MANERAS DE VIVIR

 

ESC. MÚLTIPLES

 

Suena “It’s my life”, de Bon Jovi.

 

El despertador de Hugo empieza a sonar. El joven extiende la mano y lo apaga. Tras desperezarse se levanta, y mira el calendario. El día de hoy, veinte de mayo, está rodeado, y pone “Prueba de acceso”.

 

En el dormitorio de Laura también sucede lo mismo, pero la joven ya está despierta. Se está echando antiojeras, aunque éstas son tan pronunciadas que no consigue taparlas casi nada.

 

Isra permanece en la cocina de su casa. El chico ya está completamente vestido y aseado, y se toma un café. Parece muy nervioso.

 

Marta, también ya vestida y aseada, sostiene a Esperanza en su regazo, sentada en el sofá. La niña no para de llorar mientras su madre mira el reloj, nerviosa.

 

Carlos y Jaime desayunan en silencio apoyados en la barra de su cocina. Los dos piensan en sus cosas, que parecen muy serias y tenerles muy preocupados.

 

Andrea sale del interior de la discoteca en la que trabaja, cogiéndose una coleta. Parece muy cansada.

 

Claudia abre el Four, tarareando una canción y sonriendo, mirando la luz del sol.

 

UNIVERSIDAD DE GIJÓN/ EXTERIOR

 

Laura, Andrea e Isra se encuentran sentados en un banco en uno de los enormes parques que rodean el edificio. Los tres parecen muy concentrados, y los tres tienen muy mala cara. Marta no tarda en aparecer por allí.

 

MARTA: Buenos días, chicos.

 

LAURA: Hola.

 

Marta se sienta junto a sus amigos.

 

MARTA: ¿Cómo vais?

 

ISRA: Pues histéricos.

 

LAURA: Es mejor que estemos tranquilos, hacedme caso.

 

ISRA: Bueno, no quiero estar tan tranquilo como lo pareces estar tú, que en cualquier momento te caes dormida… menuda cara llevas.

 

LAURA: (Molesta) La que tengo.

 

ANDREA: Bueno chicos, no os pongáis a discutir ahora… ¿os dais cuenta de lo que estamos a punto de hacer?

 

LAURA: (Extrañada) ¿El qué?

 

ANDREA: Joder, la Selectividad marca un antes y un después en nuestras vidas. Estamos a punto de cerrar una etapa y empezar otra completamente diferente.

 

LAURA: Joder Andrea, para una vez que te pones profunda, no es precisamente el día más apropiado.

 

ISRA: Eso, mejor cállate que lo único que vas a conseguir es ponernos nerviosos.

 

ANDREA: Más nerviosos querrás decir, porque vamos hijo, vas de cafeína hasta el culo… pareces un yonki, estás como una moto.

 

Isra está a punto de responder, pero en ese momento, Marta decide intervenir.

 

MARTA: Bueno chicos, no discutáis ahora. Estamos muy tensos, y no creo que sea el mejor momento para hacerlo.

 

ISRA: Ya, pero…

 

El joven se ve interrumpido por el ruido de la sirena, que indica el inicio de los exámenes de Selectividad. Marta esboza una amplia sonrisa.

 

MARTA: Vuestro tiempo ha pasado… vamos para adentro, chicos.

 

Los cuatro amigos se levantan y se dirigen hacia la puerta del centro. Antes de entrar se detienen, pensativos.

 

ANDREA, ISRA, LAURA Y MARTA: Suerte, chicos.

 

Todos se dirigen hacia el interior de la facultad, en silencio e intentando ocultar sus nervios

 

Canción: The hero waits

Kristen Bell, Rupert Grint, Vanessa Hudgens, Jesse McCartney, Jesse Metcalfe, Jared Padelecki, Hayden Pannettiere, Emma Watson

 

Capítulo 68

Jugando por nuestro futuro I

 

INSTITUTO “SAN JORGE”/ EXTERIOR

 

Hugo permanece sentado en uno de los bancos del exterior, nervioso. Está repasando unos apuntes mientras escucha su MP4. Permanece tan ocupado en éste cometido que no se da cuenta de que Vicente se acerca a él y le observa, sonriendo. El chico termina viendo su sombra y levanta la mirada, asustado, mientras se quita los cascos.

 

HUGO: ¡Joder, que susto me has dado!

 

VICENTE: (Divertido) Ya veo.

 

HUGO: ¿Qué estás haciendo aquí?

 

Vicente se sienta a su lado, sin borrar la sonrisa de su cara.

 

VICENTE: Fui al Four, y me extrañó no verte allí, así que le pregunte a Claudia. Ella me dijo que estabas aquí… es la prueba de acceso, ¿no?

 

HUGO: Aha.

 

VICENTE: ¿Pero éste instituto es en el que vas a estudiar si la apruebas?

 

HUGO: No, pero es el que me corresponde por cercanía.

 

VICENTE: Ya.

 

Los dos se quedan en silencio durante unos segundos, hasta que Hugo termina suspirando.

 

HUGO: ¿Me vas a decir a que has venido, o lo voy a tener que adivinar?

 

VICENTE: No, tranquilo, no te pongas a la defensiva como te gusta hacer… solo he venido para desearte suerte, nada más.

 

Hugo no puede evitar el esbozar una estúpida sonrisa.

 

HUGO: No tendrías que haberte molestado.

 

VICENTE: Claro que tenía que hacerlo. Además, solo por ver esa estúpida sonrisa en tu cara, ha merecido la pena.

 

Hugo cambia su semblante rápidamente, poniéndose muy serio.

 

HUGO: Vete a la mierda.

 

Vicente no puede evitar el echarse a reír, divertido, mientras se levanta.

 

VICENTE: Ahora en serio, Hugo, mucha suerte. De verdad. Yo ahora me tengo que ir a trabajar… pero ya me contarás mañana como te ha ido. Hasta luego.

 

HUGO: Chao.

 

Vicente se aleja de allí mientras Hugo no puede evitar el volver a sonreír, feliz.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR

 

Jaime permanece sentado en una de las butacas de la barra, leyendo el periódico en la sección de anuncios, cuando Claudia sale del almacén bebiéndose un botellín de cerveza, y se pone frente a su amigo.

 

CLAUDIA: Buenas, ¿qué te pongo?

 

JAIME: Una caña, por favor.

 

CLAUDIA: Enseguida,

 

Claudia empieza a prepararla, mientras Jaime continúa mirando el periódico. La camarera no tarda en servirle lo que le ha pedido.

 

CLAUDIA: Aquí tienes.

 

JAIME: Gracias.

 

Jaime empieza a beberse su bebida mientras no quita el ojo al periódico. Claudia le mira, con curiosidad.

 

CLAUDIA: ¿Qué estás buscando?

 

JAIME: Un trabajo.

 

CLAUDIA: (Sorprendida) Oh, ¿sí?

 

JAIME: Sí, y ahora no te hagas tanto la sorprendida. Si no fuera gracias a ti, yo seguiría trabajando aquí y ahora no estaría completamente desesperado en encontrar un trabajo urgentemente.

 

CLAUDIA: (Molesta) ¿Y qué pretendías, Jaime? ¿Qué te viera robar y me quedará de brazos cruzados sin hacer nada?

 

JAIME: Soy tu amigo, ¿no?

 

CLAUDIA: (Suspira) Lo siento Jaime, pero es que eso para mi no es amistad, es estupidez.

 

JAIME: Ya… o sea, que ayudar a un amigo te parece una estupidez, ¿no?

 

CLAUDIA: No transgiverses mis palabras, Jaime, que sabes perfectamente que no he querido decir eso.

 

Jaime mira a la joven, sin creerla.

 

JAIME: Ya.

 

El chico se bebe la caña de un trago y, tras el doblar el periódico, se levanta de la butaca.

 

JAIME: Creo que será mejor que me vaya.

 

CLAUDIA: (Molesta) Sí, sí que lo es. Hasta luego.

 

JAIME: Chao.

 

Jaime se marcha de allí, molesto, mientras Claudia tira un trapo sobre la barra, indignada.

 

UNIVERSIDAD DE GIJÓN/ AULA 736

 

A cámara lenta, vemos como Isra, Laura y Andrea, a pesar de parecer bastante más cansados que antes, realizan el primer examen de la Selectividad. Los tres parecen muy concentrados. De pronto, uno de los examinadores se percata de que Marta se ha quedado dormida sobre la hoja, y no duda en acercarse a ella.

 

PROFESOR: Señorita.

 

Marta no se despierta, por lo que el profesor opta por zarandearla bruscamente, ante la insólita mirada de la gente de su alrededor y, sobre todo, de sus amigos.

 

PROFESOR: ¡Señorita!

 

Marta se despierta, asustada.

 

MARTA: ¿Qué pasa?

 

PROFESOR: Lo siento, pero voy a tener que pedirle que abandone el examen.

 

MARTA: (Sorprendida) ¿Qué? ¿Por qué?

 

PROFESOR: Se ha quedado dormida. ¿Le parecen pocos motivos para expulsarla?

 

MARTA: Pero…

 

PROFESOR: (Interrumpiéndole) Lo siento, pero ya le digo que así son las normas, por lo que le agradecería que abandonase el aula y dejara ya de distraer a sus compañeros.

 

Marta se queda pensando durante unos segundos, hasta que finalmente termina suspirando.

 

MARTA: Está bien…

 

La chica empieza a recoger todas sus cosas mientras Isra, Laura y Andrea se miran, preocupados.

 

INSTITUTO “SAN JORGE”/ EXTERIOR

 

Hugo, nervioso, sale del interior del instituto, y se enciende un cigarro. Luego coge el móvil y busca un número. Cuando lo encuentra, llama

 

(PANTALLA PARTIDA CON EL EXTERIOR DEL EDIFICIO DE MAGISTERIO DE LA UNIVERSIDAD DE GIJÓN)

 

CARLOS: ¿Sí?

 

HUGO: Ey, hola. ¿Qué tal?

 

CARLOS: ¡Hugo! Pues bien, aún me quedan dos pruebas más, pero creo que las dos primeras han ido bastante bien.

 

HUGO: Genial, me alegro.

 

CARLOS: ¿Tú qué tal?

 

HUGO: Histérico. La prueba de literatura me ha salido bastante bien, pero la de matemáticas fatal… así que dependo totalmente de la de inglés.

 

CARLOS: Bueno, no te preocupes. Seguro que te sale muy bien.

 

HUGO: Eso espero.

 

CARLOS: Ya verás como sí.

 

En ese momento suena el timbre de la universidad, indicando el inicio de la siguiente prueba.

 

CARLOS: Lo siento Hugo, pero tengo que dejarte. El próximo examen va a empezar ya.

 

HUGO: Claro, no te preocupes. Mucha suerte.

 

CARLOS: Muchas gracias, igualmente. Hasta luego.

 

HUGO: Chao.

 

(PANTALLA COMPLETA DE NUEVO EN EL INSTITUTO “SAN JORGE”)

 

Hugo cuelga el teléfono, y, tras terminarse el cigarro, lo tira al suelo y se dirige de nuevo hacia el interior, no menos preocupado que antes.

 

FRUTERÍA “FRUTAS SALVAJES”/ INTERIOR

 

Una joven muy atractiva se encuentra tras el mostrador, terminando de servir a una señora, cuando Jaime entra por allí mirando el periódico, para después sonreír a la joven.

 

JAIME: Buenos días.

 

LOLA: Hola… aquí tiene, Carmen. Muchas gracias.

 

CARMEN: A ti, hija. Adiós.

 

LOLA: Chao.

 

La mujer sale de allí y Lola, sin borrar la sonrisa de su cara, mira a Jaime.

 

LOLA: ¿Qué te pongo?

 

JAIME: En realidad, nada. He venido por el puesto de trabajo vacante que se anuncia en el periódico de ésta mañana.

 

LOLA: ¿En serio? Que rapidez…

 

El joven sonríe forzadamente.

 

JAIME: Bueno, la verdad es que llevo tanto tiempo buscando trabajo, que lo primero que hago nada más levantarme ya es ir a comprar el periódico y mirar los anuncios.

 

LOLA: Ya… pues empecemos entonces. ¿Tienes experiencia con algo relacionado con la fruta?

 

JAIME: Espera… ¿tú eres la jefa de todo esto?

 

LOLA: Así es, ¿hay algún problema?

 

JAIME: No, ninguno. Es solo que… bueno, esperaba a alguien más mayor.

 

LOLA: Pues no, siento decepcionarte. Yo soy Lola, la dueña de esto.

 

Jaime, sonriendo, estrecha la mano a la joven.

 

JAIME: Encantado. Yo soy Jaime Pola.

 

Lola mira con asco la mano del chico, y aparta la suya rápidamente.

 

LOLA: Me alegro, pero todavía no has respondido a mi pregunta. ¿Tienes algún tipo de experiencia con la fruta?

 

JAIME: No, la verdad es que no. Pero soy una persona que aprende rápido.

 

LOLA: Ya… y bueno, cuéntame, ¿en qué has trabajado? Porque supongo que tendrás experiencia en algo, ¿no?

 

JAIME: Sí, hasta hace poco he estado trabajando de camarero.

 

LOLA: ¿Y por qué no sigues en ello?

 

JAIME: La verdad es que donde estaba trabajando no estaba demasiado a gusto, quise ampliar horizontes, y… aquí me tienes.

 

LOLA: Ya…

 

Lola mira al joven con desconfianza, y éste, al darse cuenta, suspira, mientras le deja su curriculum.

 

JAIME: Mire, si quiere llamar, hágalo, no me importa. Llame al bar Four, que está en mi curriculum, y pregunte por Claudia. Ella se lo confirmará.

 

LOLA: Lo haré, no lo dudes.

 

JAIME: Bueno, entonces… ya veo que hasta que no llames y confirmes que me fui porque yo quise, no tengo nada que hacer, así que ya me llamarás cuando tomes una decisión… espero que tengas en cuenta la rapidez con la que he llegado, y lo dispuesto que estoy a aprender y a trabajar contigo mano a mano para ayudarte en todo lo que pueda. Hasta pronto.

 

LOLA: Te llamaré con cualquier cosa. Chao.

 

Jaime sale de allí, algo nervioso, mientras Lola le observa, sin termina de fiarse.

 

Una vez en la calle, Jaime saca el móvil y marca un número. Espera a que se lo cojan.

 

JAIME: ¿Claudia? Soy Jaime… necesito que me hagas un favor.

 

El chico continúa andando mientras sigue hablando por teléfono.

 

UNIVERSIDAD DE GIJÓN/ EXTERIOR

 

El primer día de Selectividad ya ha llegado a su fin. Marta permanece sentada en un banco, con Esperanza en brazos, cuando la gente empieza a salir del edificio. Cuando Isra, Andrea y Laura la ven, se acercan a ella preocupados, y se sientan a su lado, mientras la joven sonríe.

 

MARTA: Hola chicos, ¿cómo ha ido?

 

ISRA: Bien, pero eso no es ahora lo importante. ¿Cómo estás?

 

MARTA: Bien también chicos, no os preocupéis. En realidad creo que esto era lo mejor que podía pasar.

 

ANDREA: (Extrañada) ¿En serio?

 

MARTA: Sí… seamos sinceros. Con mis padres apenas puedo contar, y me ha costado lo mío sacarme el título de bachillerato… así que creo que lo mejor que me ha podido pasar ha sido esto. Si me hubiese metido a una carrera, está claro que lo único que habría hecho habría sido malgastar el dinero.

 

LAURA: No digas tonterías, Marta.

 

ANDREA: Además, aún puedes hacer los exámenes de mañana. Con un poco de suerte, te dará la media y a pesar de lo de hoy, aprobarás.

 

MARTA: Creo que no me habéis entendido… no me voy a presentar a los exámenes de mañana.

 

LAURA: Te habíamos entendido, pero al menos yo tenía la esperanza de no haberlo hecho.

 

MARTA: Chicos…

 

ISRA: (Interrumpiéndole) ¿Tú estas segura de eso?

 

MARTA: Completamente.

 

ISRA: Pues entonces ya está.

 

ANDREA: (Indignada) ¡Isra!

 

ISRA: ¿Qué? Es nuestra amiga, no nuestra hija. Lo único que podemos hacer es apoyarla, y no juzgarla.

 

MARTA: (Sonríe) Gracias, Isra.

 

El joven le devuelve la sonrisa, mientras Laura y Andrea se miran, sin saber que decir.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR

 

Ya es por la tarde, y Claudia permanece tras la barra del bar, mientras Jaime, al otro lado, se toma una cerveza. Los dos jóvenes permanecen en un incómodo silencio, hasta que Jaime esboza una forzada sonrisa.

 

JAIME: Aún no te he dado las gracias por ayudarme con lo de la frutería.

 

CLAUDIA: No me las des, Jaime. Como has dicho esta mañana, somos amigos. Y esto no era ninguna estupidez, esto si que era un favor. ¿Te ha llamado ya?

 

JAIME: No, pero espero que lo haga pronto.

 

CLAUDIA: Seguro que sí.

 

Los dos vuelven a quedarse en silencio durante unos segundos, hasta que entran al local Hugo y Carlos. Mientras Carlos parece bastante animado, Hugo todo lo contrario.

 

CLAUDIA: Ey chicos, ¿qué tal? ¿Cómo han ido esos exámenes?

 

HUGO: No me hables…

 

JAIME: (Sorprendido) ¿Ha ido mal?

 

HUGO: Peor. Horrible.

 

CARLOS: No le hagáis ni puto caso, que ya sabéis que es un alarmista. Seguro que luego le ha ido genial y aprueba.

 

HUGO: Lo dudo.

 

Los dos jóvenes se sientan en dos butacas, junto a Jaime.

 

CLAUDIA: Bueno… ¿queréis que os ponga algo para relajaros?

 

CARLOS: Una caña.

 

HUGO: Yo una naranjada.

 

CLAUDIA: (Sonríe) Enseguida.

 

La camarera empieza a preparar las bebidas, cuando el móvil de Jaime empieza a sonar. Mira de quien se trata.

 

JAIME: Chicos, perdonadme un momento. Ahora vengo.

 

Jaime sale del local, y Claudia sirve las bebidas a sus amigos.

 

CLAUDIA: Aquí tenéis.

 

HUGO y CARLOS: Gracias.

 

Los dos jóvenes empiezan a beber, mientras Claudia se sienta frente a ellos y se empieza a tomar también un café.

 

CLAUDIA: Bueno Carlos, ¿y a ti cómo te ha ido?

 

CARLOS: La verdad es que bastante bien. Creo que aprobaré.

 

CLAUDIA: Genial. Seguro que aprobaréis los dos, estoy segura.

 

HUGO: Veremos.

 

Los tres jóvenes se quedan durante unos segundos en silencio, hasta que Jaime entra de nuevo al local, con una sonrisa de oreja a oreja.

 

JAIME: ¡Chicos!

 

CLAUDIA: (Extrañada) ¿Qué pasa?

 

JAIME: ¡El trabajo es mío!

 

CARLOS: ¿En serio?

 

CLAUDIA: ¡Eso es genial!

 

HUGO: Enhorabuena.

 

Jaime vuelve a sentarse sobre la butaca en la que estaba sentado anteriormente, sin borrar la sonrisa de su cara.

 

JAIME: Joder, ya lo daba por perdido… ¡no me lo puedo creer!

 

Claudia, Hugo y Carlos miran a su amigo, contentos y orgullosos de que finalmente lo haya conseguido.

 

INSTITUTO “SAN JORGE”/ BIBLIOTECA

 

Laura e Isra permanecen sentados en una de las mesas, estudiando. Los dos permanecen en silencio, hasta que Laura carraspea y se levanta, suspirando por no poder concentrarse.

 

LAURA: Voy al baño a ver si me despejo un poco…

 

ISRA: Vale, yo aquí estaré.

 

Laura se marcha de allí, e Isra continúa estudiando. De pronto el móvil de su amiga empieza a sonar, y todo el mundo que hay allí se gira hacia él, molestos. El chico sonríe forzadamente.

 

ISRA: Lo siento.

 

El joven rebusca en el bolso de su amiga hasta que encuentra el móvil, y lo coge.

 

ISRA: Hola Carmen, soy Isra… sí, ahora mismo no puede ponerse, estamos en la biblioteca… sí, le diré que te llame… de nada, chao.

 

Isra cuelga el teléfono, y vuelve a dejarlo en el bolso. Es en ese momento cuando se da cuenta de que en el interior del mismo hay una pequeña bolsa con pastillas blancas en su interior. La coge y suspira, preocupado.

 

ISRA: Joder…

 

PISO DE CLAUDIA, ANDREA Y HUGO/ SALÓN

 

Comienza a anochecer, y Andrea está sentada en el sofá, mirándose unos apuntes, cuando empieza a sonar el timbre de manera insistente. La joven, extrañada, se levanta y abre la puerta; se sorprende cuando al otro lado ve a Carlos.

 

ANDREA: Ey, ¿qué haces aquí?

 

CARLOS: Hugo me dijo que estabas en casa.

 

La joven sonríe, nerviosa.

 

ANDREA: Pues claro que estoy en casa. Lo que pasa que mañana es el último día de la selectividad, y estoy aquí estudiando a tope.

 

CARLOS: Ya… te han dado el día libre en el trabajo entonces, ¿no?

 

ANDREA: (Extrañada) ¿Cómo?

 

CARLOS: ¿Puedo pasar?

 

ANDREA: Sí… sí, claro. Pasa.

 

CARLOS: Gracias.

 

Andrea se hace a un lado y Carlos entra al piso. Los dos se dirigen hacia el salón, y se sientan en el sofá.

 

CARLOS: Se acabaron las mentiras, Andrea. Sé a que te dedicas.

 

ANDREA: Lo siento Carlos, pero la verdad es que no sé de lo que me estás hablando.

 

Carlos coge aire, intentando mantener la calma.

 

CARLOS: Te seguí el otro día. Sé que eres gogo, así que te lo pido una vez más… deja de mentirme.

 

ANDREA: Carlos, escucha, yo…

 

CARLOS: (Interrumpiéndola) ¿Por qué, Andrea? Y quiero la verdad… nada más que la verdad.

 

ANDREA: A mi madre no le están yendo las cosas tan bien como esperaba que le fueran en Barcelona, y… no puede pasarme dinero. Era eso o irme a vivir con ella allí, Carlos.

 

CARLOS: ¿Y por qué no me lo contaste?

 

ANDREA: Porque sabía que te lo ibas a tomar así, Carlos. Estamos empezando, y no quería que nada se entrometiera.

 

CARLOS: No te confundas, Andrea. Si me lo he tomado así ha sido por tus mentiras, no por tu trabajo.

 

Andrea deja escapar una irónica carcajada.

 

ANDREA: Vamos, Carlos… ¿ahora me vas a decir que te da igual que baile medio desnuda delante de un montón de salidos? ¿De verdad?

 

CARLOS: Claro que no me da igual, Andrea. Pero si me hubieras contado lo que pasaba, habríamos buscado una solución los dos juntos para que no tuvieras que hacer eso.

 

ANDREA: ¿En serio? ¿Y de verdad crees que la habríamos encontrado?

 

CARLOS: Pues no lo sé… pero al menos lo habríamos intentado.

 

Carlos se levanta, dirigiéndose hacia la puerta.

 

ANDREA: Carlos…

 

CARLOS: Lo siento, Andrea, pero ahora me va a volver a costar mucho confiar en ti… lo siento.

 

Carlos sale de allí, triste, y Andrea recuesta su espalda sobre el sofá, suspirando y con los ojos llenos de lágrimas.

 

FRUTERÍA “FRUTAS SALVAJES”/ INTERIOR

 

Un nuevo y soleado día amanece en la ciudad. Lola permanece tras el mostrador, rellenando una barquilla de naranjas, cuando Jaime, vestido con ropa deportiva y muy sonriente, aparece por allí. La joven le mira, extrañada.

 

LOLA: ¿Por qué has venido así vestido?

 

JAIME: Bueno, vengo listo y preparado para el trabajo.

 

LOLA: No es necesario venir en chándal… te vas a poner un delantal.

 

Jaime sonríe forzadamente.

 

JAIME: Oh, esto… entiendo. Ya lo sabía, simplemente quería entrar con buen pie con alguna bromilla, ya sabes.

 

LOLA: No me gustan las bromas.

 

JAIME: Ya veo…

 

La joven termina de rellenar la barquilla, mientras Jaime la observa, entre impaciente e incómodo.

 

LOLA: ¿Qué pasa?

 

JAIME: Nada, que estoy esperando a que me digas lo que hago.

 

LOLA: Pues empieza por ir al almacén y ponerte el delantal. Luego sales, y te explico.

 

JAIME: ¡Perfecto!

 

Jaime entra por la puerta que tiene a un lado, mientras Lola suspira a la vez que pone los ojos en blanco.

 

LOLA: Esto va a ser más difícil de lo que pensaba…

 

UNIVERSIDAD DE GIJÓN/ EXTERIOR

 

Isra y Andrea están sentados en uno de los bancos de los jardines que rodean la universidad. Los dos amigos permanecen en silencio, hasta que Laura, con muy mala cara, se acerca a ellos.

 

LAURA: Buenos días.

 

ANDREA: Hola.

 

ISRA: Joder… ¿estás bien?

 

Laura sonríe forzadamente.

 

LAURA: Sí, un poco cansada porque no he dormido en toda la noche, pero bien… hoy se acaba la selectividad, y por fin podremos descansar en condiciones.

 

ANDREA: Ya era hora. Yo he llegado al punto en el que me da igual lo que pase y la nota que saque. Solo quiero acabarlos.

 

ISRA: Pues ya nos queda poco…

 

En ese momento, el timbre que indica el último día de exámenes se escucha por todo el recinto.

 

LAURA: Y cada vez menos.

 

ISRA: ¿Vamos?

 

ANDREA: Aha.

 

Andrea e Isra se levantan del banco y, junto a Laura, caminan hacia el interior del edificio, los tres muy nerviosos.

 

BAR “FOUR”/ INTERIOR

 

Hugo permanece sentado tras la barra, leyendo una revista y tomándose un café. Todas las mesas están ya servidas. En ese momento Vicente aparece por allí, sonriente, y se sienta en una butaca frente al joven.

 

VICENTE: Buenos días.

 

HUGO: (Sonríe) Hola. ¿Qué te pongo?

 

VICENTE: Un cortado, por favor.

 

HUGO: Enseguida.

 

Hugo empieza a prepararlo, mientras Vicente le observa, sin borrar la sonrisa de su cara.

 

VICENTE: Cuéntame, ¿cómo te fue al final el examen de ayer?

 

HUGO: Pues la verdad es que salí bastante disgustado, pero conforme va pasando el tiempo parece que me voy animando un poco… aunque no sé si es porque realmente creo que me fue mejor de lo que pensaba, o si simplemente estoy intentando auto compadecerme.

 

VICENTE: ¿Cuándo te dan la nota?

 

Hugo le sirve el café, y el joven empieza a bebérselo.

 

HUGO: Hasta la semana que viene no sabré nada.

 

VICENTE: Bueno, ya verás como va bien.

 

HUGO: Eso espero.

 

VICENTE: Seguro que sí. Además, si apruebas, te tengo preparada una sorpresa.

 

HUGO: (Sorprendido) ¿En serio?

 

VICENTE: Aha. Bueno, realmente, si suspendes, también tendrás otra sorpresita.

 

HUGO: No tienes porque molestarte.

 

VICENTE: Pero quiero hacerlo.

 

Hugo se queda pensando durante unos segundos, hasta que finalmente termina suspirando.

 

HUGO: No creo que sea buena idea… ¿qué dirá tu novio al respecto?

 

VICENTE: Eso es otra historia. No te preocupes.

 

HUGO: Ya, pero…

 

Vicente mira su reloj mientras se termina el café, y no deja que el camarero siga hablando.

 

VICENTE: Me tengo que ir al trabajo. De todos modos ya te digo que no tienes otra opción. La sorpresa la tendrás digas lo que digas. Chao.

 

HUGO: Adiós…

 

El joven se marcha de allí mientras Hugo, sin poder evitarlo, esboza una leve sonrisa.

 

PISO DE CLAUDIA, ANDREA Y HUGO/ SALÓN

 

Ya es mediodía, y Claudia permanece sentada en el sofá, leyendo el periódico mientras se come unos huevos fritos, cuando se escucha la puerta de entrada y Andrea no tarda en aparecer por allí, con los apuntes en la mano.

 

ANDREA: Hola.

 

CLAUDIA: (Sorprendida) ¡Buenas! ¿Ya estás aquí? ¿Ya has terminado con los exámenes?

 

ANDREA: No, aún me quedan un par ésta tarde, pero me apetecía venir a comer a casa.

 

CLAUDIA: Bien. ¿Quieres que te haga unos huevos fritos?

 

ANDREA: No, ya me los hago yo, no te preocupes.

 

Claudia deja el periódico sobre la mesa y se levanta del sofá, esbozando una amplia sonrisa.

 

CLAUDIA: Ni hablar. Tienes que estar agotada después de tanto examen, así que necesitas descansar y recuperar fuerzas para acabarlos bien. Te los hago yo y punto.

 

ANDREA: Bueno… pues gracias.

 

CLAUDIA: Ahora mismo te los traigo.

 

Andrea sonríe, y se sienta en el sofá. Coge el periódico y empieza a leer la portada. Ve algo que parece llamarle la atención.

 

ANDREA: ¡Claudia!

 

CLAUDIA: (Off) ¿Aha?

 

ANDREA: ¿No te suena la foto del abogado asesinado que hay en la portada del periódico?

 

CLAUDIA: (Off) Sí, la verdad es que sí, pero no tengo ni idea de qué.

 

ANDREA: Que raro… juraría que lo he visto por el bar. ¿Necesitas ayuda?

 

La chica deja el periódico sobre la mesa y, tras levantarse, se dirige a la cocina. Vemos que la fotografía del periódico a la que se referían es de Gregorio.

 

PISO DE CARLOS Y JAIME/ SALÓN

 

Ya es por la tarde, y Carlos y Jaime permanecen sentados en el sofá, bebiéndose cada uno un botellín de cerveza mientras ven la televisión. Ambos parecen bastante aburridos.

 

CARLOS: ¿Y qué tal ha ido tu primer día en el nuevo curro? No me has contado nada.

 

JAIME: Bien, la verdad es que bien. No me puedo quejar.

 

CARLOS: (Sonríe) Me alegro.

 

Los dos vuelven a quedarse en silencio durante unos segundos, hasta que Jaime esboza una amplia sonrisa.

 

JAIME: ¿Y sabes otra cosa?

 

CARLOS: ¿El qué?

 

JAIME: La jefa está buenísima.

 

CARLOS: (Suspira) Joder Jaime, no empieces.

 

JAIME: ¿Qué no empiece con qué? Vamos, ni que fuera yo muy de hacer esos comentarios ni fuera todo el día más salido que el pico de una mesa.

 

CARLOS: No, no eres de hacer esos comentarios, pero sí eres de joderla bastante en tu trabajo… así que no te metas en camisas de once varas. Limítate a hacer tu trabajo, y ya está.

 

JAIME: Bueno, un casquete en un momento aislado no tiene porque traer problemas, ¿no?

 

CARLOS: No, no tiene porque darte problemas… pero tampoco tiene porque no dártelos. Así que ándate con cuidado.

 

JAIME: Eres un exagerado.

 

CARLOS: Ya me lo dirás en su momento. Ya lo hablaremos.

 

Carlos vuelve a centrar su atención en la televisión, mientras Jaime no puede evitar el quedarse pensando en las palabras de su amigo.

 

UNIVERSIDAD DE GIJÓN/ EXTERIOR

 

Andrea, Laura e Isra salen del edificio. Mientras Andrea e Isra parecen muy felices, Laura tiene muy mala cara, parece no encontrarse demasiado bien.

 

ANDREA: No me lo puedo creer… ¡se acabó!

 

ISRA: Sí. La semana que viene las notas, y podremos olvidarnos de éstas últimas semanas infernales.

 

LAURA: Sí…

 

Los dos jóvenes miran a su amiga, preocupados.

 

ISRA: Laura, ¿estás bien?

 

La chica, sonriendo forzadamente, se apoya en una de las paredes mientras empieza a sudar mucho.

 

LAURA: Sí, sí… no os preocupéis. Solo necesito descansar un poco, nada más. Es el bajón de…

 

Laura no puede terminar siquiera de hablar, porque acaba cayendo al suelo, inconsciente, asustando a sus dos amigos, que se arrodillan junto a ella.

 

ANDREA: ¡¿Qué coño le ha pasado?!

 

ISRA: Joder… ¡Joder!

 

ANDREA: ¡Isra!

 

ISRA: Ha estado tomando anfetaminas… ¿crees que ha sido una sobredosis?

 

ANDREA: ¡Mierda!

 

La joven se levanta, preocupada, y tras coger su móvil, marca un número.

 

ANDREA: ¿Urgencias? Buenas tardes…

 

Andrea continúa hablando por teléfono mientras Isra se echa a llorar, desesperado.

 

PISO DE CARLOS Y JAIME/ COCINA

 

Ya es completamente de noche. Jaime, en pijama, aparece por allí y se echa agua en un vaso. Se lo bebe de un trago y, cuando se dispone a marcharse, ve algo en la portada del periódico que llama su atención.

 

JAIME: Gregorio… ¡joder!

 

El chico se queda allí de pie, mirando la fotografía del abogado en portada, anunciando que su cuerpo ha sido encontrado.