MANERAS DE VIVIR

 

Séptima temporada, capítulo 160

 

Fecha de emisión: 7 de enero del 2018

 

CASA DE HUGO E ISRA / DORMITORIO DE HUGO / MAÑANA

 

Hugo y Óscar permanecen tumbados en la cama, completamente desnudos y abrazados. Óscar da un beso en la frente a su novio.

 

Óscar: Me encantaría despertar así todas las mañanas.

 

Hugo: ¿Sí?

 

Óscar: Sí.

 

Los dos jóvenes se besan apasionadamente.

 

Óscar: Eso tiene fácil solución.

 

Hugo: (Extrañado) ¿Qué solución?

 

Óscar: ¿Por qué no me vengo a vivir aquí contigo?

 

Hugo: (Sorprendido) ¿Qué?

 

Óscar: Piénsalo. Yo estoy cansado de esa mierda de pensión, y me paso aquí prácticamente las veinticuatro horas del día. ¿Qué diferencia habría?

 

Hugo mira a su novio, sin saber qué decir.

 

APARTAMENTO DE CLAUDIA / SALÓN / MAÑANA

 

Sentada en el sofá, Claudia se toma un café cuando suena el timbre. La joven, extrañada, se levanta y camina hacia la puerta. Al abrirla, se sorprende al encontrarse con Jaime al otro lado.

 

Claudia: ¡Jaime!

 

Jaime: Hola Claudia.

 

Claudia: ¿Qué haces aquí?

 

Jaime: Me gustaría hablar contigo.

 

Claudia: La verdad es que tengo bastante prisa. Me he quedado dormida, y tengo cosas que hacer.

 

Jaime: Va a ser solo un momento.

 

La joven guarda silencio durante unos segundos, hasta que finalmente suspira.

 

Claudia: Está bien, pasa.

 

Jaime: Gracias.

 

Jaime entra en el apartamento mientras Claudia cierra la puerta.

 

Claudia: ¿Qué pasa?

 

Jaime: Creo que Vero me ha engañado.

 

Claudia: (Extrañada) ¿A qué te refieres?

 

Jaime: No lo sé exactamente, pero tengo la impresión de que el hijo que está esperando no es mío.

 

Ambos guardan silencio durante unos segundos.

 

Claudia: Jaime…

 

Jaime: (Interrumpiéndola) Tienes que creerme.

 

Claudia: ¿No te das cuenta de que eso no es lo más importante? Me engañaste, Jaime.

 

Jaime: Lo sé, pero si dejaras que te demostrase que…

 

Claudia: (Interrumpiéndole) Mira Jaime, primero soluciona lo que tengas que solucionar, y luego ya veremos lo que pasa.

 

De nuevo silencio.

 

Jaime: Está bien. Te demostraré que todo esto es una trama, Claudia. Te lo juro.

 

Jaime sale del apartamento, cerrando la puerta tras él, ante la pensativa mirada de su ex mujer.

CÁRCEL DE GIJÓN / SALA DE VISITAS / MAÑANA

 

Carlos y Hugo permanecen sentados en una de las mesas. El primero parece cansado y su amigo le observa, preocupado.

 

Hugo: Tienes que dormir, Carlos.

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Carlos: Eso no es tan fácil estando aquí.

 

Hugo: No te queda mucho tiempo. Pronto será el juicio y te dejarán libre.

 

Carlos: Yo no tendría eso tan claro.

 

Hugo: (Extrañado) ¿Qué quieres decir?

 

Carlos coge aire antes de volver a hablar.

 

Carlos: Creo que me voy a declarar culpable.

 

Hugo: (Atónito) ¿Cómo dices?

 

Carlos: Mi abogado cree que es lo mejor.

 

Hugo: Tienes que estar de broma.

 

Carlos: No, no lo estoy.

 

Hugo: ¿Pero qué coño me estás contando, Carlos?

 

Carlos: Parece difícil que vaya a librarme de esta. Cree que si me declaro culpable, me caerán menos años.

 

Hugo: Pero es que no lo eres. Es absurdo.

 

Carlos: Hugo…

 

Hugo: (Interrumpiéndole) No voy a consentir que te declares culpable, Carlos. Ni lo sueñes.

 

Carlos mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena “Wolverines”, de Vega.

 

Óscar permanece sentado en uno de los sofás, tomándose un café pensativo, cuando Lucas entra en el local y, al ver a su ex novio, duda durante unos segundos pero finalmente se acerca a él, forzando una sonrisa.

 

Lucas: Hola.

 

Óscar le mira, forzando una sonrisa.

 

Óscar: ¿Qué hay?

 

Lucas: ¿Estás bien?

 

Óscar: Sí, sí. No te preocupes.

 

Lucas: Ya…

 

Un tenso silencio surge entre los dos jóvenes pero finalmente Lucas se sienta junto a su ex novio, suspirando.

 

Lucas: Venga Óscar, que nos conocemos.

 

Óscar: Supongo que demasiado.

 

Lucas: Supongo que sí.

 

De nuevo silencio.

 

Lucas: ¿Es por Hugo?

 

Óscar: No sé si debería hablar de esto contigo.

 

Lucas: Somos amigos, ¿no?

 

Óscar: Sí, pero…

 

Lucas: (Interrumpiéndole) Cuéntamelo.

 

Óscar vuelve a hacer una pausa antes de hablar de nuevo.

 

Óscar: Le he pedido que vivamos juntos.

 

Lucas: (Sorprendido) ¿En serio? ¿Y qué te ha dicho?

 

Óscar: Nada. No me ha dicho absolutamente nada.

 

Lucas: Entiendo.

 

De nuevo silencio.

 

Lucas: ¿No crees que es demasiado pronto, Óscar?

 

Óscar: (Extrañado) ¿Lo dices en serio?

 

Lucas: Tampoco lleváis tanto tiempo juntos.

 

Óscar: Sí, pero…

 

Lucas: (Interrumpiéndole) Mira, si todavía no te ha contestado, no te rindas. Pero tampoco te hagas demasiadas ilusiones.

 

Óscar mira a su ex novio, sin saber qué decir.

 

PARQUE “RUISEÑORES” / MAÑANA

 

Nervioso, Jaime se fuma un cigarro sentado en uno de los bancos cuando Vero llega hasta él, bastante agobiada.

 

Jaime: Ya pensaba que no ibas a venir.

 

Vero: Perdona, es que tenía cosas que hacer.

 

La joven se sienta a su lado.

 

Vero: ¿Qué pasa? ¿A qué viene tanta urgencia?

 

Jaime: Necesito que seas sincera conmigo de una vez, Vero.

 

Vero: (Extrañada) ¿De qué estás hablando?

 

Jaime: Lo sabes perfectamente.

 

Vero: (Molesta) ¿Otra vez vas a volver con la fantasía esa de que el niño que espero no es tuyo?

 

Jaime: ¿De verdad es una fantasía?

 

Vero: ¡Claro que sí! ¿Cómo quieres que te lo diga?

 

Un tenso silencio surge entre ambos.

 

Jaime: Es que no me lo creo.

 

La joven se levanta, intentando mantener la calma.

 

Vero: No tengo por qué soportar esto.

 

Jaime: Si no es mi hijo voy a averiguarlo, Vero. Que no te quepa la menor duda.

 

Vero: Algún día tendrás que pedirme perdón por todo esto.

 

Vero se aleja de allí, indignada, mientras Jaime tira el cigarro y lo pisa, pensativo.

 

CASA DE HUGO E ISRA / SALÓN / TARDE

 

Hugo y Óscar permanecen sentados en el sofá, tomándose un café cada uno y con un tenso silencio entre ambos.

 

Óscar: Oye Hugo… ¿no crees que deberíamos hablar de lo de esta mañana?

 

Hugo: (Extrañado) ¿De qué?

 

Óscar: De lo de irnos a vivir juntos.

 

Hugo: Ah. Ya.

 

De nuevo silencio.

 

Óscar: ¿Qué pasa?

 

Hugo: ¿No crees que es demasiado pronto?

 

Óscar: (Atónito) ¿Pronto?

 

Hugo: Apenas llevamos cuatro meses juntos.

 

Óscar: Ahora. Pero nuestra historia viene de muy lejos.

 

Hugo: Sí, pero…

 

Óscar le interrumpe levantándose, indignado.

 

Óscar: Es que parece que no apuestas por esto, Hugo.

 

Hugo: No digas tonterías. Si no apostara por esto, no estaría contigo.

 

Silencio.

 

Hugo: Óscar…

 

Óscar: (Interrumpiéndole) Creo que lo mejor será que me vaya. Esto no va a ninguna parte.

 

El joven sale de la casa dando un portazo, ante la atónita mirada de su novio.

 

CÁRCEL DE GIJÓN / SALA DE VISITAS / TARDE

 

Jaime y Carlos permanecen sentados en una de las mesas, ambos trajeados. El segundo parece bastante nervioso.

 

Jaime: Hugo me ha dicho que te estás planteando el declararte culpable.

 

Carlos: Veo que no sabe guardar los secretos.

 

Jaime: No seas injusto. Está preocupado por ti, como todos.

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Carlos: Lo sé.

 

Los dos amigos guardan silencio durante unos segundos.

 

Jaime: ¿Qué vas a hacer, Carlos?

 

Carlos: No lo sé.

 

Jaime: (Atónito) ¿Cómo que no lo sabes? El juicio es en unos minutos.

 

Carlos: No me presiones, Jaime.

 

Jaime: No es lo que pretendo, pero…

 

El joven es interrumpido cuando un policía abre la puerta.

 

Policía: Es hora de irnos.

 

Carlos: ¿Vas a venir al juicio?

Jaime: Por supuesto. Voy a estar ahí apoyándote. Hugo no ha podido cambiar su turno, pero estará pendiente de todo lo que suceda.

 

Carlos: Gracias, Jaime. De verdad.

 

Jaime: No me las des. Somos amigos, ¿no? Pase lo que pase.

 

Carlos: Sí. Pase lo que pase.

 

Los dos amigos se miran a los ojos, sonrientes, y Carlos no tarda en salir de la sala. Una vez solo, Jaime suspira, preocupado.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena “Despacito”, de Luís Fonsi.

 

Hugo: Es que yo ya no sé qué coño hacer. Parece que mi especialidad es meter la pata.

 

El joven, Marta e Isra permanecen sentados en uno de los sofás del local, tomándose un botellín de cerveza cada uno.

 

Marta: Tampoco es para tanto.

 

Isra: Pero yo todavía no entiendo por qué no te quieres ir a vivir con él.

 

Hugo: ¡Porque es muy pronto!

 

Marta: Por favor, que lleváis más de tres años mareando la perdiz.

 

Hugo: Pero apenas hace tres meses que hemos vuelto. Todavía no es el momento.

 

Isra: Si tú lo dices…

 

Los tres guardan silencio durante unos segundos.

 

Hugo: ¿Y a ti cómo te va con Iván, Marta?

 

Marta: Bien, aunque algunos intenten conseguir lo contrario.

 

Isra: Marta…

 

Marta: (Interrumpiéndole) ¿Acaso miento?

 

Hugo: Chicos, no discutáis ahora.

 

Isra: Yo no estoy discutiendo.

 

Marta: Ni yo. Simplemente estamos hablando.

 

Isra: (Irónico) Oh, sí. Solo hablamos.

 

Un tenso silencio surge entre los tres amigos hasta que finalmente Marta se levanta, suspirando.

 

Marta: Bueno, pues… me voy. Tengo cosas que hacer. Nos vemos.

 

Hugo: Chao.

 

Marta se aleja de allí, ante la preocupada mirada de Hugo.

 

Hugo: Deberíais hablar y arreglar las cosas.

 

Isra: Yo no tengo nada que arreglar.

 

El rubio mira a su amigo, sin saber qué decir.

 

APARTAMENTO DE IVÁN / SALÓN / TARDE

 

Iván: Estás loca. Marta podría aparecer por aquí en cualquier momento.

 

El joven da vueltas de un lado a otro de la estancia, nervioso, mientras Vero le observa sentada en el sofá.

 

Vero: ¿Quieres tranquilizarte? No voy a estar aquí mucho rato.

 

Iván: ¿Qué quieres?

 

Vero: Jaime sigue empeñado en que el hijo que estoy esperando no es suyo.

 

Iván: (Irónico) Como si se equivocara.

 

Vero: (Molesta) No vuelvas a repetir algo así, Iván.

 

El joven coge aire, intentando mantener la calma.

 

Iván: ¿Es que no te das cuenta, Vero? Esto no nos lleva a ninguna parte. Nos va a acabar descubriendo.

 

Vero: No.

 

Iván: Hemos ido demasiado lejos.

 

Vero: Cállate, Iván.

 

Un tenso silencio surge entre ambos. Finalmente, Vero se levanta.

 

Iván: ¿A dónde vas?

 

Vero: Necesito pensar. Ya te llamaré.

 

Iván: Pero…

 

Vero: (Interrumpiéndole) Adiós.

 

Vero sale del apartamento cerrando la puerta tras ella, ante la nerviosa mirada de su amigo.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena “Tobogán”, de Lantana.

 

Isra, Óscar, Hugo y Claudia permanecen sentados en uno de los sofás, nerviosos. Los tres últimos se toman un botellín de cerveza cada uno mientras Isra hace lo propio con un té.

 

Hugo: ¿No es raro que todavía no sepamos nada?

 

Claudia: Tranquilízate, Hugo. Por favor.

 

Óscar: Si hubiese ido algo mal, Jaime nos habría llamado.

 

Isra: Estoy seguro de que los dos entrarán por esa puerta.

 

Hugo: (Suspira) Espero que tengas razón…

 

Justo en ese momento entra Jaime en el local, con mala cara, y se acerca a sus amigos.

 

Jaime: Lo siento, chicos. Se me acabó la batería del móvil.

 

Claudia: ¿Qué ha pasado?

 

Jaime coge aire antes de volver a hablar.

 

Jaime: Carlos se ha declarado culpable.

 

Isra: (Atónito) ¡¿Qué?!

 

Hugo: No puede ser…

 

Óscar: ¿Y qué va a pasar ahora?

 

Todos se miran, preocupados, sin saber qué decir.

 

APARTAMENTO DE IVÁN / SALÓN / NOCHE

 

Marta e Iván permanecen sentados en el sofá, viendo una película aunque ninguno de los dos parece hacerle demasiado caso. De pronto, el teléfono de la chica empieza a vibrar y la joven lee el whatsapp que acaba de recibir.

 

Marta: Tengo que irme.

 

Iván: (Extrañado) ¿Y eso?

 

La joven se levanta.

 

Marta: Es mi madre. Parece que Esperanza tiene algo de fiebre.

 

Iván: Vaya.

 

Ambos guardan silencio durante unos segundos.

 

Marta: ¿Por qué no vienes conmigo?

 

Iván: (Suspira) Estoy muy cansado, Marta.

 

Marta: (Atónita) ¿Hablas en serio?

 

Iván: Llámame si es algo grave y te prometo que voy.

 

Marta coge aire, intentando mantener la calma.

 

Marta: Está bien. Como quieras.

 

La joven sale del apartamento dando un portazo, indignada, mientras Iván suspira, sin saber si ha hecho lo correcto.

 

CASA DE HUGO E ISRA / SALÓN / NOCHE

 

Hugo y Óscar permanecen sentados en el sofá, tomándose un botellín de cerveza cada uno. Hay un tenso silencio entre ellos, hasta que Óscar suspira.

 

Óscar: ¿Para qué me has llamado, Hugo?

 

Hugo: Para preguntarte cuándo te instalas.

 

Óscar: (Sorprendido) ¿Qué?

 

Hugo: ¿No querías que viviéramos juntos?

 

Óscar: Sí, pero…

 

Hugo: (Interrumpiéndole) Te quiero, Óscar. Y siendo haber reaccionado así, pero me agobie un poco. Lo he estado pensando, y me he dado cuenta de que tenías razón. Es absurdo que sigamos viviendo en casas separadas, y ya no es solo lo práctico, a mí… me hace mucha ilusión vivir contigo.

 

Óscar: ¿Hablas en serio?

 

Hugo: Completamente. ¿Qué me dices?

 

El joven hace una pausa antes de esbozar una enorme sonrisa.

 

Óscar: Que creo que lo mejor será que me instale mañana, porque ahora lo que más me apetece es celebrarlo.

 

Hugo deja escapar una sonora carcajada y los dos jóvenes se besan apasionadamente.

 

Óscar: ¿Vamos a tu cuarto?

 

Hugo: No. Vamos a nuestro cuarto.

 

Ahora es Óscar el que se ríe mientras ambos se levantan y se dirigen al dormitorio, sin dejar de besarse.

 

CONTINUARÁ…