MANERAS DE VIVIR

Edu e Isra están acostados en casa de Edu en la cama, despertándose.

ISRA: Buenos días cariño, ¿qué tal has dormido?

EDU: La verdad es que no he podido dormir mucho. Es que no puedo quitarme esa imagen de la cabeza...

ISRA: No le des más vueltas, Edu. Vamos ahora al quiosco a hablar con Carlos y ya verás como todo va mejor.

EDU: Sí, me irá mucho mejor en cuanto vea su cara de sufrimiento.

ISRA: Ya sabes a lo que me refería. No te atosigues, ni que tú tuvieses la culpa de nada.

Están Laura y Marta en la habitación de esta última, rodeadas de peluches.

LAURA: Claro que tengo la culpa. Es que... Dios, besé a Carlos y él está con Lorena, y me siento fatal.

MARTA: Él también te besó. Que yo sepa no le pusiste una pistola en la sien.

LAURA: Que yo sepa tampoco. Pero es que, Marta, creo que me gusta (Marta se sorprende) Y no es de ahora, pero es que... es de Lorena...

MARTA: Venga, no te comas la hoya, Laura, ya veras como todo se soluciona (mira su reloj) Bueno, he quedado con Hugo, ¿te apetece venir?

LAURA: Si, cualquier cosa con tal de distraerme.

Las dos se levantan de la cama y salen del cuarto.

Mientras, Hugo sale de la ducha y comienza a vestirse, cuando suena el teléfono. Sale en toalla.

HUGO: ¿Diga? Hola mamá. No te preocupes, ya veré qué hago. Si, no te preocupes por mí. Saluda a la tía de mi parte. Un beso (Hugo cuelga pero vuelve a coger el teléfono y marca) ¿Daniel? Soy yo, ¿te apetece venir a comer a mi casa? Mi madre no está y... De acuerdo, vente cuando quieras.

El timbre suena, Hugo cuelga y va a abrir la puerta, es Daniel.

DANIEL: Es que ya me estaba viniendo para tu casa.

Besa al chico, y entra.

HUGO: Bueno, yo voy a terminar de vestirme...

DANIEL: (Agarrando a Hugo) ¿Para qué quieres la ropa? (Le empieza a meter mano y a besarle) Dime que no llevas pensando en esto desde ayer...

HUGO: ¿Puedes sacar tu mano de ahí?

DANIEL: (Intenta besar al chico de nuevo) Vamos… que a mí no me engañas, a pesar de esa cara de mosquita muerta…

HUGO: (Empezando a perder la paciencia) ¡Que me dejes!

Le saca la mano de debajo de la toalla, pero el joven le tira al suelo.

DANIEL: Me encanta cuando se hacen los estrechos.

Daniel se tira encima de él, a pesar de las suplicas de Hugo para que no lo haga.

TÍTULOS DE CRÉDITO: "MY PREROGATIVE" Britney Spears
David Gallagher, Maggie Grace, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Emma Watson.

Capítulo 3.
Mentiras rotas


Carlos está en el quiosco, ordenando varias revistas que se han caído, cuando llegan allí Edu e Isra, cogidos de la mano.

CARLOS: ¡Chicos! No os esperaba, ¿venís a comprar?

EDU: No, bueno, en realidad…

El chico se queda callado, sin saber muy bien como seguir.

ISRA: Verás, queríamos hablar contigo sobre algo importante…

CARLOS: Pues vosotros diréis.

EDU: (Dudando) Ayer… vimos a Lorena…

CARLOS: ¿Y que queréis? ¿Un pin? Porque ayer yo también la vi.

EDU: Carlos… la vimos en el parador…

ISRA: (Termina la frase) E iba con otro.

CARLOS: (Sorprendido) ¿Qué?

EDU: Nosotros… sentimos el tener que contártelo así, Carlos, pero…

CARLOS: (Enfadado) ¿Os creéis que soy gilipollas?

ISRA: (Extrañado) ¿Qué quieres decir?

CARLOS: ¡Está claro! Estáis enfadados por lo que el otro día te dijo Lorena (señala a Edu) Pero ¿sabes? Era verdad. (Edu mira al joven, con miedo de lo que pueda decir) No te preocupes, no me voy a meter en vuestra relación. Pero vosotros tampoco os metáis en la mía. Ahora, por favor, iros.

EDU: Pero…

CARLOS: (Pierde la paciencia) ¡Que os vayáis, joder!

Edu e Isra, sin saber que decir, se alejan de allí, mientras Carlos les mira, con la ira reflejada en sus ojos. Después, el chico coge su móvil, y llama.

CARLOS: ¿Lorena? ¿Puedes quedar esta tarde?... sí… es que necesito hablar contigo… vale, sí… en el mismo sitio de siempre, a la misma hora. Hasta luego, te quiero.

Carlos cuelga, y todavía enfadado, sigue colocando las revistas.

Mientras, Marta y Laura están sentadas en uno de los sofás del Four, hablando tranquilamente, cuando entra Lorena, acompañada de otro chico. Parece no darse cuenta de que sus amigas están allí.

LAURA: Oye, ¿esa no es Lorena?

MARTA: Sí, si que lo es… ¿y quien es ese chico? Porque no está nada mal…

LAURA: (Riendo) ¡Estás más salida que el pico de una mesa!

Las risas de las dos amigas hacen que Lorena se gire hacia ellas. Cuando las ve, se pone nerviosa. Le dice algo al oído a su acompañante, y luego se acerca a sus amigas.

LORENA: Hola chicas, ¿qué tal, que hacéis?

MARTA: ¡Hola Lorena! Pues nada, aquí, esperando a Hugo, que parece que se retrasa… creo que vamos a ir a buscarle a casa, porque empiezo a estar preocupada.

LORENA: (Por lo bajo, irónica) No, si se ve…

MARTA: ¿Perdona?

LORENA: Eh… nada, que yo me he encontrado con un amigo del instituto, y hemos venido a tomar algo aquí y hablar, ya sabéis, lo típico.

MARTA: Aha… pues oye, ya lo presentarás, porque vamos, no está nada, nada mal…

LORENA: (Deja soltar una carcajada) ¡Ah! No sé lo que te lleva a pensar que un tío de diecinueve años se va a fijar en una puta cría de quince.

MARTA: (Levantándose del sofá, ofendida) ¡¿Pero a ti que coño te pasa ahora con nosotros?!

LAURA: (Agarra a su amiga del brazo, ante las risas de Lorena) Marta, déjalo… no merece la pena. Vamos a buscar a Hugo a su casa.

Marta lanza una última mirada de enfado a Lorena, y sale del local junto a Laura. Lorena, sonriente se gira hacia su acompañante, el cual continúa en la barra.

LORENA: ¡Jorge! ¡Aquí tenemos un sofá libre!

Marta y Laura caminan por la calle, yendo hacia la casa de Hugo. Marta continúa bastante enfadada por su discusión con Lorena de hace unos minutos.

MARTA: ¡Es que no sé que coño le pasa! Pero lleva unos días súper rara.

LAURA: Pues no lo sé, pero con Edu también se sobró mucho, y Carlos está muy preocupado por ella… cree que tiene problemas con su madre.

MARTA: Si la familia de Lorena se caracteriza por algo, es porque ella no tiene problemas con su madre… pasa olímpicamente de la pobre mujer, siempre lo ha hecho.

LAURA: Ya… es lo mismo que le dije yo a Carlos, pero bueno… (Se entristece) Él la quiere.

Marta no sabe que decir, y continúan en silencio hasta que llegan a la casa de Hugo, en la que ven todas las persianas bajadas.

LAURA: Oye, aquí parece no haber nadie.

MARTA: (Llamando al timbre) Bueno… vamos a llamar para por si acaso.

Las dos jóvenes se quedan en silencio, esperando que alguien salga a recibirles, pero eso no sucede.

MARTA: Bueno, pues parece que no hay nadie...

LAURA: ¿Y yo que te había dicho?

MARTA: (Riendo) Vale, ¿y ahora que hacemos?

LAURA: Pues no sé, vamos a dar una vuelta.

Marta sonríe, y las dos jóvenes se alejan de la casa, charlando animadamente. En el interior de esta, todo permanece oscuro, cuando el teléfono empieza a sonar, pero nadie lo coge, por lo que salta el contestador.

NIEVES: (Off) Hugo, cariño, te dejo el mensaje porque no me coges el móvil, y ya veo que en casa no estás. Sé que no te habrá pasado nada, pero me tienes preocupada, así que llámame en cuanto puedas. Solo te llamaba para decirte que me quedaré toda la semana en casa de tu tía, que está bastante mal, ¿vale? Venga, cielo, muchos besos.

La madre cuelga, y vemos a Hugo en la ducha agachado, desnudo, llorando desconsoladamente mientras el agua cae sobre él.

Empieza a anochecer. Carlos está sentado en un banco del parque, con la mirada perdida en algún punto de los arbustos que tiene delante. En ese momento, llega Lorena, algo estresada, y se sienta a su lado.

LORENA: (Dándole un pico a su novio) Perdona el retraso, cariño… pero mi madre, ya sabes…

CARLOS: (Seco) No te preocupes.

LORENA: Bueno, ¿qué es eso de lo que querías que hablásemos? Te note muy raro por teléfono, y me dejaste preocupada.

CARLOS: Esta mañana vinieron Edu e Isra al quiosco.

LORENA: ¡Vaya! ¡El putón y su putita! ¿Y que pasa? ¿Te dijeron que están pensando en hacer un trío con Hugo, o algo así?

CARLOS: (Serio) Lorena, esto es más importante de lo que parece.

LORENA: Vale, perdona… pero que sepas que si te lo dicen, tampoco sería demasiado raro, viniendo de las dos personas de las que vienen (Carlos lanza una mala mirada a su novia) Está bien, me callo… tú dirás.

CARLOS: Me han dicho que anoche te vieron en el parador… y no estabas sola precisamente.

LORENA: (Sorprendida) ¿Perdona?

CARLOS: Lo has oído perfectamente, Lorena… ¿es verdad?

LORENA: (Mintiendo descaradamente) ¡Por favor, Carlos! ¿En serio me ves capaz de hacerte una putada así?

CARLOS: Pues antes no… pero ahora no lo tendría tan claro…

LORENA: ¿No te das cuenta de que quieren separarnos? Anoche estuve todo el rato en casa, mi madre no me dejó salir, ¡ya te lo dije!

CARLOS: Bueno, pues entonces no te importará que llame a tu madre para que me confirme que verdaderamente estuviste allí.

Lorena, ofendida, se saca el móvil del bolso, y se lo tiende a su novio.

LORENA: Llámala si quieres… pero si lo haces, olvídate de mí. No puedo estar con una persona que no confía.

Carlos se queda mirando pensativo el móvil, y luego se levanta.

CARLOS: (Abrazando a la chica) Tienes razón, perdona… he sido un imbécil al dudar de ti… tú eres lo mejor que me ha pasado nunca, y no soportaría el perderte.

LORENA: (Correspondiéndole al abrazo) Bueno, cariño, no te preocupes… es normal que dudes entre lo que te dice tu mejor amigo, y lo que te digo yo…

Continúan un rato abrazados, mientras Lorena demuestra un gran enfado en su mirada.

A la mañana siguiente, Marta, Laura e Isra están tomando algo en el Four. Marta acaba de llamar a alguien, pero no le cogen el teléfono, y cuelga.

MARTA: Nada, no me coge ni el móvil ni el fijo… me estoy empezando a preocupar.

ISRA: Bueno, espera a que venga Edu. Igual ha conseguido hablar con él.

MARTA: Prefiero no hacerme ilusiones, la verdad.

En ese momento, aparece Edu por la puerta, y se sienta al lado de sus amigas y su novio, suspirando.

LAURA: (Impaciente) ¿Qué? ¿Le has encontrado?

EDU: No… su casa seguía exactamente igual que como os la encontrasteis ayer… quizás este liado, o (intenta ser gracioso) haciendo cosas cochinas con Daniel.

MARTA: No, he hablado con Dani y él tampoco sabe nada… ¡Joder, que Hugo antes de desaparecer así, avisaría!

Edu acaricia la rodilla a su amiga.

EDU: Ey, no te preocupes… seguro que tiene una explicación lógica para haber hecho esto.

MARTA: No… le ha tenido que pasar algo, estoy segura de ello.

Isra, Edu y Laura se miran entre ellos, sin saber muy bien que decir.

Lorena está en el parque, sentada en uno de los bancos. Parece nerviosa. Se levanta del banco, y empieza a dar ir y a venir. Se enciende un cigarro, pero pronto lo apaga. Su móvil empieza a sonar.

LORENA: ¿Sí?... (Mosqueada) Joder, ¿Qué coño pasa? Llevo media mañana esperándote… ¿Cómo?... Mira, yo lo necesito… no, no, lo necesito ahora… ¿oye? ¿Sigues ahí? (mira el teléfono, enfadada, y lo mete al bolsillo) Hijo de puta…

Se empieza a alejar allí, con paso decidido.

Isra y Edu están sentados en el sofá de la casa de este último, viendo una película, tapados con una manta, y cogidos de la mano. Edu parece no estar haciendo mucho caso a lo que ve, ni a las caricias de Isra, de lo cual, su novio se da cuenta.

ISRA: (Preocupado) Cielo, ¿estás bien?

EDU: (Sonríe falsamente) Sí, tranquilo… ¿por qué?

ISRA: No sé, me extraña que estando solo en casa hoy, lo único que hagamos es ver una película… a la cual tampoco le estás haciendo demasiado caso.

EDU: (Mosqueado) Isra, una relación no consiste solo en follar, follar y follar.

ISRA: Bueno, tampoco me refería a eso… (Sonríe falsamente) aún no me siento preparado. Pero estás muy raro desde esta mañana… precisamente, desde que te has enterado de la supuesta desaparición de Hugo.

EDU: Ya bueno, simplemente me he preocupado… es normal.

ISRA: Hombre, pues yo muy normal no lo veo… siendo que no lo tragas, o al menos, eso es lo que dices (Edu se le queda mirando, sin saber muy bien que decir) ¿Qué pasa?

EDU: Nada… simplemente que es uno de los mejores amigos de Marta, y no quiero que este mal… si fijo que está pasándoselo de puta madre por ahí con algún tío, y como es un puto egoísta, no ha avisado a nadie.

ISRA: No sé… la verdad es que es todo muy raro.

Edu besa a su novio.

EDU: Anda, vamos a dejar de hablar de esto, y vamos a la habitación…

Isra sonríe al joven, y los dos, cogidos de la mano, van hacia el dormitorio, cerrando la puerta tras ellos.

Está anocheciendo. Laura va por la solitaria playa, haciendo footing. Las pequeñas olas que llegan a la orilla, rompen al llegar a sus pies. Pasa por delante de una pareja que están tumbados en la playa, besándose. Cuando se da cuenta de que es Lorena junto a otro chico, no sabe como reaccionar.

Al día siguiente, Marta, Laura y Edu están sentados en el sofá de siempre del Four, tomándose algo, y hablando. Parecen muy serios.

LAURA: Te lo juro… se estaba dando el lote con un tío… y desde luego, no era Carlos.

EDU: ¿Y que podemos hacer?

LAURA: Yo lo tengo claro… esta misma tarde se lo diré a Carlos.

EDU: Solo te digo que a Isra y a mí no nos creyó cuando se lo dijimos…

LAURA: Pero a mí me creerá. Lo sé… bueno, voy al baño, ahora vengo.

Laura se levanta, y va hacia el baño. Marta también se levanta.

MARTA: Yo también voy… ahora venimos.

Edu asiente, y Marta corre tras su amiga al baño. Una vez allí, espera a que salga del reservado.

LAURA: (Extrañada) ¿Qué pasa?

MARTA: No deberías de decirle nada a Carlos…

LAURA: ¿Por qué?

MARTA: ¿Te has olvidado del beso, Laura?

LAURA: (Esquivando la mirada de su amiga) Una cosa no tiene nada que ver con la otra.

MARTA: Si no creyó a Isra y a Edu, ¿por qué te iba a creer a ti? Se va a pensar que lo haces por celos, porque aunque él no te diga nada, sabe que le quieres.

Edu e Isra charlan animadamente en el parque, se abrazan, y se besan, sin importarles las miradas de la gente que pasa por allí. Desde lejos les observa Lorena, que se acerca a ellos con paso decidido, y empuja a Edu.

LORENA: ¿Se puede saber de que coño vais vosotros dos?

EDU: (Irónico) ¡Ah, hola Lorena!

LORENA: (Enfadada) ¡Os he hecho una pregunta!

ISRA: No sabemos de lo que hablas.

LORENA: ¡Oh, sí! ¡Claro que lo sabéis! Entre Carlos y yo no hay secretos, ¿sabéis?

EDU: Ah, ¿no? (la chica niega con la cabeza) entonces genial, porque sabrá que es lo que hacías la otra noche en el parador, ¿no?

LORENA: Yo no he estado en el parador.

ISRA: Lorena, nosotros te vimos.

LORENA: ¡Joder, no era yo!

EDU: Sí, claro, hay dobles tuyos por todas partes… como ayer en la playa, ¿verdad?

Lorena mira sorprendida al joven, para luego dejar paso a una mirada amenazante.

LORENA: No os metáis en mi relación… porque yo sé cosas, y también puedo joder la vuestra, ¿verdad, Edu?

El chico mira a la joven, sin saber que decir, y ella se ríe, y se aleja de allí. Isra mira a su novio, extrañado.

ISRA: ¿Qué ha querido decir con eso?

EDU: (Nervioso) Eh… nada… ya sabes como es…

ISRA: ¿Seguro?

Edu asiente, sonriendo de mala gana, y besa a Isra, el cual se queda algo más tranquilo.

Marta y Laura van paseando por la calle, en silencio. Marta permanece muy seria, mientras, de fondo suena Brisa de Otoño, de Mägo de Oz, de fondo.

LAURA: No te comas la cabeza… seguro que está bien.

MARTA: Ya… eso espero…

Se vuelven a quedar en silencio durante unos segundos.

LAURA: Marta… llevo tiempo queriéndote preguntar una cosa… pero no quiero que te lo tomes a mal.

MARTA: Ya sabes que no… pregúntame lo que quieras.

LAURA: (Tímida) A ti… a ti te mola Isra, ¿verdad?

MARTA: (Sorprendida) ¿Pero que estás diciendo?

LAURA: Vamos, Marta, que no pasa nada… pero se te nota muchísimo.

MARTA: No sé como se puede notar algo que no es cierto…

LAURA: ¿Seguro? (Marta asiente) Pues es lo que todos pensamos…

MARTA: Pues estáis todos equivocados… me voy a casa de Hugo, a ver si está allí ya.

LAURA: ¿Te acompaño?

MARTA: No, gracias… prefiero ir sola.

Marta se aleja de allí, asustada, mientras Laura se queda parada, sin saber que es lo que le pasa a su amiga.

Hugo permanece acostado en su cama, con la mirada perdida en el techo.

CONTINUARÁ...