MANERAS DE VIVIR

 

Séptima temporada, capítulo 140

 

Fecha de emisión: 4 de junio del 2017

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena la canción “Febrero”, de Vega.

 

Andrea y Hugo están sentados en una de las mesas del local, tomándose cada uno un café. El chico está sumergido en sus propios pensamientos mientras su amiga le mira, con curiosidad.

 

Andrea: ¿Has dormido bien esta noche?

 

Hugo: (Extrañado) Sí, ¿por qué?

 

Andrea: Hijo, porque con esa cara que tienes…

 

Hugo: (Irónico) Oh, gracias.

 

La joven deja escapar una sonora carcajada.

 

Andrea: Venga, suelta por esa boquita.

 

Hugo: ¿El qué?

 

Andrea: Lo que no te deja dormir.

 

Hugo: Ya te he dicho que duermo perfectamente.

 

Andrea: Venga, Hugo…

 

El chico mira el móvil a la vez que se levanta.

 

Hugo: Me tengo que ir.

 

Andrea: ¿Cómo?

 

Hugo: Tengo que hacer unos recados… luego te llamo. Chao.

 

Hugo sale del local sin dejar reaccionar a su amiga, que suspira.

 

Andrea: Bueno, pues supongo que pago yo…

 

APARTAMENTO DE JAIME Y CLAUDIA / COCINA / MAÑANA

 

Jaime, ya vestido y con el pelo mojado, se toma un café cuando llaman al timbre. El joven, extrañado, mira la hora en su móvil y, sin soltar la taza, se dirige hacia la puerta. Cuando la abre, se sorprende al ver a la persona que está al otro lado.

 

Claudia: Perdona. He debido de perder las llaves.

 

 

Jaime: Claudia…

APARTAMENTO DE JAIME Y CLAUDIA / SALÓN / MAÑANA

 

Sentada en el sofá, Claudia mira a su alrededor cuando Jaime aparece por allí, con dos tazas de café entre sus manos. Le da una a su mujer, que esboza una forzada sonrisa.

 

Claudia: Gracias.

 

El joven se sienta a su lado, y los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos.

 

Jaime: ¿Por qué no me avisaste de que salías hoy?

 

Claudia: Quería darte una sorpresa.

 

Jaime: Y lo has conseguido.

 

Claudia: Sí… pero por lo que veo, no demasiado agradable.

 

Jaime: No sé, Claudia. No querías que fuera a verte, ¿cómo se supone que tengo que reaccionar ahora? ¿Qué tengo que hacer?

 

Claudia: Supongo que tenemos mucho de lo que hablar, sí…

 

Jaime: Pues tendrá que ser en otro momento.

 

Claudia: (Extrañada) ¿Por qué?

 

Jaime: Tengo reuniones con varios distribuidores.

 

Claudia: Ya…

 

Un tenso silencio vuelve a surgir entre ambos.

 

Claudia: Supongo que entonces me pasaré por el “Four”.

 

Jaime: Si quieres te acompaño.

 

Claudia: ¿Te da tiempo?

 

Jaime: Sí, no te preocupes.

 

Claudia: Vale…

 

Los dos jóvenes se miran, sin saber qué más decirse.

 

PISO DE IVÁN Y MARTA / COCINA / MAÑANA

 

Iván está sentado en la mesa, desayunando, cuando Marta aparece por allí, todavía en pijama y con cara de sueño.

 

Marta: Buenos días.

 

Iván: Hola.

 

La joven da un pico a su novio, y empieza a servirse el café.

 

Marta: ¿Y Esperanza?

 

Iván: Preparándose para ir al cole.

 

Marta: ¿La llevas tú?

 

Iván: Es evidente que a ti no te va a dar tiempo.

 

Con la taza de café entre sus manos, Marta se sienta frente a su novio. Los dos jóvenes se miran en silencio durante unos segundos.

 

Iván: Supongo que hoy volverás a estar muy ocupada con Isra, ¿no?

 

Marta: No.

 

Iván: (Sorprendido) ¿En serio?

 

La chica esboza una amplia sonrisa.

 

Marta: No. Hoy no voy a quedar con él. Tengo que preparar algo para esta noche.

 

Iván: (Extrañado) ¿El qué?

 

La joven esboza una misteriosa sonrisa.

 

Marta: Ya lo verás cuando llegue el momento.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / MAÑANA

 

Suena “Radioactive”, de Imagine Dragons.

 

Vero está tras la barra del local, colocando unos vasos en la estantería, cuando Jaime y Claudia entran y se acercan a ella. El joven esboza una forzada sonrisa.

 

Jaime: Buenos días, Vero.

 

Vero: (Sonríe) Hola, ¿qué hay?

 

Jaime: Mira, te presento… esta es Claudia, mi mujer.

 

La camarera mira a la joven, sorprendida, mientras la rubia extiende su mano.

 

Claudia: Encantada.

 

Vero le estrecha la mano.

 

Vero: Igualmente…

 

Jaime mira a las dos jóvenes, incómodo.

 

RESTAURANTE “ROSAS NEGRAS” / INTERIOR / MEDIODÍA

 

Lucas y Óscar permanecen sentados en una de las mesas, comiendo en silencio. El primero observa a su novio, preocupado.

 

Lucas: ¿Estás bien?

 

Óscar: (Extrañado) Sí, ¿por qué?

 

Lucas: Estás raro…

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Óscar: No, está todo bien.

 

Lucas: ¿Seguro?

 

Óscar: Sí, no te preocupes.

 

Lucas: Vale…

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos, hasta que Lucas parece ver algo que llama su atención.

 

Lucas: Oye, ¿ese no es Hugo?

 

Óscar: ¿Quién?

 

El joven se gira hacia donde señala su novio y ve a Hugo sentándose en una de las mesas. Sus miradas se cruzan, pero Hugo la aparta enseguida, fingiendo no haberles visto.

 

Lucas: Creo que no nos ha visto. ¿Nos acercamos a saludarle?

 

Óscar: No, déjale.

 

Lucas: (Extrañado) ¿Por qué?

 

Óscar: Seguro que está esperando a alguien. Tampoco es cuestión de molestar, ¿no?

 

Lucas mira a su novio, extrañado, pero prefiere no decir nada más.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena “Chandelier”, de Shia.

 

Tras la barra, Vero lee una revista cuando Claudia sale del almacén, con muy mala cara, y se acerca a la joven.

 

Claudia: ¿Qué es todo eso?

 

Vero: (Extrañada) ¿El qué?

 

Claudia: Lo que hay en el almacén. Está todo manga por hombro.

 

Vero: Jaime me dijo que podía organizarlo así.

 

Claudia: ¿Organizarlo? ¿Eso lo consideras tú organización?

 

Vero: Bueno… yo me las arreglo.

 

Claudia: Pero es que no te las tienes que arreglar tú sola.

 

Vero: Jaime nunca me ha puesto ningún problema.

 

Claudia: Jaime, Jaime, Jaime… hasta ahora estabais los dos solos, pero ya no. A lo mejor no lo sabes, pero él y yo, por igual, somos los dueños de este local. Así que si yo te digo una cosa, tendrás que cumplirla, ¿entiendes?

 

Vero: (Confundida) Pero Jaime…

 

Claudia: (Interrumpiéndola) ¿Me entiendes o no?

 

La camarera guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente deja escapar un suspiro.

 

Vero: Te entiendo.

 

Claudia: Bien. Me alegro de que así sea.

 

Claudia regresa al almacén, ante la atónita mirada de Vero.

 

Vero: ¿Pero será puta?

 

CASA DE ISRA Y HUGO / SALÓN / TARDE

 

Tumbado en el sofá, Hugo ve una película en la televisión mientras se fuma un cigarro, cuando suena el timbre. El joven, extrañado, se levanta y avanza hacia la puerta. Se sorprende cuando, al otro lado, se encuentra con una sonriente Andrea, que lleva entre sus manos un par de bolsas llenas de latas de cerveza.

 

Hugo: ¡Andrea! ¿Qué estás haciendo aquí? Te dije que estoy ocupado…

 

Andrea: Ya. Y como no nos conocemos, supe enseguida que me estabas mintiendo.

 

Hugo: Andrea…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) Estoy aquí para que te olvides de él.

 

Hugo guarda silencio durante unos segundos, y coge aire justo antes de volver a hablar.

 

Hugo: No sé de lo que me estás hablando.

 

Andrea: Hugo, por favor… ha pasado algo entre vosotros, ¿verdad?

 

Hugo: No te voy a hablar de eso.

 

Andrea: Soy tu mejor amiga.

 

Hugo: Por eso. Respeta mi silencio.

 

Andrea: Hugo…

 

Hugo: (Interrumpiéndola) Te llamo mañana, ¿vale?

 

Sin darle tiempo de reacción a su amiga, Hugo cierra la puerta y se apoya en ella, con los ojos llenos de lágrimas.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena “Tu enemigo”, de Pablo López y Juanes.

 

Claudia, tras la barra, sirve un par de cañas a dos jóvenes que están sentados en la barra. Nada más dárselas, Jaime entra en el local y se sienta en una de las butacas, frente a su mujer.

 

Claudia: Ya era hora.

 

Jaime: Perdona, los distribuidores me han entretenido más de la cuenta.

 

Claudia: ¿Algún problema?

 

Jaime: No, todo perfecto.

 

Claudia: Bien.

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Jaime: ¿Y Vero?

 

Claudia: Está organizando el almacén. Estaba hecho un desastre.

 

Jaime: Ya…

 

De nuevo silencio.

 

Jaime: ¿Y qué tal con ella?

 

Claudia: Bien, ¿por qué?

 

Jaime: No, por nada. Curiosidad.

 

Claudia: Me cae bien. Nos tendremos que acostumbrar la una a la otra, pero es lo normal. Parece maja.

 

Jaime: Poco a poco.

 

Claudia: Sí, poco a poco. Como todo.

 

Jaime mira a su mujer, forzando una sonrisa pero sin poder disimular del todo su preocupación.

 

CASA DE ISRA Y HUGO / COCINA / TARDE

 

Hugo se está preparando un café, con la mirada perdida en algún punto de la calle a través de la ventana, cuando Isra aparece por allí, todavía en pijama y con cara de no haber dormido demasiado.

 

Isra: Desde luego, esta es la casa de la alegría.

 

Hugo esboza una forzada sonrisa.

 

Hugo: ¿Cómo vas?

 

Isra: Aburrido.

 

El rubio deja escapar una sonora carcajada.

 

Hugo: Que suerte.

 

Isra: ¿Estás muy liado con el curro?

 

Hugo: La verdad es que sí. He estado toda la tarde tocándome la polla tirado en el sofá, así que ahora me toca ponerme las pilas.

 

Isra: Vaya… pues te iba a decir que si te apetecía ir al cine o hacer algo esta noche.

 

Hugo: Lo siento, de verdad, pero es que estoy liadísimo.

 

Isra: Ya…

 

Los dos jóvenes guardan silencio durante unos segundos.

 

Hugo: ¿Seguro que estás bien?

 

El pelirrojo fuerza una sonrisa.

 

Isra: Sí, tranquilo. Me iré a dar una vuelta, así al menos me aireo un poco.

 

Hugo: Bueno, si esperas un rato, igual podemos ver una película.

 

Isra: No hace falta.

 

Hugo: Isra…

 

Isra: (Interrumpiéndole) De verdad, no te preocupes. Que te sea leve.

 

Isra sale de la cocina, ante la preocupada mirada de su amigo.

 

APARTAMENTO DE ANDREA Y CARLOS / SALÓN / TARDE

 

Sentada en el sofá, Andrea intenta concentrarse para estudiar, aunque no parece lograrlo. De pronto, el timbre la saca de sus pensamientos y, extrañada, camina hacia la puerta. Todavía más sorprendida se muestra al encontrarse con Lucas al otro lado de la puerta.

 

Lucas: Buenas tardes, Andrea.

 

Andrea: ¡Lucas! ¿Qué… qué haces aquí?

 

Lucas: Me gustaría hablar un segundo contigo.

 

La joven se pone nerviosa, aunque intenta disimularlo.

 

Andrea: Yo… la verdad es que estoy un poco liada. Estudiando, ya sabes.

 

Lucas: No te preocupes, será solo un momento. ¿Puedo pasar?

 

Andrea guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Andrea: Está bien, pasa.

 

Lucas entra en el apartamento, mientras la joven cierra la puerta.

 

Lucas: Gracias.

 

Andrea: ¿Quieres tomar algo?

 

Lucas: No, no te preocupes, ya te he dicho que será solo un momento.

 

Andrea: Bien, pues tú dirás.

 

El joven guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente es él el que suspira.

 

Lucas: ¿Qué hay entre Hugo y Óscar?

 

Andrea: ¿Disculpa?

 

Lucas: Me has oído.

 

Andrea intenta ocultar sus nervios.

 

Andrea: No… no sé por qué me preguntas eso.

 

Lucas: Hoy nos hemos encontrado a Hugo en un restaurante. Ha fingido no vernos, y Óscar tampoco ha querido saludarle. Por no hablar de lo raro que está últimamente mi novio.

 

Andrea: Bueno, ya sabes que desde que rompieron, tienen una relación complicada…

 

Lucas: Sí, pero no es solo eso. Ahora es todavía más complicada que antes, y algo ha tenido que pasar. Tú eres la mejor amiga de Hugo, y…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) Pero él es muy discreto. Realmente apenas le conoces, pero no le gusta hablar de sus cosas. Excepto conmigo. Si hubiera pasado algo entre ellos me lo habría contado, y no ha sido así.

 

Lucas: ¿Estás segura?

Andrea: Bueno, hasta ahora no he tenido ningún problema en recordar las cosas que me han contado.

 

Lucas: No me refiero a eso, sino a… ¿te lo habría contado?

 

Andrea: Sí. Puedes estar tranquilo.

 

Lucas mira a la joven, sin saber qué decir.

 

BAR “FOUR” / INTERIOR / TARDE

 

Suena “Now or never”, de Three Days Grace.

 

Claudia está recogiendo una de las mesas cuando entra Marta y, al ver a su amiga, se acerca a ella esbozando una amplia sonrisa.

 

Marta: ¡Claudia!

 

Claudia: (Sonríe) ¡Marta!

 

Las dos amigas se abrazan.

 

Marta: No tenía ni idea de que… bueno, de que volvías ya.

 

Claudia: Me han dado el alta esta mañana.

 

Marta: Eso es estupendo.

 

Claudia: Sí…

 

La joven termina de recoger la mesa y entra tras la barra, mientras Marta se sienta en una de las butacas.

 

Claudia: ¿Un café con leche?

 

Marta: (Sonríe) Por favor.

 

Claudia no tarda en servírselo.

 

Claudia: Aquí tienes.

 

Marta: Gracias.

 

Las dos guardan silencio durante unos segundos.

 

Marta: ¿Y cómo estás?

 

Claudia: Bien, muy bien. La verdad es que ya tenía ganas de volver.

 

Marta: Me imagino…

 

Silencio de nuevo.

 

Claudia: ¿Y tú cómo estás?

 

Marta: Bien… Iván y yo estamos viviendo juntos. Con Esperanza.

 

Claudia: (Sorprendida) ¡¿En serio?! ¡No sabes cómo me alegro!

 

Marta: Gracias… aunque ahora estoy un poco rallada porque le quiero preparar una cena sorpresa esta noche y no sé qué hacerle.

 

Claudia: Ay, que monos.

 

Marta se ríe, divertida.

 

Marta: Pues aunque no te lo creas, es un problema.

 

Claudia: Ojalá todos los problemas fueran así.

 

Marta: (Extrañada) ¿Pasa algo?

 

La rubia fuerza una sonrisa.

 

Claudia: No, no te preocupes. Está todo bien.

 

APARTAMENTO DE ANDREA Y CARLOS / SALÓN / NOCHE

 

Jaime y Carlos están sentados en el sofá, tomándose cada uno un botellín de cerveza, en silencio.

 

Jaime: ¿Y Andrea?

 

Carlos: Se ha ido a ver a Hugo, tenía que hablar con él de no sé qué historias.

 

Jaime: Ya…

 

Los dos guardan silencio durante unos segundos, pensando, hasta que Carlos suspira.

 

Carlos: ¿Me vas a decir de una vez qué es lo que te pasa?

 

Jaime: ¿Por qué me tendría que pasar algo?

 

Carlos: Porque estás aquí, a estas horas, cuando por fin ha vuelto tu mujer después de meses sin verla y la has dejado sola en casa.

 

El joven fuerza una sonrisa.

 

Jaime: Supongo que es un poco raro, sí.

 

Carlos: Jaime…

 

Jaime: (Interrumpiéndole) Tengo miedo.

 

Carlos: (Extrañado) ¿Miedo de qué?

 

Jaime: Yo…

 

Jaime vuelve a hacer una pausa antes de seguir hablando.

 

Jaime: Estas últimas semanas he estado acostándome con Vero.

 

Carlos: (Sorprendido) ¡¿Qué?!

 

Jaime: Sé que no está bien, pero… no sé, no sé qué decirte. Supongo que después de todo lo que había pasado con Claudia, simplemente necesitaba sentirme querido por alguien, importarte a alguien.

 

Carlos: A mí me importas.

 

Jaime: Pero no voy a acostarme contigo.

 

Carlos: Te lo agradezco.

 

Los dos jóvenes se ríen.

 

Carlos: ¿Qué vas a hacer?

 

Jaime: Evidentemente decírselo a Claudia no es una de las opciones, pero… me da miedo de que se entere. De que a Vero se le escape algo, y…

 

Carlos: (Interrumpiéndole) Si no quieres decírselo tú, es algo a lo que vas a tener que arriesgarte.

 

Jaime: (Suspira) Sí… lo sé.

 

PISO DE IVÁN Y MARTA / SALÓN / NOCHE

 

Suena la canción “The River”, de Bruce Springsteen.

 

Marta e Iván están sentados el uno frente al otro en la mesa, elegantemente vestidos. En el centro, una vela ilumina la estancia. Se miran, con una enorme sonrisa dibujada en sus rostros. Iván coge la mano de su novia.

 

Iván: La verdad es que la cena está buenísima.

 

Marta: Pues me alegro de que te haya gustado, porque no estaba demasiado convencida…

 

Iván: ¿Y eso por qué?

 

Marta: supongo que ya te habrás dado cuenta de que no soy demasiado buena cocinando, ¿no?

 

Iván: Bueno, yo…

 

El joven guarda silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente deja escapar una sonora carcajada.

 

Iván: Eres pésima.

 

Marta: Bueno, tampoco te pases.

 

Ahora son los dos los que se ríen, hasta que suena el timbre y se miran, extrañados.

 

Marta: ¿Esperas a alguien?

 

Iván: No, ¿y tú?

 

Marta: Tampoco… voy a mirar.

 

Marta se levanta de la mesa y camina hacia la puerta. Se sorprende cuando, al abrirla, se encuentra a un Isra completamente drogado.

 

Marta: ¡Isra!

 

Isra: Marta… ayúdame… por favor…

 

Marta: Joder… pasa, anda…

 

Iván: (Off) No.

 

La joven se gira sorprendida hacia su novio, que está al final del pasillo.

 

Marta: ¿Qué?

 

Iván: Que no vamos a ayudarle.

 

Marta: Iván…

 

Isra: Por favor… tenéis que hacerlo…

 

Iván: No. No tenemos que hacer nada.

 

Sin dar más explicaciones Iván cierra la puerta, ante la atónita mirada de Marta.

 

Marta: ¿Qué coño estás haciendo?

 

Iván: Hoy era nuestra noche.

 

Marta: (Enfadada) ¡Necesita mi ayuda!

 

Iván: ¡Pero sobre todo necesita la suya propia! En serio, Marta, ¿no te das cuenta de que no quiere curarse?

 

Marta: No digas chorradas. Si no quisiera curarse, no habría venido.

 

Iván: Sí, metido de mierda hasta las cejas.

 

Marta: Vete a la mierda.

 

Marta, sin dar tiempo de reacción a su novio, sale corriendo del apartamento, ante la furiosa mirada de éste.

 

Iván: ¡Joder!

 

 

CONTINUARÁ…