MANERAS DE VIVIR

 

Quinta temporada, capítulo 103

 

PISO DE CLAUDIA Y JAIME/ DORMITORIO DE CLAUDIA Y JAIME/ NOCHE

 

El joven matrimonio está tumbado en la cama, besándose apasionadamente, cubriendo sus cuerpos desnudos con una fina sábana blanca.

 

Jaime: Nunca pensé que el estar casados sería esto.

 

Claudia: ¿Y eso es bueno o malo?

 

Jaime: Bueno, por supuesto.

 

La joven se ríe, divertida, y se dan un beso.

 

Claudia: Oye… ¿crees que lo del Four ha sido una buena idea?

 

Jaime: (Asustado) ¿Qué pasa? ¿Te están entrando las dudas ahora?

 

Claudia: No, no es eso, es solo que… Diego lo dejó porque la cosa no iba bien. El otro día lo estuve hablando con Hugo y con Óscar, y quizás tengan razón… quizás sea demasiado arriesgado.

 

Jaime: Claro que es demasiado arriesgado, ¿pero que es una vida sin riesgos?

 

Claudia: ¿Una vida tranquila?

 

Jaime se ríe, divertido, y vuelve a besar a su novia.

 

Jaime: Ya verás como todo va a ir bien, Claudia. Tenemos muy buenas ideas, y esa es la base para todo buen negocio.

 

Claudia: Ojala tengas razón…

 

Jaime: La tengo. Te lo prometo.

 

Claudia mira sonriendo a su marido, y se besan de nuevo.

 

PISO DE MARTA/ DORMITORIO DE MARTA/ NOCHE

 

Isra está tumbado en un saco de dormir, en el suelo, mientras Marta está sentada en su escritorio, frente al portátil.

 

Isra: Gracias por dejar que me quede aquí. Hugo y Óscar están un pelín insoportables últimamente.

 

Marta se ríe, divertida.

 

Marta: Es normal. Están en el inicio de su relación.

 

Isra: Ya, pero se podrían controlar un poquito… al menos, cuando hay gente delante.

 

Marta vuelve a reírse.

 

Marta: Seguro que no es para tanto. Eres un exagerado.

 

Isra: No dirías lo mismo si fueras tú la que…

 

Marta: (Interrumpiéndole) ¡Joder!

 

Isra: (Extrañado) ¿Qué pasa?

 

La joven se pone muy nerviosa, aunque intenta disimularlo.

 

Marta: Nada…

 

Isra: Vamos…

 

El pelirrojo se levanta y se acerca a su amiga por la espalda.

 

Isra: ¿Qué pasa? ¿Qué es eso?

 

Marta: (Molesta) ¡Te he dicho que nada!

 

Isra: ¡Venga, enséñamelo!

 

Marta: ¡Isra!

 

Marta intenta tapar la pantalla, pero es demasiado tarde. Su amigo llega a tiempo para ver lo que la joven ha descubierto.

 

Isra: ¿Qué cojones es eso?

 

En el portátil se está reproduciendo el video de la apasionada noche de la semana pasada que Marta vivió con dos desconocidos.

 

CANCIÓN: “Bed of roses”, de Bon Jovi

 

KRISTEN BELL

 

CHACE CRAWFORD

 

RUPERT GRINT

 

VANESSA HUDGENS

 

JESSE MCCARTNEY

 

JESSE METCALFE

 

JARED PADALECKI

 

HAYDEN PANETTIERE

 

JESSICA STROUP

 

TOM WELLING

 

CAPÍTULO 103: Ojos que te observan

 

PISO DE MARTA/ DORMITORIO DE MARTA/ MAÑANA

 

Marta está tumbada en la cama, con los ojos llenos de lágrimas, mientras los primeros rayos de sol empiezan a colarse por la ventana. Isra entra en el dormitorio, con una taza de café entre sus manos.

 

Isra: ¿Cómo te encuentras?

 

Marta: (Indignada) ¿Cómo quieres que me encuentre? Ese mail ha sido mandado a todo el mundo… ¡todo el mundo me ha visto follar! Dios mío… se van a pensar que soy una puta.

 

Isra: ¿Pero cómo pudiste hacer eso, Marta?

 

Marta: No lo sé, Isra. Estaba muy borracha, y… no lo sé.

 

Isra: Vale… vale, está bien.

 

Isra le da la taza de café a su amiga, para luego sentarse en el borde de la cama.

 

Marta: ¿Quién cojones ha podido hacerme esto? ¿Quién coño me odia tanto como para joderme la vida?

 

Isra: Pues si saliste con Lidia aquella noche, no nos quedan muchas más opciones.

 

Marta: ¿Pero Lidia por qué? ¿Por qué iba a hacerme esto?

 

Isra: Porque es una hija de puta, Marta. Te lo dijimos mil veces, y nunca nos hiciste caso.

 

Marta: Conmigo se ha portado muy bien. No ha podido ser ella.

 

Isra: Vale, está bien. Y si no ha sido ella, ¿quién?

 

Marta se queda unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente parece que se le ocurre algo.

 

Marta: Jorge…

 

Isra: (Extrañado) ¿Jorge? Pero esa noche estaba con Esperanza, ¿no?

 

Marta: Tengo que reconocer que Lidia tiene algo que ver… creo que están compinchados.

 

Isra cada vez entiende menos.

 

Isra: ¿Pero por qué iban a estar compinchados?

 

Marta: Jorge quiere quitarme la custodia de Esperanza otra vez… es todo una estrategia.

 

Isra: Pero las cosas con él están bien ahora, ¿no?

 

Marta: Eso mismo creía yo…

 

El pelirrojo mira a su amiga, con serias dudas sobre su teoría.

 

PARQUE “RUISEÑORES”/ MAÑANA

 

Andrea y Hugo están sentados en uno de los bancos, fumándose cada uno un cigarro mientras charlan.

 

Hugo: Esto de tener el Four cerrado es una mierda.

 

Andrea: Bueno, hay más bares en la ciudad, ¿eh?

 

Hugo: Sí, pero ninguno como el Four. Por una semana podremos esperar… supongo.

 

Andrea se ríe, divertida.

 

Hugo: Bueno, ¿y tú qué? ¿Cómo van las cosas con Carlos?

 

Andrea: (Suspira) Son un autentico desastre.

 

Hugo: ¿Todavía no le has contado tus planes?

 

Andrea: No… creo que se lo diré en Nochevieja. Total, todavía no sé ni dónde voy a instalarme, ni nada.

 

Hugo: Ya sabes que cuanto más tarde se lo digas…

 

Andrea: (Interrumpiéndole) Peor será. Lo sé. Pero estamos a punto de entrar en la Navidad, y no quiero ahogarle las fiestas.

 

Hugo se encoge de hombros.

 

Hugo: Bueno… supongo que eso es algo que te honra.

 

Andrea: (Sonríe) Gracias.

 

Los dos amigos se quedan unos segundos en silencio, hasta que ahora es el joven rubio el que suspira.

 

Hugo: Lo has visto, ¿verdad?

 

Andrea: Sí. Yo y creo que toda la ciudad. ¿Has visto a cuanta gente le habían mandado el mail?

 

Hugo: Es una putada…

 

Andrea: Hombre, tampoco tanto… que Marta pasó un buen rato, ¿eh? Yo no la vi sufrir en ningún momento.

 

Hugo: (Sorprendido) ¿Viste el video entero?

 

Andrea: Por supuesto, tío… porno amateur. ¡Ese es el mejor de todos!

 

Hugo: (Riendo) Que cerda eres.

 

Andrea también se ríe.

 

Hugo: De todas formas puede que en su momento lo pasará estupendamente, pero ahora tiene que estar fatal…

 

Andrea: Sí… eso no se lo va a quitar nadie.

 

Los dos amigos se miran, sin saber qué pueden hacer.

 

CAFETERÍA “DOCE ROSAS”/ INTERIOR/ MAÑANA

 

Lidia está sentada en una de las mesas, tomándose un café mientras juguetea con un cigarro sin encender entre sus dedos. No tarda en ver a Jorge entrar en el local. Al verla, se acerca a ella.

 

Jorge: ¿Qué quieres?

 

Lidia: (Irónica) Buenos días para ti también, Jorge.

 

Jorge coge aire, intentando mantener la calma.

 

Jorge: No tengo tiempo para tus jueguecitos, Lidia. ¿Para qué querías verme?

 

Lidia: ¿Por qué no te sientas?

 

Jorge: Porque no pienso quedarme más de dos minutos, así que date prisa.

 

La joven permanece unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente esboza una sonrisa.

 

Lidia: Necesito tu ayuda.

 

Jorge: ¿Mi ayuda? ¿Lo dices en serio? Ni lo sueñes…

 

Lidia: Bien. Entonces supongo que tendremos que hablar de Sacha, ¿no?

 

Jorge la mira, pensativo. Finalmente se sienta frente a la joven.

 

Jorge: ¿Qué quieres?

 

Lidia: ¿Has visto el video de Marta?

 

El joven parece caer en algo.

 

Jorge: Me lo imaginaba. Tú estás detrás de eso, ¿verdad?

 

Lidia sonríe, cínica.

 

Lidia: ¿Tanto se nota?

 

Jorge: Eres una hija de puta.

 

Lidia: Lo sé, gracias.

 

Jorge: ¿Sabes? Todavía no entiendo muy bien por qué estás haciendo todo esto.

 

Lidia: Joder, pues te lo he dicho veinte mil veces. Por Lorena.

 

Jorge: ¿Pero no te das cuenta de que está loca?

 

Lidia: Sí, pero la habéis vuelto loca vosotros.

 

Jorge vuelve a coger aire.

 

Jorge: No quiero seguir con esta discusión.

 

Lidia: Pues la has empezado tú…

 

Jorge: Sí no me dices lo que quieres, me voy a ir.

 

Lidia mira al joven, esbozando una cínica sonrisa.

 

PISO DE CARLOS Y ANDREA/ COCINA/ MEDIODÍA

 

Carlos está preparando la comida, cuando escucha que alguien llega a casa. Andrea no tarda en aparecer por allí, con una forzada sonrisa dibujada en su boca.

 

Andrea: Hola.

 

Carlos: Ey, ¿qué tal? ¿Dónde estabas?

 

Andrea: Había quedado con Hugo. Hemos estado dando una vuelta por el parque.

 

Carlos: ¿Y qué tal? ¿Cómo está?

 

Andrea: Bien, como siempre.

 

Carlos: ¿Le van bien las cosas con Óscar?

 

Andrea: (Extrañada) Sí… ¿a qué viene tanta curiosidad?

 

Carlos: No, por nada. Me alegro de que esté superando lo de Edu, eso es todo.

 

Andrea: Sí, la verdad es que está mucho mejor.

 

Los dos se quedan unos segundos en silencio. Carlos mira a su novia.

 

Carlos: ¿Sigues enfadada?

 

Andrea: No.

 

Carlos: ¿Entonces qué te pasa? Estás rara.

 

La chica vuelve a hacer una pausa, dubitativa, hasta que finalmente suspira y se sienta en una de las butacas.

 

Andrea: Tenemos que hablar.

 

Carlos: (Extrañado) ¿De qué? ¿Qué pasa?

 

Andrea coge aire.

 

Andrea: Creo que me voy a ir.

 

Carlos: ¿De vacaciones?

 

Andrea: No… de este piso.

 

Carlos: (Sorprendido) ¿Qué?

 

Carlos mira a su novia, sin entender nada.

 

Carlos: ¿Qué quieres decir?

 

Andrea: Mira Carlos, sé que te va a costar comprender esto, pero creo que va a ser lo mejor. Yo me estoy empezando a agobiar viviendo aquí contigo, y precisamente, eso era lo que queríamos evitar. Por eso creo que lo mejor es que me vaya, que nos vayamos viendo poco a poco… y ya veremos cómo va la cosa.

 

Carlos: No puedes estar hablando en serio.

 

Andrea se levanta y acaricia la mejilla de su novio.

 

Andrea: Lo siento.

 

La joven camina hacia el dormitorio dejando allí a Carlos, solo y triste.

 

PISO DE MARTA/ SALÓN/ TARDE

 

Marta está sentada en el sofá, viendo la televisión, mientras Esperanza duerme a su lazo, acurrucada y tapada con una manta. Empieza a sonar el timbre insistentemente, lo que despierta a la niña.

 

Esperanza: ¿Qué paza?

 

Marta sonríe forzadamente mientras se levanta.

 

Marta: Nada cariño. Tú vuélvete a dormir.

 

La joven camina hacia la puerta, y se sorprende al ver a Jorge al otro lado.

 

Marta: ¡Hola! ¿Habíamos quedado?

 

Jorge: No, pero tengo que hablar contigo.

 

Marta: (Extrañada) ¿De qué?

 

Jorge: ¿Puedo pasar?

 

Marta: Sí, claro… pero vamos a la cocina, que la niña está durmiendo en el salón.

 

Jorge: Bien.

 

El joven entra en el piso y después de que Marta cierre la puerta, los dos caminan hacia la cocina.

 

Marta: ¿Quieres tomar algo?

 

Jorge: No, gracias.

 

Marta: Vale, pues tú dirás.

 

Jorge coge aire antes de seguir hablando.

 

Jorge: Me llevo a Esperanza a Alemania.

 

Marta: (Sorprendida) ¡¿Qué?!

 

Jorge: He visto el video, Marta. No quiero que mi hija se críe con alguien como tú.

 

Marta: Por Dios Jorge, ese video está grabado en una noche de borrachera… ¿es que acaso tú no te has desmadrado nunca?

 

Jorge: Sí, pero es que a mí no me ha visto toda la ciudad… y al paso de visitas que lleva, te va a acabar viendo todo el país.

 

Marta: (Sorprendida) ¿Visitas? Pero si solo lo han mandado por email, ¿no?

 

Jorge: No Marta, también está colgado en internet. Te das cuenta de lo que va a sentir Esperanza cuando crezca y descubra todo lo que ha pasado. ¡Tiene una madre ex prostituta y con un video porno en internet!

 

A Marta se le llenan los ojos de lágrimas.

 

Marta: No es justo lo que estás haciendo, Jorge.

 

El joven mira a su ex novia durante unos segundos en silencio, intentando mostrarse duro, hasta que finalmente suspira.

 

Jorge: Lo siento, Marta. Vendré en un par de días para buscarla…

 

Marta: Jorge…

 

Jorge, ignorando a la chica, sale del piso. Marta rompe a llorar, desesperada.

 

Marta: ¡Hijo de puta!

 

PISO DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ DORMITORIO DE INVITADOS/ TARDE

 

Andrea está metiendo la ropa en el armario, mientras Hugo y Claudia la observan, los tres tumbados en la enorme cama de matrimonio.

 

Claudia: ¿Pero entonces habéis roto?

 

Andrea: No… creo.

 

Hugo: Muy segura tampoco se te ve.

 

Andrea: Es que no lo sé…

 

La joven se queda unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente se sienta en el borde de la cama, suspirando.

 

Andrea: Soy un puto desastre.

 

Claudia: No digas eso.

 

Hugo: Hombre, tiene razón…

 

Claudia: ¡Hugo!

 

Hugo se encoge de hombros.

 

Hugo: ¡Pero si lo ha dicho ella misma!

 

Andrea: Porque es la verdad. Carlos es la única persona a la que he querido, y le quiero. Pero siempre la jodo. Es como si mi subconsciente no quisiera que tenga una relación, ¿sabéis?

 

Hugo: (Suspira) Estos subconscientes de hoy en día…

 

Claudia, tras lanzar una mala mirada a Hugo, vuelve a mirar a su amiga.

 

Claudia: ¿Pero entonces tú quieres volver al piso?

 

Andrea: Claro que me encantaría volver, pero sé que si lo hago, las cosas no van a ir bien.

 

Hugo: Tampoco es que estén yendo demasiado bien ahora, ¿no?

 

Claudia: (Molesta) ¿Por qué no te callas?

 

Hugo: Vale, vale…

 

Andrea: Pero tiene razón, esto es una mierda. Empiezo a preguntarme si hice bien pidiéndole a Carlos una segunda oportunidad y boicoteando su relación con Lola…

 

Las lágrimas empiezan a recorrer las mejillas de la joven.

 

Andrea: ¡Mierda!

 

Hugo y Claudia miran a su amiga, sin saber qué hacer.

 

PISO DE JAIME Y CLAUDIA/ SALÓN/ NOCHE

 

Carlos está sentado en el sofá, y Jaime sale de la cocina con un par de botellines de cerveza. Se sienta junto a su amigo y le da uno.

 

Carlos: Gracias.

 

Ambos beben de sus botellines.

 

Jaime: Así que se ha ido de casa, ¿eh?

 

Carlos: ¿Te lo puedes creer?

 

Jaime: Pues si te digo la verdad, no me sorprende.

 

Carlos: (Suspira) Nadie dabais ni un duro por esto, ¿verdad?

 

Jaime: El resto no lo sé… pero si te soy sincero, yo no.

 

Carlos: (Decepcionado) Ya.

 

Los dos amigos se quedan unos segundos en silencio.

 

Jaime: ¿Tú crees que te quiere?

 

Carlos: No lo creo, lo sé.

 

Jaime: ¿Entonces por qué se ha ido de casa?

 

Carlos: Porque se agobia, pero… se supone que no lo hemos dejado.

 

Jaime: Lleváis un montón de meses viviendo juntos… ¿y se agobia ahora?

 

Carlos: Ya sabes cómo es.

 

Jaime: Rara.

 

Carlos: No es rara. Sé que ha hecho esfuerzos para llevarlo lo mejor posible, y… no sé, creo que yo a lo mejor debería de haber puesto un poco más de mi parte.

 

Jaime: ¿Y qué piensas hacer?

 

Carlos se queda en silencio durante unos segundos, pensando, hasta que finalmente suspira.

 

Carlos: No lo sé, Jaime. La verdad es que no lo sé.

 

Jaime: Deberías de prepararle algo especial. Hazme caso, que ya soy un hombre casado.

 

Carlos: Todavía no me lo creo.

 

Los dos amigos se ríen.

 

PARQUE “RUISEÑORES”/ NOCHE

 

Marta está sentada en uno de los bancos. Parece tener mucho frío y estar muy nerviosa. Jorge no tarda en acercarse a ella.

 

Jorge: Buenas noches.

 

Marta alza la mirada, molesta.

 

Marta: ¿Qué quieres?

 

Jorge: Pedirte perdón.

 

Marta: (Sorprendida) ¿Qué?

 

Jorge, suspirando, se sienta junto a su ex novia.

 

Jorge: Mira Marta, me voy a llevar a Esperanza a Alemania, pero volveré en un par de semanas. Te lo prometo.

 

Marta: ¿Y se supone que tengo que confiar en ti?

 

Jorge: Creo que no te queda otro remedia.

 

La joven se queda unos segundos en silencio, pensando.

 

Marta: ¿Qué está pasando, Jorge? ¿Todo esto tiene algo que ver con el viaje que hiciste a Alemania hace un mes?

 

Jorge: Sí y no.

 

Marta: Me has dejado exactamente igual que estaba.

 

Jorge vuelve a quedarse de nuevo en silencio, preguntándose hasta qué punto debería ser sincero con la chica.

 

Jorge: Escucha Marta, vuelvo a decírtelo… tienes que confiar en mí. Pero durante este tiempo tienes que mantenerte lo más alejada posible de Lidia.

 

Marta: ¿Otra vez con eso?

 

Jorge: Hazme caso. Por favor.

 

Marta: (Molesta) ¿Pero qué pasa?

 

El joven guarda silencio de nuevo.

 

Jorge: Supongo que no tengo que hablarte del video que circula por internet y que han mandado a media ciudad, ¿verdad?

 

Marta: Evidentemente.

 

Jorge: ¿Y todavía no sabes quién pudo grabarlo?

 

Marta: (Sorprendida) ¡¿Lidia?! Eso… eso es imposible.

 

Jorge: Sé que la consideras tu amiga Marta, pero piénsalo. Esa noche estabais las dos solas… y Lidia siempre ha querido hacernos daño. Primero fue a Hugo y a Óscar, y ahora es a nosotros dos.

 

Marta: ¿Pero por qué?

 

Jorge: No te lo puedo contar… todavía no. Pero prométeme que te alejarás de ella.

 

Marta: No puedo hacer eso, Jorge. No después de todo lo que me estás contando.

 

Jorge: Pues tienes que intentarlo. Por favor.

 

Marta mira al joven, sin saber qué responder.

 

CASA DE HUGO, ISRA Y ÓSCAR/ COCINA/ MAÑANA

 

Hugo está preparándose una taza de café, en pijama, cuando Óscar, ya arreglado, aparece por allí.

 

Óscar: Buenos días.

 

Hugo: Hola.

 

La pareja se da un pico, y Óscar empieza a prepararse otro café.

 

Óscar: Por lo que veo, hoy tampoco vas a ir a clase.

 

Hugo: No, me voy a quedar con Andrea.

 

Óscar: ¿Cómo está?

 

Hugo: Ha pasado muy mala noche. Ahora parece que ha conseguido dormirse un poco.

 

Óscar: Pero es que no entiendo por qué está así. Ha sido su decisión, ¿no? Y tampoco es que hayan roto…

 

Hugo: No, pero es que ella se está arrepintiendo de haberse ido de casa. El problema es que es demasiado orgullosa como para reconocerlo.

 

Óscar: Pues si realmente quiere a Carlos, debería.

 

Hugo: Sí…

 

La pareja se queda unos segundos en silencio, hasta que Óscar abraza con ternura a su novio.

 

Óscar: A nosotros nunca nos pasará eso, ¿verdad?

 

Hugo: (Sonríe) Por supuesto que no.

 

Hugo besa a su novio primero con suavidad, pero luego, poco a poco, se van dejando llevar por la pasión. Óscar mete las manos bajo el pantalón de su novio, pero justo en ese momento, Isra aparece por la cocina.

 

Isra: (Asustado) ¡Joder!

 

Los dos jóvenes se separan rápidamente.

 

Isra: Por lo menos podríais hacerlo en vuestra habitación… controlar las hormonas un poco, joder.

 

Isra, indignado, sale de la cocina y Óscar y Hugo se miran, para luego echarse a reír.

 

ESCUELA “ARTES ESCÉNICAS HERRERA”/ EXTERIOR/ MAÑANA

 

Lidia está apoyada en la pared junto a la puerta, fumándose un cigarro tranquilamente mientras lee un mensaje en el móvil. Está tan concentrada en la lectura que no se da cuenta de que Marta, enfadada, se acerca a ella.

 

Marta: ¡Tú!

 

Lidia alza la mirada, sorprendida.

 

Lidia: ¡Marta! ¿Qué haces aquí? ¿Habíamos quedado?

 

Marta: ¡Eres una hija de puta!

 

La joven mira a Marta, sin entender nada.

 

Lidia: ¿Cómo? ¿Se puede saber qué te pasa?

 

Marta: ¡¿Qué qué me pasa?! ¡Sabes perfectamente lo que me pasa!

 

Lidia: Te aseguro que no…

 

A Marta se le llenan los ojos de lágrimas.

 

Marta: ¡Jorge acaba de llevarse a Esperanza a Alemania! Estarás contenta, ¿verdad?

 

Lidia: ¡Por supuesto que no, Marta! Eres una de mis mejores amigas… no sabes cómo lo siento.

 

Lidia intenta abrazar a la joven, pero Marta se aparta bruscamente.

 

Marta: Ni se te ocurra tocarme, Lidia.

 

Lidia: Pero…

 

Marta: (Interrumpiéndola) Mira Lidia, sé perfectamente que tú estás detrás de lo que ha hecho Jorge… y no pienso permitir que te salgas con la tuya. Voy a luchar para volver a tener conmigo a mi hija, y que Jorge y tú paguéis todo el daño que me estáis haciendo.

 

Lidia: Yo no tengo nada que ver con todo esto Marta, te lo aseguro.

 

Marta: Eso ya lo veremos.

 

Marta se da media vuelta y empieza a alejarse de allí, bajo la atenta mirada de Lidia. Conforme la joven se aleja esboza una cínica sonrisa, y saca su teléfono. Escribe un mensaje.

 

* * *

 

Jorge está sentado en el sofá de su piso, con Esperanza tumbada a su lado, durmiendo. Hay un par de maletas junto a la puerta. Le llega un mensaje al móvil, que no duda en leer.

 

Marta: (Off) Hecho.

 

El joven esboza una cínica sonrisa.

 

PISO DE JAIME Y CLAUDIA/ SALÓN/ TARDE

 

Jaime, Claudia e Isra están sentados en el salón, tomándose cada uno un refresco. El pelirrojo parece bastante enfadado.

 

Isra: Os lo digo en serio, es que ya no lo soporto más, no se privan absolutamente de nada… y vale que es la casa de Hugo, pero joder, que estoy yo también… ¡y Andrea!

 

Claudia: (Sonríe) A Andrea no creo que le importe demasiado… lo mismo hasta algún día se les une.

 

Jaime: Bueno, tampoco creo yo que ellos estén muy por la labor…

 

La pareja se ríe, divertida, pero al ver lo mal que les mira su amigo, se callan de inmediato.

 

Claudia: Perdona. Simplemente era por darle un poco de humor al asunto.

 

Isra: (Molesto) Pues yo no le veo la gracia por ningún lado.

 

Jaime: No puede ser para tanto.

 

Isra: Si vivieras allí lo entenderías.

 

Claudia: ¡Pero es lo normal, están empezando! Además, con lo que Hugo ha pasado con Edu, ya le tocaba ser feliz.

 

Isra: Por supuesto que se merece ser feliz, pero en su dormitorio. No en la cocina.

 

Claudia y Jaime le miran, sin saber muy bien qué decir.

 

Jaime: Si realmente te sientes así, deberías hablar con ellos. Es la única manera que tienes de que las cosas cambien.

 

Isra suspira, sabiendo que su amigo tiene razón.

 

PISO DE CARLOS Y ANDREA/ SALÓN/ NOCHE

 

El salón está completamente vacío y a oscuras cuando la puerta se abre y Andrea, apresurada, enciende la luz.

 

Andrea: Carlos, ¿dónde estás? ¿Estás bien?

 

El joven sale del dormitorio que hasta la noche anterior compartía con su novia, con una orgullosa sonrisa dibujada en su cara.

 

Carlos: Estoy perfectamente.

 

Andrea: ¿Eres gilipollas? ¿Por qué me has hecho venir entonces con tanta prisa? ¡Me habías preocupado!

 

Carlos: Ven.

 

Andrea: (Extrañada) ¿Para qué?

 

Carlos: Tú ven.

 

Andrea se acerca al joven y, cuando va a entrar en el dormitorio, su novio la detiene, sin borrar la sonrisa de su cara.

 

Carlos: Cierra los ojos.

 

Andrea: Carlos, sabes que no me gustan estas cosas.

 

Carlos: Vamos…

 

Andrea: (Suspira) Está bien.

 

La joven cierra los ojos mientras Carlos abre la puerta del dormitorio.

 

Andrea: ¿Contento?

 

Carlos: Estupendo. Ahora entra.

 

Andrea: Pero…

 

Carlos: (Interrumpiéndola) Vamos.

 

La joven, suspirando de nuevo, entra en el dormitorio, que tiene múltiples velas encendidas y una mesa en el centro con una suculenta cena preparada. Carlos la sigue, y cierra la puerta. Después, le coge la mano.

 

Carlos: Ábrelos.

 

Andrea hace caso a su novio y, sorprendida, mira a su alrededor.

 

Andrea: ¿Qué es todo esto?

 

Carlos: ¿Te gusta?

 

Andrea: Sabes perfectamente que a mí todo esto no…

 

Carlos: (Interrumpiéndola) Sí, ya sé que no te hacen gracia estas cosas, pero… ¿por qué no te relajas y disfrutas?

 

La chica permanece durante unos segundos en silencio, pensando, hasta que finalmente sonríe.

 

Andrea: Vale, está bien… pero que no sirva de precedente, ¿eh?

 

Carlos: Escucha Andrea, si he hecho esto es porque te quiero. Porque quiero estar contigo. Y sé que he metido la pata, pero necesito que vuelvas a casa, porque sin ti me siento vacío.

 

Andrea mira a su novio durante unos segundos, con los ojos llenos de lágrimas, para luego terminar dándole un abrazo.

 

Andrea: Claro que vuelvo, Carlos… pero te tomo la palabra de que me darás más espacio, ¿eh?

 

Carlos: Te lo prometo.

 

La pareja vuelve a besarse apasionadamente.

 

CONTINUARÁ…