda. Si es que pareces su perrito faldero, siempre detrás de él como un puto chucho.

ISRA: (Tranquilamente) Bueno… ¿qué opinión puedo esperar de una chica que no ha querido a nadie en su vida?

Marta se queda callada, sin saber como reaccionar, y pronto se le llenan los ojos de lágrimas.

MARTA: No te puedes ni imaginar lo equivocado que estás…

Marta se aleja de allí, corriendo, e Isra se gira hacia Laura, la cual le mira de muy mala manera.

ISRA: (Extrañado) ¿Qué?

Laura, sin hacer ningún tipo de comentario, se levanta negando con la cabeza, y se va detrás de su amiga, dejando al chico solo y sin saber que hacer.

Ya es de noche, y la tormenta se oye desde el dormitorio de Lorena, la cual se encuentra sentada en su cama, apoyando el pecho en sus rodillas, mientras varias lágrimas recorren sus mejillas, y desde la radio se oye “Flores Raras”, del grupo del mismo nombre. La joven se estira, y coge una jeringuilla que tenía al lado. Se la clava en la vena, y poco a poco, se va metiendo todo lo que contenía.

CONTINUARÁ...